Mi esposa por mi problema
de obesidad
me llevo a un consultorio de auroterapia, me problema se fue
resolviendo, en la medida que bajaba de peso, la grasa de mi vientres se fue en
los glúteos y muslos, pero eso no fue lo único que paso, mi voz se hizo pequeña
y comenzaron a crecerme los pechos, durante la primera terapia, cuando la
asistente de la terapista puso una aguja y sentí un gran dolor en mis pechos,
como si algo se despegara de mi, desde se momento comenzaron a crecer, tres
meses después tenia pechos de una niña de 17 años un dos meses más tenia pechos
de mujer
Durante esos 5 meses
pasaron muchas cosas con mi familia, se enfermó mi hija, mi hijo se rompió el
brazo, la casa tuvo inundaciones en el sótano, se calló un árbol sobre l garaje
y auto, pero sobre todo, mi esposa se lastimó la espalda haciendo pesas en su
gimnasio.
Yo me mantenía firme en
esconder mi problema colateral, pero poco a poco me di cuenta de que ya no
podría hacerlo por mucho tiempo.
Mi voz cada vez se hacia
más grave, mi jefa me pidió que fuera a su oficina, cuando estuve sentado al
frente a ella, quitándose su cigarro de la boca me preguntó si me estaban
creciendo mis bubis?, con algo de temor le conteste que solo era un problema
hormonal y pronto lo resolvería, mi jefa
regreso a la idea que me traía a su oficina, saco un sobre amarillo y me lo
entregó diciendo: no es personal, solo que tu puesto de trabajo ya no es
requerido, me pidió levantarme y con tosco que tenga suerte se despidió de mi.
De un día al otro estaba
sin trabajo, jamás pensé que me pudiera pasar a mi, pero así paso, de
tener la posibilidad de ocupar el lugar
de la nueva gerente ahora era desempleado.
Una tarde que planchaba el
uniforme me hija, mi esposa desde la sala me dijo en una forma sarquastica que tenia un
bonito trasero y que mis piernas eran menos gordas que las de ella y más
femeninas, siguiendo su broma le conteste con su mismo tono y forma de voz, que
así era por que la aureocultura me había hecho así—le dije levantando mis
pechos caidos.
Ella me dijo que lo
repitiera diciendo: mi nombre es Heather Tomas, secretaria ejecutiva, lo hice
de la mejor manera, una idea fenomenal había nacido, mi esposa se entusiasmó,
tenia lo necesario para intentarlo, no perdía nada, sugirió que me probara el
vestido que iba a comenzar a planchar, la mire extrañada por la sugerencia,
pero me pareció gracioso hacerlo.
De una simple idea poco a
poco se fue convirtiendo en algo más completo y elaborado, a mi esposa no le
importó que tomara su ropa para mi experimento.
La sorpresa de mi esposa al ver maquillada mi cara con mis cejas delineadas y labios bien pintados, aretes y collar de ella, era demasiado, pero lo que más le sorprendió fue el ver que ahora tenia labios vaginales como los de ella, sobre las pantaletas blancas que usaba, se podían ver dos bultitos en medio de un canalito, debajo de un vientre plano.
Para lograr esa apariencia
de mujer había buscado en internet como maquillarse y como esconder mi pene,
había cientos de paginas donde se podía hacer eso, así que solo era cuestión de
hacerlo bien.
Salí a la tienda de
viveres, e increíblemente no tuve ningún problema en desenvolverme como una
mujer, el vestido me quedaba
perfectamente, no traía medias y las piernas desnudas la hacían más atractivas
y naturales, el aire que tocaba mis piernas hacia que me sintiera fresco, jamás
hubiera pensado que sería tan agradable caminar en vestido.
Para complementar mi
vestido de estampado de flores usaba un suéter rosa, realmente era un atuendo
muy sencillo pero femenino, ningún hombre usaría algo así, pero yo lo estaba
haciendo y lo disfrutaba.
Caminé por los pasillos de
la tienda de víveres sin preocupación, solo una pequeña duda me surgió si la
imagen de mis piernas no se reflejaba en el piso recién pulido, pero realmente
no me importaba eso, por que no había muchos hombres por la tienda, los pocos
que había estaban en lo suyo.
En el área de carnes
descubrí de reojo que un hombre que iba detrás de su esposa miro mis piernas y
cuando paso junto a mi me miro a la cara, el me sonrio y yo le sonreí, lo hice
sin pensar, luego pensé que quizás acepte su señal para coquetearme.
Mientras pasaba por el área
de ropa, me llamó la atención una ropa para mi hija, pero terminé comprando
varios vestidos y faldas de oficina para mi, la idea de conseguir un trabajo
como mujer iba creciendo, también compre ropa interior medias y pantimedias,
aprendí muchas cosas al comprar ropa.
También compre algo de
maquillaje, la chica promotora me enseño cuales colores eran mejor para mi
cara.
Pague con mi tarjeta de
crédito, mientras caminaba rumbo a mi
camioneta, pase por una zapateria y no pude contenerme de comprar unos bonitos
zapatos ejecutivos tipo tayler, que querían bien con las medias obscuras que
compre.
Me alegraba cuando la
cajera y la vendedora me decían, Gracias por su compra, “Señora”.
Regrese caminando a mi casa, realmente sentía que flotaba.
Cuando llegue a mi casa me
sentía un triunfador, lo último que me
había levantado la autoestima fue cuando el vecino me saludo cuando salía de su
auto para entrar a su casa, dijo: Hola
vecina!!, buenas tardes, esta tarde luce muy alegre en ese vestido, salúdeme a
su esposo!!—yo solo le agradecí.
