"Jamás desperdicies nada", ese era el lema de mi jefe.

Jamás desperdicies nada.

Mi jefe siempre decía que jamás debía desperdiciarse nada, que una persona era una necia si no usaba las cosas como era debido, jamás debíamos desperdiciar nada, para él hasta despediciar una hoja rehusada le parecía un exceso, debíamos darle el uso correcto a las cosas, cada elemento de papeleria lo controlaba y debía estar en su lugar adecuado, era muy estricto y siempre seguía las reglas.

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Llevaba solo dos años en el puesto de asistencia general, estaba por debajo todas las asistentes de las asistentes del departamento de contabilidad, hacia de todo y todo lo que las otras asistentes no querían hacer por pereza o por que el Sr. Keys las obligaba hacer y no querían hacerlas.

Por azar del destino, por una estúpida apuesta  tuve que sustituir el lugar de mi compañera Rechell durante al menos  una semana por sus vacaciones y otra más a Carol por otra  tonta apuesta  por decir que podía  hacer mejor su trabajo, estaba totalmente atrapado al menos dos semanas,  debía esforzarme al doble para terminar mis tareas laborales.

Pero la apuesta de Rechel incluía además que debía cuidar su departamento de que alguien no entrara después de las 8 de la noche, darle de comer a su perrita, comprar su despensa, comprar su gas, pagar la luz e ir al especial debía ir a una venta nocturna especial y comprar algo que ella necesitaba, todo eso para Rechel, para Carol  debía lavar su ropa, comprar su despensa, hacer la limpieza de su departamento, también pagar sus deudas y comprarle toallas femeninas y preparar su departamento para una venta de catálogo que su vecina organizaría antes  de que regresara de sus vacaciones, todo eso  en dos semanas, todo parecía tan ridículo, pero acepte.

Si podía lograrlo ellas me daría su prima vacacional y me dejaria compartir sus departamento, si podía lograr quedarme en alguno de ellos, ahorraría mucho dinero en transporte y el pago de renta sería a partes iguales,  era una oportunidad que no perderia, ella jamás penso que podria hacerlo, pero lo logre, un día antes de que Rechell se fuera de vacaciones llegue como mejor traje  corto en color negro y medias obscuras que habia conseguido en una bazar cerca de mi pequeño departamento, tuve que levantarme tres horas antes para llegar a trabajar pero habia valido la pena,  pase totalmente desapercibido de todo el mundo, llegue a mi lugar de trabajo nadien sospecho nada sobre que no era mujer, esperé a que llegará Rechell que era mi compañera de modulo, cuando llegó yo estaba de espaldas y no me reconoció, penso que era otra chica nueva, me preguntó si estaba perdida o esperaba a alguien, yo le conteste con mi voz ronca, ella se sorprendió de verme, se tapo su boca para no dar un grito.

Yo me levanté para que me diera su aprobación, ella me jaló baño para platicar, revisó que no hubiera nadie y empezo su escrutinio, me tocó mis pechos y mi liso vientre, checo mis nalgas, mis pantorrillas las admiró por lo bien que veian, mis manos, mis pequeños aretes y collar de perlas que conseguí a buen precio, ella parecía niña con muñeca nueva, reviso todo lo que me tenia que revisar, le anduvo del baño y entró a uno de los baños, no le importo que yo estuviera se levantó su falda y entro a él,  desde donde estaba siguió platicándome solo bien que me veia ese día, ella dijo que me parecia a su hermana Beth.

Me dieron de hacer pipí  tambíen hice lo mismó que ella hizo, solo que un poco de más cuidados, salimos del baño, ella no dejaba de asombrarse de verme, yo empecé a imitarla al revisar su brasier y sus pantaletas para que no se notaran sobre su falda, usando su mismo gracioso tono de voz le dije que también me gustaba lo que ella traia puesto, le pregunte donde lo habia comprado su ropa, ella regresó en sí cuando entro otra chica, de repente me presentó con

