La Chica Girly de la familia.
Regrese a mí pueblo después de mí aventura en la ciudad,
desarrollando una idea de negocio de un nuevo material plástico con varios
amigos de la universidad, a penas cumplía 30 años, era un pelirrojo regordete ,
con grandes lentes, el único familiar que me quedaba era mí prima Beth, que
tenía una pequeña casa en un antiguo suburbio, ahora era parte de la pequeña
ciudad en que se había convertido mí pueblo,
recordaba que a dos casas estaba la casa de mí tía Beth, ella me acogió
cuando mí madre me abandonó.
Tenía tres meses sin conseguir empleo o tener alguna
oportunidad de trabajo, todos querían experiencia comprobable de trabajo o que
fueran mujeres, yo no cumplía con los dos requisitos principales.
Pero mí prima trabajaba en el principal despacho legal de la
pequeña ciudad, un viernes cuando estaba en el garaje experimentando con el
material plástico biodegradable, Beth entró para llevarme un poco de comida,
mientras comía y yo le explicaba las bases de mí experimento, ella cambio de
conversación y me preguntó si quería un trabajo de verdad, yo le dije que de
verdad estaba trabajando y que lo que estaba haciendo me iba a dar de comer,
ella no estaba segura de eso por que mi experimento no podría pagar la comida y
el mantenimiento del baño, el recibo de luz eléctrica y sus impuestos, no tenía
palabras para contestarle, yo le pregunte que queria que hiciera si no había
trabajo y pensaba que unos meses todo iba a cambiar, ella me recordó la nueva
política de contratación de igualdad, no tenía posibilidades en mucho tiempo de
ser contratado, pero agrego: pero yo tengo una solución a tu problema—yo deje
de comer y le pregunte de que se trataba, ella me contesto: mí jefe necesitaba
una persona para ayudar a obtener una herencia de un cliente—le pregunte en que
consistía la ayuda, ella fue directo al grano: necesita a una chica que se haga
pasar por su esposa por tres meses, si el cliente puede comprobar que esta
casado por lo civil y por la iglesia y tiene vida de casado, podrá obtener su
herencia—al escuchar lo que dijo, le pregunte que tenía que ver yo con eso?,
ella con una sonrisa dijo: la esposa debe tener el cabello rojo y ser
originaria de este pueblo, yo me investigado y buscado a todas las mujeres que
cumplan con ese requisito, no las hay, la única que había acaba de morir en el
medio oriente, así que solo quedas tú—yo con sorpresa le hice ver que yo no era
mujer, Beth con otra risa me contestó: eso no es problema para el bufete de
abogados, hace una hora obtuve tu nueva acta de nacimiento y se metió ante el
juzgado una carta donde el cliente afirma que lleva una relación de 15 años con
su futura esposa, así que solo debemos sacar una nueva identificación para que
la puedas mostrar ante el juez, pero eso
es tramite, para efectos legales tu ahora serás Ariel Adrea Littlerose Parker, mujer oriunda de Parson
peek, nacida hace 30 años—yo no podía creer lo que estaba escuchando, Beth me
había involucrado en algo que yo jamás aceptaría, pero le pregunte yo que
ganaba en todo esto, ella con sarcasmo dijo que su gratitud y una suma para
terminar de pagar la hipoteca de su casa, esa sería mí contribución para
permanecer en la casa.
Me dejo en el garaje para pensar las cosas, pero no tenía
que pensar ya todo estaba hecho, solo debía participar en toda la charada que
el jefe de Beth había preparado, la herencia consistía en una gran extensión de
tierra, la empresa más grande venta de metales preciosos, el abuelo del cliente
había llegado a parson creek y había conocido a su esposa aquí, era
pelirroja y le había traido suerte en lo negocios, la última voluntad del señor fue que la
suerte regresara a la familia, era el porque de la extraña solicitud para
obtener la herencia.
Existía el registro del nacimiento de un bebe pelirrojo en el
hospital donde nací, pero no especificaba el sexo, el hecho de que mí madre me
pusiera Ariel Adre daba a dudas en mí nombre,
con una sola corrección y $3.00 todo estaba en orden, ahora era la chica
que mí madre siempre quiso, ahora no habría dudas desde mí nacimiento yo era una niña.
