viernes, 25 de noviembre de 2016

Joan: una historia de cambios



 
Mí historia comenzó cuando Miss Stone me  presionó para tomar la decisión de irme de la empresa, todas mis órdenes como subgerente me las revocaba ante las empleadas, perdí toda credibilidad y respeto ante las empleadas, un día viernes le presente mí renuncia, fui hasta su oficina y le puse la renuncia en su escritorio donde especificaba el porque me iba, ella con una sonrisa sarcástica me dijo que me esperaba de regreso en una semana, que tomara mis vacaciones y que regresara el viernes próximo, yo me negué rotundamente a regresar y le dije que era una jefa insensible sobre como administrar al área, ella con calma me dijo que me esperaba nuevamente en su oficina en una semana.


Deje la oficina confiado en que encontraría un nuevo trabajo, el lunes comencé a buscar en el periódico, el día miércoles me había dado cuenta de que no tendría éxito para encontrar un trabajo, no en corto plazo, también para el día jueves, me dí cuenta de estaba muy alejado de mis hijos y de que ya no tendría dinero para seguir pagando a la señora que me ayudaba con el aseo, la comida y llevar a los niños a la escuela, desde que mí esposa se había ido a trabajar fuera del país la señora nos había ayudado, cuando que le dije que yo me haría cargo, entonces pidió un aumento de sueldo por que entonces no tendría ayuda para hacer todo el trabajo de la casa y los niños, yo con gusto le pague lo que me pedía, ahora me daba cuenta de que no era tan fácil llevar la casa, la señora nuevamente me pidió aumento por que ahora tendría que aumentar sus tareas por tenerme en la casa, yo realmente me sentí molesto con la actitud de la señora y le pedí que se fuera el día lunes, para el día jueves estaba totalmente estresado con llevar la casa y buscar trabajo, no tenía otra opción que regresar con mí jefa como “perro con la cola entre las patas”.




El día viernes después de hacer de desayunar e ir a dejar a mí hijos a su escuela, llegue al trabajo relativamente tranquilo por el tener que viajar en el transporte público ya que mí auto no quiso arrancar esa mañana.

Tuve que pasar por pasillos de cubículos hasta la oficina de mí jefa, todas las compeñeras hablaban a voz baja pero las escuchaba decir que como me atrevía aregresar si las había tratado tan mal a todas ellas y si era tan desconsiderado con ellas, toque con pena la puerta, mí jefa me hizo esperar un rato mientras las compañeras me comían con sus comentarios feministas hacia mí.


Escuche el permiso para entrar, abri lentamente la puerta y ví a mí jefa que vestía un traje sastre en negro, lucia la misma sonrisa irónica que cuando me fui, me pidió sentarme y espero a que yo hablara para pedir disculpas, traque saliva y con dificultad le dije que ella tenía razón de iba a volver y que me disculpara por llamarla insensible, baje un poco la cabeza para aceptar la situación, Miss Stone hablo entonces para decirme algo que no esperaba: usted es un buen elemento para esta área, por eso lo elegí como mí subgerente, por eso acepte que se fuera para que pensara las cosas, usted tiene experiencia de como manejar el área y todo el papeleo administrativo, también lo que me dijo que era insensible con las compañeras usted también lo tiene, así que ambos debemos trabajar en eso, usted más que yo, lo único que le voy a pedir si realmente desea nuevamente trabajar en su puesto, que use el mismo código de vestimenta que usan las compañeras, que por cierto usted tanta atención puso en sus reportes, también usted se hará cargo de dirigir a las compañeras de atención al cliente, deberá demostrar como atender  y hablar correctamente con los clientes, también se encargara de ayudar al personal de recepción en caso de que alguna de ella no llegue, además va llevar mí agenda y mis juntas pendientes, ira a las juntas directivas conmigo para tomar minutas, además yo voy a supervisar minusiosamente el como vista, yo notó algo malo en usted le voy a descontar un día de salario, le parece? No eso era lo que usted proponía para las compañeras? Creo que no tiene ningún inconveniente en los términos que estamos acordando verdad?—no tenía salida, mí jefa me estaba aplicando mí propia medicina, era una lección que me imponía para ser más considerado con los demás, acepte con un leve “sí” , pero no le pareció bien y me hizo decirlo más alto, además de firmar el acuerdo que me obligo hacer, me tenía totalmente atrapado, debía demostrar que podía ser el mejor subgerente, siendo una subgerente con las mejores cualidades para serlo, era un reto entre ella y yo, cualquier queja perdería un día de salario, cualquier falla en la forma de vestir, hablar o mí maquillaje perdería dos días de salario, pero no tenía salida, ese día frente a todas las compañeras les explico lo que me había comprometido hacer hasta que Miss Stone decidiera otra cosa, todas me llamarían Subgerente Miss Swan, todas se alegraron en que iba ayudar en sus áreas y estaría al pendiente de ellas siendo parte del equipo, Miss Stone a cambio les pidió que ninguna de ellas se burlaría de mí o me haría sentir mal o me lastimaría de alguna forma y en caso de que Miss Stone no pudiera estar entonces yo me haría cargo del área, ellas aceptaron también el reto.

A Miss Stone le pedí dos días para prepararme para el reto, pero ella solo me dio uno, el día miércoles Miss Swan debía regresar a trabajar, antes de irme me dio una copia del reglamento de trabajo de empleadas femeninas, me pidió leerlo frente a ella para que no hubiera duda de como debía venir vestido el día miércoles, no podía usar flats o zapato bajo, debía usar zapato ejecutivo en colores obscuros y cerrados, no menor a 5 cm o mayor de 10 cm, debía usar medias y las faldas o vestidos no podías pasar 3 cm arriba de la rodilla o 3 debajo de la rodilla, solo se podía usar pantalón los días viernes que era de ropa informal, pero no debían ser de mezclilla, ni tipo pescador, debía ser pantalones para oficina, el cabello debía estar recogido y no usar joyas ostentosas, las uñas debían solo estar esmaltadas y colores suaves, se debía cuidar de no traer blusas transparentes y que dejaran ver la ropa interior, el maquillaje no debía ser exagerado, pero no se podía llegar al trabajo sin maquillaje, el perfume que usara debía ser agradable y suave, sobre todo se estaba en mis días, aunque miss Stone se rio de esa parte.

Me dejó a ir para recoger a mis hijos, debía cambiarlos de horario para que comieran en la escuela y poder sacarlos dos horas más tarde, realmente estaba muy extrañado por todo lo que tenía que hacer, no sabía por donde comenzar, llegue a la escuela de mis hijos pase a la dirección para cambiarlos de horario y pagar por adelantado el servicio de comedor, le explique a la directora mí situación de trabajo y que no podría llegar  tiempo para recogerlos, ella me calmo diciendo que podrían cuidarlos después de la hora de salida pero eso me costaría una cantidad más por cada minuto  que llegara tarde.

