domingo, 29 de diciembre de 2019

El apretón de mis , criadillas o Panditas


Todo cambio cuando mi esposa me apretó mis panditas.

Estaba orgulloso de que mi esposa se haya superado aprendiendo el oficio de mantenimiento de autos, habia entrado a trabaja a la principal empresa de venta de autos usados en la región norte, realmente ganaba bien dando mantenimiento a esos autos de reuso,  así que cuando predí mi trabajo, no sufrimos de en perder nuestra economía, así que decidimos que yo me hicera cargo de la casa y los niños.


Una tarde de un domingo le recordé que tenia la tarea de limpiar el techo, era una tarea ardua y debía ser hecha entre dos personas, así que me subí ayudar para recoger la bolsa llena de hojas de árbol, ella por ser más fuerte y alta, podía con las pesadas bolsas,  yo era más bien  de los hombres rellenitos sin músculos y de estatura baja en el promedio masculino.





Llevaba una hora ayudando con mucho esfuerzo al bajar las bolsas de hojas por las escaleras, cuando llegue al borde del tejado un pie se  resbaló, mi esposa alcanzó agarrarme de mi testículos pandas, me los apretó con fuerza, pero no pudo detemerme del todo por el tipo de tela que usaba en mis pantalones cortos, me fuí zafando poco a poco y caí sobre la escalera, mis piernas se abrieron en 90 grados y caí directamente sobre uno de los escalones, luego me voltee en el aire para caer directamente en medio del borde de la carretilla,  se me fue la respiración, mis testículos-panditas estaban destrozados, mi esposa me recriminó el ser tan descuidado y tonto, ella se descolgó y me ayudo a levantarme, trate de reponerme por la falta de aire hasta que  le dije que realmente tenía que ir al hospital, ella se burlaba de mi por ser débil y no aguantar un simple golpe.



Le insistí para ir la hospital, una hora después de acabar el techo, fuimos al hospital por que ya no aguantaba el dolor, el diagnóstico fue: luxación del hueso sacro, y aplastamiento severo del cartigalo del pene; en otras palabras,  mis panditas se quebraron junto con mi pene roto, total reposo durante 60 días y ya no podría tener un erección.

Mi esposa se hizo cargo económicamente de la familia y de llevar a mi hijos a la escuela, cuando pude me levante comencé lentamente hacer mis tareas de casa,para apoyar a mi esposa. Pero ella  me seguía recriminando el no ser tan fuerte como ella y no me dejaba hacer trabajos fuertes.

Pero cuando estaban por acabar mis 60 días de incapacidad y comenzar de nuevo a salir de casa para llevar a mis hijos a la escuela y comprar la despensa mi esposa sufrió un accidente de trabajo donde se le rompieron las dos piernas, al tratar de levantar un auto, fuera del horario de trabajo.

Tuve que ir por ella y llevarla al hospital, la empresa no se hizo responsable de los gastos, usamos los ahorros y nos quedamos a deber una fuerte suma al hospital.

El diagnóstico: 120 días en cama, nuestra economía estaba desecha, mis hijos estaban por entrar a la secundaría, la deuda del hospital era alta y debía hacer algo, se me ocurrió hablar con mi vecina que trabajaba en la misma empresa que mi esposa pero en la parte administrativa y interviniera para devolverle su trabajo.

Beth Morris, me recibió en su casa con mucha amabilidad, le explique mis problemas, ella me dijo que no  podía ayudar a mi esposa hasta que terminara la investigación del accidente, pero si podía ayudarme a mi a entrar a trabajar en el área  administrativa de la empresa, en el de recepcionista corporativa, ella me dijo: "no iba a ser fácil, pero no imposible, tienes lo necesario para lograrlo", me explicó que ella era la jefa de administrativa de recepcionistas corporativas y era quien asignaba a las recepcionistas de cada piso y controlaba la información del edificio, me informó que una sus chicas se habían ido por maternidad, así que tenía un lugar disponible, pero debíamos actuar rápido.