Pasó una semana donde Beth me preparo para la primera
reunión con el cliente del jefe de Beth, en el rancho propiedad del cliente,
sentía como si Beth me hubiera vendido a un rico, como si mí destino fuera
casarme con un viejo ranchero gordo, bigotón y rico, no podía negarme hacerlo
por que era mí obligación como la hija de la familia, Beth me hizo recordar cuando vine a vivir con mí
tía a su casa, solo tenía una muda de ropa y mí tía no tenía dinero para
comprarme ropa, así que debí usar la ropa de Beth, al principio use todos sus
pantalones de colores y sin bolsas, sus blusas también las use y aunque no
tenía pechos, mí tía para que las vecinas no hablaran de que su sobrina no era
una niña normal, debí usar corpiño, también debí usar vestido los días domingos
para ir a misa, mi tía para que mí voz no se desarrollara como de niño me dio
un elixir de flor de mandrágora, eso hizo que en seis meses mí voz fuera
pequeña y suave, pero también desarrollara pechos de niña y se me acumulara grasa
en las piernas y nalgas, también caracteres secundarios de una chica, mí piel
suave y mí vello púbico como de niña, para evitar que los vecinos y compañeros
de escuela descubrieran que no era una niña debí usar toallas femeninas con mis pantalones y faldas, también fue
necesario que empezara usar brasier ya que me crecieron muy rápido mis pechos y
comenzaba a humedecer los corpiños con mí lechita, fue penoso pero era
necesario para mí tía, durante la secundaria viví como una niña llamada Ariel,
en la prepa intente cambiar mí estilo de vestir, pero ya era tarde, todo el
pueblo sabía que era una niña que quería vestir de niño, al finalizar la prepa,
mí maestra de química me consiguió una beca en una universidad pública y me fui
del pueblo.
Ahora regresaba a la misma vida que comencé cuando llegue a
vivir con mí tía, pero ahora tenía una profesión y sabía de química, había
estudiado la flor de mandrágora y descubrí que la verdadera flor, es inofensiva
y no genera cambios en el cuerpo, solo eran historias que le hachaban a otra
planta parecida, con un bulbo parecida a un cuerpo de mujer u hombre y que para
sacarla debían usar un perro para que cuando saliera de la tierra no se
escucharan sus gritos asesinos, pero realmente todo eso era misticismo, pero
sabía que si existía una planta que producía cambios, debía experimentar
nuevamente, busque la planta en el patio de la vieja casa de mí tía, encontré que existía un árbol y muchas plantas
de lo que mí tía decía que era una flor de mandrágora que una amiga de su
trabajo en la tienda le había regalado, diciendo que era la verdadera planta
gitana, efectivamente el bulbo era parecido a un cuerpo de mujer, cuando
extraje la planta salió un olor pestilente, pero por precaución use una
mascara, así que no me hizo efecto, preparé la pócima según me acordaba, solo
quice aumentar los efectos y experimente con varias concentraciones, de un día
para el otro comenzaron a crecerme nuevamente mis pechos, y todo el bello
comenzó a debilitarse y se calló solo, mí cabello se hizo más delgado y
manejable, mí voz también regreso a ser suave y delgada como los de una
mujer, en tres días mis uñas crecieron y
mis caderas crecieron, Beth me hizo usar
una pantifaja para levantar mis nalgas y reducir mí cintura, mis pechos
cupieron perfectamente en sus brasieres, solo tuve que ajustarlos reduciendo el
tirante, por que los de Beth era más grandes que los míos, Beth me hizo ponerme
toda su ropa como cuando llegué por primera vez a su casa, sus pantalones hacia
que mis nalgas se vieran más grandes así que decidí usar sus faldas para evitar
miradas en la calle, también de esa manera recodaría mis modales para caminar,
sentarme y estar parado, mí cabello era largo y Beth me hizo recordar como
hacerme trenzas, chongos y peinados bonitos para ir a misa, Beth no tenía
muchos zapatos altos y realmente no sabía caminar en ellos, mí tia jamás quiso
presionarla, en cambio a mí si me presionó para hacerlo bien, yo le dije que si
me enseñaba hacerlo, ella me compro mis primeros zapatos de tacón de 3 cm y
hasta el segundo año de secundaría me compro unos de 5 cm para ir a misa, gaste
los zapatos de tantos usarlos, lavaba, trapeaba y cocinaba con ellos, a mí tía
le gustaba que los usara solo para ir a la iglesia, pero yo los usaba cuando no
estaba ella, Beth tampoco fue muy femenina que se dijera, a ella no le pedia
cuidarse de abrir sus piernas y enseñar sus pantaletas, en cambio a mí siempre
estaba molestándome con mantener mí postura para no enseñar mí bragas, con las
piernas juntas y el vientre apretado, también al caminar debía apretar mis
nalgas y mí vientre, mis pequeños pechos se veían más grandes por que mí
espalda la ponía recta, Beth ni le importaba caminar con la espalda curvada y
las piernas chuecas.
