viernes, 18 de noviembre de 2016

La perfecta asistente no existe se hace....



La perfecta asistente que no sabía que lo era.



(como me ayudo mi jefa y mi pareja a descubrirlo)
La nueva subgerente había entrado en lucha por el poder de la oficina, en poco tiempo era la nueva gerente y luchaba por ocupar el puesto de presidente divisional, yo solo era una pieza que ella manejaba, ella se había hecho mí amiga para obtener información del gerente para usarla en su contra, era un simple asistente administrativo con especialidad en finanzas que entrega reportes a los jefes, ahora que había obtenido el puesto de nuestro jefe, yo estaba en una buena posición frente a ella, yo le había ayudado a conseguirlo a cambio ella me había ofrecido aumento de sueldo, celular de la empresa, una nueva oficina y aumento de días de vacaciones, todo estuvo en tranquilidad mientras tomaba su nuevo puesto, una vez que teníamos controlado toda la división, entonces necesitaba a alguien que vigilara y le diera información del presidente divisional, pasó un mes donde había comenzado su estrategia para obtener el mayor cargo de la empresa para controlar las 5 divisiones de la empresa, lo único que impedía lograrlo era el mismo gerente divisional, pero con una astucia laboral se desechó de su asistente ejecutiva, ahora debería poner a alguien de confianza para lograrlo, antes de la fiesta de fin de año mandó llamar a 5 de sus principales operadoras, a cada una le informo que la había asignado a cada división para realizar una tarea específica y controlar la información que se enviaba al presidente divisional, todas aceptaron sin reclamar nada, el beneficio era obtener un buen puesto con mejor salario, en mí caso me dejó hasta el final, yo iba a ser la persona enviaría con el presidente divisional, varias de las compa-ñeras deseaban ese puesto y me extraño que ella pensara en mí para ese puesto, pero dio sus razones para que yo fuera su carta fuerte, en primer lugar sabía de finanzas y era el principal requisito para ocupar el puesto, el segundo tenía la experiencia de asistencia administrativa para ocupar el puesto, tercero mi personalidad era tranquila, sumisa, con sonrisa agradable, de cabello color arena, mí voz era extraña para ser hombre, por ser suave y aguda, mis movimientos eran un poco femeninos, sobre todo al sentarme para contestar el teléfono, yo no era ningún gay o algo parecido, tenía mí pareja que trabajaba como recepcionista, pero mí jefa me dio un últimatum para aceptar el cargo: o lo hacia o me iba de la empresa y solo tenía una semana antes de la fiesta, para demostrar que podía con el trabajo, la jefa explico frente a todas, que durante la próxima semana tendría que venir con el uniforme oficial de las asistentes administrativas para tomar las minutas de las reuniones, ella se encargaría de  hacerme ver bien frente al Presidente divisional, ella me daría solo el lunes para demostrarle que podía con el trabajo o sino me iba de la empresa, debía poner todo mí esfuerzo y dedicación para obtener ese puesto, no había otra salida, el crédito para el pequeño auto que compre, ella me había avalado para obtenerlo, también me había recomendado para rentar el pequeño apartamento a la mitad del camino de donde rentaba antes, los muebles también y la ropa que usaba, no tenía opción mas que ayudarla, el día viernes sería la fiesta de la empresa y la jefa haría para que pudiera hablar con él y entonces me ofreciera el puesto, solo tenía un fin de semana para lograr ser lo más fiel a la asistente que requería ella.
El día viernes al salir del trabajo le dije a mí pareja lo que tenía que hacer para ayudar a mí jefa, ella le pareció divertido y acepto ayudarme, ese día fuimos a comprar lo que necesitaría para ayudarme a que la asistente Ariel Swan pudiera aparecer, ella me prestaría sus uniformes, el día sábado mí pareja me enseño a desaparecer mí pene y lograr una vagina muy realista, al final del proceso sentía mucha comodidad, lo único que no podría hacer era pipí parado, porque si no me lastimaría, yo tenía uno pequeños pechos, pero con la ayuda de unos anexos de látex habíamos logrado alcanzar la misma talla 32c que tenía ella, solo fue cuestión de ajustar un poco sus bras para levantarlos un poco más para que se vieran más naturales y agradables.
