Como en 15 día me convertí de asistente para un congreso a
una eficiente asistente ejecutiva para el resto de mi vida laboral.
Quince días después del gran congreso de ventas del sector
de ventas de maquinaria industrial, yo solo era un simple asistente del gerente
de ventas, pero su asistente había renunciado hacia una semana y yo estuve
haciendo su trabajo durante la semana previa al congreso y para mí desgracia o mí
buena suerte, por falta de habitaciones tuve que compartir habitación con mí jefe y al estar revisando las maletas después del
largo viaje lo único que quería era descansar un poco para luego irme con mi
jefe a la inauguración y primer recorrido de los stands, para que en la tarde estuviéramos
en la primer discurso del presidente, por la noche tendríamos un pequeño cóctel
de bienvenida, de esa manera serían 4 días muy intensos de actividades, pero al
abrir mí maleta me di cuenta de que no era mí maleta sino de una mujer llamada Mery
Gómez, también venia al congreso, mí jefe estaba muy molesto conmigo por perder
mí maleta ya que necesitaba un asistente para tomar minutas y llevar su agenda,
yo no sabía que hacer, mí jefe salió de la habitación por rato, al regresar
tenía la solución: tendría que usar la ropa de Mery Gómez, ella no había tomado
su vuelo y no vendría al congreso, yo
tendría que ocupar su lugar en los stand además de hacer mí trabajo con mí jefe.
Obligado por mí jefe debí hacer mí trabajo durante 4 días en
falda y vestido, el primer día solo tuve una hora y media para usar todo lo que
tenía en la maleta y verme lo mejor posible, cuando mí jefe regreso y me vio
con las extensiones de cabello en forma de cola de caballo y toda la ropa de
Mery, (falda negra, blusa blanca, saco negro, mascada azul, medias delgadas
obscuras, maquillaje en color rosa suave, mis lentes, pareció gustarle mí imagen,
mí voz no era ronca era más bien pequeña y suave, así que se confundía con el
de una mujer sin problemas, ahora la imagen decía que era una de ellas, mí jefe
no me espero a que me diera cuenta de lo que estaba haciendo ese día tuve mí mayor
experiencia de que si podía hacer mí trabajo en tacones y falda, sin problemas,
por la tarde tuve que cambiarme por el vestido estampado en blanco y negro que había
escogido Mery para la ocasión, con las sandalias blancas, traía un chongo que
aprendí hacer cuando ayudaba a mí tía cuando iba al trabajo, mí jefe no dijo
nada sobre mí forma de vestir, tenía mucho miedo, pero el no me dejaba
externarlo, debía saludar a mucha gente como su asistente y llevar anotaciones
de sus citas de trabajo con las diferentes personas que conocía o necesitaba
ver, trataba de pasar desapercibido en todo momento y mantener mí postura con
las piernas juntas y los tobillos uno delante del otro, al sentarme mantenía la
misma postura y la espalda recta, trataba de no llamar la atención, pero escuche
a un amigo de mí jefe comentarle que si se había fijado que su asistente era
muy guapa, el fingió no haberse dado cuenta y cambió de convesación.
Durante tres días mí jefe no me dirigió la palabra al menos
que fuera de trabajo, mantenía una sería relación de trabajo, cuidaba de no
estar en la habitación mientras yo me preparaba para hacer mí trabajo,
regresaba y nos íbamos a las actividades, cuando por fin íbamos de regreso, yo
usaba la misma ropa que traía cuando llegué por que en la última actividad me
ordenó irme primero antes de tomar una llamada de su esposa, el iba a tomar unos días de vacaciones y
regresaría una semana después, yo tendría que inviarle las minutas y una
relación de citas para los siguientes 20 días.
Cuando regresó yo vestía mí viejo traje azul ejecutivo y
traía corto el cabello, durante los siguiente 5 días estuve haciendo mí trabajo
pero cometí varios errores y debí corregirlos, mí jefe también no quiso que lo
acompañara a sus primeras reuniones, al siguiente día me llamaba para organizar
sus anotaciones y decirme lo que recordaba, pero realmente no tenía una idea
exacta de lo que había acordado.
Pero también en esos quince días mis cosas personales habían
ido empeorando, compartía un pequeño departamento con mí pareja, ella tenía varias amigas que habían decidido
comenzar un negocio de taxis y la invitaban a renovar su licencias de manejo,
decidimos ir juntos a renovarla, pero para mí desgracia yo no pase el examen de
manejo y ella sí pudo, así que ella me tendría que llevar al trabajo, también
para entrar a trabajar con ellas, debí tomar otro curso de reparación de autos.
Debía irme en transporte público, hacer la comida, limpiar
la casa y lavar la ropa, por que ella
era una mujer muy desordenada y poco interesada en su persona, el fin de semana antes de que mí jefe me
propusiera un nuevo trabajo, tuve que organizar toda la ropa de ella, para
lavarla después.
El primer día de la semana fue igual como todos los demás
días, tuve muchas llamas que pasar a mí jefe, volver hacer minutas, actualizar
citas y llevarle la comida a mí jefe, pero había algo que no estaba bien, sentí
que pronto perdería mí trabajo.
