viernes, 30 de noviembre de 2018

La jefa de Casa: una terapia fallida me ayudo a lograr lo mejor de mi.



Mi esposa por mi problema de obesidad 
me llevo a un consultorio de auroterapia, me problema se fue resolviendo, en la medida que bajaba de peso, la grasa de mi vientres se fue en los glúteos y muslos, pero eso no fue lo único que paso, mi voz se hizo pequeña y comenzaron a crecerme los pechos, durante la primera terapia, cuando la asistente de la terapista puso una aguja y sentí un gran dolor en mis pechos, como si algo se despegara de mi, desde se momento comenzaron a crecer, tres meses después tenia pechos de una niña de 17 años un dos meses más tenia pechos de mujer

Durante esos 5 meses pasaron muchas cosas con mi familia, se enfermó mi hija, mi hijo se rompió el brazo, la casa tuvo inundaciones en el sótano, se calló un árbol sobre l garaje y auto, pero sobre todo, mi esposa se lastimó la espalda haciendo pesas en su gimnasio.


Yo me mantenía firme en esconder mi problema colateral, pero poco a poco me di cuenta de que ya no podría hacerlo por mucho tiempo.
Mi voz cada vez se hacia más grave, mi jefa me pidió que fuera a su oficina, cuando estuve sentado al frente a ella, quitándose su cigarro de la boca me preguntó si me estaban creciendo mis bubis?, con algo de temor le conteste que solo era un problema hormonal y pronto lo resolvería,  mi jefa regreso a la idea que me traía a su oficina, saco un sobre amarillo y me lo entregó diciendo: no es personal, solo que tu puesto de trabajo ya no es requerido, me pidió levantarme y con tosco que tenga suerte se despidió de mi.
De un día al otro estaba sin trabajo, jamás pensé que me pudiera pasar a mi, pero así paso, de tener  la posibilidad de ocupar el lugar de la nueva gerente ahora era desempleado.
Una tarde que planchaba el uniforme me hija, mi esposa desde la sala  me dijo en una forma sarquastica que tenia un bonito trasero y que mis piernas eran menos gordas que las de ella y más femeninas, siguiendo su broma le conteste con su mismo tono y forma de voz, que así era por que la aureocultura me había hecho así—le dije levantando mis pechos caidos.

Ella me dijo que lo repitiera diciendo: mi nombre es Heather Tomas, secretaria ejecutiva, lo hice de la mejor manera, una idea fenomenal había nacido, mi esposa se entusiasmó, tenia lo necesario para intentarlo, no perdía nada, sugirió que me probara el vestido que iba a comenzar a planchar, la mire extrañada por la sugerencia, pero me pareció gracioso hacerlo.
De una simple idea poco a poco se fue convirtiendo en algo más completo y elaborado, a mi esposa no le importó que tomara su ropa para mi experimento.





En una hora logre verme como una esposa lista para irse a comprar comida, ella sugirió que lo intentara, solo faltaba un poco de práctica para caminar en zapatos de plataforma, pero solo haciéndolo lograría hacerlo mejor, mi esposa me dijo que el usar vestido y falda correctamente era haciéndolo, solo así me daría cuenta de las dificultades que implicaba.




La sorpresa de mi esposa al ver maquillada mi cara con  mis cejas  delineadas y labios bien pintados, aretes y collar de ella, era demasiado, pero lo que más le sorprendió fue el ver que ahora tenia labios vaginales como los de ella, sobre las pantaletas blancas que usaba, se podían ver dos bultitos en medio de un canalito, debajo de un vientre plano.





Para lograr esa apariencia de mujer había buscado en internet como maquillarse y como esconder mi pene, había cientos de paginas donde se podía hacer eso, así que solo era cuestión de hacerlo bien.
Salí a la tienda de viveres, e increíblemente no tuve ningún problema en desenvolverme como una mujer,  el vestido me quedaba perfectamente, no traía medias y las piernas desnudas la hacían más atractivas y naturales, el aire que tocaba mis piernas hacia que me sintiera fresco, jamás hubiera pensado que sería tan agradable caminar en vestido.