Con una simple  pantaleta-faja mí cintura se redujo una talla y mis caderas aumentaron, se levantaron mis nalgas, de esa manera aparecieron unas dobles nalguitas cuando el resorte pasaba por en medio de ellas, a mí pareja le parecio gracioso que tuviera el mismo trasero que el de ella, yo no le creía y me hizo probarme su uniforme, me lo puse y descubrimos que yo tenía la cadera más ancha y más grasa en las nalgas, la falda de su uniforme lo probaba contundentemente, la blusa cerraba prefectamente aunque el botón se estiraba un poco más que cuando la traía ella, ella dijo que era cuestión de acostumbrarme, no tenía nada que temer, de esa manera me probé todos los uniformes, en todos cabía perfectamente, solo el día lunes se usaba pantalón y no podía evitar que se vieran mis dobles nalguitas, pero después de todo era parte del proceso de verme lo más fiel posible a una asistente de la compañía, de eso dependía la estabilidad de la relación.
Mí pareja se sorprendió de ver que podía caminar perfectamente en sus zapatos ejecutivos de 5 cm, pero me advirtió que no debía alegrarme por que debía aprender a usarlos todo el día, para eso me dio unos tips para descalcarme por momentos, todas las mujeres lo hacían de vez en cuando, pero ese día estuvo bien, pero al siguiente debía aprender a maquillarme por mí mismo, por que ella no estaría todo el tiempo para ayudarme, debía aprender a usar todas las brochas y productos para que mí cara luciera perfecta, bien maquillada y agradable, siempre me gustó  como mí pareja se maquillaba, ese día aprendí lo fácil que era y lo debía aprender para hacerlo igual que ella, ese día fue como su hermana menor; por la tarde para perder el miedo y darme confianza en mí nueva imagen, me invitó a ir al salón de belleza para que me pusieran extensiones a mí cabello, perfilaran mis cejas, arreglaran mis uñas y perforaran mis orejas, esa tarde después de 3 horas de trabajo, mí cabello lucia largo y natural, podía hacerme una cola de cabello o un chongo como lo hacia mí pareja, ella sabía hacer varios tipos de chongos y me los iba a enseñar en la semana, mis orejas lucían unos pequeños aretes de diamante de entrenamiento, mis dedos lucían femeninos con el color rosa en las uñas,  después fuimos a que mí pareja me comprara ropa interior y zapatos altos en color negro que combinaban con todos los uniformes, de esa manera mí cadera giraría más natural, el borde de  las faldas harían un péndulo perfecto.








Durante el tiempo que estuvimos en el centro comercial entrando a las tiendas, debimos subir por varias escaleras eléctricas, al principio subí sin temor, pero después de que mí pareja me hizo darme cuenta de que un tipo me había gravado con su cámara escondida en su portafolio, me asusnte un poco, pero ella me dijo que no tenía de que temer, eso era normal y debía acostumbrarme más si mis caderas eran grandes, usaba vestido corto y no usaba medias.
Ese día disfrute muchas cosas con mí pareja, me enseño a usar el baño de mujeres de la mejor forma: usándolo; también disfrute el volver a maquillar frente a un espejo, el comprar ropa interior y vestidos, el caminar por una calle llena de gente, el entrar a un bar y pedir cervezas.
Al día domingo me hizo practicar todas mis habilidades y olvidarme de como lo hacía, me dejo hacer el desayuno, lavar la ropa, limpiar el departamento, planchar y acomodar su ropa en los cajones, todo eso en tacones y falda de trabajo, también me hizo ir  a comprar la despensa y unas toallas femeninas, medias para el trabajo, mí propio maquillaje, cepillo y peine, un nuevo bolso a mí gusto, también debí ir a sacar efectivo del cajero y comprar una revista de  modas, regresarme en autobús, todo eso fue una prueba a mí mismo que podía  lograrlo y así lograr mantener mí trabajo, al principio del día mí pareja me había ordenado que ese día usaría un vestido corto de mezclilla, pero la convencí de usar pantalones, entonces me dejó usar sus pantalones sin bolsas,  al final del día me arrepentí de usarlos, lo mejor sería que por mí cadera grande usara siempre vestido, ese día había obtenido mucha confianza en mí.