Me sentía mal por todo lo que estaba pasando y les dije a los niños si querían ir a comer una hamburguesas ya que no teníamos comida en la casa,  mientras comía mí hamburguesa y los niños jugaban, observaba a las mujeres que estaban en el restaurante, realmente no eran unas bellezas, alqunas de ellas realmente eran feas y vestían también feo, estaba haciendo eso, cuando mí hija se acerco  y me pregunto si podía decirle que me estaba pasando?, no pude mentirle y le explique con detalle lo que me había pasado en el trabajo y como tenía que ir vestido para el día miércoles, ella sin preocupación me dijo que no me preocupara por que toda la ropa de su madre aun estaba en su closet y podía usarla, eso era verdad, pero eso no me preocupaba, sino perder dinero si no hacia bien las cosas, mí hijo regreso de jugar y mí hija le explicó lo que me estaba pasando, sin problema me dijo que miedo me dijo que había visto una casa de ropa especial para hombres que usan las mujeres antes de entrar al restaurante, le pregunte por que sabia eso, el me explico que en la marquesina decía eso, pero en el aparador había maniquís con ropa de mujer.

Me causo gracia como lo dijo,  nos reímos acabamos nuestras hamburguesas y le pregunte si ya nos íbamos, el niño dijo que aun no podíamos irnos sino hasta que fuéramos a esa tienda, el niño me tomó de la mano y me jalo hasta la tienda, mí hija también me empujaba, llegamos hasta el establecimiento pero parecía que iban a cerrar, una joven y una mujer  mayor estaban bajando la cortina de metal, la mujer mayor vió como mis hijos me llevaban, mí hijo que iba al frente le dijo a la mujer mayor que necesitaba ayuda, mí hija salió detrás de mí y también le dijo que necesitaba ayuda para comprar ropa como la de su mamá pero de trabajo, la joven dijo que vineramos al siguiente día ya estaban cerrando, pero la mujer mayor acepto ayudarme pero al día siguiente ya que tenía un compromiso con una cliente, me dio una tarjeta y se despidió de nosotros, los niños estaban contentos de que ella me podría ayudar para que pudiera seguir trabajando.

Ví la tarjeta decía “el emporio de Thelma”.



Al día siguiente después de llevar a los niños a su escuela tenía mis dudas sobre la ayuda ofrecida, así que tarde para decidirme a regresar al centro comercial, mientras caminaba hacia allá reflexionaba mis opciones y tenía otra camino que hacer lo que me pedía mí jefa, era por el bien de la familia, pase el restaurante y camine hasta la puerta del local, la joven y linda empleada me recibió y me informó que la Sra. Thelma no se encontraba pero que pronto vendría, me pidió caminar entre la ropa para si me gustaba algo, todo parecía como cualquier ropa de mujer, la única diferencia eran las tallas grandes, con timidez trate de ver las tallas que me pudieran quedar, observe que mí talla era talla chica, yo era un hombre de estatura baja y llenito, con el cabello arena, en las últimas dos semanas mí cabello había crecido y podía hacerme fácilmente una pequeña cola de caballo, desde pequeño fui lampiño, la única habilidad que tenía para sobre pasar el reto era mí voz que podía imitar a la de mí hermana o mis amigas, también quizás mí trasero gordo fura parecido al de una chica, eso me había percatado cuando mí amigo jhon me pidió ayudarlo aprende a bailar.

La señora thelma llegó y la joven bonita empleada me sañalo con el dedo la sra Thelma se acerco a mí y me invitó a desayunar algo mientras le contaba mí historia, acepte la invitación y fuimos a un pequeño restaurante de comida italiana en el segundo piso, la señora era muy amable y ofreció pagar el desayuno, mientras comia le explique a detalle lo que me estaba pasando, lo que había pasado después de que mí esposa se fue a trabajar lejos con otra amiga del trabajo, el problema con la señora que me ayudaba y la situación laboral que eso era realmente lo que me preocupaba, Thelma me escuchaba con atención, cuando termine de hablar lo que tenía que decirle, Thelma con calidez me dijo que no tenía que preocuparme de nada, que al día siguiente podría ir a trabajar sin problemas, que por lo que había visto ayer tenía lo necesario para lograrlo, no era necesario de ropa especial, solo que fuera yo mismo, que mí alma tenía algo especial y tenía que sacarlo, me dijo que también mí jefa había observado y por eso me había puesto todas esas pruebas.

Acabamos de comer y seguí a Thelma fuera del restaurante que también era de ella, fuimos a su tienda pasamos a la trastienda donde había varios probadores y tres espejos juntos para ver como quedaban las prendas, un pequeño tocador con un espejo.

Me pidió quitarme mí ropa, mientras ella me traía un nuevo producto, yo le había aclarado que mí presupuesto no era muy elevado, ella con una sonrisa me entregó dos cajas  y cerró la puerta para probarme los productos que me trajo, las abrí y me dí cuenta de que era una pantivagina muy realista y unos pechos de material plástico de bordes transparentes, leí las instrucciones, la pantivagina era muy cómoda por que  podía esconder mí pene y hacer todas mis necesidades sin quitármela, podía fingir una regla con un compartimento especial lleno de sangre fingida, pero con el mismo olor de sangre, además tenía una fantástica abertura vaginal de 17 cm, a los pechos debía ponerles pegamento que según en instructivo durarían 15 días sin despegarse, decidí ponerle un poco más de pegamento de lo que sugería el instructivo, espere el tiempo necesario y los coloque espere hasta que estuvieron en su lugar, entonces me percate del pequeño artilugio que tenía, si las chichis se apretaban con la fuerza suficiente podían crecer, pero eso no era todo, en mis pechos naturales se reflejaban la forma en que eran tocados un pequeño roce podía sentirlo en mis pechos naturales, era fantástica, Thelma regreso y me pidió ponerme nuevamente mí ropa, lo hice para darme cuenta de que el botón de mí camisa se estiraba al máximo y mí pantalón podía subirlo sin lastimarme con el tiro, no sabía por que me pedía eso, quizás para ver la ropa que compraría con ella, pero no era así, me tomó de la mano y me llevó  me llevó a otra tienda de ropa normal para mujeres, me llevó a la sección de ropa ejecutiva sin pena me puso en mís brazos tres suits de tres piezas (falda, chaleco y saco), un suit de 4 piezas (falda, pantlón chaleco y saco), 4 blusas de diferentes colores que hacían juego con lo suits,  además me puso 5 faldas y 3 vestidos, pero eso no bastaba, me puso un bodysuit y varios juegos de ropa interior, me llevó a los probadores que había muchas mujeres probando ropa, tuvimos que esperar a que se desocupar uno, mientras veia a las mujeres para comparar sus pechos y sus piernas con los míos, ellas al ver mis pechos no dudaban que era una mujer más de la que compraban, la Sra. Thelma estaba contenta con ver mí cara de espanto, pase a uno de los probadores, me puse el bodysit y un juego de ropa para ver que me quedaba perfecto al igual que toda la ropa, eran de mí talla, era lo que yo  necesitaba, salí para decirle que si me quedaban, me había puesto de nuevo mí ropa que traía, fuimos a pagar y para mí sorpresa no excedía mí presupuesto, Cuando salimos Thelma me dijo que ahora debía arreglar mí cabello en su salón de belleza, allí estuve 3 horas donde Thelma hizo que me diera cuenta de que realmente Miss Swan estaba dentro de mí y ahora había salido, mí cabello lucia un lindo corte de pegaboy, mí cara estaba bien maquillada, con lindos labios, pestañas largas y delineadas, mis uñas estaban como las necesitaba para trabajar, ví el reloj era tarde para recoger a mí hijos, Thelma había logrado darme mucha confianza y deseo de continuar trabajando en mí, faltaban comprar zapatos, pero mí pareja tenía zapato que me podría servir para el día siguiente mientras compraba los míos, con la misma ropa de la mañana fui por mis hijos, cuando me vieron se abalanzaron hacia mí agradeciendo que su mamá hubiera ido por ellos, la maestra que me los entregó ni siguiera dudo que yo fuera su madre, los niños estaban contentos, pasamos a comprar alimentos para preparar la cena.

