LA ASISTENTE PERFECTA NO EXISTE SE HACE....
No si estuvo planeado o no, pero solo tenía 6 meses
trabajando, nuestra jefa tenía un mal carácter y tenía remedio, todos los días
corría alguien o le aventaba su trabajo fuera de la oficina para que lo
volviera hacer, lo extraño era que durante ese tiempo jamás me había regañado o
dicho una mala palabra, todo era amabilidad conmigo, muchas compañeras tenía
envidia por la forma de hacer mí trabajo con los detalles, me llevaba un poco
de más tiempo revisando, pero eso me hacia no tener errores, pero las
compañeras me tenía recelo, yo trataba de no llamar la atención y solo hacer mí
trabajo, no interactuar con ellas y hablar lo menos posible.
Era un chico regordete que solo tenía 24 años y era mí
primer trabajo, pero las oportunidades eran muchas al trabajar en esa empresa,
según una revista de negocios, era la mejor para comenzar a trabajar, pero
después de 6 meses no sabia, si había sido una buena decisión.
Una mañana lluviosa llegue más temprano que las demás y casi
no me había mojado, las demás compañeras llegaron empapadas y con sus zapatos
mojados, por un momento me levante para ir por un café y regrese a mí lugar,
nadie había notado que lo hice,
Estuve sentado en mí lugar hasta la hora de la comida, intente
moverme pero estaba pegado a mí silla y mis zapatos al piso, hice un movimiento
fuerte para despegarme, pero lo único que provoque fue que toda mí ropa se me
desprendiera de una sola vez, escuche muchas risas detrás de mí, estaban todas
las compañeras tomando fotos y riéndose de mí, mí piel era muy delicada y no me
gustaba usar ropa interior, así que todas tenían motivos para reírse de mí
enorme trasero, me tape con folders y salí corriendo al baño, pero estaba
cerrado, todas las mujeres de la oficina se reian de mí piel de niña, entonces
vi abierta la bodega de los archivos y donde estaba la fotocopiadora.
Entre corriendo y puse una silla para evitar que alguien más
entrara, por momento sentí alivio, me senté en la silla que atoraba la puerta, cerré los ojos y comencé a tomar aire, pero
escuche una voz que decía: no te preocupes ya estas a salvo!!—abrí los ojos y
ví que mí compañera Bárbara estaba frente a mí sacando copias, sin inmutarse
seguía sacando copias, cuando termino se dirigió a mí, yo seguía tapado con los
folders, Bárbara sonrió por la forma en que me tapaba con los forders, me dijo
que me comportaba como una pequeña niña cuando tiene pena, que no me preocupara
por que ella había visto muchos penes de niños, por ser la mayor de sus
hermanos y no se iba a burlar de mí, que desde que había llegado había visto
mucho potencial en mí, me dijo que también la jefa lo pensaba, pero si estaba
haciendo esto para llamar la atención no estaba bien.
Le explique que me había pasado y porque no estaba usando ropa interior era
porque mí piel era muy delicada, ella se rio de mí por como la forma de mí tono
que estaba hablando, me dijo que hablaba muy raro como el de una niña sureña,
le dije que tenía una infección en la garganta hacía meses y mí garganta estaba
lastimada, entonces me preguntó cómo pensaba salir de allí?, le conteste que
quizás me esperara hasta el final del día cuando todas se fueran después de la
hora de salida, se volvió a reir de mí y me recordó que en menos de una hora
teníamos la junta regional para entregar los reportes anuales y entregar la
planeación de mejoras del próximo año,
además terminando la junta había una
supervisión de desempeño de Recursos humanos para definir la
contratación del próximo año, las compañeras habían planeado que yo no
estuviera en la junta, ni en la supervisión, si estaba en esa junta entonces no
las haría quedar mal a todas ellas al entregar mí reporte completo y mí
planeación para el próximo año con las mejoras en los procesos en mí sector a
cargo, a ellas no les interesaba cambiar las cosas en el departamento, yo era
una carga para ellas, le dije a Bárbara que me ayudara, que me consiguiera ropa
para salir de allí, Bárbara se rio más fuerte y me pregunto si realmente quiera
que lo ayudara a salir de allí, le dije que sí lo quería y le pagaría lo que
ella me pidiera, pero me recordó que le debía la cantidad exacta de $3240.00 de
un regaló de un vestido para navidad para mí madre del mes pasado, no lo
recodaba hasta que ella me lo dijo, le
negocié que
le pagaría un 10% más por el atraso si
me ayudaba, ella pidió el 20% y acepte, Bárbara era la única quien venia por
catálogo en la oficina, decían que nuestra jefa se llevaba un porcentaje en
cada venta, ella era quien vestía y maquillaba a todas las compañeras, tenía un
negocio redondo.