El día lunes mí pareja se paró temprano y comenzó a darme ordenes de como hacer las cosas, yo bajo la promesa de que haría las cosas por mí mismo y de no contrariarla para no tener problemas con ella, hacía lo que me decía, eso era otra prueba para hacer bien mí trabajo bajo presión, sin ponerme nervioso y concentrarme en hacer varias cosas a la vez, solo tuve una hora para estar listo, aunque tenía el uniforme listo para salir, mí pareja me desarreglo e hizo uso del espejo, así que debí planchar el pantalón mientras ella se maquillaba, tenía menos tiempo para hacerlo, así que me apure lo más que pude, me concentre en maquillarme y ya no pude desayunar, solo tome el bolso nuevo, guarde las llaves, revise mí cartera y salimos rumbo al trabajo, lo único que me había ayudado fue en hacerme un chongo básico, estirando completamente mí cabello, muchas veces le vi hacerse el chongo ahora yo lo traía y no era tan agradable hacerlo si le lastiman el cuero cabelludo al estirar el cabello, aunque luciera perfecto y bien arreglado.
Mientras caminábamos a la parada de autobús, mí pareja me llamo la atención de que no había escogido correctamente la ropa íntima por que se me veían los bordes de las pantaletas, que debía ser más cuidadoso si no quería llamar la atención, pero quizás eso era lo que yo quería para impresionar a la jefa.
Trataba de caminar al mismo ritmo, pero eso hacia que mis pechos jugaran de un lado al otro y brincaran, era una nueva sensación y era parte del proceso.
Llegamos al edificio después de vivir la experiencia de viajar con mujeres que solo les importa llegar a su trabajo a tiempo y de tomarse del tubo con tacones altos.
Mí pareja inmediatamente se hizo cargo de la recepción y dejo que yo tomara el elevador para llegar a mí trabajo en el piso 41, mientras subia por el elevador la mayoría que viajaban en el eran mujeres, así que no importaba escuchar que el pene de un tipo era grueso y grande, además de que no durmió en toda la noche, eso era una exageración, pero quizás era real por terminar el comentario de que el pene era negro.
En el piso 41 debía pasar entre varias mujeres para bajar, así que con amabilidad les pedí pasar, pero ellas no se movían, solo había la opción de empujar, la respuesta que aprendí era que si lo hacia debía devolver el insulto: la estúpida eres tú por tener un trasero enorme, deja de comer camote, esa contestación la aprendí por medio de mí compañera Babe que también debía salir, yo con miedo trate de empujar lo menos posible, aunque sintiera la presión en mis mamás fingidas.
Salí atrás de Babe y escuche el insulto, había aprendido a no tener miedo a otras mujeres, todas son iguales y un insulto es bueno para defenderse, pase por un lado de ella para registrar mí asistencia en el reloj checador, Babe después de terminar de insultar levantando un dedo medio, camino atrás de mí, espero a que yo pasara mí tarjeta y descubrir que yo era Ariel Swan, Babe era la asistente que iría al departamento comercial y sabía de lo que iba hacer, se sorprendió de ver quien era, pero no dijo nada para no llamar la atención a las demás compañeras, solo me deseo buen día y me dijo que nos veríamos en la comida, yo con mí mejor voz le dije que si la veria en la comida, caminé rumbo a la oficina de la jefa para comenzar mí semana de trabajo bajo sus ordenes, se suponía que el escritorio frente a su oficina ahora sería mío y allí debía guardar mí bolso, encender la computadora y sentarme para comenzar a trabajar en los pendientes de la jefa, pero no me dejo sentarme, al verme salió de su oficina y me pidió tomar una libreta para seguirla rumbo al elevador, la alcance antes de cerrar el elevador, mientras subíamos me hizo apuntar las citas con subalternos que tenía para ese día, la reuniones directivas  y me dio una serie de reportes que debía hacer antes del día miércoles, me hizo anotar que las minutas las debía tener una hora después de la reunión, que no debía preguntar nada al menos que me hicieran una pregunta directa, mí lugar en las reuniones era una silla lo más alejada  de la mesa directiva, que si tenía alguna duda la anotara y en forma discreta se la llevara a su lugar, no debía masticar chicle, ni sentarme mal, ni cruzar las piernas, debía siempre mantener las piernas juntas y los tobillos uno detrás del otro, así sería aunque trajera pantalón, la jefa me dio una barrida con los ojos, sentí que algo estaba mal, pero no dijo nada, el elevador se abrió en el piso 50 y salió caminando rápidamente rumbo a la sala de juntas, el escritorio frente la oficina del sr. Keys, presidente divisional estaba vació, así que pasabamo directo a la sala, de inmediato la jefa abrió las ventilas, me ordenó limpiar la mesa de juntas y sillas, me ordenó limpiar la jarra de la cafetera y preparar café, lo hice y después puse tazas volteadas para que se sirvieran, solo me dio tiempo para hacer eso, cuando llegó el primer gerente divisional, luego el presidente divisional cuando estaba por servirle un café al primero, me ordenó darle también un café, después fueron llegando los demás y debía darles también su café, el azúcar se me acabo y debí buscar entre los cajones del mueble de la cafetera, serví un poco en la azucarera y continue sirviendo café, era difícil llevar la taza con tacones, pero me dio gusto  que podía hacerlo en forma discreta, mientras ellos hablaban de sus asuntos yo servía sin intervenir.