Al día siguiente.



Llegue sobre el tiempo pase mí huella sobre el aparato de registro, se puso verde y avance, nadie se dio cuenta, era una más de las empleadas, pero antes de entrar a mí oficina debía ir al baño era necesario que entrara, mí pantivagina era nueva y traía lleno mí compartimento de sangre, sentí un ligera vibración y luego humedad,  lo bueno fue que Thelma me había advertido de eso, en el bolso traía una toalla que mí pareja había guardado en el viejo bolso que traía, solo era cuestión de cambiarme, lo hice obteniendo experiencia para hacerlo en un pequeño baño, con bolso medias y  zapatos altos, salí sin solo con una pequeña mancha en mis pantaletas blancas, nada de consideración Thelma me dijo que la sangre era lavable.

Salí para lavarme las manos, revise mí ropa estuviera intacta, arregle mis labios como todas las mujeres que estaban en el baño lo hacía, me dí cuenta de que varias de ellas trataban de impresionar con sus grandes pechos o sus traseros enormes, yo solo revise el botón de la blusa y salí para comenzar mí trabajo, camine lentamente sin llamar la atención, todas estaban en lo suyo, solo Bárbara se fijó en mí cuando entre a mí oficina, me senté encendí mí computadora guarde el bolso en mí cajón para comenzar mí dia de trabajo, sonó el teléfono era Miss Stone que me ordenaba ir a su oficina, así comenzó mí primer día de trabajo, fue intenso y comprometedor con todas las compeñaras, trabaje a la par de ella, tuve que atender a 8 clientes, apoyar recepción, ir a la junta directiva de la tarde y hacer la minuta, llevar varios cafes a mí jefa, todo lo hice sin quejarme, ninguna de las compañeras tampoco se quejo de mí, me alegraba que ahora tenía más empatía con ellas, realmente me sentí muy cómodo trabajando de esa manera, solo quería repetir lo que había vivido ese día.

Así pasaron el resto de los días de trabajo, cada día me adaptaba más a mí nueva forma de trabajo, por orden de mí jefa en las reuniones debía estar callado sin expresar ninguna opinión y sentado  escribiendo lo que decían, si tenía algún comentario que decir le debía pasar un papel a mí jefa y ella debía decir mí duda o mí comentario, eso me hizo poner más atención a lo que decían los demás y saber mí lugar en una reunión de trabajo para después pensar bien las cosas y dar mí opinión en privado, mí jefa siempre estaba fijándose en como vestia y me comportaba, solo había perdido un día de trabajo cuando al final del día se fijo que mí medía se había roto, realmente no se rompió solo fue un pequeño desgarro, pero compromiso era compromiso y acepte el castigo, en la quincena ganaría menos dinero, pero ahora tenía más experiencia, debía tener un kit de emergencias, ahora sabía que un poco de esmalte podía detener el desgarro y sabía que las medias que me compre eran muy malas, también aprendí que debía cargar papel higiénico, ligas para un liguero roto, también me dí cuenta que lo mejor para ir a trabajar y no sufrir de calor eran las medias de tubo, también aprendí cual desodorante era el mejor para el trabajo, además del perfume un kit completo de maquillaje, medias extras y pantaletas también debía ir en el kit, un espejo, un desarmador, una lima, cargador para teléfono, pinzas para enchinar pestañas y paquete de toallas femeninas.

Tambíen me di cuenta de que no era difícil mantener las piernas juntas, solo era cuestión de mantener mí postura correcta y apretar mí vientre, pero además de eso debía siempre tener mis brazos pegados al cuerpo y sobre mis piernas, aunque en varias ocasiones falle en mantener mí postura pero como dijo Thelma no debía preocuparme mucho el como camino, hablo o me siento, muchas de las mujeres jamás lo va hacer igual que tú, muchas no les importa como lo hace, a ti tampoco debe preocuparte, cuando estés entre ellas te vas a dar cuenta de que muchas no les importa que abran de más sus piernas o por descuido se vean sus pantaletas, eso es mas muy común de lo que piensas, solo cuida de traer tus pantaletas limpias y usar toalla por que el producto es nuevo y puede tener escurrimientos, lo mejor es que lo uses, cuando suceda vas a sentir una pequeña vibración quizás te duela un poco, pero va a pasar, solo tienes que cambiarte y eso es todo.

Mis hijos estaban felices cuando iba por ellos, no se quejaban que llegaba tarde por que los recompensaba comprando algo que les gustaba, también aprendí hacer nuevos platos de comida, por que entre las compañeras era un tema muy recurrente y aprendí a romper el hielo con ellas al preguntarles que harían de comer, también me atrevía a preguntar donde compraba sus medias o ropa que me gustaba, también les hacia cumplidos sinceros en la forma que vestían o se maquillaban, ellas me decían donde compraban y me daban tips de como comprar, también me regresaban el cumplido, ahora estaba haciendo muchas amigas, sentia que solo era yo mismo y me estaba gustando como estaban las cosas.

Paso un mes en las mismas condiciones, mí jefa se había abierto conmigo y me platicaba sobre sus problemas familiares, me dijo que ella no vivía con su pareja y su hijo, ella se había divorciado y su hijo lo veía solo en vacaciones, la siguiente semana terminarían las clases y lo tendría con ella para hacerle su fiesta de cumpleaños, entonces ella me sugirió que podía llevar a mis hijos para que se conocieran, de esa manera podríamos interactuar fuera de la oficina y conocernos mejor al hablar en confianza sobre nuestros problemas.

Ella sabía de mis problemas con mis hijos y mí pareja, pero solo someramente, ahora que mí modo de ver las cosas estaba cambiando y me volvía más empático, atento, bondadoso con mí hijos ellos confiaban más en mí y se divertían conmigo, me ponía a jugar con mí hijo aunque trajera falda de mezcilla, por que los domingos estaba haciendo reuniones de catalogo en mí casa para ganar un poco de más dinero para compensar mis fallas.

Con mí hija me ponía a ver la tele y películas que a ella le gustaban y nos poníamos hablar mientras cocinábamos, los niños me ayudaban con el quehacer de la casa, debí lavar toda la ropa de mí pareja, la de los niños y la mía, no tenía mucho tiempo los fines de semana, pero todo era parte del reto.

Pude hablar con Thelma durante el cuarto fin de semana, cuando fui por la despensa de la semana, mientras los niños estaban en su convivencia de fin de curso, ella me sugirió que también debía pensar en mí mismo y considerara hacer cambios definitivos en mí vida de esa manera realmente sería feliz, solo le dije que quizás fuera muy prematuro y debía dejar que mí jefa decidiera hasta cuando me levantaba el castigo entonces quizás todo volvería a como era antes, Thelma con su sonrisa acostumbrada solo me dijo que solo tenía miedo de ser lo que realmente era, que dejara de autoboicotearme, que pensara bien las cosas durante las fiestas de fin de año y entonces comenzando el año tendría una decisión más firme para que ella me pudiera ayudar, le dije que lo pensaría.

