viernes, 5 de agosto de 2016

Como Aprendí mi lección para subir en la piramide Organizacional, mi jefa me impuslo hacerlo.

Como Aprendí mi lección para subir en la piramide Organizacional, mi jefa me impuslo hacerlo.



Iba subiendo las escaleras cuando escucho una voz desde atrás de mí diciendo que necesitaba hablar conmigo, era una jefa administrativa divisional , me detuve en el descanso para esperar a que llegara hasta mí y pudiéramos hablar, ella era un mujer alta con un suit gris ejecutivo, me llevaba como 30 cm,  era la más estricta y severa jefa de la empresa, se decía que a le gustaba lastimar a sus empleados, yo solo era un empleado de recién ingreso, tenía 30 años y por una casualidad había encontrado un trabajo en archivo, aunque era administrador, los trabajos estaban escasos,  por una pequeña influencia de una amiga que dejó su trabajo, yo entre en lugar de ella, pero también me quede con su departamento en renta, desde que perdí mí trabajo mí vida había ido en descenso,  perdí mí auto, mí novia y mí departamento; debía comenzar de nuevo, así que trataba de tener un perfil bajo, para ganar confianza en los jefes y conseguir subir en la jerarquía de los puestos, así lo había hecho por 11 años en el empleo anterior, pero por cambio en las políticas en la igualdad de género, mí puesto se lo dieron a una mujer.
Ahora  mí jefa me veía hacía abajo, me percate de que no estaba usando brasier, podía ver sus pechos atraves de su delgada blusa, aunque su saco disimulaba su transparente blusa.
Yo no quería tener problemas y le pregunte si necesitaba algo para ayudarle, ella solo me veía y no pude aguantar su mirada y baje la mía, eso le parecio interesante, me dijo que levantara la cabeza que no debía tener miedo, me acomodé mis lentes para verla mejor, ella se acercó a mí oreja y me dijo que necesitaba a alguien para tomar la minuta de la reunión directiva ya que sus asistente estaba de incapacidad por maternidad, así que si aceptaba iba a cubrirla por 45 días, era una buena oportunidad, acepte trabajar para ella.
Durante 45 días estuve haciendo el trabajo que ella no quería hacer o era monótono, preparaba y le llevaba café, sacaba copias y hacia expedientes, engrapaba presentaciones, me quedaba tarde para terminar sus presentaciones directivas, hacia llamadas y llevaba su agenda, trate de hacer mejor mí trabajo, ella nunca tuvo algún buen gesto hacía mí solo era su empleado administrativo, nunca me maltrato o me pegó como los rumores decían, siempre fue amable, pero sería y formal.
Trabaja muy de cerca de ella, podía oler su perfume y ver sus delgadas medias, pude darme cuenta de su necesidad de usar medias limpias así como sus pantaletas debían ser del color perfecto de acuerdo al traje sastre que usara o los zapatos, bolso y maquillaje.
Ella se dio cuenta de que no me molestaba conseguirle medias limpias o pantaletas del color que ella deseaba, también me dejó escoger el perfume que usaría en la oficina.
Me pidió comprar flores todos los días y traerle su periódico, también me pedía que llevara a bolear sus zapatos, yo lo hacía sin quejarme.
Todo eso por el doble de sueldo que estaba percibiendo cuando me vio en las escaleras, con eso pude comprar un pequeño auto blanco que era económico y un saco nuevo, solo tenía tres sacos y los coordinaba con las corbatas para lucir diferente todo los días.
Por las reuniones que asistía me daba cuenta de que la empresa estaba cambiando, el Sr. Keys el  hombre alfa de la empresa se iba a retirar de la empresa y le dejaría en puesto para su hija,  eso implicaba muchas intrigas y juegos de poder entre todas las jefas de la empresa, yo iba a ser un elemento importante para esa transición, terminaría con el puesto de mí jefa, pero tendría que desechar mucho de la forma en que mí padrastro me enseño y debería hacer lo que mí tía me enseño.
Una viernes por la tarde cuando me faltaba mucho por acabar mí trabajo para hacer una minuta de la junta de asiganación de nuevas tareas a las jefas divisionales, en el caso de mí jefa tendría autoridad para autorizar o denegar los nuevos elementos de recursos humanos, tenía poder sobre la encargada de recursos humanos, nómina y contabilidad.