ella como Hermana Carol, diciendo que yo seria su suplente mientras ella estaba de vacaciones, ella me saludo con la mano, yo le extendí mi mano y mi mejilla para que el saludo fuera lo más normal, ella se llamaba Paty, ella trabajaba en la otra ala del piso, ella era asistente del director de compras; salimos del baño, ella estaba más emocionada que yo, empezó a presentarme con todas las chicas, ellas parecía agradables, tres de ellas me invitaron a salir a comer juntas para presentarme el vecindario de restaurantes y comida rápida, yo trate de actuar lo más natural posible, haciendo mi mejor voz y no sobreactuando pero si me sentía nervioso,  daba la mano como cualquiera lo haría, fingía sorpresa y alegría al saludarlas, yo le decia que me habia enviado de otra sucursal para apoyara Raquel, toda me aceptaron como la hermana de Rechel,  llegamos sin prisas a nuestro cubículo, trataba de mantener el mismo  ritmo de mover las caderas que Rechel al caminar,   Carol se nos unió en el camino y me tomo de la mano para caminar un poco más rapido y llegar a mi cubículo.  

Hizó que me sentara para que le platicara sobre que hice para verme tan natural, las dos mujeres que tenia frente a mi me miraban con severidad, como si quisieran torturarme,  puse mis manos en el borde de mi falda y comencé a contar mi historia desde la secundaria cuando suplí a la protagonista principal en la obra de

Romero  y Julieta, le platique cuando suplí a mi hermana para un examen de matemáticas que no podia pasarlo y cuando también la suple como dama de compañía en la boda de mi prima Katy y por ùltimo cuando recientemente tuve que ir a la prueba de neglille para vestido de boda de mi hermana, esa experiencia me daba la ventaja para ganar la apuesta, solo era cuestión de organizarme para hacer todos los pendientes de ellas, ellas se quejaron que les había dicho que era un profesional, con pena les dije que no era así, solo tenía una pequeña ventaja, ellas jamás me preguntaron sobre mi experiencia, una

apuesta era una apuesta, acababa cuando pudiera cumplir sus tareas encomendadas, debía llegar antes de las 8 al departamento de Rechel y   hacer que la venta de catalogo fuera un exito, en eso estuvieron de acuerdo conmigo y aceptaron que continuara con la apuesta, a pesar de poder pasar por una mujer no aseguraba que la apuesta se pudiera cumplir, aun tenia mucha cosas por hacer durante dos semanas, si fallaba en alguna perdería  mucho dinero y la posibilidad de vivir en un nuevo departamento.

Cuando llegó la hora de comida, salimos con todas la chicas de la  oficina para comer en un pequeño restaurante que siempre iba ellas, cuando habia que celebrar algo, Rachell me invitó mi comida y un helado que fuimos a comprar antes de entra al edificio, jamás me habia tratado tan bien como en ese día, cuando regresamos me dijo que le habia gustado mi perfume y que si le regalaba un poco, yo accedí y fuimos al baño para que se pusiera, mientras ella se ponia yo acomodé mi falda y mi brassier como lo hizo ella por la mañana, revise el color de mis labios y me puse un poco de color, Carol estaba admirada que lo hacia mejor que ella, mi maquillaje era muy bueno,  ella no dejaba de sorprenderse de como me comportaba tan natural, tome un poco de mi perfume y me puse en mis muñecas, atrás de las orejas, un poco en mi entre-pecho y detras de mis rodillas, regresamos a trabapar para que Rechel me diera mi inducción de  taras pendientes de trabajo que tenia para la próxima semana, me detalló cada cosa que debía hacer, me hizo una lista para que no se me olvidara hacer las cosas, Carol sería testigo de que hiciera todas esa taras y supervisarme después del trabajo para cumplir las tareas personales de Rechel,  cuando dio la hora de salir, simplemente apagamos las computadoras, revisamos el maquillaje,  tomamos las bolsas y salimos.

Antes de salir Rechel me sacó una foto con su celular, luego me dijo que la acompañara para sacar su dinero para tener efectivo en el viaje, la acompañe hasta el cajero era un tarde agradable y caminamos  como tres mujeres de oficina, me sentía cómodo con ellas, disfrute del aire de la tarde, luego de sacar dinero tomamos un taxi y llegamos a su departamento,  Carol vivia en dos pisos arriba de Rechel, así que entramos al edifico subimos las  escaleras, nos despeidios de Carol y entramos al departamento de Rechel, ella inmediatamente se cambio de ropa quitandosé su blusa y su falda en la sala sin importarle que estuviera,  después de un breve momento, salió en sin abotonarse su blusa y su falda de mezclilla le falta subirse el cierre, me pidió que le ayudara con el cierre yo accedí  me dí cuenta que traia unos zapatos de plataforma blancos que combinaban con sus pantaletas de reluciente naylon, me habia gustado su combinación.

