lunes, 4 de diciembre de 2017

Superación Laboral: una historia para aprender cual es nuestro lugar en la vida.





En la fiesta de aniversario de la
empresa, el gerente de producción se vanagloriaba de sus cualidades y sus éxitos desde que había llegado a la empresa, realmente admiraba a Jhon por sus logros, el había llegado el mismo día que yo, con 10 años de trabajo estaba estancado en el mismo escritorio que cuando llegue, era un simple subgerente de ventas, haciendo el mismo trabajo que la vieja gerente de ventas no hacia, tenía varias cervezas en la cabeza cuando hable sin saber quien estaba alrededor mio.  


Dije que yo podría tener éxitos iguales si mí jefa me hubiera dado una oportunidad para tomar decisiones y opinar sobre los asuntos del área, como si usar uniformes o no, o como ser más productivos llegando más temprano, escuche que alguien decía que quizás no era así las cosas y debía darme cuenta de las necesidades de los demás, no supe quien dijo eso, había muchos compañeros bailando y hablando, la fiesta acabo y regrese a mí departamento, mí pareja trabajaba por la noches así que simplemente me dormí y al día siguiente debía hacer la guardia sábatina, con toda la cruda tuve que pararme a las 6 de la mañana para llegar a las 8 a la planta y revisar el tedioso trabajo de entregas y salidas de productos del almacén, realmente eso lo hacia en una hora y las otras 6 horas solo era dormir o jugar en la computadora, pensaba que era mejor llevar acciones de atención al cliente y me ponía hablar con los clientes sobre como fueron tratados con nuestros empleados de entrega o con las vendedoras, después de 6 horas de aburrimiento me preparaba para irme cuando sonó el teléfono, lo levante y escuche a la nueva gerente general que me pedía que fuera a su oficina en la planta superior, camine por toda la planta hasta su oficina, subí las escaleras de metal hasta tocar su puerta, la gerente abrió personalmente su puerta y me invito a sentarme, lo hice, detrás de ella estaba un gran ventanal donde se venia todas las actividades de la planta.


Le pregunte si quería mí reporte de trabajo, ella con una sonrisa me dijo que ya sabia lo que contendría ese reporte, ella sabia todo lo que pasaba en su planta, entonces espere a que ella hablara.
 

Tomo su tiempo, me veia directamente a los ojos, me acomode mis lentes para verla mejor, me sentía nervioso, respire para soltar tensión, ella me pregunto si me sentía abrumado con mí trabajo, me dijo que fuera lo más honesto con mí respuesta, entonces me solte hablar lo mismo que había hablado el día anterior en la fiesta y algunas otras cosas sobre la forma que la vieja gerente de ventas llevaba el ambiente distendido e informal entre las vendedoras, le dije que lo mejor para fomentar la formalidad del trabajo era usar uniforme y mantener una comunicación constante de las actividades de las vendedoras.

La gerente con calma me pregunto si mí jefa hacia un buen trabajo, francamente le dije que debería jubilarse, entonces me hizo la pregunta si realmente pensaba que yo sería una mejor gerente que ella?, le dije que realmente no sabia decirle si era así, hasta no estar como gerente, que quizás darme cuenta de muchas cosas antes de realmente ocupar ese puesto, pero tenía la experiencia necesaria para lograrlo.

La gerente sonrio un poco y acepto mí respuesta, me hizo su observación de mí respuesta: estoy de acuerdo con usted, quizás no se de cuenta de cosas que no se ha dado cuenta por su ego y por permanecer en su escritorio, pienso que es hora de que se de cuenta de las cosas por usted mismo, hable con su jefa y esta de acuerdo de que es hora de jubilarse, pero no antes de que usted este totalmente capacitado para ocupar su puesto, ella sabe que tiene potencial y no lo ha desarrollado, su ego le ha impedido avanzar, estoy de acuerdo con su jefa debemos darte una buena oportunidad para cambiar tu punto de vista hacer de las vendedoras y tu puesto de trabajo, para que logres todo tu potencial acorde con tu jefa que te voy a despedir.