La semana se fue muy rápido, adelante mí reunión de catálogo para el día sábado por la mañana, por tarde después de hacer el aseo de la casa fuimos a comprar el regalo del hijo de mi jefa.

Mientras comprábamos en el centro comercial, ví un lindo vestido que no pude dejar de comprar, lo usaría para ir la fiesta de mí jefa, era floreado corto y pegado, tipo venus que reducía mí cintura y dejaba ver mis llenitas piernas al igual que mí gran trasero y mis pechos fingidos pero agradables , en la oficina no podía usar ese tipo de vestido y el usarlo era una forma de quitar la formalidad de la oficina, también haría ver a mí jefa que el reto estaba superado y quizás me levantaría el reto.



El vestido debía usarlo con mí bodyair para mí figura fuera más agradable, unas medias transparentes eran las indicadas, pero decidí no llevarlas, aunque comenzaba hacer frio y por la tarde cuando saliéramos quizas tendría que aguantar el fresco como todas las demás mujeres, no me importaba lo importante era que pasara como cualquiera de las mujeres de la reunión,  me estaba acostumbrando al frio de las mañanas y el no usar medias hacia que el vestido luciera mas lindo,  usaría los zapatos nude en color beige con cordón al tobillo para que mis chamorros o pantorrillas se vieran muy lindos y delgados, mí bolso en beige combinaba perfectamente con el vestido y los zapatos, era grande y podría llevar lo que me hiciera falta más los abrigos de mis hijos, un collar de metal dorado y unas arracadas de mí pareja eran el complemento del atuendo, agregué una pulsera de reloj y un anillo de mí pareja que siempre usaba pare ir a fiestas. (también decidí use su ropa interior de la suerte en color rojo).

Por la mañana del domingo me prepare primero  después de hacer el desayuno, prepare a los niños para que fueramos a la fiestas a mí hija le puse su vestido nuevo con sus zapatos rojos preferidos, a mí hijo le puse su pantalón y camisa nuevas, con su chamara, los peine y a mí hija con una linda trenza, a mí hijo como yo acostumbraba a peinarme, yo arregle mí cabello hacia un lado y maquille mí cara lo mejor que pude para la ocasión puse un poco de más color en mis labios de lo acostumbrado para ir al trabajo.

Me dí la últma revisada después de ir por mí chalina, todo estaba en su lugar y lucia perfecto,  mí vientre liso, mis piernas también lisas y agradables, mí cabello bien arreglado mí estilo Bob, mis labios estaban rojos y bien delineadas las pestañas,  lo que me gustaba era la forma en que había perfeccionado la forma de maquillarme, era mucho mejor que la mayoría de las compañeras y mí jefa, pensé que mí pareja estaría orgullosa de como me veia o quizás estuviera celosa, varias de mis vecinas me confundieron con ella cuando salía a dejar a los niños, eso aproveche para invitarlas a la reuniones de catálogo, ellas jamás dudaron que no fuera mí pareja, algunas de ellas me hablaron después para comentar cosas que pasaban en la calle o con otros vecinos, ahora era parte del grupo de vecinas que se apoyaban entre sí.







Tomamos un taxi y llegamos a la casa de mí jefa.

Toque la puerta, los niños  estaban ansiosos de conocer a Jhon el hijo de mí jefa, se escuchaba mucho ruido de niños y gente hablando, la puerta se abrió una mujer joven apareció para preguntarme quien era, le dije que Joan Swany  trabajaba con Miss Stone, la mujer me dejo pasar dándome la bienvenida y me pidió el regalo que traíamos para dejarlo en la mesa de regalos, la mujer se identificó como Paty la prima de Bety  mí jefa, había muchas mujeres caminando por la casa, Paty me dijo que su prima Bety estaba en la cocina que pasara para saludarla, los niños estaban en el jardín jugando, querían ir a jugar les dije que debíamos saludar a mí jefa, pero ellos se fueron corriendo al jardín, alcance a la cocina, al verme se limpio las manos y tuvo la excusa para salir de allí, me llevó a presentar con sus amigas y vecinas, había algunos hombres en el patio haciendo  carne asada frente a una hornilla, nos acercamos al vernos se voltearon, todos fijaron su mirada en mí, el primero que me presentó era el más alto de todos, era su tío jhon le ofrecí la mano, mis uñas aun seguían pintadas de color rosa, su tío dijo que mí jefa hablaba mucho de mí, yo le conteste que si eran cosas buenas todo estaba bien, no reimos y  luego me presentó con sus vecinos, todos me decían que les daba gusto en conocerme, por detrás de ellos estaba el hermano de mí jefa, que se llamaba Dick su mirada era diferente, el solo me dio su mano y me dijo que  ya me conocía, yo con extrañeza le pregunte en donde me conocía?,  el con un pequeña sonrisa  y los brazos cruzados me dijo que en el trabajo durante la últimas 4 semanas cuando todos los días pasaba enfrente de su oficina y lo distraía, todos  se rieron de la situación hasta mí jefa, Dick era el jefe administrativo de operaciones de entrega, yo lo único que dije era que me disculpara no era mí intención, mí jefa solo dijo que a ella también le pasaba lo mismo, todos se rieron,  el tió de mí jefa agrego un comentario: a Dick eso le pasa muy seguido, verdad Dick?—Dick se quedo callado por un memento y agrego: bueno realmente tenía tiempo que no me pasaba, pero creo que lo aprendí de ti no?—la conversación se tornó álgida pero el papá de Dick mantuvo la alegría y dijo: si es verdad, pero dejemos de hablar y dame una de esas grandes salchichas para la invitada—dick puso una grande salchicha en un plato y me la pasa, tome el plato y le dí una mordida, todos rieron por la cara que puse al morder la salchicha, estaba muy rica, mí jefa me pidió acompañarla para presentarme con su madre  en la sala, su madre era una mujer alegre y bien vestida, tomaba una cerveza, se parecia mucho a mí jefa, la salude con un beso en la mejilla y me pregunto como estaba su hija, si continuaba siendo mandona, yo con una sonrisa y alegría le dije que si, la señora dijo que no me preocupara que en el fondo era muy buena, entonces me contó que cuando era niña no le gustaba ponerse vesidos y la tenía que obligar a ponérselos para ir a misa, me reí de la situación por que mí jefa solo le dijo que dejara de estar molestándola, yo para salir de la pena de mí jefa dije: bueno para mí era al revez, yo siempre quise ponerme vestido y no me dejaban, siempre fui obediente y no me gustaba que se molestara mí padre, entonces la señora me pidió ayudarla a entregar las bebida y  los bocadillos, me dio una bandeja y comencé a repartir bebidas, mientras mí jefa se iba a la cocina para terminar los bocadillos que faltaban, estuve repartiendo las bebidas  hasta que llegaron los payasos y comenzó el espectáculo, los niños se divirtieron mucho, luego llegó el pastel y la abertura de regalos, los niños comenzaron a jugar con los juguetes y la fiesta se fue acabando poco a poco, estuve hablando con mí jefa sobre su hijo y de como conoció a su ex esposo, el era uno de los socios de la empresa y se había independizado, ahora vivía en otro país con su hijo, pero lo peor fue que ella comentió un error al salir con un amigo y no pudo quedarse con su hijo, yo escuchaba lo que decía, mirando a los ojos y tratando de entender lo que sintió en el momento que me explicaba la situación, solo volteaba a ratos para ver donde andaban mis hijos, ya eran amigos, cuando me toco hablar yo le explique lo que había pasado con mí esposa y como me sentía ahora, le explique que las vecinas me había confundido con ella, de como comencé las reuniones de catálogo con ayuda de Barbara, también le comenté como había conocido a Thelma y como me ayudo, ella con sinceridad me dijo que estaba sorprendida en la forma que había ido el primer día y de como supero cada prueba que me puso, de lo bien que me  había unificado a las compañeras, me confeso que jamás pensó que yo pudiera lograrlo y de lo feliz que estaba, pero ahora solo esperaba verme llegar para alegrar su día, en su comentario agrego que también su hermano le había dicho lo mismo, por que siempre traía una sonrisa en la cara a pesar de las dificultades del trabajo, entonces me sorprendió cuando dijo que deseaba que siguiera trabajando de esa manera,  yo no supe que contestar, solo me dijo que lo pensara al final de la navidades, ella me invitó a traer a los niños y pasarlas con su familia, yo acepte la invitación y durante ese tiempo descubrí que Dick le gustaba mucho Joan y deseaba llevar una relación con ella, yo con miedo y sorpresa acepte la invitación para una cena, mí jefa insistió y tuve que aceptar, durante el fin de año me invito a ir a la misa de gallo y cenar en mí casa, eso significaba que se tendría que quedar en mí casa en el sofá, al dia siguiente prepare el recalentado y vimos los partidos de futbol, durante todo ese tiempo descubri que me gustaba se mujer y no quería aceptarlo, entonces cuando regrese a trabajar con la ayuda de Thelma tenía un pequeño aumento de pechos y comencé mí cambio con una orchirectomia.