Me pareció un poco extraño que me ofreciera puesto, pero ella estaba decidida en que yo entraba a trabajar con ella, lo único que necesitaba ir al departamento de recursos humanos con una carta de presentación por parte de la oficina de empleo del gobierno,autorizando que tenía los conocimientos necesarios para ejercer el puesto, "todas la mujeres que desearan esa carta debían entrar el programa de ayuda de madres desempleadas con hijos",  ella me explicó los pasos para conseguir esa carta de la oficina del empleo, primero debía ingresar al programa especial de desempleo para madres desempleadas, yo  sabía que ese programa solo era para madres trabajadoras con hijos, cada aspirante al programa se le hacia un estudio socio-económico para conocer su situación personal, una trabajadora social iba a las casas para realizar el cuestionario y conocer el ambiente familiar de la aspirante.

Estaba resignado a perder la oportunidad, sabía que jamás podría volver a trabajar en un buen trabajo, Beth entonces me calmo y me hizo hacer un reto y una promesa, me retaba a demostrarle que yo no tenia lo necesario para trabajar como asistente administrativa, entonces  si ella me ayudaba a entrar a ese programa, yo  le debía prometer dar lo mejor de mi para ser sus ojos y oídos dentro la  empresa.

Acepte pensando que era una broma, solo me hizo prometer que a partir de esa tarde haría todo lo que ella me pidiera sin quejarme, ni hablar o decir una mala palabra aunque sintiera dolor físico y emocional, jamás me quejaría; entonces me dio una nueva visión de las cosas, la sumisión.

La sumisión a Beth me hizo ver mi realidad sobre mi vida, acepte que siempre habia estado equivocado, ahora debía dejar de pensar solo en mi mismo para pensar en las necesidades de los demás; antes de pensar e mi debía pensar antes en las necesidades de  jefe, por más que estuviera cansado debía sobreponerme y hacer lo que tenía que hacer para cumplir mi deber, además olvidarme de mis necesidades  para pensar en las necesidades mi familia y mi esposa, olvidando mis propias necesidades, podría hacer eso apartir de ese momento si aceptaba ser sumiso, humilde y amable.

 Beth sería mi maestra para lograr la felicidad de mi familia y de mi mismo, si solo renunciaba a mi mismo.

Con seriedad me dijo que yo tenía muchas buenas cualidades que yo no conocía pero que ella veía en mi y me servirían para obtener el empleo que yo necesitaba, debía olvidarme de mis conceptos machistas y estúpidos, solo para aceptar mi nueva realidad, debía quitarme lo que me sobraba y agregar lo que me faltaba.

Lo primero que tendría que hacer sería una purga de las cosas que ya no me iba a servir para cumplir con mis nuevas metas, además debía sin quejarme aceptar las cosas que Beth me ofrecía, diciendo siempre gracias y por favor, pero antes debí aprender a sonreír siempre  cuando me habla o me daba algo en las manos,aunque ella fuera grosera conmigo, antes que otra cosa sucediera Beth me hizo ver que una de las hermosas cualidades que tenía, estaba en mi carácter el se amable y servicial con los demás, mi actitud machista era el principal enemigo a vencer y debía amarrarme a mi lado de mujer sumisa.

En cuanto mi físico las ventajas que tenía para conseguir el empleo, eran el hecho por ser rellenito, bajo de estatura con piernas largas y gordas, me daba una ventaja enorme sobre las demás postulantes, el aumento de peso por haber estado en reposo aumentaba la imagen natural con unas nalgas de una madre madura y o una mujer sedentaria  y trabajadora, por sedentarismo de comer chatarra en una oficina mi  trasero era enorme y gordo.

Me mostró como, a pesar de tener pechos pequeños, podría aumentarlos considerablemente usando una pócima caliente y aceitosa en base de mandrágora con ajenjo, por más de  una hora amarro y estrujo mis pechos hasta obtener volumen, debí soportar el  dolor con una sonrisa todo el tiempo, así obtuve un considerable aumento de pechos, al ponerme uno de sus brasieres de Beth para descansarlos me di cuenta de que mis pechos cupieron perfectamente sin ajustar los tirantes, era un alivió enorme en usar un brassier suave y lindo,  me di cuenta de que realmente era muy efectivo ese remedio natural en base mandrágora para tener volumen en los pechos, solo para mantener los efectos debía mantener los masajes todas las noches, o en tres horas regresarían a su estado orginal.