Al oir lo que decía la gerente, la presión se me bajo hasta el suelo, por no decir que mis calzones, le dije que no estaba entendiendo, si me estaba diciendo que aun tenía una esperanza para ocupar el puesto de la Sra. Brown y me estaba despidiendo, la gerente con una sonrisa y con mucha tranquilidad me explico la situación, me despedia para recontratarme con un sueldo más alto y más prestaciones de ley, estaría bajo las ordenes de la Sra. Brown pero como su asistente ejecutiva y me contrataría bajo el nombre de Grace Flores del campo, de esa manera obtendría la gerencia de ventas, me sorprendia lo que me decía la gerente, me pidió que lo pensara en mí casa y el lunes le daría mí respuesta.





Salí sumamente consternado de la oficina, tendía un aumento significativo de salario, sería el doble de lo que ganaba, con eso podría terminar de pagar la hipoteca de mí departamento, de mí auto y pagar las tarjetas de crédito vencidas, podría hacer muchas cosas, pero debía trabajar teniendo un puesto inferior al que tenía , sería la asistente de mí jefa, pensé que se estaba vengado por mí comentario en la fiesta, ella había sido quien hablo entre los compañeros, quería darme una lección, yo no sabía que hacer.


Llegue a mí departamento mí compañera estaba por salir a su trabajo en una empresa de mantenimiento industrial, como contratista de colocación eléctrica, le platique lo que me había sucedido, ella sin miramientos me dijo que estaba de acuerdo con la gerente e hiciera lo que ella me estaba diciendo, me dijo que tenía más posibilidades de crecer, me dijo francamente que el mercado laboral estaba cambiando y debía adaptarme o sino que me quedara en la casa.



Esa noche no dormí pensando en lo que haría y lo que le diría a mí jefa, mí compañera tuvo doble jornada y no vendría hasta el día lunes, así que tuve más tiempo para pensar las cosas a las 11 de la mañana del domingo tome la decisión de hacerlo, estaba lavando la ropa cuando me llegó la iluminación cuando tenía unas pantaletas de mí compañera, si quería mantener una
relación estable debía ser quien aportara más a la relación, tampoco daría mí brazo a torcer a la gerente y mí jefa debía luchar por lo que pensaba que estaba bien para la empresa, sabia que no estaba equivocado en lo que pensaba que debía hacerse, entonces tome manos a la obra o mejor dicho manos a la pantaleta, primero depile todo mí cuerpo
usando la loción de mí compañera y una nueva maquina de afeitar en color rosa, hasta mis sobacos quedaron rositas, también sin darme cuenta deje una pequeña línea de bello púbico como lo usaba mí compañera, realmente me gustaba como se le veia a ella, me di cuenta de que a mí se me veia mejor ya que el color de mí bello era realmente rubio, una vez que ya no tuve bello, debía esconder mí pene, no les daría gusto de burlarse de él, además si iba a pasar por una mujer alguna vez debería entrar al baño y debía pasar perfectamente por una, así que busque en internet y encontré con el mejor método, para lograr mí cometido, tome dos pastillas contra el dolor y después de varios intentos, logre esconder mípene debajo de mí escroto que use para formar mis cuatro labios vaginales para formar una perfecta vagina, pensé que era más linda que la de mí compañera, tuve que usar bastante pegamento permanente para lograrlo, en el caso de mis pechos, con un poco de esfuerzo y ajustando los tirantes del bra de mí compañera, tuve unos naturales y agradables pechos, era como los de una niña de 27 años, era de una copa C talla 34.





El bra los levantaba y les daba una forma muy femenina, luego me puse el bodyaire que le compre a mí compañera de cumpleaños, de esa manera obtuve una linda forma femenina de mí cuerpo, era increíble el buen trabajo que había hecho, busque algo que ponerme en el closet de mí compañera, me puse un vestido cruzado estampado de flores que hacia mucho tiempo ya no se ponía.

Me quedo perfecto, solo debía ponerme las extensiones de cabello para comenzar a parecerme a ella, lo hice y me ví al espejo, era la misma imagen de ella, la única diferencia eran los ojos y la cintura más delgada, ella había aumentado varios kilos, en cambio yo había tratado de bajar haciendo bicicleta.