La junta comenzó yo me fui a sentar a mí lugar, miss Stone comenzó a leer la minuta anterior, aclarando el punto de que por falta de asistente, ella debió tomar la minuta, al final de los puntos a tratar, ella me presentó como su asistente que tomaría la minuta, la señorita Ariel Swan.
Estuve escribiendo los comentarios de cada gerente divisional, los conocía a todos y descubrí que la única mujer era mí jefa: Miss Stone, ella era muy enérgica con sus comentarios de   hacer algo por mejorar el proceso administrativo, en la parte financiera, ella se comprometió a entregar un análisis de la situación financiera comparada desde dos años atrás, al final de la junta me pidió que dijera los horario y días de las reuniones que tenían para esa semana con todos ellos.
La reunión terminó y espere a que mí jefa terminara de hablar con el presidente divisional, según la indicación debía esperar manteniendo mí mejor postura, con las manos al frente y las piernas juntas, una delante de la otra, así estuve hasta que con una severa mirada me indico que me fuera a esperarla afuera de la sala.

Cuando por fin terminó  tuve que caminar a su paso hacia el elevador, vi una ligera sonrisa y sin mirarme, me dijo que iba a pensar en mí para sustituir a su asistente, llegamos a nuestro piso y caminamos a la oficina, pero cuando pasábamos frente al baño entró mientras me comentaba que yo debía hacer ese reporte financiero y debía ir solicitar copias de la información al archivo en el sótano, debí entrar con ella, se suponía que debía entrar a uno cuando me ordenó hacerlo, lo hice y realmente si necesitaba hacer mí necesidad, tenía experiencia y no me dio miedo en usar el baño, cuando lo hice y salí para lavarme las manos, mí jefa observaba que su blusa estuviera bien abotonada, revisaba sus pechos, lo hacia con orgullo de tenerlos más grandes que los mios, ese día traía también pantalón en color negro y blusa rosa pálido, con saco de doble bolsa fingida, su cabello lo traía suelto, sus zapatos eran tipo nude de 10 cm, eso hacia que se viera más alta de lo que era.
Termine de lavarme las manos y comencé a revisarme el maquillaje como me había enseñado mí pareja, mí jefa sin fijarse en mí, salió del baño, la seguí a mí nuevo escritorio, sabía que debía hacer.
El día se me pasó muy rápido haciendo los trabajos de mí jefa, llevando café, no me alcanzó el tiempo para ir al archivo por la información para el reporte financiero, no había comido y estaba cansado, aun debía regresar en autobús a  nuestro departamento, mí pareja me espero y los dos caminamos para tomar el autobús, alcanzamos a varias compañeras y me presentó como su hermana, todas coincidieron que éramos muy parecidos, una chica me pregunto en que piso trabajaba, le dije que en el piso de la división cinco, ella estaba en la división tres conocía a miss Stone por que había sido su jefa, me comentó que ella había tenido una disilución amorosa y era el motivo de odiaba a los hombres.
Mientras hablábamos le gustaron mis aretes, le dije que eran de entrenamiento por que recién me había vuelto abrir mis agujeritos, ella me sonrió y me comentó que su hermana también se había hecho su agujeritos.
Nos despedimos de las compañeras cuando nos bajamos en nuestra parada de autobús, todas se despidieron de mí de beso en la mejilla, me dí cuenta de que mí pareja era una excelente amiga.
Le iba a dar la mano, pero lo mejor era que no lo hiciera, caminé a su lado mientras le decía como me había ido en el trabajo, ella me dijo que durante esa semana tendría que hacer de comer, así que pasamos a la tienda para comprar los alimento, bajo su supervisión tuve que escoger los mejores.
Mientras caminábamos por la tienda, mí pareja puso un paquete de taollas femeninas y un embase de benzal para el mal olor, pensé que ya le iba a bajar su regla, fuimos a las cajas y mientras esperábamos a pagar, mí pareja se puso a ver aretes y accesorios para cabello, puso varias piezas en el carrito, después de pagar salimos cargando las bolsas, yo llevaba las más pesadas, me dí cuenta de que cargarlas con tacones no era fácil, pero debía acostumbrase hacerlo.