// Beth me  hizo prometer que no diría el secreto del método  para esconder o mejor dicho para desaparecer mi pene para obtener una vagina bastante real y funcional, Beth me aseguró que ningún hombre podría diferenciarla de una verdadera, aun si la tocaran o insertar sus dedos en el fingido conducto vaginal o la friccionaban, no se daría cuenta de que era falsa; si aprendía a hacer bien el los pasos correctos con seguridad y sin temor a lastimarme, no tendría dolor permanente y el canal vaginal  podría tener la profundidad de un dedo o aproximadamente de unos 17 cm y además de unos labios flexibles y largos, serían tan realistas que si alguien me viera sin pantaletas o metiera sus dedos a mis pantaletas no se daría cuenta de que era falsa.


Realmente sude para aprender hacerlo a la perfección, Beth me obligó a subir y bajar mis trufas-pandas varias veces hasta perder el miedo y no sentir dolor, al subirlos. 

De algún modo el hecho de saber subir mis trufas-testiculos a mi hueso sacro y tomar analgesicos me dio una ventaja para tener menos dolor,  valió la pena los esfuerzos por aguantar el dolor, ahora tenia un  
perfecto cuerpo de mujer, con vagina de  labios vaginales largos y flexibles, como los de cualquier mujer, era como si jamás hubiera tenido  un pene, me sentía cómodo sin pene.


Beth me ordenó confirmar que habia hecho un buen trabajo en mi vagina, así que Introduje mi dedo lentamente hasta el fondo para sentir que llegaba hasta mi zona G y dar un pequeño gimido, allí era donde tenia atrapado mi pene con un pequeño anillo de plata que vibraba cuando lo tocaba ligeramente, era tan reducido no podía eyacular, solo hacer pipí,  sentia un agradable dolor que me hacia gemir,era bastante realista ese dolor, Beth dijo que sería como una pequeña. 

Siempre tuve las caderas anchas y al usar la ropa modeladora de Beth, me aplano el vientre y me redujo la cintura en al menos dos tallas, ahora tenia unas hermosas curvas de mujer madura, además de un vientre liso y agradable.

Ya sin pene las pantaletas de Beth se ajustaban a la perfección a mi cuerpo en el área del tiro de la pantaleta, mostrando un lindo pie de camello se se veía por debajo de mi vientre, era fantástico el ver el monte de venus muy natural.


Mis pechos levantados por el body modelador, se veían hermosos y llenos de vida, del mismo tamaño que los de Beth.


Mis gordos muslos  eran más hermosos por las medias que usaba, Beth me enseño a ponerme correctamente las medias de tubo para no engancharlos al momento de hacer pipi.

También me enseño a colocarme correctamente toallas femeninas, eso me daría más confianza sobre lo que iba hacer, si iba a ir al baño la oficina de la empresa, alguna de las compañeras me pediria una toalla o sería raro que no usara una, así que era algo que era necesario aprender,  de esa forma nadie dudaría que no era mujer, fijamos el día 28 al día 7 de cada mes como mi fecha de festejo de la luna roja.

Me hizo ponerme un cort y delgado vestido cruzado tipo suéter de lana en color gris y una botas al tobillo de tacón alto y fino, mis pantorrillas se veía delgadas y femeninas,  el vestido acentuaba aun más mi figura de mujer de oficina, como hombre me gustaba mucho la mujer que veía en el espejo.

Beth me entrego un cinturón ancho para ajustar más mi figura, ahora veía a la mujer con la que soñé toda la vida, era la de mis sueños.


No tenía frío a pesar de que solo traía puesto ese vestido y la ropa interior, la sensación era increíblemente agradable, sentia la sauavidad de mis pantaletas y la sencación de que mis muslos se rozaban al caminar, tenía nervios, para calmarme Beth me pellizco mi monte de venus, sin compasión mantuvo la presión, me advirtió que dejara de pensar en tonterías y me concentrar en lo que estaba haciendo, me hizo prometer que dejaría de pensar como una niña y pensara como un adulta, nadie podría dañarme al menos que yo lo quisiera.


Después me concentre en  descubrir mi belleza de mi rostro, fue un momento difícil por que cometí muchos errores al tomar los productos correctos y el uso de las brochas.