Me indicó como prender el boiler para bañarme, donde tenia sus papales para pagarle sus contribuciones, me dio sus llaves que tria una gatita kithy de llavero, me dio mil indicaciones hasta que tomo una chamarra de su armario, tomo  maleta para irse al aeropuerto y continuaron las indicaciones hasta que llegamos al aeropuerto,  antes de irse tomamos un café y se relajó un poco, me empezó a preguntar por mi familia y mi hermana, ella me platico sobre su hermana Carol y su insufrible esposo, antes de irse nos despedimos con un beso en la mejilla, le dí su maleta y la vi entrar al anden, yo traia las llaves de su pequeño coche blanco que casi nunca usaba por que gastaba mucha gasolina, recorrí el área comercial para relajarme y hacer un poco de tiempo para dejar pasar la hora pico del

trafico, en su departamento me había hecho cambiarme por un vestido gabardina de mezclilla y una ropa interior en color blanco satina que vio que me habia gustado, estaba sin medias y zapatos bajos, en un aparador vi los mismos zapatos de Raquel y me los compre inmediatamente, ví también un pequeño prendedor de mariposa que me gusto y unos aretes que hacian juego, luego me compre una hamburguesa, camine otro rato entre los aparadores y regrese a la casa de Raquel, me sentí confortable usando la ropa de ella, era muy cómoda y agradable sentir el aire frio de la tarde en mis piernas y por debajo de mi vestido.

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Durante una  semanas disfrute ser Carol y hacer su trabajo además del mio, era la asistente más sonriente y atenta, que estaba en el departamento, el sr. Keys, mi jefe, nunca sospecho nada sobre mi cambio con Rechel, camino por enfrente de cubículo varias veces sin percatarse que ella no estaba , nunca se paro en mi lugar para llamarme la atención o decirme alguna queja de mi trabajo, estuve trabajando bastante duro para cumplir con los reportes de Rechel y el trabajo de sacar copias y hacer engargolados de papeles, organizando mi tiempo,  ademàs con un reporte especial trimestral de última hora y llevar a firma varios documentos a la planta de producción, esa

ocasión fue una buena experiencia al reconocer que era agradable a la mirada de los hombres, más si ese día llevaba una falda corta en estilo A,  por fuera del trabajo  había organizado perfectamente mis tiempos, para hacer todo lo que me pidió Rechell antes de las 8 de la noche, además de aumentarle un poco el guardaropa a Rechell comprando zapatos para oficina y unas faldas de trabajo, varias piezas de ropa interior de buena calidad, un espejo nuevo, Le habia lavado toda su ropa, llenado su refrigerador y comprando muchas cosas en la barata nocturna, arreglado el filtro de gasolina de su pequeño auto para que la combustión fuera mejor y la gasolina rindiera,  

Rechel regreso de sus vacaciones con la cara quemada con el sol y una gran sonrisa, durante la siguiente semana no dejo de hablar del chico que conoció y su maravillosa experiencia sexual que tuvo durante 7 dias, no le importó perder su prima vacacional por lo que habia vivido;  Carol de la misma manera que Rechel me trato como su hermana menor y me dio igual cantidad de indicaciones, la única recomendación

 importante fue que lo que la ropa interior que usara debía lavarla.

La siguiente semana  esperaba con ansiedad a que regresara Carol,  estaba cumpliendo con la apuesta sin problemas,  pero un dìa antes de que ella llegara, me habló mi jefe a su oficina, arreglaba mi chongo de cabello y con temor levante el teléfono al ver en la pantalla la extensión de él, escuche por el auricular: Señorita venga a mi ofina inmediatamente!!--conociendo a mi jefe cuando se enojara, yo corrí hasta su oficina, me esperaba en la puerta, entre y cerro su puerta, me indicó con su mano que me sentara en una de la sillas frente a su escritorio, el lentamente paso por un lado mio fue a  su lugar, olí su loción de maderas, se sentó en su cómodo sillón, levanto sus manos y entrelazó sus dedos, se hizo para atrás de su sillón, luego regresó al escritorio, hasta que tuvo las palabras suficientes para hablar, sentía mi

respiración agitada y mis manos me sudaban, acomode mis lentes, mantenía mis piernas perfectamente juntas y un tobillo delante del otro, ese día traía medías de tubo y  una falda de lápiz de Carol que jamás la había usado por quedarle grande, a mi me quedaba ajustada a la altura por arriba de las rodillas, mi vientre se veía agradablemente liso, mis caderas grandes y mis muslos gruesos, para disminuir la vista de una mujer gorda use una blusa blow holgada y un bra beige, el Sr. Keys hablo:

"Usted sabe muy bien sobre mi indicación de no desperdiciar y usar al maximos los recursos, Verdad?...no es verdad?--yo asisti con la cabeza, tenia nervios y no queria que mi voz me fallara, ni molesar a mi jefe--siempre la estuve observando,  ví lo que hizo usted durante estas dos semanas, haciendo el trabajo de sus compañeras y sin fallar también el suyo--pensé que me iba a correr o regañar, pero en vez de eso su voz cambio y expresó un: lo felicito!…usted es una buena empleda, atenta, Cordial, sumisa y con alegría hace su trabajo, sin quejarse jamás,  como lo hacen sus demás compañeras, siempre su cabello esta bien atado y viste pulcra-mente,  siempre trae sus zapatos bien puestos y limpios, siempre cumple con su trabajo a tiempo, siempre he visto

que   jamás  desperdicia nada, ni su tiempo, ni en su forma de vestirse y arreglarse la cara, ni yendo al baño pierde tiempo o hablando necedades con otras compañeras, siempre es seria y  da su comentario sincero y sabio, usa la engrapadora como es debido, ni más ni menos pierde una grapa, el tiempo cuando llega a su escritorio por la mañana lo usa con eficiencia hasta para maquillar su cara, es increíble y agradable verla hacerlo; cuando va al baño solo usa el tiempo adecuado y requerido, no más,  jamás se queda en el baño hablando, tampoco quiere llamar la atención con sus tacones cuando camina frente a mi oficina, es discreta y camina perfectamente en tacones, eso dice mucho de usted, dejeme decirle que me da alegría verla cuando pasa,  pocas lo hacen como usted tan discretamente, vi que siempre uso zapatos limpios, sus medias perfectamente lisas y sus

tacones prefectos sin roturas, es más, no le he visto  desperdiciar una hoja re-usada y la punta de su lápiz siempre esa afilada, eso dice mucho de usted y su trabajo,  sus reportes siempre han sido impecables a pesar de que haya colocado el nombre de sus compañeras, pocas veces lo han hecho ellas como usted lo hizo, me gusto como los ha hecho, pero--hizo un gran silencio y dijo: "Quiero que Usted permanezca con nosotros, no puedo desperdiciar a un elemento valioso como usted...dejeme decirle que antes  no cumplia con los estandares para pertenecer a esta empresa y pronto lo iba a despedir, pero ahora los excede y lo necesito a usted para  que me apoye en este departamento como mi asistente Gerencial", "Usted jamás me

engaño, dejeme decirle que en mi departamento siempre se lo que sucede...y no acepto un no...usted debe seguir haciendo su trabajo, como lo ha hecho durante estas dos semanas, desde la próxima quincena sus responsabilidades serán aumentadas, su escritorio será el que esta enfrente de mi oficina, pero no se preocupe por que su sueldo será también aumentado, ya arregle con recursos humanos para que le hagan un nuevo contrato y una nueva credencial de acceso, así como sus vales para uniformes".

Yo no podía decir ninguna palabra hasta que me salió una leve voz de gracias emocionado;  me quede mirando a través de mis lentes, sonreí , el empezó a firmar un memorándum: "aquí tiene su memorándum de su nueva asignación, si no tiene algo más que decir regrese a su lugar  para continuar con su reporte y no pierda más tiempo, solo una cosa más arregle su cara y sonría como lo ha hecho todos estos días, tiene unos labios agradables". 

Yo volví a agradecerle, el con su acostumbrada seriedad, dijo:

"No tiene por que agradecer, es una lastima que un elemento de esta empresa tenga  las piernas tan bonitas como las de usted  y se hubiesen  desperdiciado usando pantalones, no puede pasar esto en mi departamento, usted nació para ser un buen elemento femenino, acéptelo, quiero más empleadas  como usted con lindas piernas, no tenga miedo en enseñarlas, no pierda tiempo pensando necedades".