Para complementar mi vestido de estampado de flores usaba un suéter rosa, realmente era un atuendo muy sencillo pero femenino, ningún hombre usaría algo así, pero yo lo estaba haciendo y lo disfrutaba.
Caminé por los pasillos de la tienda de víveres sin preocupación, solo una pequeña duda me surgió si la imagen de mis piernas no se reflejaba en el piso recién pulido, pero realmente no me importaba eso, por que no había muchos hombres por la tienda, los pocos que había estaban en lo suyo.
En el área de carnes descubrí de reojo que un hombre que iba detrás de su esposa miro mis piernas y cuando paso junto a mi me miro a la cara, el me sonrio y yo le sonreí, lo hice sin pensar, luego pensé que quizás acepte su señal para coquetearme.
Pero no paso a mayores, solo fue un pequeño desliz, quizás solo fue un pequeño gusto del hombre.
Mientras pasaba por el área de ropa, me llamó la atención una ropa para mi hija, pero terminé comprando varios vestidos y faldas de oficina para mi, la idea de conseguir un trabajo como mujer iba creciendo, también compre ropa interior medias y pantimedias, aprendí muchas cosas al comprar ropa.
También compre algo de maquillaje, la chica promotora me enseño cuales colores eran mejor para mi cara.

Pague con mi tarjeta de crédito,  mientras caminaba rumbo a mi camioneta, pase por una zapateria y no pude contenerme de comprar unos bonitos zapatos ejecutivos tipo tayler, que querían bien con las medias obscuras que compre.
Me alegraba cuando la cajera y la vendedora me decían, Gracias por su compra, “Señora”.
Regrese caminando a  mi casa, realmente sentía que flotaba.

Cuando llegue a mi casa me sentía un triunfador,  lo último que me había levantado la autoestima fue cuando el vecino me saludo cuando salía de su auto para  entrar a su casa, dijo: Hola vecina!!, buenas tardes, esta tarde luce muy alegre en ese vestido, salúdeme a su esposo!!—yo solo le agradecí.

**
A la mañana siguiente mi esposa había puesto circulos rojos en la sección de empleos del periódico, me preparaba con la ropa dispuesta por mi esposa para ir a conseguir un empleo, al día anterior habia aprendido algunas cosas extras de como maquillarme y como mostrar mis mejores cualidades comprando un brassier correcto para mis pechos. comenzaba a enteder las cosas de la vida, como si estuviera enagañado hasta se momento.








Mi esposa me había regalado un body reductor, así que mi cintura era dos tallas menos, de esa manera mi cadera se veía más ancha de lo que era, mi vientre lucia liso y agradable, mis pechos estaban en su lugar debido al bra de que había comprado y al body, no tenia miedo en mostrar mis pechos.
Mis piernas lucían bonitas en medias obscuras y mis zapatos nuevos hacían más delgadas mis pantorrillas, la falda negra que me compre me llegaba por encima de mis rodillas, los zapatos eran cómodos y agradables para caminar por muchas horas.
En mi cabello lucia un fleco y un chongo trasero, traía los aretes y collar de perlas que le había comprado a mi esposa,  usaba una blusa blanca con un viejo jacket  de bolsas fingidas.
Había hecho un mejor maquillaje que mi esposa, la poción para adelgazar mi voz estaba funcionando mejor que lo había pensado.

Realmente lucia mejor que mi esposa, tenía la confianza necesaria para hacerlo, hablamos por 20 minutos de lo que iba hacer, lo que iba a decir para conseguir el empleo, las respuestas y las situaciones que iba a pasar, quede con ella que diría 
que durante este tiempo había sido ama de casa, pero ahora deseaba que mis hijos fueran a la universidad y ayudar a mi esposo.
Tenia una ventaja el tener como segundo nombre Evelyn, modifique un poco mi curriculum y agregue algunos cursos que había tomado recientemente. Parecía que todo fuera real y accesible para corroborar.