Antes de ayudarme me hizo prometer que haría todo lo que
ella me dijera y no me quejaría de ningún modo, prometí pero me queje chistando
los dientes, entonces levanto la ceja y me aumento un 5% mas de pago de mí regalo a mí madre.
Me levantó de la silla para verme sin folders, eso me hizo
ruborizarme, ella lo vio lindo, con la mano en la barbilla dijo: creo que tengo
lo que tu necesitas, tienes un buen trasero y bonitas piernas—me alegre por saber
que tenía algo para vestir—pero antes
debemos hacer algo con tu exceso de bello—yo siempre había sido lampiño,
pero mí bello era delgado en las piernas, fue a un locker que tenía con
llave, me dio un producto especial para
depilar las piernas, me lo puse pensando que realmente quería ayudarme con mí
piel reseca, luego con una máquina de afeitar en color rosa que venia con el
producto me hizo pasarla por todo mí cuerpo, las piernas y sobre todo las
axilas, iba a reclamar, pero me acorde de mí castigo cada vez que me quejara me
saldría caro; le devolví su producto,
pero ella no estaba conforme como lo hice, puso un poco más de producto en mí
vientre dejándome una rayita de vello púbico, como las que usan las mujeres,
pensé que era una broma.
Luego mientras buscaba unas cosas en su cajón de mercancía,
me hizo sentarme un banco de metal, luego del botiquín que estaba clavado en la
pared saco un espray para el dolor para roseármelo en mí parte baja de mí vientre
sobre todo por debajo de mis testículos, después me pidió recostarme en la
silla que cerraba la puerta, en un minuto y con mucha pericia, sin dolor subió
mis testículos arriba de mí hueso iliaco, quería ver pero no me dejaba, sentí como jalaba mí pequeño pene hacia atrás
y después de unos minutos moviendo mí escroto flácido me dejó ver mí nueva
vagina, tenía nos perfectos labios vaginales, la raya de vello púbico hacia que
mí vientre se viera más natural y bonito como los de una mujer, no encontraba
mí pene revise con mis dedos mí nueva vagina solo encontré un pequeño conducto
hacia mí punto G, me dolió tocarlo cuando introduje un dedo, manipule mí nuevo
sexo hasta encontrar me pene totalmente flácido sobre mí verdadero piso del
vientre, Beba me dijo que para no lastimarme debía hacer pipí sentado, de esa
manera aprendería hacerlo correctamente y la pipi saldría sin problemas.
No sabía que es lo que quería hacer conmigo exactamente,
pero quedaba poco tiempo, sin dejarme pensar mucho, levantando su ceja diciendo
que si no lo hacia me iria mal, me hizo ponerme una juego de ropa interior en
color morado, las pantaletas eran de licra suave estampada con flores moradas y
rosas, se adaptaron a mí nuevo cuerpo perfectamente, eran increíblemente suaves y dejaban ver un
lindo pie de camello, los resortes se amoldaba a mis nalgas, Babe las jaló
hacia abajo para evitar que se vieran dobles nalgas.
Para hacerme crecer los pechos, me puso un producto de
líquido rosa, eso distendió mí piel y se llenó con el líquido del producto, en
poco minutos comenzaron a crecer, sentía la piel muy fresca jamás había sentido
tan suave mí piel, pero aun eran pequeños, me hizo colocarme el suave bra para
levantarlos y me puso unos anexos de látex para júntalos, eso hizo llenar
completamente el bra y se vieran más grandes de lo que era, dando un aspecto
muy natural y atractivo a mis pechos.
Sin esperarlo me dio a ponerme un liguero y unas delgadas
medias obscuras de tubo nuevas, una falda de lápiz negra que me llego exactamente
a las rodillas, me dio su blusa blanca con hombreras de burbuja y delicadas
mangas de botón de tela blanca, los botones llegaba hasta el final del cuello,
pero me pidió no abotonar los últimos 3 botones para lucir mis pechos, de esa
manera confundiría a las compañeras, ellas no sabrían que era yo un hombre y
las compañeras no se burlaría de mí tan fácilmente, también se quitó su suéter
rosa de botones y me lo hizo poner, de una caja rosa de zapatos, saco unos
zapatos de negros de tacón delgado y base roja, eran cerrados de la punta y de correa al talón, era como de 5 cm de
alto, me los puse y me di cuenta de que eran delicados y muy cómodos, podría caminar fácilmente con
ellos, durante horas.