**
A la mañana siguiente mi
esposa había puesto circulos rojos en la sección de empleos del periódico, me preparaba con la ropa dispuesta por mi esposa para ir a conseguir un empleo, al día anterior habia aprendido algunas cosas extras de como maquillarme y como mostrar mis mejores cualidades comprando un brassier correcto para mis pechos. comenzaba a enteder las cosas de la vida, como si estuviera enagañado hasta se momento.
Mi esposa me había regalado
un body reductor, así que mi cintura era dos tallas menos, de esa manera mi
cadera se veía más ancha de lo que era, mi vientre lucia liso y agradable, mis
pechos estaban en su lugar debido al bra de que había comprado y al body, no
tenia miedo en mostrar mis pechos.
Mis piernas lucían bonitas
en medias obscuras y mis zapatos nuevos hacían más delgadas mis pantorrillas,
la falda negra que me compre me llegaba por encima de mis rodillas, los zapatos
eran cómodos y agradables para caminar por muchas horas.
En mi cabello lucia un
fleco y un chongo trasero, traía los aretes y collar de perlas que le había
comprado a mi esposa, usaba una blusa
blanca con un viejo jacket de bolsas
fingidas.
Había hecho un mejor
maquillaje que mi esposa, la poción para adelgazar mi voz estaba funcionando
mejor que lo había pensado.
que durante este tiempo había sido ama de casa, pero ahora deseaba
que mis hijos fueran a la universidad y ayudar a mi esposo.
Tenia una ventaja el tener
como segundo nombre Evelyn, modifique un poco mi curriculum y agregue algunos
cursos que había tomado recientemente. Parecía que todo fuera real y accesible
para corroborar.
Escogí tres ofertas de
trabajo cercanas a mi casa, según mi esposa por el tiempo que no había
trabajado el mejor trabajo que podía solicitar era de asistente de oficina, el
primero era una empresa pinturas para autos, la segunda era un taller de autos,
esa opción la escogió mi esposa para darme una lección, la tercera la mejor de
las tres era una pequeño despacho de abogados, realmente quería obtener ese
trabajo solo estaba a 30 minutos de mi casa.
Estaba listo para irme y me
acerque a mi esposa para despedirme, ella en forma de broma metió su mano por debajo de la falda y llegó hasta
mi clítoris fingido, mientras me decía que tenia un trasero de oro.
Tome el viejo bolso de mi
esposa, traía una carpeta de cuero donde llevaba mi currículo, golpee dos vece
los talones y salí a conseguir un trabajo digno.
**
Llegue a las 8 de la mañana
a mi primera opción esperé 30 minutos para que me hiciera una entrevista,
mientras ese tiempo me percate que la mayoría de los empleados eran hombres y
el ambiente era muy grosero, el hecho de ver a una mujer la mayoría de los
tipos se le quedaban viendo, pero me tuve hace que no me veian, como sino me
importara, quien me hizo la entrevista fue una mujer ruda que dijo que era la
jefa de recursos humanos, la primera pregunta que me hizo era si no me
importara usar pantalones , le dije que no sería importante para trabajar, la
segunda fue si no me importara compartir el baño con hombres, pensé que
cualquier mujer y sobre todo mi mujer hubiera dicho que eso si sería molesto
pero podría adaptarme, eso fue la ultima pregunta y me dijo que ellos me
hablaría, abandone inmediatamente el lugar.
El segundo empleo pensé que
iba a ser más tosco y rudo el ambiente, pero resulto un poco menos que
tranquilo, el taller era de autos caros, me atendió una mujer alta con un
uniforme con el logo del taller, la mujer me hizo varias preguntas
interesantes, sobre el motivo de querer trabajar si tenia mi vida resuelta.
Le
conteste que realmente mis hijos estaban grandes y quería ayudarlos, en el caso
de mi esposo necesitaba un respiro en los gastos, quería ayudarlo, me pregunto
en que era buena en la oficina, le dije que en todas las funciones
administrativas y estaba orgullosa de poder tomar dictados rapidos y escribir rápidamente
en maquina de escribir, esas habilidades las obtuve en la secundaría al igual
que la de contabildiad, eso le llamó la atención, la siguiente pregunta fue si
sabía como atender a un jefe estresado?, me sorprendió un poco su pregunta, le
pregunte si su jefe era un hombre violento, ella sonrio ydijo que no lo era,
solo que algunas veces esa habilidad era necesaria y quería saber mi reacción a
ese tipo de situaciones, le dije que si lo sabia y si se presentaba podría
hacerlo bien; la última pregunta fue si me importaba ser asistente de ella, le
dije que no me importaba si me pagaban bien, ella sonrió y acabo la entrevista,
ella me hablaría si me aceptaban.
La tercera opción llegue a
medio día, tuve que esperar a que me atendieran una hora, en la sala de espera,
leí todas las revistas, mientras observe que el ambiente era formal, pero
competitivo, por que había muchas asistente haciendo muchos trabajo al mismo
tiempo, me pareció que si podría hacer el trabajo sin problemas, cuanto entre a
una oficina para mi entrevista, encontré un hombre con mucho aire de grandeza,
realmente me calló mal, pero respondí lo mejor sus preguntas, me dio a enteder
que necesitaba una asistente para complacerle, no me gusto y salí de allí,
Regrese caminado a mi casa,
pensando en mis opciones, realmente tenia dos opciones realmente.
Durante los siguientes 4
días hice muchas entrevistas, cada día tenia más confianza y mi autoestima
aumentaba, cada día me olvidaba quien había sido y comprendía lo que debía ser.
No era una obra de teatro
era la realidad, ahora era una jefa de familia.
Con paciencia encontré el mejor trabajo y el mejor jefe, para darle lo mejor de mi.