Escogí tres ofertas de trabajo cercanas a mi casa, según mi esposa por el tiempo que no había trabajado el mejor trabajo que podía solicitar era de asistente de oficina, el primero era una empresa pinturas para autos, la segunda era un taller de autos, esa opción la escogió mi esposa para darme una lección, la tercera la mejor de las tres era una pequeño despacho de abogados, realmente quería obtener ese trabajo solo estaba a 30 minutos de mi casa.

Estaba listo para irme y me acerque a mi esposa para despedirme, ella en forma de broma metió  su mano por debajo de la falda y llegó hasta mi clítoris fingido, mientras me decía que tenia un trasero de oro.
Tome el viejo bolso de mi esposa, traía una carpeta de cuero donde llevaba mi currículo, golpee dos vece los talones y salí a conseguir un trabajo digno.
**
Llegue a las 8 de la mañana a mi primera opción esperé 30 minutos para que me hiciera una entrevista, mientras ese tiempo me percate que la mayoría de los empleados eran hombres y el ambiente era muy grosero, el hecho de ver a una mujer la mayoría de los tipos se le quedaban viendo, pero me tuve hace que no me veian, como sino me importara, quien me hizo la entrevista fue una mujer ruda que dijo que era la jefa de recursos humanos, la primera pregunta que me hizo era si no me importara usar pantalones , le dije que no sería importante para trabajar, la segunda fue si no me importara compartir el baño con hombres, pensé que cualquier mujer y sobre todo mi mujer hubiera dicho que eso si sería molesto pero podría adaptarme, eso fue la ultima pregunta y me dijo que ellos me hablaría, abandone inmediatamente el lugar.


El segundo empleo pensé que iba a ser más tosco y rudo el ambiente, pero resulto un poco menos que tranquilo, el taller era de autos caros, me atendió una mujer alta con un uniforme con el logo del taller, la mujer me hizo varias preguntas interesantes, sobre el motivo de querer trabajar si tenia mi vida resuelta.

Le conteste que realmente mis hijos estaban grandes y quería ayudarlos, en el caso de mi esposo necesitaba un respiro en los gastos, quería ayudarlo, me pregunto en que era buena en la oficina, le dije que en todas las funciones administrativas y estaba orgullosa de poder tomar dictados rapidos y escribir rápidamente en maquina de escribir, esas habilidades las obtuve en la secundaría al igual que la de contabildiad, eso le llamó la atención, la siguiente pregunta fue si sabía como atender a un jefe estresado?, me sorprendió un poco su pregunta, le pregunte si su jefe era un hombre violento, ella sonrio ydijo que no lo era, solo que algunas veces esa habilidad era necesaria y quería saber mi reacción a ese tipo de situaciones, le dije que si lo sabia y si se presentaba podría hacerlo bien; la última pregunta fue si me importaba ser asistente de ella, le dije que no me importaba si me pagaban bien, ella sonrió y acabo la entrevista, ella me hablaría si me aceptaban.


La tercera opción llegue a medio día, tuve que esperar a que me atendieran una hora, en la sala de espera, leí todas las revistas, mientras observe que el ambiente era formal, pero competitivo, por que había muchas asistente haciendo muchos trabajo al mismo tiempo, me pareció que si podría hacer el trabajo sin problemas, cuanto entre a una oficina para mi entrevista, encontré un hombre con mucho aire de grandeza, realmente me calló mal, pero respondí lo mejor sus preguntas, me dio a enteder que necesitaba una asistente para complacerle, no me gusto y salí de allí,
Regrese caminado a mi casa, pensando en mis opciones, realmente tenia dos opciones realmente.

Durante los siguientes 4 días hice muchas entrevistas, cada día tenia más confianza y mi autoestima aumentaba, cada día me olvidaba quien había sido y comprendía lo que debía ser.

No era una obra de teatro era la realidad, ahora era una jefa de familia.

Con paciencia encontré el mejor trabajo y el mejor jefe, para darle lo mejor de mi.













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