P:D.

Durante esas navidades, la cena  con Dick, la cena de nochebuena, Dick se acercó mucho a mí y no pude evitarlo, en la noche buena hicimos el amor, la pantivagina era fabulosa, el jamás se dio cuenta de que era plástica, jamás noto la diferencia,  hizo que mi experiencia fuera intensa y natural, al igual que mis pechos, eran fabulosos, les recomiendo ese producto, es excelente.



















viernes, 18 de noviembre de 2016

La perfecta asistente no existe se hace....



La perfecta asistente que no sabía que lo era.



(como me ayudo mi jefa y mi pareja a descubrirlo)
La nueva subgerente había entrado en lucha por el poder de la oficina, en poco tiempo era la nueva gerente y luchaba por ocupar el puesto de presidente divisional, yo solo era una pieza que ella manejaba, ella se había hecho mí amiga para obtener información del gerente para usarla en su contra, era un simple asistente administrativo con especialidad en finanzas que entrega reportes a los jefes, ahora que había obtenido el puesto de nuestro jefe, yo estaba en una buena posición frente a ella, yo le había ayudado a conseguirlo a cambio ella me había ofrecido aumento de sueldo, celular de la empresa, una nueva oficina y aumento de días de vacaciones, todo estuvo en tranquilidad mientras tomaba su nuevo puesto, una vez que teníamos controlado toda la división, entonces necesitaba a alguien que vigilara y le diera información del presidente divisional, pasó un mes donde había comenzado su estrategia para obtener el mayor cargo de la empresa para controlar las 5 divisiones de la empresa, lo único que impedía lograrlo era el mismo gerente divisional, pero con una astucia laboral se desechó de su asistente ejecutiva, ahora debería poner a alguien de confianza para lograrlo, antes de la fiesta de fin de año mandó llamar a 5 de sus principales operadoras, a cada una le informo que la había asignado a cada división para realizar una tarea específica y controlar la información que se enviaba al presidente divisional, todas aceptaron sin reclamar nada, el beneficio era obtener un buen puesto con mejor salario, en mí caso me dejó hasta el final, yo iba a ser la persona enviaría con el presidente divisional, varias de las compa-ñeras deseaban ese puesto y me extraño que ella pensara en mí para ese puesto, pero dio sus razones para que yo fuera su carta fuerte, en primer lugar sabía de finanzas y era el principal requisito para ocupar el puesto, el segundo tenía la experiencia de asistencia administrativa para ocupar el puesto, tercero mi personalidad era tranquila, sumisa, con sonrisa agradable, de cabello color arena, mí voz era extraña para ser hombre, por ser suave y aguda, mis movimientos eran un poco femeninos, sobre todo al sentarme para contestar el teléfono, yo no era ningún gay o algo parecido, tenía mí pareja que trabajaba como recepcionista, pero mí jefa me dio un últimatum para aceptar el cargo: o lo hacia o me iba de la empresa y solo tenía una semana antes de la fiesta, para demostrar que podía con el trabajo, la jefa explico frente a todas, que durante la próxima semana tendría que venir con el uniforme oficial de las asistentes administrativas para tomar las minutas de las reuniones, ella se encargaría de  hacerme ver bien frente al Presidente divisional, ella me daría solo el lunes para demostrarle que podía con el trabajo o sino me iba de la empresa, debía poner todo mí esfuerzo y dedicación para obtener ese puesto, no había otra salida, el crédito para el pequeño auto que compre, ella me había avalado para obtenerlo, también me había recomendado para rentar el pequeño apartamento a la mitad del camino de donde rentaba antes, los muebles también y la ropa que usaba, no tenía opción mas que ayudarla, el día viernes sería la fiesta de la empresa y la jefa haría para que pudiera hablar con él y entonces me ofreciera el puesto, solo tenía un fin de semana para lograr ser lo más fiel a la asistente que requería ella.
El día viernes al salir del trabajo le dije a mí pareja lo que tenía que hacer para ayudar a mí jefa, ella le pareció divertido y acepto ayudarme, ese día fuimos a comprar lo que necesitaría para ayudarme a que la asistente Ariel Swan pudiera aparecer, ella me prestaría sus uniformes, el día sábado mí pareja me enseño a desaparecer mí pene y lograr una vagina muy realista, al final del proceso sentía mucha comodidad, lo único que no podría hacer era pipí parado, porque si no me lastimaría, yo tenía uno pequeños pechos, pero con la ayuda de unos anexos de látex habíamos logrado alcanzar la misma talla 32c que tenía ella, solo fue cuestión de ajustar un poco sus bras para levantarlos un poco más para que se vieran más naturales y agradables.
Con una simple  pantaleta-faja mí cintura se redujo una talla y mis caderas aumentaron, se levantaron mis nalgas, de esa manera aparecieron unas dobles nalguitas cuando el resorte pasaba por en medio de ellas, a mí pareja le parecio gracioso que tuviera el mismo trasero que el de ella, yo no le creía y me hizo probarme su uniforme, me lo puse y descubrimos que yo tenía la cadera más ancha y más grasa en las nalgas, la falda de su uniforme lo probaba contundentemente, la blusa cerraba prefectamente aunque el botón se estiraba un poco más que cuando la traía ella, ella dijo que era cuestión de acostumbrarme, no tenía nada que temer, de esa manera me probé todos los uniformes, en todos cabía perfectamente, solo el día lunes se usaba pantalón y no podía evitar que se vieran mis dobles nalguitas, pero después de todo era parte del proceso de verme lo más fiel posible a una asistente de la compañía, de eso dependía la estabilidad de la relación.
Mí pareja se sorprendió de ver que podía caminar perfectamente en sus zapatos ejecutivos de 5 cm, pero me advirtió que no debía alegrarme por que debía aprender a usarlos todo el día, para eso me dio unos tips para descalcarme por momentos, todas las mujeres lo hacían de vez en cuando, pero ese día estuvo bien, pero al siguiente debía aprender a maquillarme por mí mismo, por que ella no estaría todo el tiempo para ayudarme, debía aprender a usar todas las brochas y productos para que mí cara luciera perfecta, bien maquillada y agradable, siempre me gustó  como mí pareja se maquillaba, ese día aprendí lo fácil que era y lo debía aprender para hacerlo igual que ella, ese día fue como su hermana menor; por la tarde para perder el miedo y darme confianza en mí nueva imagen, me invitó a ir al salón de belleza para que me pusieran extensiones a mí cabello, perfilaran mis cejas, arreglaran mis uñas y perforaran mis orejas, esa tarde después de 3 horas de trabajo, mí cabello lucia largo y natural, podía hacerme una cola de cabello o un chongo como lo hacia mí pareja, ella sabía hacer varios tipos de chongos y me los iba a enseñar en la semana, mis orejas lucían unos pequeños aretes de diamante de entrenamiento, mis dedos lucían femeninos con el color rosa en las uñas,  después fuimos a que mí pareja me comprara ropa interior y zapatos altos en color negro que combinaban con todos los uniformes, de esa manera mí cadera giraría más natural, el borde de  las faldas harían un péndulo perfecto.