A mí tía siempre le gusto que arreglara mí cabello para ir a
misa, así que aprendí a usar diademas, prendedores, moños, pinzas y pasadores,
para ella era la niña que queria y no podía tener con Beth.
Ahora las cosas que aprendí nuevamente debía recordarlas,
como ir al baño de niñas y comer lo más modosamente posible, mantener mí
vientre firme y mis piernas juntas al sentarme, con los tobillos uno delante
del otro, pero con los vestidos cortos de Beth debía re-aprender hacerlo bien.
El día domingo debíamos ir al rancho, así que Beth debió
invertir en mi zapatos y vestido adecuado para la ocasión, ropa interior y
medias, no se si por el costo y por que significaba algo bueno para lo que
estaba por realizar, me escogió toda mi ropa en blanco, hasta me compro un
pasador para mi cabello de moño blanco, me regaló un pequeño crucifico de oro y
unos pequeñitos aretes tambien de oro.
Mis medias fueron de tubo y debía usarlas con ligero, Beth
no me pregunto si sabia usarlas, ella sabia bien que cuando trabaje en la
tienda de ropa del pueblo, la dueña me hacia usar medias para lucir los
vestidos de fiesta de fin de año, me compro un lindo juego de ropa interior de
encaje en color blanco, me compro un estuche de maquillaje y quizo que usara
los colores rosas para sombra de ojos y tonos suave para rubor, me compro
máscara y rimell para que mis pestañas
lucieran perfectas y alineadas hacia los lados, mis labios también quizo
que usara color rosa suave y humedos, mis cejas las delineo para hacelas más
delgadas y femeninas, arreglo mi cabello para que mi flequillo y moño lucieran y resaltaran mi cabello rojo.
También Beth debió comprarme lentes nuevo, me gustaron unos
tipo vintage que hacian que mis ojos azules se hicieran más grandes.
Lo que más me gusto fueron mis zapatos en V y tacón de 4 cm,
no eran muy altos y bajos, hacian que mis patorrillas lucieran delgadas, las
delgadas medias blancas dejaban ver mi piel y las ligas era de encaje parecido
al del vestido, apretaban mis gordos muslos, pero lo mejor según Beth sería que
también usara el ligero, así que debí ajustar perfectamente los seguros a la
media.