Fui al baño para entes de irme, cuando regresé a mí lugar mí jefe se había ido, sobre mí computadora
tenía un sobre azul, pensé que quizás era mí carta de despido, ví mí reloj era
tarde para llegar al tren subterráneo antes de la hora de mayor ingreso, así
que solo lo guarde en el bolsillo de mí mochila al hombro y salí corriendo para
llegar a tiempo la estación de tren.
Llegue antes de la hora pico, pero el tren tardó así que
tuve que entrar a empujones al tren y viajar durante 50 minutos de la misma
manera, en pequeño momento donde no me apretaron pude sacar el sobre que mí jefe
me dejó sobre mí escritorio, estaba atrapado en una esquina del vagón y nadie
se interesaba en lo que yo hiciera, así que comencé a leer el contenido del
sobre:
Disculpe por no poder hablar con usted y por el mal humor
que tuve esta semana, desde el congreso no dejado de pensar en la forma en que
usted hizo su trabajo, me gustaría usted siguiera trabajando de la misma manera
como lo hizo en el congreso, le ofrezco el puesto de asistente ejecutiva,
autorice un pequeño incremento al salario base, también quiero comentarle en
forma confidencial el motivo del porque le ofrezco trabajar para mí, es por mí esposa
es muy celosa y le explique el cómo llegó ayudarme en el congreso, realmente
entendería la decisión sino acepta esta propuesta. espero el día de mañana su
decisión.
El resto del viaje ya no estaba en el vagón, estaba pensando
en lo que realmente pensaba mí jefe de mí y las situaciones en donde me
equivoque y me llamo la atención, en la forma en que me vió en el congreso.
Caminé las 8 calles hasta el edificio donde vivía, subí los
4 pisos y llegue hasta enfrente de mí departamento, me quede parado pensando en
que diría mí pareja ante la propuesta de trabajo de mí jefe, parecía que ella
se encontraba dentro, la puerta estaba entre-abierta, la empuje para darme cuenta
de que estaba hablando con alguien en el sofá, abrí lentamente, me dí cuenta de
que estaba con su amiga que la había invitado el negocio y tenía una maleta lista
para irse del departamento, al verme se levantaron, su amiga tomó la maleta y
paso aun lado de mí, saludándome y despidiéndose de mí, mí pareja se acomodó su
chaqueta de mezclilla, se acercó a mí, la mire hacia arriba para tratar de ver
su cara y me dijara las cosas como eran, ella no podía verme a los ojos, solo
dijo que lo sentía, paso por un lado de mí y salió de mí pequeño departamento.
Cap2.
Al siguiente día me presente con el mismo traje que use el
primer día del congreso y la poca ropa que dejó mí pareja, traía las pantaletas
rojas de la buena suerte de mí pareja, había usado dos horas de mí tiempo en
maquillarme y valió el tiempo, me sentía seguro de como iba vestido y como se
veia mí cara, en el transporte público el espacio en vagón asignado para
mujeres aprendí que debía ganar mí espacio y debía cuidarme de los empujones,
codazos y pisotones, también vi como las mujeres ocupan su tiempo en
maquillarse y desayunar.
Lo que me gusto esa mañana antes de llegar es que me dejaron
pasar primero al edificio y en el elevador también lo hicieron, también
aprendía cuidarme de las manos en el elevador, debía aguantar por un piso la
mano de un tipo del 50 piso, aprendí que debía colocarme pegado a las paredes
del elevador.
Llegue con una sonrisa en la cara por todo lo que había aprendido,
deje el viejo bolso de piel negra de mí pareja sobre el escritorio y fui al
baño para revisar si todo estaba en su lugar y retocar mí maquillaje, pasaba
como cualquier compañera de la oficina, todo mís miedos se había ido en el
congreso, entre a unos de los baños para hacer mí necesidad, la forma en que
caía mí pipí no era diferente a las de las compañeras, mí vientre era liso y
delineado como las de ellas, mis
pantaletas mostraban una linda pata de camello, que había aprendido hacerme
para esconder mí pene durante la secundaría cuando ayude a mí prima que era
porrista para ve a su novio.
Todo estaba en su lugar, mí bra era blanco y no se percibía
por debajo de mí blusa, mí falda no dejaba ve los bordes de mí pantaletas, ni
los broches de mis medias, mis medias estaban intactas, mí cabello lucia un
esmerado chongo, los pequeños aretes de Mery gomez brillaban en mis orejas, mí lentes
estaban limpios, mis uñas estaban cortas pero bien pintadas de mitad de blanco
y esmaltadas, el pequeño reloj de Mery también lucia perfecto en mí delgada
muñeca, en un intante pensé que quizás esa era la razón de que mí pareja me
dejara, no era el hombre que ella quería, pero deje de pensar negativamente y
me concentre en mí trabajo para ese hacer ese día.
Regresé a mí escritorio para guardar mí bolsa de maquillaje,
mí papel del baño y preparar para encender mí para el resto de mí vida laboral:
“Señorita Gómez, puede venir a mí oficina, tengo algo que computadora, mientras
estaba haciendo eso, escuche la voz de mí jefe diciendo mí nombre que usaría pedirle?”
No hay comentarios:
Publicar un comentario