Seguí mí camino del descubrimiento, ella tenía el pie mas grande, así que busque unos zapatos que me quedaran, encontré unas viejas alpargatas de corcho que le iban al vestido, también encontré un bolso de tela que también le quedaba el vestido, entonces busque algo para vestir en una oficina, pero no encontré algo que fuera adecuado, debía ir formal y con gusto, mí compañera distaba mucho del buen gusto.

Me estaba divirtiéndome con toda esta situación, pensaba que ni mí jefa,  ni la gerente y mi compañera se iba a reir de mí, debía hacer bien las cosas, lo que me preocupaba era mí voz, pero con un poco de miel, limón y tratando de agudizar mí voz de niña podría pasar por una mujer, mis modales no eran buenos, pero si me quitaba mis miedos  podría mejorarlos, solo era cuestión de tranquilizarme y practicar,  pero pensé que la mejor manera de probarme era ir a conseguir lo que necesitaba para que no se riera de mí el día lunes, esa sería la mejor forma de llegar, sin que se dieran cuenta de que  era yo, que pudiera pasar como una empleada más de la empresa.

Así que me faltaban medias, una falda adecuada para oficina, una blusa, un saco decente y zapatos, hice mí presupuesto y con una pequeña inversión podría lograr una buena imagen, así que me hice cargo de mí maquillaje siguiendo instrucciones en internet, después de un hora de buen aprendizaje, logre que mí cara se viera bonita, quizás mejor que mí compañera, mí jefa y la gerente.


Estaba listo para salir, sería la primera vez que saldría del departamento vestido como mí compañera, pero pensé que debía soltar las amarras y dejar ir el barco, respire, abrí la puerta y salí al área del elevador, apreté el botón, después de un minuto la puerta se abrió, de él salió Carlos nuestro desalineado vecino, me saludo diciendo el nombre de mí compañera: hola Laura, como estas?,  nos vemos!!—entre al elevador y apreté el botón de planta baja, me voltee  y ví que Carlos me sonreía sarcásticamente como si le gustara que usara falda o me estuviera desvistiendo.
Baje a la planta baja dí mí primer paso fuera del elevador, luego otro y así hasta llegar a la puerta de cristal, di un paso fuera del edificio, la luz del sol me deslumbro, una mujer se hizo aun lado para no chocar conmigo, luego un hombre paso por enfrente y otro se detuvo para dejarme avanzar entre la gente, lo hice y así comencé a caminar hasta la parada de autobús, me di cuenta de que a la gente no le importaba quien era o como iba vestido, para la mayoría de la gente yo era una mujer más esperando el autobús, pensé cual debía tomar para ir al 
centro de la ciudad y comprar ropa que necesitaba, después del paso de varios autobuses, llego el mío camine para subirme, un hombre me ayudo a subir, le agradecí, era la primera vez que alguien me ayudaba a subir a un autobús, por un momento pensé que era amable, pero al pagar vi su verdadera intención e ver por debajo de mí vestido, para no tener un mal encuentro, deje pasar la situación, busque un asiento donde colocarme, cerda de la puerta trasera encontré uno, me senté arremetiendo el vestido sobre mis rodillas y mantuve las piernas juntas para que el hombre que me ayudo a subir no tuviera una alegría más.



Me entretuve viendo las calles y poco a poco mis nervios se fueron calmando, mis sensaciones por usar brassier y vestido se fueron desapareciendo, ya no se me hacia divertido que mis pechos vibraran al pasar por algún bache.

Llegue a unas calles conocida por las  tiendas de ropa, me levante y hice la parada, todo eso me costo aprender a caminar en tacones que se deslisan sobre el suelo de un camión  en movimiento, detenerme con una mano y levantar la otra para tocar el timbre, pero lo logre, el autobús se detuvo en la calle donde debía bajar, aprendí a bajar de lado para que no me callera y el vestido no flotara por el aire, tomando del barandal para no caerme.