Durante el tiempo que estuvimos en el centro comercial entrando a las tiendas, debimos subir por varias escaleras eléctricas, al principio subí sin temor, pero después de que mí pareja me hizo darme cuenta de que un tipo me había gravado con su cámara escondida en su portafolio, me asusnte un poco, pero ella me dijo que no tenía de que temer, eso era normal y debía acostumbrarme más si mis caderas eran grandes, usaba vestido corto y no usaba medias.
Ese día disfrute muchas cosas con mí pareja, me enseño a usar el baño de mujeres de la mejor forma: usándolo; también disfrute el volver a maquillar frente a un espejo, el comprar ropa interior y vestidos, el caminar por una calle llena de gente, el entrar a un bar y pedir cervezas.
Al día domingo me hizo practicar todas mis habilidades y olvidarme de como lo hacía, me dejo hacer el desayuno, lavar la ropa, limpiar el departamento, planchar y acomodar su ropa en los cajones, todo eso en tacones y falda de trabajo, también me hizo ir  a comprar la despensa y unas toallas femeninas, medias para el trabajo, mí propio maquillaje, cepillo y peine, un nuevo bolso a mí gusto, también debí ir a sacar efectivo del cajero y comprar una revista de  modas, regresarme en autobús, todo eso fue una prueba a mí mismo que podía  lograrlo y así lograr mantener mí trabajo, al principio del día mí pareja me había ordenado que ese día usaría un vestido corto de mezclilla, pero la convencí de usar pantalones, entonces me dejó usar sus pantalones sin bolsas,  al final del día me arrepentí de usarlos, lo mejor sería que por mí cadera grande usara siempre vestido, ese día había obtenido mucha confianza en mí.

El día lunes mí pareja se paró temprano y comenzó a darme ordenes de como hacer las cosas, yo bajo la promesa de que haría las cosas por mí mismo y de no contrariarla para no tener problemas con ella, hacía lo que me decía, eso era otra prueba para hacer bien mí trabajo bajo presión, sin ponerme nervioso y concentrarme en hacer varias cosas a la vez, solo tuve una hora para estar listo, aunque tenía el uniforme listo para salir, mí pareja me desarreglo e hizo uso del espejo, así que debí planchar el pantalón mientras ella se maquillaba, tenía menos tiempo para hacerlo, así que me apure lo más que pude, me concentre en maquillarme y ya no pude desayunar, solo tome el bolso nuevo, guarde las llaves, revise mí cartera y salimos rumbo al trabajo, lo único que me había ayudado fue en hacerme un chongo básico, estirando completamente mí cabello, muchas veces le vi hacerse el chongo ahora yo lo traía y no era tan agradable hacerlo si le lastiman el cuero cabelludo al estirar el cabello, aunque luciera perfecto y bien arreglado.
Mientras caminábamos a la parada de autobús, mí pareja me llamo la atención de que no había escogido correctamente la ropa íntima por que se me veían los bordes de las pantaletas, que debía ser más cuidadoso si no quería llamar la atención, pero quizás eso era lo que yo quería para impresionar a la jefa.
Trataba de caminar al mismo ritmo, pero eso hacia que mis pechos jugaran de un lado al otro y brincaran, era una nueva sensación y era parte del proceso.
Llegamos al edificio después de vivir la experiencia de viajar con mujeres que solo les importa llegar a su trabajo a tiempo y de tomarse del tubo con tacones altos.
Mí pareja inmediatamente se hizo cargo de la recepción y dejo que yo tomara el elevador para llegar a mí trabajo en el piso 41, mientras subia por el elevador la mayoría que viajaban en el eran mujeres, así que no importaba escuchar que el pene de un tipo era grueso y grande, además de que no durmió en toda la noche, eso era una exageración, pero quizás era real por terminar el comentario de que el pene era negro.
En el piso 41 debía pasar entre varias mujeres para bajar, así que con amabilidad les pedí pasar, pero ellas no se movían, solo había la opción de empujar, la respuesta que aprendí era que si lo hacia debía devolver el insulto: la estúpida eres tú por tener un trasero enorme, deja de comer camote, esa contestación la aprendí por medio de mí compañera Babe que también debía salir, yo con miedo trate de empujar lo menos posible, aunque sintiera la presión en mis mamás fingidas.
Salí atrás de Babe y escuche el insulto, había aprendido a no tener miedo a otras mujeres, todas son iguales y un insulto es bueno para defenderse, pase por un lado de ella para registrar mí asistencia en el reloj checador, Babe después de terminar de insultar levantando un dedo medio, camino atrás de mí, espero a que yo pasara mí tarjeta y descubrir que yo era Ariel Swan, Babe era la asistente que iría al departamento comercial y sabía de lo que iba hacer, se sorprendió de ver quien era, pero no dijo nada para no llamar la atención a las demás compañeras, solo me deseo buen día y me dijo que nos veríamos en la comida, yo con mí mejor voz le dije que si la veria en la comida, caminé rumbo a la oficina de la jefa para comenzar mí semana de trabajo bajo sus ordenes, se suponía que el escritorio frente a su oficina ahora sería mío y allí debía guardar mí bolso, encender la computadora y sentarme para comenzar a trabajar en los pendientes de la jefa, pero no me dejo sentarme, al verme salió de su oficina y me pidió tomar una libreta para seguirla rumbo al elevador, la alcance antes de cerrar el elevador, mientras subíamos me hizo apuntar las citas con subalternos que tenía para ese día, la reuniones directivas  y me dio una serie de reportes que debía hacer antes del día miércoles, me hizo anotar que las minutas las debía tener una hora después de la reunión, que no debía preguntar nada al menos que me hicieran una pregunta directa, mí lugar en las reuniones era una silla lo más alejada  de la mesa directiva, que si tenía alguna duda la anotara y en forma discreta se la llevara a su lugar, no debía masticar chicle, ni sentarme mal, ni cruzar las piernas, debía siempre mantener las piernas juntas y los tobillos uno detrás del otro, así sería aunque trajera pantalón, la jefa me dio una barrida con los ojos, sentí que algo estaba mal, pero no dijo nada, el elevador se abrió en el piso 50 y salió caminando rápidamente rumbo a la sala de juntas, el escritorio frente la oficina del sr. Keys, presidente divisional estaba vació, así que pasabamo directo a la sala, de inmediato la jefa abrió las ventilas, me ordenó limpiar la mesa de juntas y sillas, me ordenó limpiar la jarra de la cafetera y preparar café, lo hice y después puse tazas volteadas para que se sirvieran, solo me dio tiempo para hacer eso, cuando llegó el primer gerente divisional, luego el presidente divisional cuando estaba por servirle un café al primero, me ordenó darle también un café, después fueron llegando los demás y debía darles también su café, el azúcar se me acabo y debí buscar entre los cajones del mueble de la cafetera, serví un poco en la azucarera y continue sirviendo café, era difícil llevar la taza con tacones, pero me dio gusto  que podía hacerlo en forma discreta, mientras ellos hablaban de sus asuntos yo servía sin intervenir.
La junta comenzó yo me fui a sentar a mí lugar, miss Stone comenzó a leer la minuta anterior, aclarando el punto de que por falta de asistente, ella debió tomar la minuta, al final de los puntos a tratar, ella me presentó como su asistente que tomaría la minuta, la señorita Ariel Swan.
Estuve escribiendo los comentarios de cada gerente divisional, los conocía a todos y descubrí que la única mujer era mí jefa: Miss Stone, ella era muy enérgica con sus comentarios de   hacer algo por mejorar el proceso administrativo, en la parte financiera, ella se comprometió a entregar un análisis de la situación financiera comparada desde dos años atrás, al final de la junta me pidió que dijera los horario y días de las reuniones que tenían para esa semana con todos ellos.
La reunión terminó y espere a que mí jefa terminara de hablar con el presidente divisional, según la indicación debía esperar manteniendo mí mejor postura, con las manos al frente y las piernas juntas, una delante de la otra, así estuve hasta que con una severa mirada me indico que me fuera a esperarla afuera de la sala.