Pero lo mejor fue el vestido de encaje blanco ceñido a la
cintura por un listón de tul blanco, Beth me hizo un lindo moño, las mangas
eran burbuja y cubrian mis brazos, por
la delgada tela el vestido dejaba ver mis pechos en forma discreta y el escote
era en V alto así que no se veia nada de ellos, solo se mostraban graciosos, el
vestido me llegaba por debajo de las rodillas y era muy amplio si hacía viento
podría levantarlo facilmente, debía ser muy cuidadoso, o mis pantales con el
moño en rosa se verian pefectamente; Beth no estaba conforme con el moño que
hizo en liston que ceñia mi cintura y
varias veces lo hizoy lo deshizo, hasta quedar bien apretado, tampoco
estaba conforme con mis pechos y me los apretaba una y otra vez para que se
incharan, también me pellizco varia veces mi labios para hacerlos más carnosos,
me peino dos veces hasta quedar conforme, me puso perfume de jazmin por todo el
cuerpo, por detrás de las rodillas, entre los muslos, en el entrepecho, atrás
de las orejas, en las muñedas y hasta en
las pantaletas, al hacerlo se sercioró de que mi pequeño pene estuviera bien
escondido entre mis perfecto y naturales labios vaginales que me hice con el
escroto que colgaba despues de esconder mis testiculitos, se sercioró de que mi
avetura vaginal fuera amplia, metió sus dedos para encontrar el piso de la
matriz y sentir el rugor de una fresa, al hacerlo sentí emoción, pero mi pene
se mantuvo en su lugar y tranquilo solo mis mijillas y orejas mostraron que me
emocionaba, luego me jaló los resortes de las pantaletas hacia afuera para
ajustarlas as mis gordas nalgas, luego las jaló un poco hacia arriba para
acomodarlas, de esa manera entre mis muslos se podía ver un pequeño hueco en
forma de corazón y los dos bultidos de mi vagina.
Habimos terminado de arreglarme para irnos en cuanto llegara
la camioneta del jefe de Beth, tenía hambre pero no me dejo comer para no
ensuciar mi vestido, parecia muy nerviosa,
como si me fuera a casar, nos sentamos en la sala yo practique sentarme en la
orilla de sillón como mi tía me habia enseñado hacerlo, no podia de otra
manera, mi cintura estaba muy apretada, Beth se le habia olvidado darme el
bolso que compro para mi, subió y bajó con una cajita con papel para boda,
mientras la abría me dijo que siempre fue la ilusión de mi tía vestirme de
blanco si me llegara a casar, yo disminuí el comentario diciendo que solo sería
por tres semanas y luego regresaria a la normalidad y a mis experimentos, ella
dejó que creyera eso; abri la cajita y aparecio un lindo bolso de mano del
mismo color de mi vestido, podía usarlo al hombro en caso de ser necesario al
sacar la pequeña cadena de metal dorado, pero Beth quería que lo usara de mano, Beth me metió mi
credencial de manejo e identificación que me habia sacado en la oficina del
ayuntamiento, también me metió un bonito pañuelo bordado por mi tía, un poco de
dinero en un monedero rosa, el rosario de mi tía y su libro de oraciones, un
frasquito de perfume, mi lapiz labial, un enchinado de pestañas y unas
pantaletas nuevas junto con una pequeñita bolsa con una toallas femenina, le pregunte para que era eso, ella me dijo
que cualquien mujer lleva eso para alguna emergencia y si no lo llevaba quizas
alguien podía dudar si veia por dentro de mi bolso, solo agregue el estuche de
mis lentes, un espejito que mi tía me regaló y siempre usaba.
Escuchamos el motor de camioneta que venía sobre la
polvorienta calle que muchas veces pase después de ir a la escuela.
Cuando estuvo enfrente de la casa de mí prima toco el claxon
era hora de irnos.
Cap.2 el encuentro
Después de dos horas de caminos sobre la carretera hacia la
gran ciudad, con las ventanas cerradas para no despeinarme, sintiendo calor sin poder moverme, llegamos a
una intersección del camino donde decía Rancho Charment, el jefe de Beth era un hombre bien parecido con
el pelo canoso y hechado hacia atrás, me veía por el retrovisor, yo mantenía la
mirada en el camino, en la camioneta iban dos abogadas asistentes, el dueño
socio del despacho el sr. Keys Barton, el jefe de Beth el Abogado Carson, Beth
y yo, las abogadas lucían sus elegantes suit azules, Beth me sonria y tomaba de
la mano para darme ánimos de lo que iba hacer, todo estaba explicado y hecho,
Beth me había vendido a un rico hombre de negocios para rescatar la casa de mi
tía y pagar la hipoteca de su casa, queria correr y gritar pero no podía debía
aceptar mí papel en esta farsa.