Todo lo que pensé que había comprado para ella eran para mí y debía aprenderá usarlos.
Esa noche me tocó hacer la comida y prepararla las viandas para comer en el trabajo, estaba vez no quería dejar de comer, estaba totalmente comprometido con el papel que me tocaba jugar y debía mantenerme en mí trabajo, si eso significaba levantarme más temprano, viajar dos horas en autobús, trabajar 8 horas y dormir poco.
Al siguiente día tocaba llevar el uniforme en color verde, mí pareja uso el pantalón y a mí me tocaba usar la falda con medias obscuras, blusa blanca y chaleco, mí pareja agrego al atuendo una toalla femenina, todo era parte del acuerdo.
Esa mañana me desperté 20 minutos antes y pude bañarme tranquilamente, vestirme y maquillarme con tiempo de sobra, mí pareja no tuvo motivo para regañarme, pude tomar un poco de café, con un panque.
Había decidido usar mis zapatos nuevos de tacón alto para demostrar que estaba decidido a demostrar que no era difícil trabajar con esos tacones, si ella podía yo también podía, también si ella usaba toalla, yo también la usaría, si iba usar su perfume y su ropa también debía compartir sus toallas femeninas y debía cambiármela, cuando en mí celular me llegara un mensaje de ella.
Salimos de la casa debí pasa por las misma circunstancias del día anterior, el hecho de usar zapato más alto no implicaba que no pudiera viajar cómodamente.
Llegamos de la misma manera al trabajo, nos despedimos y volví a subir al elevador esta vez Babe me reconoció y me pregunto porque no había salido a comer?, le di la explicación de que tuve exceso de trabajo, ella me sonrio y me dijo que apenas me estaba acostumbrando, pero por lo que había escuchado lo había hecho bien para ser mí primer día, me alabo lo bien me veía, también me dijo que le gustaban mis aretes, me deseo un buen día y me rompiera una pierna, esta vez para salir nos quedamos cerca de la puerta, aunque nos empujaran para entrar, mientras subíamos hablamos de zapatos nuevos.
Pase asistencia y fui a mí escritorio, esta vez si me dio tiempo para guardar el bolso y la vianda de comida, como el día anterior tuve reunión matinal y debí hacer la minuta, esta vez sabía mis obligaciones y las desarrolle sin problemas, pero nuevamente mí jefa hizo que el presidente notara mí presencia cuando al final de la reunión mí jefa me pidió el favor de ir al archivo para conseguirle un expediente de un viejo proveedor, con alegría y resignación acepte la tarea, de todos modos debía ir para conseguir la información contable,  de la misma manera regresamos a la oficina pasando por el baño, esta vez el mensaje no me había llegado y solo revise que la toalla estuviera en su lugar.
Entonces bajo las ordenes de mí jefa debí hacer la minuta y después ir al archivo, solo tenía una hora antes de la comida para conseguir la información, pero no fue así nuevamente tuve que trabajar en el horario de comida, pero esta vez comí junto a los archiveros, en compañía del señor Jhon, el viejo archivador, su platica era muy amena, para el yo era una de las nuevas jovencitas que venía con muchas aspiraciones, realmente no me importa sentarme en el suelo a comer, aunque con sus precauciones debidas, traía falda y aunque me sentía cómodo, no podía dejar de cuidarme y sentarme lo más correctamente posible, sin dejar dudas de que no era mujer.
Con la ayuda del sr. Jhon pude encontrar lo que me solicitaban, aunque yo debí subirme en una escalera y bajarla, el sr.Jhon me ayudo a encontrarla.
Subí con todos los expedientes encima y comencé mí trabajo, pero mí jefa me ordenó llevarle la información al presidente divisional, pero antes me pidió otro café y un panecillo que debí ir a comprar hasta la maquina expendedora, regrese y antes de tomar el expediente, mí jefa me llamó para decirme que debía quitarme el chaleco e irme a dejar los expedientes, debía hacer lo que me pedía, con extrañeza lo hice, mí brasiere se podía ver por debajo de la delgada blusa de mí pareja.

Pero debía hacerlo tome el expediente lo puse enfrente de mí pecho y fui hacer mí tarea, era penoso, pero debía obedecer si quería mantener mí trabajo.