Quedaba menos tiempo, faltaba arreglar mí cabello y
maquillarme, el maquillaje fue sencillo, puso una base
sencilla en color rosa,
puso poco corrector en mí barbilla y frente, luego sombreo mis parpados en rosa
obscuro y delineo mis ojos dejando una punta fuera de los parpados, con solo rímel
y unas pinzas para levantar pestañas, enchino mis pestañas y las hizo muy
grandes, jamás había pensado que la pudiera tener tan grandes y bonitas, ella
dijo que eran más bonitas que las suyas, pinto mis cejas poniendo una plantilla
sobre ellas y quito unos pelitos para delinearlas.
Con rapidez puso rubor rosa en mis mejillas, cerro el
maquillaje con el delineado con lápiz mis labios. luego
usando su propio lápiz
labial los cubrió con abundante color,
lucían suaves, pequeños y agradables, con un color de rojo melocotón, Babe dijo
que los tenía muy besables; sacando un pequeño frasco de perfume de rosas me
roseo en las muñecas, en las pantorrillas y en la nuca.
De su enorme bolso sacó una pequeña plancha de calor para
cabello, dijo que mí cabello estaba muy maltratado y reseco, debía usar unos
productos para alaciarlo e hidratarlo, que no eran bueno para mí cabello la
contaminación, que todos los días debía alasiarlo, pero por el momento iba a usar
la plancha de calor, eso haría que se viera mejor mí cabello ante mis compañeras
y no se rieran de mi, lo puso en mí cabello y lo deslizo hacia atrás y luego
hacia dentro en varias ocasiones, eso hizo que se ondulara hacia dentro, Babe
dijo que realmente tenía un bonito tono arena natural, dando a mí cara un
aspecto muy femenino, me hizo un copete hacia la derecha, ella dijo que estaba
listo para irnos, ella se puso una blusa nueva en color beige sin mangas que
tenía en el cajón, puso lápiz labial y se acomodó el cabello, eso fue todo que
se arregló, me ordeno salir, pero yo no
estaba listo, le dije que no iba a salir, le dije que ellas iban a estar
esperándome para reírse de mí, ella me dio una pequeña cachetada para que
despertara, me dijo que me olvidara que
se iban a reir de mí, me dijo que realmente nadie me reconocería con la imagen
tan femenina que tenia, me dijo que sinceramente creía que yo tenía un mejor
trasero que muchas de ellas, que mis pechos lucían decentes y que mí voz era
más agradable y amable que el de ellas, también caminaba mucho mejor que ella,
me dijo que ella me veía todas las mañanas subir las escaleras y mí trasero se
movía mejor que el muchas de ellas, no tenía que temer nada, solo debía hacer mí
trabajo, ella estaría detrás de mí apoyándome.
Realmente creía que no tendría problemas, mí nueva imagen
era de una perfecta empleada de oficina, ella pensó desde siempre que me vería
bien el falda pero no tan bien como me veía ahora, mí cintura era pequeña
comparada con las caderas, muchas de ella quisieran tener mí talla y mis
pantorrillas sexys, por eso tenía esa falda rezagada porque a nadie le había
quedado, por último mehizo ver que era tarde para ir a la junta y debía tomar
una decisión, la mayoría de ellas ya no estaría para reírse por que estarían en el piso 50 para esa junta
regional, así que sin delicadeza quito la sillas de la entrada y salió
dejándome
atrás, yo tome aire y salí, camine rápidamente a mí escritorio, a nadie le
importo quien era como caminaba, como dijo babe, todas estaban en lo suyo, tome
mí libreta, los engargolados de mis reportes, mis lentes y mí pluma, fui al
elevador caminando rápido, las últimas compañeras empezaron a acorrer hacia el
elevador, yo detrás de ellas, entre en último lugar, respire y puse delante mí
cuaderno engargolados, escuche atrás de
mí que me decían en voz baja, felicidades corres bien en tacones! Y hueles
bien!—era Babe que me daba ánimos.
Así comenzó una nueva etapa en mí trabajo, en esa junta
marco mí destino, me asignaron como supervisora general de procesos, mí propuesta
de trabajo para el próximo año fue aprobada tendría mucho trabajo organizando a
todas las compañeras, la supervisión obtuve un alto porcentaje por encima de
todas las compañeras, gracias a Babe logre encontrar mí verdadero yo, mí
sonrisa era sincera y le gustaba al jefe
de mí jefa.
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