Logre bajar sin problemas, el autobús se alejo, levante la cara para ver donde estaba mí edificio de trabajo, me ubique y avance para comenzar mí reto, hasta ese momento todo iba bien, caminaba entre mucha gente que no le importaba como caminaba, quizás por ser llenito y mí cadera fuera grande, hacia que mis pasos fueran parecido a los de una mujer, sentía como el vestidorozaba mis 
pantorrillas  de un  lado al otro, trata de mantener el equilibrio manteniendo los brazos juntos, eso hacia que mí mano girara en forma natural, siguiendo la forma de mí cadera.

Hacia sol y sentía como el aire caliente de la calle subia por mis piernas, me di cuenta de la comodidad de usar vestido para disminuir el calor corporal.

Llegue frente a un aparador de ropa de mujer comence a ver algo que me gustar y me sirviera, vi varias prendas pero no las adecuadas, también vi mí imagen reflejada en el vidrio, por un momento no identifique quien era la mujer que veía esas prendas.

Avance en las tiendas hasta encontrar una tienda de ropa formal llamada “Julios”, me había dado cuenta de que el negro y rojo estaba de moda de temporda, me gustaron los modelos y decidí entrar, tosí un poco para acomodar la voz, hable sólo para tomar el tono de voz correcto, desde niño me gustaba imitar la voz de mí hermana para confundir a sus novios, entre con confianza cheque unos precios, una mujer vendedora se acercó y me ofreció ayuda, usando mí voz de niña con tono de sureña le dije que necesitaba ropa de trabajo de oficina, la mujer inmediatamente me llevo a la sección de ropa bonita pero cara, me ofreció un suit negro de falda larga, chalego y saco de un botón, realmente me gusto el suit, pero estaba fuera de mis posibilidades, le agradecí a la vendedora y salí de la tienda.

Era mí primera experiencia comprando ropa, debía seguir buscando algo que fuera adecuado a mí bolsillo,  llegue hasta una pequeña plaza comercial de dos pisos, camine hasta la escalera eléctrica, era la primera vez que lo hacia con tacones y vestido, fue una agradable experiencia, camine entre los pequeños aparadores de las tiendas, era otoño y pronto sería invierno, comenzaban a colocar bufandas y vestidos de lana, me senté a descansar un poco y ver gente pasar, era parte del ambiente de las compras, nadie se fijaba en mí, me alegre por eso, no era nada de lo que me había imaginado, todo era sencillo y natural, entonces me fije en un aparador del otro lado del pasillo en un vestido negro y un jacket rojo al mismo estilo de la tienda “Julios”, camine hasta allí y vi la etiqueta del precio, era bajo mí perspuesto, debía comprarlo, la tienda se llamaba la ropa de Thelma, entre confiado en que si iba a comprar algo, una linda vendedora se acerco ayudarme, con alegría le hice una sonrisa y le dije que me enseñara ropa para oficina, de inmediato me dijo que era talla 34 o S, tenía lo que yo necesitaba, me ofreció los probadores para decidir si me quedaban las prendas, me mostro un suit azul de falda de lápiz por debajo de las rodillas, le pregunte si tenía negro y me mostro el mismo suit en color negro, me probaría los dos, le pregunte por las blusas, ella me mostro varias me quede con una de cuello de nudo y una de seda de manga larga, entes de llegar a los vestidores vi el vestido negro que vi en el aparador, me lo lleve para probarlo, le pregunte por el saco, la chica me mostro el saco, era el mismo que estaba en la tienda “julios”, llegue a los vestidores, entendí la forma de fichas para ocupar los vestidores, entre con toda mí ropa y con calma me probé la ropa, me di cuenta de que el bra se veia a través de la blusa de seda, necesitaba un bra más claro, la chica vendedora le atino a mí talla, me gustaba como me quedaba la ropa, sobre todo el vestido negro, solo necesitaba agregar un collar y accesorios para lucir como cualquiera mujer de la oficina, recordé que necesitaba medias, le dije que me iba a llevar los dos suits, el vestido y el saco rojo, pero necesitaba un par de medias, la chica vendedora me mostro todas las marcas de medias que
tenía, me di el tip que era mejor usar pantimedias por el frio de otoño, la chica puso en mis manos medias obscuras, recordé que el oficina a medi dia hacia calor, y decidí levar medias de tubo, entonces me ofreció el liguero correcto, me recordó que debía usarlo por debajo de mis pantis.