Después de 20 minutos llegamos a un gran porton de rejas
verdes, del otro lado se podía ver el techo de una casa blanca tipo inglés
detrás de la copas de los árboles, la reja se abrió pasamos sin detenernos, la
camioneta llegó hasta enfrente de la casa que tenía una fuente de cisnes, me
baje mis piernas estaban entumidas y no podía moverlas, un aire cruzado intentó levantarme el
vestido, mí mayor temor había sucedido, puse mí mano por detrás de mí vestido
para evitar el vuelo, pero debía avanzar hacia la casa, la abogadas estaban
atrás de Beth y mío, diciendo que entraramos a la casa, avance a la casa y se
me doblaron las piernas, Beth y una abogada me detuvo y no me dejarón hasta que entramos a la casa,
yo les decía que estaba bien, pero ellas no me soltaron, sentí que eran mis
verdugos.
Pero esa casa no era el lugar de la reunión, salimos del
otro lado de la casa había una cuadra de caballos, había unas pequeñas carretas
jaladas por lindos ponys blancos, debíamos subirnos a ellas para llegar al
lugar de reunión, al subirme sentí como uno de los ligeros se zafaba, pero Beth
no me dejo decirle, me empujo dentro de la pequeña carreta, anduvimos avanzando
por todo el rancho, pasamos por las caballerizas, los establos, un pequeño lago
con una isla en el centro, un camino de grandes árboles con vallas blancas, al
final de ese camino apareció otra casa estilo italiano de 5 pisos, era enorme
con muchos balcones, enfrente de ella había una larga fuente de cisnes, al
final de ella había dos escaleras que se juntaban en el frente de la casa,
debíamos subir los 41 escalones, al bajarnos de la pequeña carreta le dije a
Beth que mí ligero estaba zafado, ella me tomo de la mano y me llevó atrás de
la carreta me levantó con rapidez el vestido acomodó mí ligero, yo volteaba a
ver si alguno de los hombres no me veía, pero no paso, Beth dijo que no me
sentía bien y debía tomar un poco de agua, recordé a mí tía cuando revisaba mis
pantaletas estuvieran limpias y cuando no estaban me hacía regrésame a cambiar.
Subí las escaleras cuidando de que mí vestido no se elevara
y mis tobillos no se doblaran.
Termine de subir las escaleras y debíamos llegar hasta la
gran puerta de la casa, sin remedio se me volvió a levantar el vestido, Beth me
llevaba de la mano y con la otra trate de detener el vuelo, pasamos a un gran
hall, tres mujeres madura elegantemente vestidas, parecían gemelas, todas era
de cabello rubio, eran quien darían el visto bueno, por las caras que pusieron
yo no era de su agrado, una de ellas dijo: es muy vulgar; la otra dijo: esta
gorda!!; la tercera dijo: tiene muchas pecas!!.
Con sus calificativos hacia mí parecía que no tendría mucha
aceptación en la familia, pero el abogado dijo que esto era un negocio no un
concurso de modas, que el sr. Carson le había pedido verla y querían hablar con
él y donde podían hablar sin que interrumpieran, la primera de ellas, con un
ademan muy ensayado, se hizo a un lado para llevarnos a la biblioteca, una de las abogadas me hizo sentar un sillón
rojo, podía ver la fuente y los árboles, Beth se sentó en un largo sillón con
la otra abogada, su jefe y el socio dueño del despacho, Beth me veía como
cuando era pequeño mí tía nos llevaba a
ver a una amiga y yo me portaba mal, en ese momento ví por la ventana pasar a un joven y se me
quedaba viendo, Beth volteo hacia atrás para ver quien era pero desapareció, volvió
a aparecer esta vez me hizo reír haciendo poses raras, me parecía conocer a se
joven, pero realmente pensaba que solo me parecía conocerlo. Trataba de no
reírme y estar serio, Beth me conocía
bien para saber que estaba pasando, ella dijo que necesitaba ir al baño, el
abogado Keys le pidió una de las doncella que pasaba nos indicara donde estaba
el baño, la mujer nos llevó aun baño que estaba escondido al final del hall,
era muy espacioso y elegante, Beth me pregunto que estaba pasando, le dije que
nada, solo me sentía nervioso, ella me recordó que debía mantener mis manos
juntas a mí para evitar eso y apretara el vientre para no verme como un chico,
me ordenó usar el baño y revisar mis medias, hice lo que me pidió, sin
problemas vacíe mí vejiga, mí pene estaba en su lugar y debía hacer pipi