Solo me dió los pasos necesarios para embellecer mi rostro, yo debía aprender por mi cuenta como hacer un buen maquillaje como cualquier mujer de ofcina, pero me advirtió que eso solo se logra hacerlo decentemente bien, si se hace todos los días con la actitud de sentir la belleza de mi rostro, esa era una actitud que solo yo debía disfrutar haciendola para mi mismo,  solo con la experiencia y el interes por tener el  rostro más bello que podía logar todos los días sin importar si me veía o no así se logra la maestría del automaquillaje.

Utilizamos una hora hasta que pude maquillarme por mi mismo en una forma decente, me dejó admirar mi trabajo, era increíble lo bello que era mi rostro, mi labios eran lindos con lapíz labial, la sobras en los parpados, hacían más grandes mis ojos, dando seriedad a mi rostro, Beth dijo que habia perdido mucho tiempo y debía hacerlo mejor, me recomendó ir a un buen salón de belleza.

Al bello rostro que estaba viendo, Beth me ordenó colocarle unas arracadas a las orejas y  un pequeño collar de cuentas de madera, además de ponerme su perfume favorito de feromonas, me hizo colocarme uñas falsas,    entonces me pidio levantarme para acomodar unos detalles,  antes me acomodo mi cola de caballo y luego me levanto el vestido para jalar mis pantaletas hacia afuera, para evitar las dobles nalgüitas, en ese aspecto debía ser muy cuidadoso.

Me hizo darme una vuelta, caminar y agacharme de lado, lo repetí hasta que Beth estuvo conforme en la forma de caminar y moverme. 

Me hizo notar que los bordes de mis pantaletas y los tirantes se notaban, pero me dijo que eso eso no importaba y era normal por que me daba un toque  sexy y descuidado, como a cualquier mujer de casa que quiere llamar la atención, así que para darme confianza y valor, me pidió quitarme las pantaletas, para evitar un pellizco lo hice sin pensar mucho las cosas.

Todo lo que Beth me habia prometido se iba cumpliendo, mi voz se habia aniñado después del fuerte apretón de mis pandas, así que con un poco de práctica usando un tono agudo de mujer tonta, Beth me enseño a manejar frases estúpidas al decirlas en un modo sureño, pero el verdadero secreto era la pócima de Mandragora con androgina, ese era el secreto para mantener una fiel imagen femenina sin temor a que se dieran cuenta de que no lo era.

 Beth me dijo que lo demás solo era actitud y hecharme hacia adelante como cualquier mujer, no debía temer a nada.

Ella para probar mi actitud y mi decisión por conseguir  ese trabajo, me pidió regresar a mi casa para informarle a mi esposa sobre mi plan para ayudarle a la situación financiera, debía usar la frases que había hecho aprenderme y no usar mi tono de niño, sino de niña sureña,  pero antes de irme debía probarle que podría hacerlo así que me ordenó  recibir al fontanero que llegaría para arreglar su lavatrastes y esperar hasta que terminara su trabajo, en ese momento tocaron la puerta y me ordenó bajar para abrir la puerta, no recordé que no traía pantaletas hasta que vi las miradas furtivas de Jorge el fontanero, pero no sucedió nada fuera de mi control, mantuve las piernas cruzadas y el rostro serio, cuando le page y se fue, Beth me hizo ver que no era malo dar vistas agradables a los hombres que hacian nuestros trabajo, por que de esa manera la proxima vez lo hacen mejor.


***

Camine directo a la recamara de mi esposa, le habia dejado de comer antes de irme y descansaba en su cama, abrí lentamente la puerta y entre, espere hasta que abrió sus ojos, me vio y se sorprendio, pero comence hablar con ella, le explique mi idea sobre ayudar con la economía familiar, por un momento no estuvo de acuerdo, por que sabía que ella podría conseguir un buen trabajo después de recuperarse, pero al ver lo tan bien que podía pasar como mujer acepto, le agrado ver que mis nalgas se movían como una gelatina, con mi nueva imagen y las frases de niña tonta de Beth  la convencí al decirle que solo sería por un tiempo, mientras ella se recuperaba.