Cuando por fin terminó  tuve que caminar a su paso hacia el elevador, vi una ligera sonrisa y sin mirarme, me dijo que iba a pensar en mí para sustituir a su asistente, llegamos a nuestro piso y caminamos a la oficina, pero cuando pasábamos frente al baño entró mientras me comentaba que yo debía hacer ese reporte financiero y debía ir solicitar copias de la información al archivo en el sótano, debí entrar con ella, se suponía que debía entrar a uno cuando me ordenó hacerlo, lo hice y realmente si necesitaba hacer mí necesidad, tenía experiencia y no me dio miedo en usar el baño, cuando lo hice y salí para lavarme las manos, mí jefa observaba que su blusa estuviera bien abotonada, revisaba sus pechos, lo hacia con orgullo de tenerlos más grandes que los mios, ese día traía también pantalón en color negro y blusa rosa pálido, con saco de doble bolsa fingida, su cabello lo traía suelto, sus zapatos eran tipo nude de 10 cm, eso hacia que se viera más alta de lo que era.
Termine de lavarme las manos y comencé a revisarme el maquillaje como me había enseñado mí pareja, mí jefa sin fijarse en mí, salió del baño, la seguí a mí nuevo escritorio, sabía que debía hacer.
El día se me pasó muy rápido haciendo los trabajos de mí jefa, llevando café, no me alcanzó el tiempo para ir al archivo por la información para el reporte financiero, no había comido y estaba cansado, aun debía regresar en autobús a  nuestro departamento, mí pareja me espero y los dos caminamos para tomar el autobús, alcanzamos a varias compañeras y me presentó como su hermana, todas coincidieron que éramos muy parecidos, una chica me pregunto en que piso trabajaba, le dije que en el piso de la división cinco, ella estaba en la división tres conocía a miss Stone por que había sido su jefa, me comentó que ella había tenido una disilución amorosa y era el motivo de odiaba a los hombres.
Mientras hablábamos le gustaron mis aretes, le dije que eran de entrenamiento por que recién me había vuelto abrir mis agujeritos, ella me sonrió y me comentó que su hermana también se había hecho su agujeritos.
Nos despedimos de las compañeras cuando nos bajamos en nuestra parada de autobús, todas se despidieron de mí de beso en la mejilla, me dí cuenta de que mí pareja era una excelente amiga.
Le iba a dar la mano, pero lo mejor era que no lo hiciera, caminé a su lado mientras le decía como me había ido en el trabajo, ella me dijo que durante esa semana tendría que hacer de comer, así que pasamos a la tienda para comprar los alimento, bajo su supervisión tuve que escoger los mejores.
Mientras caminábamos por la tienda, mí pareja puso un paquete de taollas femeninas y un embase de benzal para el mal olor, pensé que ya le iba a bajar su regla, fuimos a las cajas y mientras esperábamos a pagar, mí pareja se puso a ver aretes y accesorios para cabello, puso varias piezas en el carrito, después de pagar salimos cargando las bolsas, yo llevaba las más pesadas, me dí cuenta de que cargarlas con tacones no era fácil, pero debía acostumbrase hacerlo.
Todo lo que pensé que había comprado para ella eran para mí y debía aprenderá usarlos.
Esa noche me tocó hacer la comida y prepararla las viandas para comer en el trabajo, estaba vez no quería dejar de comer, estaba totalmente comprometido con el papel que me tocaba jugar y debía mantenerme en mí trabajo, si eso significaba levantarme más temprano, viajar dos horas en autobús, trabajar 8 horas y dormir poco.
Al siguiente día tocaba llevar el uniforme en color verde, mí pareja uso el pantalón y a mí me tocaba usar la falda con medias obscuras, blusa blanca y chaleco, mí pareja agrego al atuendo una toalla femenina, todo era parte del acuerdo.
Esa mañana me desperté 20 minutos antes y pude bañarme tranquilamente, vestirme y maquillarme con tiempo de sobra, mí pareja no tuvo motivo para regañarme, pude tomar un poco de café, con un panque.
Había decidido usar mis zapatos nuevos de tacón alto para demostrar que estaba decidido a demostrar que no era difícil trabajar con esos tacones, si ella podía yo también podía, también si ella usaba toalla, yo también la usaría, si iba usar su perfume y su ropa también debía compartir sus toallas femeninas y debía cambiármela, cuando en mí celular me llegara un mensaje de ella.
Salimos de la casa debí pasa por las misma circunstancias del día anterior, el hecho de usar zapato más alto no implicaba que no pudiera viajar cómodamente.
Llegamos de la misma manera al trabajo, nos despedimos y volví a subir al elevador esta vez Babe me reconoció y me pregunto porque no había salido a comer?, le di la explicación de que tuve exceso de trabajo, ella me sonrio y me dijo que apenas me estaba acostumbrando, pero por lo que había escuchado lo había hecho bien para ser mí primer día, me alabo lo bien me veía, también me dijo que le gustaban mis aretes, me deseo un buen día y me rompiera una pierna, esta vez para salir nos quedamos cerca de la puerta, aunque nos empujaran para entrar, mientras subíamos hablamos de zapatos nuevos.
Pase asistencia y fui a mí escritorio, esta vez si me dio tiempo para guardar el bolso y la vianda de comida, como el día anterior tuve reunión matinal y debí hacer la minuta, esta vez sabía mis obligaciones y las desarrolle sin problemas, pero nuevamente mí jefa hizo que el presidente notara mí presencia cuando al final de la reunión mí jefa me pidió el favor de ir al archivo para conseguirle un expediente de un viejo proveedor, con alegría y resignación acepte la tarea, de todos modos debía ir para conseguir la información contable,  de la misma manera regresamos a la oficina pasando por el baño, esta vez el mensaje no me había llegado y solo revise que la toalla estuviera en su lugar.
Entonces bajo las ordenes de mí jefa debí hacer la minuta y después ir al archivo, solo tenía una hora antes de la comida para conseguir la información, pero no fue así nuevamente tuve que trabajar en el horario de comida, pero esta vez comí junto a los archiveros, en compañía del señor Jhon, el viejo archivador, su platica era muy amena, para el yo era una de las nuevas jovencitas que venía con muchas aspiraciones, realmente no me importa sentarme en el suelo a comer, aunque con sus precauciones debidas, traía falda y aunque me sentía cómodo, no podía dejar de cuidarme y sentarme lo más correctamente posible, sin dejar dudas de que no era mujer.
Con la ayuda del sr. Jhon pude encontrar lo que me solicitaban, aunque yo debí subirme en una escalera y bajarla, el sr.Jhon me ayudo a encontrarla.
Subí con todos los expedientes encima y comencé mí trabajo, pero mí jefa me ordenó llevarle la información al presidente divisional, pero antes me pidió otro café y un panecillo que debí ir a comprar hasta la maquina expendedora, regrese y antes de tomar el expediente, mí jefa me llamó para decirme que debía quitarme el chaleco e irme a dejar los expedientes, debía hacer lo que me pedía, con extrañeza lo hice, mí brasiere se podía ver por debajo de la delgada blusa de mí pareja.