Mí jefa salió de su oficina y me ordenó seguirla, yo le comenté que debía acabar mí trabajo, ella me miro con su mirada de enojo y me ordenó alcanzarla en el estacionamiento, cerré mí computadora, guarde mis cosas dentro del cajón de mí escritorio, limpie mí saco y baje al estacionamiento, mí jefa me toco el claxon para saber que estaba en su auto esperándome, ella sabía que mí pequeño auto blanco estaba en el taller mecánico, me iba a dar un raid a mí casa, me subí con calma a su lujoso auto, sin verme arranco y salimos a la calle, ella estaba concentrada en conducir, yo prefería no ver como su falda se iba subiendo hasta llegar a sus pantaletas moradas, trataba de ser discreto para que no pensara cosas malas de mí, que era un fisgón o quería acosarla.
Después de 40 minutos llegamos enfrente del edificio donde vivía, me iba bajar, cuando ella me dijo si podía ver mí departamento, me extraño su petición, pero era mí jefa y durante el tiempo que la conocía jamás había abusado o tratado de lastimarme o hacerme menos, ella era una buena jefa.
Nos bajamos de su auto, yo escuchaba sus tacones atrás de mí, subimos la escalera de madera y luego caminamos por todo el pasillo hasta mí pequeño departamento, olía su perfume y escuchaba como sus muslos rosaban las medias, prendí la luz y la invite a pasar.
La alta mujer paso por primera vez a mí pequeño departamento, comenzó a recórrelo, vio mis fotos de mis primas y mí tía que tenía sobre el televisor, luego vio que todo estaba limpio y en su lugar, reviso mí cocina y vio que me gustaba cocinar, luego me pidió entrar a mí recamara, vio la cama tendida y la poca ropa que tenía.
Por fin me pidió hablar en la sala, estaba intrigado por lo que me diría, se sento con calma, cruzo las piernas, yo la veia desde mí lugar con mis grandes lentes, me los acomodé para verla mejor.
Ella hablo diciendo: que te parecería si pudieras tener un departamento más grande, más ropa que vestir y un auto nuevo?—yo hice una cara de sorpresa por lo que me comentaba, pero sabía que los puestos estaban ocupados por alguien, solo podría ocupar algún puesto de asistencia administrativa en alguna de las divisiones, pero el salario era el mismo, lo que me ofrecía me costaba trabajo entenderlo, le pregunte como podría tenerlo?, ella mostraba una sonrisa, hablo directamente: desde que ví tu solicitud me he interesado en ti, tienes potencial, he seguido tu desarrollo, antes de que entraras a trabajar con nosotros pedí referencias en tu otra empresa y me contaron cosas interesantes como que tu ganaste el premio al mejor disfraz femenino en la fiesta de Hallowen, en tres años seguidos, también me enteré de que ganaste un reto de 30 x 30 contra otra jefa, en tu otro trabajo tenías mucha influencia en tus empleados y empleadas, pero aquí cambiaste, te volviste sumiso y trabajador, como lo pedía el puesto, en vez de pedir un puesto de acuerdo a tu experiencia, aceptastes un puesto inferior, que paso?—yo tome aire y le dije que realmente cuando perdí mí trabajo no tenía motivación para volver a trabajar, mí pareja me había abandonado y sus palabras cuando se fue aun resonaban en mí cabeza: tu no eres un hombre, ni jamás lo serás, eres un perdedor, si no puede mantener a una mujer como te puedes hacer llamar hombre, tu pene es tan pequeño como el de una niña,  es mejor que me vaya para buscar a un verdadero hombre.