También me ofreció los accesorios y juegos de joyas de
imitación de buena calidad, a mí compañera no le gustaba usar collares, ni pulseas, hice un pequeño acervo de accesorios de buen gusto, me ofrecio un pequeño reloj de metal dorado de buen precio, lo compre de inmediato, también una bufanda que hacia juego con el vestido y los suits, también agregue 5 juegos de ropa interior en color claro y me compre mí primer juego de ropa blanca de encaje de flores, sentí que era muy suave y delicado, también compre por sugerencia de la chica vendedora un estuche de maquillaje de otoño y un juego completo de pinceles, mientras pagaba con mí tarjeta, la chica me recomendó una zapatería en la planta baja, además me dio una cortesía de servicios del salón de belleza a tres locales de la tienda, me dijo que la dueña de la tienda también era la dueña del salón y si decía que iba e aquí me haría un tratamiento especial para suavizar la piel de mí cara y un pedicure.

Con mis bolsas fui al salón de belleza, fue una buen experiencia de servicio, me dieron una revista de modas y un juego dietético mientras esperaba mí turno, la Sra. Thelma era una buena platicadora y me dio mucha confianza en hacerme un bonito corte de cabello, me dio tips para ser una buena asistente de oficina, también aprendí como debía contestar los malos comentarios de otras mujeres, me explico la forma correcta para maquillarme para mí piel invierno.

Tarde 3 horas en el salón de belleza, pero valió la pena pagar por la atención que recibí, me daban ganas de regresar, me sentí muy alegre por lo hermoso que quedo mí cabello, mis uñas y mí cara.

Solo faltaba comprar los zapatos, según Thelma el secreto para crecer en el trabajo era llevar unos buenos zapatos y un maravilloso bolso, era como una inversión pero a la larga valía la pena, al probarme la marca preferida de Thelma, pensé que jamás volveria usar otra marca, no me importo el precio compre dos pares de zapatos, al comprar el bolso de piel me dieron un certificado de autenticidad, estaba maravillado por haber aprendido tantas cosas en ese día.

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Entre a la oficina 5 minutos después de la hora marcada, pero sobre el tiempo de tolerancia, como lo pensé nadie se fijaba en mí, todas hablaban y no les importaba que las escucharan hablar de su experiencia sexual del fin de semana o de lo grande que tenía el pene el vigilante del lobby del edificio.

Siguiendo la inercia de la oficina entre al baño para retocar mí maquillaje y prepararme para trabajar, el vestido me quedaba perfecto y el saco se ajustaba perfectamente en mí cintura luciéndola mas pequeña de lo que era.

Mientras revisaba mí cabello salió mí jefa de uno de los baños, se fue a lavar las manos a un lado mio, también comenzó a revisar su maquillaje, reviso el botón de su falda, yo revise los botones de mí blusa, mí trasero y mis zapatos, me puse un poco mas de color en los labios, ella ni siguiera le importó a mí jefa lo que hacia, salió del baño, salí detrás de ella, vi que dio algunas indicaciones a una compañera de ventas, ví que escritorio frente a la oficina de mí jefa estaba desocupado, entonces pensé que de esa manera veria lo que ella hacia y ella no descubriría que ya había llegado, la mala pasada sería para ella. 




Saque mí computadora y la encendí mientras guardaba mí bolso nuevo en el cajón, paso una hora donde revise mis correos y algunos pendientes del control de papelería y almacen, mí jefa también hizo lo mismo, se levantó para ir a preparar café  en la pequeña cocina y regreso a su oficina, en ese momento antes de entrar sobre la puerta, se dirigió a mí con el nombre de Señorita Grace y pidiendo si por favor podría entrar a su oficina, me levante de inmediato, las demás compañeras siguieron haciendo su trabajo, ni se inmutaron por la solicitud de nuestra jefa de que yo entrara a su oficina, me levante y en ese momento agrego que llevar mí libreta de notas, tome la libreta y camine dando pasos pequeños para llegar más rápido a su oficina, sabía que cuando pedia algo por favor era por que era importante su petición tenía mal humor. 