Pero debía hacerlo tome el expediente lo puse enfrente de mí pecho y fui hacer mí tarea, era penoso, pero debía obedecer si quería mantener mí trabajo.
Llegue hasta la puerta de la oficina pero antes de entrar revise que el botón de la falda no estuviera suelto, los zapatos limpios, las medias sin corrimientos, el cabello en su lugar. Todo estaba bien, toque y espere el aviso para pasar, escuche un leve “adelante”,  respire, me acomode los lentes  y pase. El Sr. Keys, leía uno de los reportes que había entregado el día anterior a mí jefa.
Al verme parado en el puerta, me pidió pasar y sentarme para darle el expediente, hice como me lo pidió y de la forma correcta con las piernas juntas le entregue el expediente, el Sr. Keys con agrado comenzó a checar el expediente, eso era lo que necesitaba, entonces me iba a parar y el sr. Keys, me pidió quedarme para hablar conmigo para conocerme un poco, con calma espere a que el hablara, la primera pregunta que me hizo fue si tenía novio, me extraño un poco y le dije que vivía con mí hermana, el pareció agradarle mí respuesta, me interrogo sobre por que me gustaba mí trabajo, con detalle le explique realmente me gustaba ayudar a los demás y que las cosas salieran bien a la primera, le dije que desde “pequeña” siempre había tratado de cumplir con lo que me pedían, le dije una vez mí padre me castigo por no cumplir con mis responsabilidad y no ser cuidadosa con mí tarea, desde esa vez jamás me gustaba dejar nada a medias, eso parecio agradarle y me dijo que había observado cuando servía el café lo hacia con mucho cuidado y no me gustaba que la mesa estuviera tirada la azúcar, vio que antes de irme había dejado la azucarera bien llena, también observo que trataba de que mí saco estuviera bien abotonado y el pantalón sin mancha, también se fijo que me importaba mucho que mis zapatos estuvieran limpios.
Sentí pena por lo que decía, pero era verdad siempre era muy cuidados con mí apariencia.
Con una sonrisa me explico que miss Stone me estaba promoviendo para ser su asistente y que lo estaba pensando con otras dos personas que tenían experiencia, esas personas eran Babe y Carol, las otras dos compañeras que eran incondicionales a nuestra jefa, así que sabía que tendría ese trabajo que tanto deseaba y que mí jefa había logrado que tuviera las cualidades necesarias para lograrlo, le agradecí por fijarse en mí y si me escogía le dije que no iba a defraudarlo, entonces me dijo que el día viernes de la fiesta de la empresa diría quien sería su asistente. Le agradecí nuevamente y salí de la oficina después de ofrecerle mí mano con las uñas pintadas de rosa.
Cuando salí de la oficina me dí cuenta de que el primer botón de mí blusa estaba a punto de soltarse.
Me daba gusto que todo mí esfuerzo valia la pena, los siguientes días hice mí trabajo como me decía mí jefa, sin equivocaciones, cuando fui a llevarle el reporte financiero el día miércoles el sabía que yo lo había hecho,  me hizo preguntas muy técnicas sobre el reporte todas pude resolverlas, sin titubiar, ese día era de uniforme azul con saco, la falda era más corta que las demás, mí pareja me había  hecho usar pantaletas rojas con medias  transparentes y mí jefa nuevamente me quito el saco para ir solo con la blusa, además traía la toalla femenina y realmente me sentía incómodo, pero afronte el miedo y pude sobre pasar la prueba, el presidente divisional el sr. Keys me felicito por excelente trabajo y me confirmó que yo sería su asistente solo faltaba que viera la forma en que me comportaba para atender a personas importantes, en la fiesta de la empresa había invitado a un político y otras personas, yo iba atenderlas, además yo iba a coordinar el programa del evento.
 
Eso si era una verdadera prueba, sería el centro de la atención y debía hablar con el micrófono, debía usar vestido de noche y caminar con tacón alto frente a todos.
Faltaba una semana para el evento y debía ocupar el puesto el próximo lunes, tomar cargo de todos los asuntos pendientes, lo único que faltaba si quería lograr el puesto era aumentarme los pechos para lucir el vestido de noche, así que con la ayuda de mí jefa lo hice en ese fin de semana lo hice, de esa manera comencé a ser la linda asistente ejecutiva del presidente divisional.
Pero lo último que me faltaba por aprender era como satisfacer a un hombre, pero con la ayuda de ellas lo aprendí fácilmente comiendo paletas de hielo y platanos.
La noche de la fiesta la disfrute mucho y me olvide de lo que fui y me concentre en ser lo que era y cumplir fielmente con mí trabajo.






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