Le dije a mí jefa: Gracias pero no puedo aceptar el
ofrecimiento de cambio de plaza laboral, no cuento con la experiencia
necesaria, ni las competencias laborales
para cubrir el puesto que pide el departamento de recusos humanos, gracias.
Ella con una mirada severa y de aceptación me dijo:
realmente no me importa las malditas políticas laborales, he visto tu potencial
y te necesito conmigo, no quiero a esas brujas ineptas de tus compañeras,
aceptas o te las
veras conmigo y déjame
decirte que no soy una enemiga fácil, tarde o temprano perderías tu trabajo, no
me vengas con que no puedes hacer un trabajo tan sencillo como asistente
gerencial, te he visto trabajar todo un día en tacones y falda, no puedes decir
que no tienes “las competencias laborales”, solo haz lo que hiciste el dia de
Hallowen, sonríe, contesta teléfonos y verte lo mejor que puedas en traje
sastre, eso es lo que tienes que hacer, déjame decirte que realmente te ves
mejor que muchas perras gordas que están observando, te confianza en ti, mañana
quiero verte en el escritorio
secretarial del piso 51, sino lo haces me vas a decepcionar y lo vas a
lamentar.
Me levante de la silla frente a su escritorio y camine a mí
pequeño cubículo frente a su oficina, ella había subido en la jerarquía gerencial,
ahora era gerente general y me pedía ser parte de su equipo, yo era un tipo
pequeño, rellenito y de cabello rubio que recien había terminado la carrera
comercial en negocios, tenía 20 años y mucho por hacer, me había ido de la casa
de mis abuelos para hacer mí propia vida, había conseguido un pequeño
departamento a dos horas de mí trabajo, todos los días viajaba en tren hasta el
centro de la ciudad, pasaba 8 horas trabajando, regresaba , dormia y me volvia
a regresar, realmente no tenía tiempo para mí o hacer otra actividad, solo
trabajar.
Pero el ambiente laboral era muy agresivo, en poco tiempo me
hice de tres enemigas por tener a tiempo mis reportes y no cometer errores
ortográficos, ellas me dejaban su
trabajo que no les gustaba hacer, me escondían mis reportes.
Pero un día antes del Hallowen se me acumulo el trabajo en exceso y debía quedarme más
tiempo, pero mís tres enemigas me tenía algo preparado, termine mí trabajo y
debía archivarlo, camine al cuarto de archivo, abrí la puerta y un chorro de
pintura roja cayó sobre mí, pero eso no fue todo, la puerta se cerró atrás y me
quede encerrado, estaba solo en el piso
el vigilante había dado su rondín hacia unos minutos y no regresaría hasta media noche, intente
abrir la puerta con lo que tenía pero no lo pude hacer hasta el rondín de
vigilancia, para mí fortuna una mujer vigilante llegó para abir la puerta, le
explique el predicamento en que estaba, era muy tarde, ya no podría regresar a mí casa.
La Vigilante se
llamaba Bárbara,entendio mi predicamento, ella
me ayudo a quitarme la pintura, me llevo al baño para tratar de lavarme, pero
tenía pintura hasta dentro de mis calzoncillos, tenía arruinada la ropa, entonces a Bárbara se le ocurrió algo para ayudarme a sobrepasar mí
problema, ella tenía la llave del almacén donde guardaban los uniformes de las
asistentes ejecutivas, podria usar uno y por ser hallowen a nadie le importaría como iba vestido la mayoria ira con disfraz,
llegarían con disfraz y harian su trabajo sin importar quien estaba a su lado, acepte su proposición, además como ella vendía cosas por catalogo
y tenía ropa interior atrasada que no había vendido, si iba vestir un verdadero uniforme
debía usar la ropa correcta y evitar que se vieran los bordes sobre lo que
traía puesto o los hombres de la oficina se fijarian mucho en mi trasero y piernas, cuando termine de vestime con la suave ropa interior y body reductivo con ligueros, Bárbara estaba sorprendida por lo bien
que me veía, ella dijo que tenía un gran
trasero mejor que el muchas mujeres de veia a diario caminar por los pisos y mis pechos levantados por la cinta trasparente se veían tan agradables como cualquiera de mí
oficina el body reducitvo hacia su trabajo perfectamente, mis piernas se veian más gruesas en medias y bonitas si
usaba zapatos de tacón alto que me ofrecio Bárbara, pero Bárbara me dijo que aun no
estaba listo sin un buen maquillaje de oficina, durante 3 horas Bárbara me
mostro
como usar por mí mismo los mejores productos de maquillaje que vendia, me limpie la cara y
me maquille muchas veces hasta aprenderlo para hacerlo por mí mismo, al final de ese tiempo me sorprendí de poder hacer que mi cara se viara linda si la maquillaba y mis pestañas con máscara y rimel, mis ojos era lindos y mis labios eran jugosos y suaves, la talla del uniforme era la correcta para mi cuerpo, Barbara se encargo de buscar las piezas que harían verme mejor.
Tenia mucho sueño y cansancio, Bárbara me enseño a descansar en tres sillas, Dormi pocas horas antes de comenzar la jornada
de trabajo, cuando desperté por los ruidos que hacían las tres primeras compañeras que
entraron a la oficina.
