lunes, 15 de mayo de 2017

Solo Una Boda mas... sentía que me faltaba algo y en la realidad sobraba algo, sabia interiormente que siempre debi ser una esposa.






Estaba todo listo para que hiciera la entrada a la iglesia, todos los invitados estaban dentro, mí jefe era quien me llevaba ante el padre, mí pareja me esperaba con un smoking negro, con fajilla roja y corbata negra, con el cabello corto lucia sensacional, en mí caso el vestido de mangas de burbuja, con esconte en V en tul blanco, mí cintura se veia pequeña y my busto grande, mis muslos los apretaban medias blancas con ligero y mis zapatillas era altas y caminaba con calma y ritmo, todas las damas de honor habían pasado y era mí turno para llegar ante el altar, pero como llegue hasta este momento?






Un año antes después de una pelea con mí pareja debieron subirme los testículos para que la herida sanara correctamente, la incapacidad solo me cubrió 5 días y tuve que regresar a trabajar, el médico recomendó que la herida debía estar ventilada, así que debía ir con una falda al trabajo, mí jefe no le gusto la idea y me pidió si iba a venir en falda debía ser la misma que usaban las empleadas de la empresa, pero como debía atender clientes mí jefe me pidió para ayudarme a conservar mí empleo que debía verme como otra empleada, mí voz femenina era
aceptable, así que sin decir poder negarme debí aceptar ir a trabajar como otra empleada de la empresa hasta que mí herida pudiera cerrar, tuve que reconciliarme con mí pareja para que me ayudara y dejando atrás los resentimientos le pedí perdón por no ayudar en la casa, me comprometí a tener más cuidado en las tareas de la casa, ella acepto en que usara su ropa y llevara los  uniformes de la empresa, solo si iba ir al trabajo de esa manera debía hacerlo bien y correctamente, debía aprender por mí propia cuenta a maquillarme y caminar correctamente en tacones y usar la falda de manera adecuada, para que ella se contentara conmigo acepte y así comenzó a cambiar mí vida, el primer día me alegré de llevar ropa interior suave y transparente, me sentía cómodo caminando en tacones y falda, mí pareja había sido muy estricta para que pudiera hacerlo bien, mí jefe se admiro de lo bien que podía pasar por una mujer, algo en mí se había roto, pero no quise reconocerlo, solo le decía a mí jefe que lo hacia como una broma para el y las demás compañeras, debía ir de esa manera durante 21 días y como dicen que si se hace una cosa por 21 días se vuelve parte de nosotros, así paso, mí jefe y las compañeras se acontumbraron a trabajar conmigo, me percate que era más eficiente trabajando de esa manera, podía negociar mejor con los clientes y las clientes tenía mas acercamiento y confianza, mí trabajo comenzó a mejorar y obtener más comisiones, mí jefe estaba contento con esa situación y los días pasaron sin pedirme que regresara a usar pantalones, comenzó a darme nuevas tareas de apoyo administrativo a ventas, eso me hacia quedarme más tiempo de trabajo, pero mí jefe autorizo horas extras, mí ingreso aumento considerablemente.


Mí pareja comenzó a sentirse desplazada del hogar, ya que a pesar del poco tiempo después del trabajo en la casa pude organizarme mejor para limpiar, hacer la comida para el siguiente día, lavar y planchar la ropa, además de ir por nuestra hija a la guardería.

Los fines de semana aprovechaba para hacer ingresos extras al realizar reuniones de catalogos  en la casa o cubrir tiempo extra en el trabajo, así que debía permanecer los 7 días usando ropas femeninas, me había apropiado de toda la ropa de ella y le hablaba a todas la vecinas para invitarlas a las reuniones o entregar sus pedidos, yo también había comprado cosas necesaria para aumentar el closet y mejorar mí imagen personal.

Ella aprovechando la situación de lo bien que pasaba como ama de casa y empleada, que pensó que para darme otra lección, debía trabajar en una ferretería cercana, al principio no le fue bien, pero conforme yo mejoraba mis habilidades ella también lo hacia y conseguía trabajos de reparación los fines de semana.

Un fin de semana tuve que trabajar con mí jefe para un nuevo proyecto de ventas y lo invite a la casa, para el yo era Heather Ray y ahora me veia de esa manera, ya no estaba sorprendido, ahora estaba admirado lo tan bien que hacia las cosas, el me decía que jamás pensó que tenía una maravillosa empleada bajo los pantalones que me vio la primera vez que me entrevisto.


Pero mí pareja llegó con alcohol en la sangre y cuando se fue mí jefe, mí pareja comenzó a recriminarme por o avisarle que vendría, yo no quise comenzar una nueva pelea y me aguante de sus malas palabras, ella no quería dejarme y yo la empuje, eso hizo que reacionara y me volviera a pegar, me lastimo las costillas, yo para evitar mayores problemas me fui con mí madre, ella se había entrado lo que estaba haciendo cuando me fue a visitar y de alguna manera ella estaba contenta con lo que estaba pasando, me confeso que siempre quiso tener una hija.


Por mí madre le dí otra oportunidad a mí pareja, me hizo darme cuenta que yo era quien tuvo la culpa, acepte mí culpa y regresamos a nuestra vida diaria.


Al final del año fiscal mí jefe estaba contento con las metas alcanzadas y me hizo la propuesta de pagar mí boda completamente, fotos, vinos, pastel, salón, vestido.

Yo no sabia que decir, pero días después acepte, le hice la propuesta a mí pareja y ella acepto como forma de decirme que también estaba apenada por lo que hizo, debíamos comenzar de cero.

Yo también debía comenzar de cero,  interiormente me sentía que me faltaba algo y me sobraba algo, así que le pedí vacaciones a mí jefe después de la boda para convertirme en una mujer completa y quitarme todas mis dudas que me pesaban mucho.

De esa manera realmente sería la esposa que siempre debí ser.





 

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