sentado para no lastimarme, pero no podía dejar caer mis pantaletas, debía
levantar mí vestido para no ensuciarlo, podía ver como salía mí pipi entre mis
labios vaginales en forma de chorrito vertical, podía ver que mis labios
vaginales eran rosas, como el moño de mis pantaletas, termine de hacer y volví
acomodarme las pantaletas, los ligeros y deje caer el vestido, Beth me esperaba
para revisar que todo estuviera bien, me bajó el vestido de abajo y reviso que
los ligero estuvieran bien puestos, nuevamente jaló mis pantaletas hacia los
lados, hizo que me pusiera más lápiz labial, arreglo mí moño del cabello, me
puso más perfume y regresamos a la biblioteca, el chico ya no estaba, ni los
abogados, Beth me pidió permanecer allí mientras ella buscaba a su jefe, quizás
estuvieran con sr.Carson arreglando la situación legal de la herencia y sus
honorarios, estos serían muy altos y Beth recibiría su parte.
Caminaba entre los estantes de libros para distraerme, ví
varios de geología y química del suelo, parecían interesantes, cuando escuche
detrás de mí un chasquido de voz, voltee para ver quien era, al hacerlo ví de
nuevo al hombre joven, me pedía que abriera la puerta de cristales y fuera con
él, me acerque para abrir la puerta y saber que quería, la hacerlo el me tomó
de la mano, se introdujo a la biblioteca,
abrió un estante toco un libro y una puerta secreta se abrió, entramos
y me llevó hasta el otro lado de la la
casa, pasamos por detrás del salón donde estaban los abogados hablando con las
señoras que conocí y otras voces de hombres, el hombre joven me pidió no hacer
ruido, pasamos por un delgado corredor hasta otra habitación de descanso en la
esquina contraria a la biblioteca, abrió una pequeña puerta y salimos a un
salón de papel tapiz rojo y muchos sillones, luego abrió una puerta para salir
al jardín trasero de la casa, me hizo caminar por entre los árboles, sentía el
aire fresco pasaban entre los árboles, sentía como el pasto tocaba mis piernas,
el joven hombre no me soltaba y me llevaba por el terreno firme para que mis
tacones no se enterraran, caminamos un gran trecho hasta que nos detuvimos,
solo se escuchaban el canto de las aves y las ramas mercerse por el viento, mí
vestido también era movido y empujado
por el viento hacia mí cuerpo, dejando ver que no tenía pene, pero si un lindo
vientre monte de venus, yo le pregunte quien era?—el me contesto que el Sr.
Carson, sonreí y le pregunte por que me había sacado?, el contestó que por
divertirse y para conocerme mejor, pensé que era solo un bromista y era el hijo
de alguna de las señoras que conocí y quería hacer una broma, me parecía
agradable y en la circunstancia de que el era un chico y yo una chica entonces
todo parecía normal, me volvió a llevar de la mano hasta un pequeño camino que
condujo hasta el pequeño lago, busco una lancha de madera detrás de unos
árboles, la metió al agua y la llevó con un lazo hasta un pequeño embarcadero
donde la sujeto para que yo subiera, estaba haciendo todo lo que el me pedía
sin cuestionarlo, me pidió colocarme en el centro del bote para equilibrar el
peso, puse de lado mis piernas para evitar que viera por dentro de mí vestido,
el se metió al bote y con los remos comenzó avanzar en el agua, pero me hizo la
broma de tratar de voltearlo eso hizo que me tomara de los bordes del bote y
moviera mis piernas para evitar caerme, también hizo que mostrara mis
pantaletas blancas con el moño rosa, no podíe evitarlo, cuando dejo de moverse
el bote volví a mí postura original y acomode mí vestido como mí tía me enseño,
el se reia de mí y aunque el venía de espaldas
remando decidí pasar el vestido por debajo de mis piernas para evitar
que me viera, el me dijo que si era muy aprensiva con mis cosas, yo le dije que
no era así, el me dijo que había ido a
la escuela Kennedy y había estudiado química, me dijo que me gustaba los
helados de chocolate y sabía leer de cabeza, me extrañe por todo lo que me
estaba diciendo, le pregunte por que sabía todo eso de mí? Y si había escuchado
a los abogados hablar de mí?, el dijo que no era así, le dije que realmente no
sabía quien era yo.