Abrí los ojos vi frente a mi un pequeño frasco de perfume y un mensaje de la vigilante Bárbara que decía: Chica Ejecutiva, que tengas un buen día de trabajo, cuídate y confía en ti! te ves excelentemente bien!!
Me puse un poco de perfume me abotone el saco del uniforme y comencé mí nueva jornada de
trabajo como cualquiera asisente de oficina del piso, como de costumbre tenia trabajo acumulado y reportes que entregar, los
cambios gerenciales hacían que aumentaran los problemas, por la tarde habría
una junta gerencial de emergencia y antes de las tres de la tarde debíamos acabar nuestro
trabajo, debíamos triplicar las copias y los envíos de correos y las llamadas
entre departamentos para dar seguimiento a los pendientes.
Me mantuve yendo y
viendo para sacar copias y engargolar los reportes, necesitaba un descanso y un café, así que fuí a la pequeña cocina del piso para hacer una garra de café, mientras la hacia sin fijarme, la Sra. Keys entro a la cocina de la
oficina, también estaba cansada y sento en una de los bancos, me pregunto si podia compartir con ella el cafe, entonces comenzo hablar conmigo pensando que era otra nueva asistente de oficina, me pregunto sobre como me gustaba mí café, le ofrecí un poco y
platicamos, le dije que cargado y con poca azúcar, me pregunto que pensaba sobre los problemas de la oficina entre las compañeras, porque en la mañana mientas iba por hojas para la copiadora dos de mis enemigas se habian peleado entre ellas llegando a golpes, ella tuvo que intervenir y poner sanciones administrativas,
le di mí opinión sincera sobre la falta de empatía y de
intéres individuales, amabilidad y compañerismo,
me pregunto sobre mí familia, le dije mi relación con mis abuelos desde pequeña habia sido muy estrecha y le dije que me preocupaba la enfermedad de mí
abuelo, le dije que le mandaba dinero para sus medicinas pero no me alcanzaba, le dije que rentaba
un pequeño departamento que tenía goteras pero era agradable para tener plantas, aproveche para decirle que no me alcanzaba con mi salario, pero hacia lo necesario para cubrir todos mis gastos, aun que tuvirea que irme caminando, ella sin preguntarle comenzó a contarme sobre su esposo muerto y la decisión que tomó para
seguir su carrera como administradora y cuidar a su hija ella sola.
Al final hablamos sobre perfumes y productos de maquillaje por que le llamó la atención lo bien que estaba maquillada me pregunto donde había comprado mí perfume de rosas, le dije que me lo habian regalado y le hice publicidad a
mí Amiga Bárbara y le conté sobre los buenos productos que tenia a buenos precios, la jefa me pregunto si podia conseguirle un catalógo, le dije que lo haría.
Me sentí cómodo hablando con la jefa, no tuve meido o nervios, me trato como mucha gentileza, llego el momento que
se tenía que irse a su junta y me pidió cruzar mis dedos para desearle buena
suerte, lo hice y ví como se iba caminando rumbo al elevador.
bajarme y caminar otras tres calles hasta mí departamento, al final
de ese día estaba totalmente adaptado para caminar en tacones y falda, eran parte de mi, también habia aprendido a evitar las miradas sucias en el vagón del tren, viajando en los vagones delantaeros y tratando de caminanar
con otras mujeres, me camuflajeaba perfectamente entre ellas, me parecio divertido hacerlo.
Cuando llegue a mi pequeño departamento lo único que quería era descansar por un fin de semana, así
lo hice, el dia lunes regrese a trabajar como todos los días en un sencillo
treja gris de tres piezas y una aburrida corbata roja, seguía siendo un cero a
la izquierda para todas las compañeras, así pase los días durante un mes hasta
que me llamo mí jefa, la Sra. Keys. Para tener una entrevista y el ofrecimiento
maravilloso de un nuevo puesto de trabajo; todo mundo sabia que ella era la nueva gerente
para el próximo año y estaba formando a su equipo.
Después de la
entrevista, regrese a mí casa con un sentimiento de incertidumbre por haberme negado,
pero aun existía una oportunidad de tener el trabajo si hacia lo que la Sra.
Keys decía y como lo queria, además le debia un catalógo de productos de maquillaje y debia entregarselo, ahora que las cosas estaban claras y sabia quien era la asistente con quien hablo ese día, debia hacerlo; entre a mí departamento
encendí la luz de mi habitación, hacia frio y quería dormir, pero antes me hice de comer algo con
lo poco de comida que me quedaba en el refrigerador, pensé que si aceptaba la
proposición mí salario podría aumentar considerablemente, podría alquilar un
nuevo departamento más cerca y tener comida en mí refrigerador, así que antes
de dormirme arregle mí uniforme lave las medias saque la ropa interior y el body de Bárbara que acomodé en la silla para ir a trabajar al siguiente dia de la mejor manera vestido y llegar en el piso
50 para comenzar a trabajar como la asistente gerencial de la Sra. Keys.
Sabia que ese era mí destino, ser
una amable asistente gerencial.
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