Mí jefa se rio de mis palabras, pero dijo que quizás mí pareja tenía razón, yo me sorprendí por su contestaciones y le pedí que me explicara lo que quería decir con eso y me dijera por que quiso conocer mí departamento, ella cambio de pierna cruzada, cruzo los brazos y se acomodó en el sofá, continuó su explicación: se que siempre haz querido mí puesto, te propongo ayudarte a obtenerlo, solo tienes que hacer lo que te pido y serme fiel como empleado, en un año vamos a lograrlo, voy a crear un nuevo puesto de supervisora de asistentes administrativas, ella tendrá acceso a todos los expedientes y tareas de las demás asistentes, deberá tener el control sobre ellas y sobre su trabajo para que hagan lo que yo les pida como gerente administradora, también deberá cubrirlas cuando falten o estén enfermas, hay varias mujeres interesadas en ese puesto, pero he pensado en ti, tu eres el mejor candidato para ese puesto, no hay un mejor candidato que tu, la nueva directora ya acepto el puesto y me pidió el hombre de quien va a ocuparlo, solo me pidió que las actividades asistenciales se hagan sin retraso y usen el uniforme que propuse para ellas, yo le di tu nombre y este lunes debes comenzar a trabajar, solo tienes que ir a recoger tus uniformes con esta tarjeta, el día lunes tu le presentaras las propuesta  de uniformes para cada día de la semana, estamos de acuerdo?—no sabía como había llegado hasta ese punto, de hacer lo que ella me ordenaba sin cuestionar, solo hacer sin pensar, había recibido una lección.
Mí jefa se levantó y me dejó con el compromiso de presentarme a trabajar con uniforme y hacerme cargo de todas las asistentes de la empresa, antes de salir me dio mí nuevo nombre: ““Linda Ariel”, pequeña nos vemos el lunes, espero que vengas lo más pulcra posible para que no pierdas la oportunidad de servirme”.
Cerre la puerta y escuche como bajaba la escalera, esa noche no pude dormir pensando en lo que tendría que hacer para obedecer todas las ordenes que recibí , primero organice y lave la ropa que mí amiga había dejado, después me bañe y me prepara para que la nueva “Linda Ariel” la pequeñita de mí jefa pudiera aparecer,  aun tenía los anexos de latex de bordes transparentes que use en mí último disfraz de mujer maravilla, también tenía un airebody que hacía reducir mí cintura y levantar mis gordas nalgas, de esa manera mí cadera se ensanchaba mucho, quizás mí jefa vió eso el día que me detuvo en las escaleras.
Aun tenía las botas de gatubela y sus pantalones de látex,  pero hacía calor para usar ese pentalón así que decidí usar las botas con un vestido gris de mí amiga, en dos horas estaba preparado para ir por mis uniformes,  para retarme a perder el miedo para caminar en la calle y soportar la mirada y palabras de los tipos, decidí ir sin medias y el vestido corto gris, las únicas pantaletas limpias eran de color verde y si me descuidaba se podían ver fácilmente, así que debía poner mucha atención en como caminaba y por donde iba, aunque mí experiencia en los hallowens para hacer aparecer dos lindos labios vaginales y desaparecer mí pequeño pene dentro del piso de la fingida vagina, me daba la confianza de que nadie sospecharía que no era una mujer, mis pechos eran grandes, ni pequeños eran aceptables, solo tuve que ajustar el bra de mí amiga para que me quedara su bra y levanar un poco los pechos para hacerlos más aceptables.
Todo estaba en su lugar, con el poco maquillaje que contaba trate de hacer lo mejor que pude, pero mí tía siempre me dijo que podría maquillarme mejor que mis primas, solo que me concentrar en hacerlo bien.
Me puse un chaleco largo con bolsas a los lados y estaba listo, guarde mí dinero en el bolos de tela de mí amiga y deje lo contenía  desde la última vez que lo uso ella (crema, estuche de maquillaje, toalla femenina, una chalina, jabon de manos, perfume, espejo, cuchara, papel sanitario y monedero.
Con la extensión de cabello de la mujer maravilla me había hecho un chongo alto, me puse mis lentes y salí a la calle,  esa tarde me libere, no sentí tan libre libre desde hacia mucho  tiempo desde que fui a la escuela con el uniforme y la ropa interior de mí prima.

Regresé con mis 6 uniformes, 24 pares de pantimedias y dos medias de tubo con su ligero, 24 juegos de ropa interior de colores acorde a los uniformes, 12 pares de zapatos dos para cada uniforme,  12 medias enaguas  y 12 enaguas completas,  tres pillamas y tres vestidos para diario,  también me había traido dos pantalones liggines imitación mezclilla.