Me había descubierto, me esperaba en la puerta, al entrar cerró su puerta y me pidió sentarme en una de sus sillas frente a su escritorio, lo hice de la mejor manera, puse la libreta sobre mis piernas esperando sus indicaciones, se sentó con calma, desabrocho su saco para que viera sus pechos eran más grandes que los míos, era una especie de poner su poder sobre mí, entonces dijo: me gusto tu bolso y tus zapatos, realmente me sorprendistes por tu buen gusto, te felicito, también me da gusto que ya ocupes tu nuevo escritorio, tu oficina no las vas a poder ocupar hasta que yo te lo indique, también espero que los demás días vengas como vienes el día bien y mantengas la
pulcritud en tu forma de vestir, no voy a esperar menos de ti, tu trabajo va a depender de que lo hagas bien, si te equivocas tres veces entonces tendrás una sanción, después de tres sanciones pierdes tu trabajo, estamos de acuerdo? Sobre advertencia no hay engaño, ahora anota tus obligaciones diarias: 1.- preparar café, no debes esperar a que yo me levante, siempre debe estar caliente y con 3 de azúcar, 2.- no quiero papeles en tu escritorio, no debe estar nada fuera de orden, 3.- debes mantener mí archivo en orden, no como tu quieras, sino a mí manera, 4.- debes colocar flores nuevas sobre tu escritorio todos los días, 5.- debes contestar el teléfono amablemente, 6.- debes mantenerte pulcra en tu ropa, zapatos y medias sin roturas, 7.- tu cabello no debe esta suelto y bien arreglado, al igual que tus uñas, 8.-debes llegar a tu lugar antes que al baño, el llegar antes al baño es merito de las jefas, 9.- haras todo con una sonrisa y no te quejaras de tus obligaciones, 10.- no perderas tiempo hablando necedades y solo cuando se te pida hablar.

 

Antote todo lo que me dijo y me pidió mecanografiarlo con tres copias, para firmarlo y colocarlo donde pudiera verlo cuando llegara a mí nuevo lugar, me ordenó ir a entregar una copa a la gerente y llevar otros memos que necesitaba firmar, de allí tenía que ir a recursos humanos para la firma de mí contrato, allí me darían instrucciones para el uso del nuevo uniforme que se me descontaría de mí salario, solo el personal administrativo asistencial comenzaría usarlo para dar una mejor imagen a la empresa, esa fue la buena noticia de mí jefa, iba a salir para cumplir mis obligaciones, pero la jefa me dijo que no podía levantarme sino pedia permiso para hacerlo, tuve que hacerlo bien para poder irme: disculpe Sra. Keys, podría por favor dejarme ir para hacer mis obligaciones?, Disculpe SRa. Keys, por favor me podría dar permiso para levantarme e irme a mí escritorio para cumplir con mis tareas?, Disculpe Sra. Keys, sería tan amable de darme su permiso para levantarme para ir a cumplir con mis tareas y obligaciones?—cuando lo hice bien en el tono adecuado y  la forma correcta para decirlo, me dejo ir, así comenzó mí primer día como Asistente de mí jefa, también aprendí que debía soportar los chiflidos de los trabajadores de la planta cuando pasaba frente a ellos y subia por la escalera hacia la oficina de la gerente, fue algo humillante pero debía soportarlo y hacerlo todo los días hasta que mí jefa lo dijera y entendiera que no debia usar medias de tubo, sino pantimedias a pesar del calor.



Cuando regrese a la casa mí compañera continuo mí adiestramiento, debi prepara la cena y limpiar el baño, además de lavar y prepara mí ropa para el otro día, bañarme y trepear la cocina y el departamento, mí compañera se tuvo que ir a trabajar, ella viendo mí disposición para el trabajo de asistente y ayudarme a ser mejor en todo, me hizo prometer usar toallas femeninas nocturnas para entender lo que ella y las compañeras sentía, además de que mí experiencia fuera completa de una verdadera asistente, de esa manera me convertí en el jefe de la casa y empleada de alto desempeño.

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