Llegue hasta la puerta de la oficina pero antes de entrar revise que el botón de la falda no estuviera suelto, los zapatos limpios, las medias sin corrimientos, el cabello en su lugar. Todo estaba bien, toque y espere el aviso para pasar, escuche un leve “adelante”,  respire, me acomode los lentes  y pase. El Sr. Keys, leía uno de los reportes que había entregado el día anterior a mí jefa.
Al verme parado en el puerta, me pidió pasar y sentarme para darle el expediente, hice como me lo pidió y de la forma correcta con las piernas juntas le entregue el expediente, el Sr. Keys con agrado comenzó a checar el expediente, eso era lo que necesitaba, entonces me iba a parar y el sr. Keys, me pidió quedarme para hablar conmigo para conocerme un poco, con calma espere a que el hablara, la primera pregunta que me hizo fue si tenía novio, me extraño un poco y le dije que vivía con mí hermana, el pareció agradarle mí respuesta, me interrogo sobre por que me gustaba mí trabajo, con detalle le explique realmente me gustaba ayudar a los demás y que las cosas salieran bien a la primera, le dije que desde “pequeña” siempre había tratado de cumplir con lo que me pedían, le dije una vez mí padre me castigo por no cumplir con mis responsabilidad y no ser cuidadosa con mí tarea, desde esa vez jamás me gustaba dejar nada a medias, eso parecio agradarle y me dijo que había observado cuando servía el café lo hacia con mucho cuidado y no me gustaba que la mesa estuviera tirada la azúcar, vio que antes de irme había dejado la azucarera bien llena, también observo que trataba de que mí saco estuviera bien abotonado y el pantalón sin mancha, también se fijo que me importaba mucho que mis zapatos estuvieran limpios.
Sentí pena por lo que decía, pero era verdad siempre era muy cuidados con mí apariencia.
Con una sonrisa me explico que miss Stone me estaba promoviendo para ser su asistente y que lo estaba pensando con otras dos personas que tenían experiencia, esas personas eran Babe y Carol, las otras dos compañeras que eran incondicionales a nuestra jefa, así que sabía que tendría ese trabajo que tanto deseaba y que mí jefa había logrado que tuviera las cualidades necesarias para lograrlo, le agradecí por fijarse en mí y si me escogía le dije que no iba a defraudarlo, entonces me dijo que el día viernes de la fiesta de la empresa diría quien sería su asistente. Le agradecí nuevamente y salí de la oficina después de ofrecerle mí mano con las uñas pintadas de rosa.
Cuando salí de la oficina me dí cuenta de que el primer botón de mí blusa estaba a punto de soltarse.
Me daba gusto que todo mí esfuerzo valia la pena, los siguientes días hice mí trabajo como me decía mí jefa, sin equivocaciones, cuando fui a llevarle el reporte financiero el día miércoles el sabía que yo lo había hecho,  me hizo preguntas muy técnicas sobre el reporte todas pude resolverlas, sin titubiar, ese día era de uniforme azul con saco, la falda era más corta que las demás, mí pareja me había  hecho usar pantaletas rojas con medias  transparentes y mí jefa nuevamente me quito el saco para ir solo con la blusa, además traía la toalla femenina y realmente me sentía incómodo, pero afronte el miedo y pude sobre pasar la prueba, el presidente divisional el sr. Keys me felicito por excelente trabajo y me confirmó que yo sería su asistente solo faltaba que viera la forma en que me comportaba para atender a personas importantes, en la fiesta de la empresa había invitado a un político y otras personas, yo iba atenderlas, además yo iba a coordinar el programa del evento.
 
Eso si era una verdadera prueba, sería el centro de la atención y debía hablar con el micrófono, debía usar vestido de noche y caminar con tacón alto frente a todos.
Faltaba una semana para el evento y debía ocupar el puesto el próximo lunes, tomar cargo de todos los asuntos pendientes, lo único que faltaba si quería lograr el puesto era aumentarme los pechos para lucir el vestido de noche, así que con la ayuda de mí jefa lo hice en ese fin de semana lo hice, de esa manera comencé a ser la linda asistente ejecutiva del presidente divisional.
Pero lo último que me faltaba por aprender era como satisfacer a un hombre, pero con la ayuda de ellas lo aprendí fácilmente comiendo paletas de hielo y platanos.
La noche de la fiesta la disfrute mucho y me olvide de lo que fui y me concentre en ser lo que era y cumplir fielmente con mí trabajo.






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