El dia de la secretaría

El día de la secretaria.

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Tres semanas antes del día de la secretaría decidí desde mi sillon de mi oficina, reconocer a todo el personal de las asistentes administrativas, el lunes sería su día, reuní a todas las supervisoras y jefas del área, las reuní para mostrar mi solidaridad  hacia ellas, pensé que todo sería pan comido para tranquilizar el mal ambiente entre ellas y mejorar el ambiente. pero todo se complicó, me tacharon de nada empático con ellas, que solo me importaba a mi mismo, para evitar más reproches le pedí me dijeran que queria que hiciera, de esa manera me comprometí a hacer cosas que jamás pense que podría hacer, cambio mi vida para mejor.

los compromisos firmados que haría serían  que me podría en su lugar por una semana y al final de esa semana tendríamos una comida pagada por mi a todas a las asistentes, comprar sillas especiales para mujeres, componer el aire acondicionado,  Julia la responsble de recursos humanos que estuvo presente e3l reunión, había hecho una test sobre mi actuación sobre el personal administrativo, yo tenia a penas un año de haberme hecho cargo del negocio, era mi primer año de inexperiencia,

La Sra. Hammer dueña del negocio me tenia confianza y me veia potencial para hacer mejores cosas, sobre todo en la motivación en el principal recurso de la empresa sus empleadas, ellas eran quien producían la riqueza de la empresa, le sugerí la idea y acepto con gusto, pero me pidió que no hiciera el riduculo y me prometió que debía verme lo más fiel posible al papel que iba  desempeñar, por el bien de la empresa ningún cliente o demás socias debian saber de mi propuesta de motivación al personal administrativo, me hizo prometer que una semana antes debía probarle que podría con lo que me habia propuesto.

realmente era un inexperto en eso que quería hacer, pero bajo la promesa que le había hecho a la Sra. Hammer, ella siempre me había tratado como a un hijo, confíame en mi y mis decisiones, pero quería que diera lo mejor de mi, quizás por eso me ponía a prueba.

Durante dos semanas previas, me prepare en forma discreta, encontré un lugar donde podían ayudarme, pero no le dije a mi pareja, ni a mis empleadas, me prepare en silencio, no tenia mucho tiempo por las tarde pero aproveche todo el tiempo que podía, mi pareja llegaba de trabaja a las 9 y debia estar en la casa para esa hora, ella era entrenadora en un gimnasio y se preparaba para un torneo de fisiculturismo.

el la tienda  donde me ayudaron para conseguir lo necesario para afrontar mi reto, también me conectaron con una maestra en el arte de caminar del refinamiento de los buenos modeles, donde aprendí la mejor manera para servir una mesa, la distribución de invitados, la organización de una casa, el arte del buen vestir y el uso correcto de los zapatos para cada ocasión en el día a dia.
Durante mis clases para caminar correctamente me  informaron de un curso intensivo para modular la voz para mujeres que querian incursionar en el canto,   serían 3 semanas del curso, pero aseguraban que desde el primer día podría comenzar a manejar mi voz en un tono más agudo que mi voz,  pense que sería bueno para mi y lo tome, el 5 día del curso pude lograr el tono decente como lo necesitaba para fingir un tono de mujer sureña, con el paso de lo días fuí mejorando hasta tener un buen tono de mujer de ciudad, conforme pasaba los días me era díficil mantener mi tono grave de hombre, así que en el trabajo día comence a contestar los teléfonos fingiendo ser mi asistente o secretaria, o en mejores casos como la Sra. Tomson Gerente General de la empresa, fue divertido hacerlo engañar a los clientes; pero no medí las consecuencias.  

Llegó el día donde debia probarle a la Sra. Hammer mis avances, pensé las cosas y el modo en que debía presentarme ante ella,  una noche antes para que mi pareja no se enteraba de lo que iba hacer, le dije que tenia que quedarme en el trabajo hasta muy tarde, ella no le importó que me quedara a dormir en la oficina, no era la primera vez, así que me fuí a un hotel para hacer prepararme para la entrevista con la Sra. Hammer.

tuve una noche completa para lograr con tranquilidad lo que me habia propuesto hacer, puse atención a los detalles logrando un buen aspecto mejor que lo habia pensado, las clases de maquillaje y pintura de uñas fueron buena aprovechadas,   me puse loción corporal de bebe, acicale mi cabello con las extensiones que me habia puesto, pague una clase más para poder aprender como colocarme las extensiones correctamente, pero valía la pena tener un cabello natural y usar un buen chongo escondido o un chongo alto, tenia menos posibilidades de que alguien notara que no era mi cabello natural.