 Acepto que yo fuera a trabajar, entonces me dio buenas palabras  sobre la mujer que veía frente a ella, acepto que tenia un bonito trasero y una piernas bonitas en medias, acepto que yo era más agradable que ella en sus buenos tiempos, ahora que tenía más músculos que grasa, le parecía lejano el momento que uso vestidos y faldas.

Me dijo que mis piernas eran hermosas bajo las medias brillosas, y mi ancho trasero era bonito para ella, me pidio que le enseñara a maquillarse como yo.


Me regaló  toda su ropa que ya no usaba y la tenia guardada en el desvan,  diciendo que a mi me quedaría mejor que a ella, por tener más curvas que ella,  mis pies eran más pequeños así que debería comprar algunos pares de zapatos.

**

Una semana después pude entrar al programa con ayuda de Beth, me ofreció una documentación completa con el apellido de mi esposa, de una aspiranta que nunca regreso, así que me convertí en la hermana menor de mi esposa, ahora me llamaría Heather Tomas.

Preparamos emocionalmente mi historia, yo diría que  que mi esposo me abandonó con mis hijos y mi hermana me daba cobijo en su casa, diría que tenia experiencia administrativa; la trabajadora social vino a mi casa y durante dos horas estuvo realizando su inspección, conoció a mi esposa, pero por su musculosos brazos paso como el esposo de mi esposa. 

Esa historá funcionó y en dos semanas estaba trabajando,  para ir al trabajo había reciclado algunos buenos vestidos se mi esposa y con mi ahorros compre seis pares de zapatos y pantimedias. Otros de vestidos para oficina Beth me los habia regalado.



Como jefa Beth era muy ruda conmigo y me cargaba de trabajo y malos tratos, pero en tres meses estaba adaptado a mi nuevo rol de fiel esposa y trabajadora sumisa,  mis hijos me daban en lugar como su madre verdadera, hacia de comer e  iba a sus escuelas para firmar sus boletas y a las juntas como su madre, además le compraba ropa.

Mi esposa comenzó a caminar y andar por la casa, estaba molesta conmigo por que yo era más bonita que ella y  ahora era el sustento de la casa, nuevamente los papeles estaban invertidos, pero de alguna manera le gustaba más mi nueva personalidad y estaba decidido a mantener mi decisión hasta el final.

El entender la situación que ella estaba pasando, me hizo que nos acercaramos más,me volví un poco más atrevido al usar  vestidos cortos que eran sus preferidos a la hora de preparar de comer.desde el principio me prohibio usar pantalones de mezclilla, pero no las faldas cortas de mezcilla, de esa manera me sentía más cómodo en casa y distraía a mi esposa.

Nuestra vida matrimonial cambio, lo roles cambiaron y se mantuvieron estabels, ella se volvió más intensa, el aceptar a mi esposa usar pantaletas con vibrador hacia más entretenidos los momentos en casa, para llevarle su comida o lo que necesitaba.

Mi unica diversión era comprar ropa y zapatos, Beth me habia iniciado en ese hobby.


Cuando mi esposa se recupero por completo las cosas volvieron a la normalidad, se dedico a  consiguir un buen trabajo
y me advirtió que debía salirme de trabajar.


Beth me incitaba a seguir trabajando, su idea era promoverme para ser asistente ejecutiva; me aseguraba que  ganaría más dinero que mi esposa, estaba en una decisión importante, con toda mi alma quería seguir trabajando como asistente administrativa, era bueno en eso.

Ahora me sentía bien vistiendo como asistente y con lo que estaba haciendo, quería continuar pero también quería ayudar a mi esposa, habia hecho una promesa y no podia reusarme, debía aceptar salirme de trabajar.

Beth nuevamente me ayudo para resolver mi problema, habia hablado con uno de los jefes mayores de la empresa, diciendo que mi esposa era un buen empleado, pero debido a un pequeño descuido había salido de la empresa, pero habia aprendido su lección y no volvería a cometer ese error.
Después de negociar un poco logro que ella volviera a trabajar, solo con una condición, que yo también seguiera trabajando.

Beth me dijo que Le habia conseguido a mi esposa un trabajo en una pequeña agencia de autos en una pequeña ciudad sureña, pero también necesitaban una coordinadora adminstrativa, así que yo debía seguir trabajando como asistente, así que debimos mudarnos al pequeño pueblo donde estaba la agencia de autos.