Esa noche pase probando mis uniformes y mí ropa nueva, acomode todos los uniformes para llevarlos al trabajo y mostrarlos a la directora.
Solo deje afuera el uniforme de falda negra saco caoba con chaleco del mismo color, con su mascada en colores blanco, azul y caoba,
Al siguiente decidí ir a un salón de belleza donde había sacado cita para que me atendieran a las 12 del día, para que me pusieran extensiones de cabello, me depilaran, me plancharan mí cejas, me hicieran manicure y pedicure, después fui a comprar el maquillaje que me recomendaron en el salón de belleza, también compre accesorios para el cabello, diademas, pinzas, pasadores, donas  y lo necesario para hacer un agradable peinado para el trabajo, también compre aretes, collares, anillos y un pequeño reloj  de manecillas doradas.
Tenía todo lo que necesitaba, pero no resistí comprar dos vestidos de mezcilla y unos zapatos de plataforma.
El día lunes me presente a trabajar con mis 5 uniformes, vestía ropa interior roja para la suerte, medias satinadas, falda negra, chaleco caoba y su saco,  mí blusa estaba blanca y al cuello tenía mí mascada, mís zapatos negros de tacón algo, como había usado la mayor parte del  tiempo en maquillarme, mí cara lucia perfecta, mejor que la de mí jefa, mi perfume era de rosas y solo me puse un poco, mis uñas estaban perfectas y cortas, mí chongo estaba bien hecho y firme, mis aretes de perlita combinaban con mí collar, mis labios en color del saco, era la perfecta asistente administrativa.
Para esa hora de la mañana mis tacones era uno conmigo, llegue hasta mí escritorio enfrente de la oficina de mí jefa, estaba encendiendo la computadora cuando llegó ella, yo tome mí libreta de apuntes y entre a su oficina para que me inspeccionara y me diera las tareas del día, así había sido todos los días desde que acepte el puesto, solo que ahora vestía falda y estaba maquillado.
Nadie de la oficina se percató de que ya era un empleado antiguo, sino pensaron que era la nueva asistente de mí jefa.
Mí jefa me miro con mucha alegría y con confianza me dijo que estaba bien, solo que no exagerara en perfume, que cuidar de que mí enagua no se viera, mis medias no se rompieran y mis zapatos siempre estuvieran relucientes, ella lucia un traje azul ejecutivo, más caro que mí uniforme, me pidió hacerle un café y luego venirme a sentar con ella, hice lo que me pidió, con cuidado puse el café enfrente de ella, le deje su servilleta y me fui a sentar frente a ella, me agradeció el rico café que le preparaba todas las mañanas, comenzó a decirme que pasaría ese día, me iba a dar la pequeña oficina de al lado, yo debería escoger entre las asistentes una nueva asistente para ella, en una hora tendríamos la reunión con la directora, yo debería presentar los uniformes y mí plan para mejorar el área de asistencia, mí jefa me apoyaría en todo, pero yo debería entregar informes sobre lo que hacían las jefas de las demás áreas, también debía llevar una caja chica para la compra de flores para todos los escritorios de las jefas y otros gastos menores como medias de emergencia o cuando alguna de las asistentes necesitaran toalla femeninas o panteletas limpias, también debería dar un informe sobre las actividades personales de cada asistente, por si alguna de ella anduviera con algún empleado del edificio y quedaba embarazada; debía estar siempre al pendiente de sus uniformes, maquillaje y medias, cualquier falta tendría la obligación de llamar la atención.
Sería como una operadora para mí jefa, sabría rumores y chismes de los departamentos, así que debería actuar como su mejor amiga, pero siendo una  jefa conforme al reglamento, eso iba hacer un reto para mí, pero que era mí vida sino un reto desde que mí prima me reto a usar su uniforme para comenzar mí año escolar en mí nueva escuela, desde se momento aprendí que siempre debía llevar las pantaletas limpias, bien puestas las medias, tener un buen maquillaje, mí jefa lo sabía por eso confió en mí.
Quizas no tendría el pene más grande, pero sí lograria tener la vagina más grande.
Me tarde en ocupar el cargo de mí jefa en dos años, pero para entonces antes de tomarlo iría de vacaciones y al final sería la mujer que mí jefe siempre pensó que sería.


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