El me dio una descripción detallada de donde vivía, quien
era mí tía donde trabajaba en el pueblo, quienes habían sido mis amigas en la
escuela y que había trabajado en la tienda de ropa y en el restaurante de
tranvía, que la cicatriz de la rodillas me la había hecho cuando Lisa me empujo
cuando corría en la clase de deportes.
Realmente sabia muchas cosas de mí, le pregunte quien era,
el se mantenía en silencio, pero era evidente de que había ido conmigo a la
escuela, llegábamos a la orilla de la
pequeña isla del centro del lago, llevó la lancha hasta el embarcadero de la
isla y me pidió bajarme, el sostuvo el bote y di un pequeño salto fuera de él, por supuesto
que había visto mis piernas y el borde de mis medias.
El salió del bote con agilidad, me tomó de nuevo de la mano
y me llevó caminando por un camino de arenisca, hasta el centro de la isla,
donde había una pequeña ensenada y luego dimos una vuelta hacia la izquierda ,
por entre los árboles apareció una pequeña casa de dos pisos de concreto y
vidros largos como estilo de los años 70´s, entramos por una escalera de
concreto y barandal de aluminio y madera, pasamos la sala y la cocina, las
habitaciones y al final del pasillo
había una escalera que conducía al segundo piso apareció una gran
habitación con un ventanal que dejaba
ver toda la propiedad se podía ver las dos casas y las montañas nevadas, la
nubes se movían por el viento, el hombre joven
me dejo ver el paisaje, pero me señaló con su dedo el horizonte entre
los árboles para que viera la cúpula de la iglesia del antiguo pueblo y los
edificios que estaban construyendo, yo voltee a verlo, puse las manos en la
cintura y le pregunte nuevamente quien
era el y por que me trajo hasta allí?, el me pregunto si realmente no se
acordaba de él?, yo negué con la cabeza, el me hizo sentarme en la cama y puso
una silla frente a mí para que lo viera bien, pero no lograba recordar.
Te acuerdas de stevi?, del pequeño niño que se sentaba atrás
de ti?, el que se reían de él por no tener dientes, ese soy yo, en ese momento
recordé muchas cosas, una vez en un recreo le pegaron los tres chicos más grandes del salón, yo le ayude a levantarse y le dí sus lentes,
quizás ese momento fue la razón de permanecer
como una niña no quice que me lastimaran con a Steve, el también había sido un
niño regordete como yo, le dije en ese momento que había tenido miedo de que lo
lastimaran, el me decía que había sido el mejor momento en la escuela, ver mis
ojos azules, mí cabello rojo y mis pantaletas blancas, sonreí pro la forma en
que lo dijo, yo le dije que le pedia una disculpa por no tratar de detener a
los otros chicos, el me contestó que nunca le preocupo que le pegaran por ser
diferente, su abuelo siempre le dijo que a las personas diferentes los demás
les temían y siempre debía luchar por su
diferencia, me recordó que los tres
chicos que le pegaron en la secundaría tuvieron un accidente en la carretera y
uno de ellos quedo paralitico, habían recibido lo que habían dado.
Steve tenía dos maestrías en negocios y un emporio que llevar, pero no tenía la
confianza para hacerlo, era momento de ayudarlo a levantar y entregarle sus
lentes.
Yo le pregunte si era
feliz?—el negó con la cabeza, entonces le pregunte que necesitaba para ser
feliz?, el con lo emoción en los ojos dijo: a ti, la niña del moño blanco.
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