Mis hijos segurían su preparatoria sin problemas en la nueva pequeña ciudad, sería un nuevo cambio para la familia, comenza de cero llegando a ser felices, manteniendo nuestros roles que hasta ahora estaban funcionado a la perfección.

El pueblo era un alegre, era tradicional pueblo respecto a que los hombre aun dominaban todos los aspectos de la economía familiar.

Para algunas mujeres de se pueblo en hecho de que trabajara estaba mal visto, pero como se supónia que era mujer de la ciudad, no era tan malo, decidimos mantener el perfil bajo aceptando nuestro roles
de hombre y mujer, sin llamara la atención en lo que realmente eramos.



Pero antes de irme de la ciudad sin decirle a mi esposa pague mi pequeña cirugía de aumento los pechos, sabía que el hacer eso me daría una ventaja importante
para mantener mi empleo, nadie podría dudar que no era mujer al ver uno hermosos pechos verdaderos, ajustados por un lindo brassiere, por debajo de mi blusa blanca.

Mi esposa no cupo de alegría cuando descubrió que ya tenía pechos propios y eran más lindos que los de ella. Ahora caminaba con mas urgullo y confianza, mis hijos también aceptaron que fue una buena decisión. Me daba más confianza en usar la ropa escotada de mi esposa, que ella jamás se puso, pero que a mi si me quedaba ese estilo.

Beth me habia entrenado bien en todo lo referente a los procesos administrativos y darle asistencia femenina a los gerentes cuando estaban cansados, sabía que  podría cumplir a la perfección todo  lo que solicitaran al momento que lo necesitaran,  el gerente era un hombre alfa que llevaba su oficina con firmeza y decisión, no le gustaban los "NO", yo solo debía ayudarlo y dejar que el tomara las decisiones, otra habilidad importante fue descubir que mi garganta era más profunda de lo que pensaba, un buena cualidad en una asistente  que ayuda para hacer negocios.

A pesar de mi esposa me habia prohibido usar pantalones, yo  habia comenzado a usar pantalones para ir a la oficina, era la moda en la ciudad, sabía que mi trasero era lindo y podía lucir, pero  ahora en pequeña ciudad, debía aceptar que las políticas del gerente de la agencia, su politica era  "cero pantalones" para ir a la oficina, solo debía verme linda al usar vestidos, faldas, blusas con botones a la izquierda 
y verme linda, tener el escritorio lindo con una flor, llevarle su cafe a tiempo y caliente, además de no negarme a sus pedimentos, la unica ventaja sería que podría ir sin medias, y las piernas desnudas.

Todos en la agencia supieron que mi esposa y yo eramos pareja, así que llegábamos juntos a la oficina para tomar asistencia.
yo me iba a mi escritorio frente al gerente y ella al taller con el jefe de mecánicos, yo hacia el trabajo limpio y ella el sucio.

El gerente me acepto de inmediato como su mano fuerte en los procesos administrativos y me daba consideraciones para ir por mis hijos o llegar tarde, si yo hacia bien mi trabajo.
Realmente Creía que el aumento de pechos habia sido una buena decisión, daba una buena imagen a la agencia y el gerente me trataba mejor que sus demás empleadas.

Los domingos ibamos a misa toda la familia como una buena familia del lugar, yo usaba los viejos vestidos de mi esposa y otros de los vestidos que habia arreglado para re-usarlos, era feliz con este estilo de vida de mujer puebleria, el usar medias con vestidos lindos, ropa interior suave y linda, además de faldas y vestidos iba conmigo,  que más podía pedir?.



ahora pensaba que habia nacido para ser mujer, mi misión era esa, además de disfrutar el rol de esposa y  trabajadora de oficina, debía mantenerme bella y hermosa para mi.

Ahora aceptaba mi lugar en este mundo y la felicidad me llegaba a manos llenas, gracias al apretón de mis panditas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Historias más recientes

REily casi es atropellado, no imagino que una tarde, se ofrecerian ser una señora de casa.

Llegaba distraido  a mi casa después de ir al doctor, no me di cuenta que Dick, mi vecino llegaba en su auto para entrar a su garage, se det...