En cuanto a los productos que compre en la tienda especializada para hombres especiales, con temor había entrado, pero habia salido con el pecho en alto y la autoestima renovada,   la inversión había sido buena, compre unas pantivaginas pro5-naturales y unos pechos electra-talla 34c, con las pantivaginas podía hacer todas mis necesidades sin quitarmelas, eran bastante fieles y cómodas, tenían el mismo color  de vello de mi vello publico, lo asombroso era que tenían varis zonas que vibraban al ser tocadas, dando una experiencia bastante realista y dolorosa, también los pechos tenían una zona que vibraba cuando los pechos eran tocados sobre las chichis y se reflegaban en la zona de mis propias chichis, pero además las chichis de los pechos crecían en forma en que eran friccionados con fuerza. 

Durante el curso aprendí a comprar la ropa interior que mejor que me quedaba, sobre todo los brassieres, pantaletas y faldas, esas semanas habian sido de descubrimientos, podia pasar sin problemas como una mujer, para mi solo era un experimento divertido, podría callar a a todas las mujeres de la oficina y no podrían decir que era un insensible y no sabía que es por lo que pasaban ellas, sobre todo las secretarías que eran las que más hablaban de mi sobre mi falda de conocimiento por lo que ellas pasaban cuando el aire acondicionado no servia o el elevador estaba descompuesto, hasta ese momento no había enfrentado algo real, solo mi imaginación para sobrevivir un día en una oficina llena de mujeres que me criticaran.

Compre la mejor ropa que pude comprar para una Gerente de oficina, un traje sastre en color negro y lineas blancas, una blusa beige tipo Blow de satín, los zapatos eran de buena marca y suela roja y tacón fino, aun me faltaba práctica para poder caminar correctamente en zapatos más altos, pero la maestra me dijo que solo usando zapatos altos todos los días podia lograr la maestria, que una mujer floja jamás logra una buena forma de caminar, ni menos femenina-mente, la maestra habia alabado mi forma en que progrese signifcativamente esas semanas, ella me dijo que debia seguir yendo al bailar.

cuando dio la hora de salir del hotel estaba listo para salir, habia pagado por adelantado el motel, solo era cuestión de salir en mi auto, guarde todo en mi maleta de viaje, tome el bolso Gucci nuevo que compre, guarde mi cartera, el estuche de maquillaje, mi cepillo, mis pinzas de pestañas, un lápiz labial y frasco de perfume Channel, un paquete de medias de tubo y unas pantaletas nuevas en su empaque.

Tome mi portafolio con mis documentos que debia entregar firmados, me subí el bolso al hombro, me di la última revisión, la ropa estaba pulcra, los zapatos limpios, mi cabello en su lugar, los aretes y collar bien puestos, mi maquillaje era excelente, mi cara era muy agradable y me gustaba como se veía, debía acostumbrarme a ella.

Abrí la puerta de la habitación y dí mi primer paso fuera, ese era mi primer paso de mil.

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Veía mis pantorrillas reflejadas en el vidrio de la recepción del despacho de la Sra. Hammer, realmente eran agradables en medias, movía mi pie para saber si la mujer que veía en el espejo era yo, estaban conmigo otras mujeres en espera de la cita, la Sra. Hammer era una exitosa asesora en finanzas para el retiro, habia llegado con 15 minutos de anticipación, ví como Salía de su oficina para recibir a su primer cliente del día.
Observó a sus clientas y nos dijo que nos atendería conforme hubiésemos llegado.

Entraron juntas 3 mujeres con traje ejecutivo y elegantes portafolios, estuvieron 15 minutos más del tiempo que tenia considerado, la secretaría era una mujer alta delgada sin muchas curvas, nada de gracia, pero amable con una voz chillona me ofrecio un cafe o té, acepte el té, con curiosidad observe desde mi lugar como preparaba el te en la pequeña cosineta.

Con gracia me entregó la tacita de te, tratando de ser lo más amable y manteniendo la misma gracia recibí la taza, me adelante un poco hacia la mesa del centro, sin problemas puse mis piernas hacia un lado para poder tomar la taza, me alegre que pude hacerlo sin problemas, esa habia sido una de las clases que me costó trabajo pero ahora lo hacia con la mayor naturalidad, la secretaria se fue a su lugar, se sentó con la misma gracia y arremetió su silla sin preocuparse mucho por mantner las piernas juntas, no era una custión de pena, el no hacerlo bien manteniendo una cierta distancia entre cada rodilla, compare sus piernas con las mías mientras sorbía mi te, mis rodillas eran mas llenitas y mis muslos más anchos, realmente eran más femeninas que las de ella, según mi estandar de lo que debia ser una pierna de mujer.

las tres mujeres salieron despidiendose de mano de la Sra. Hammer, cuando se fueron hacia el elevador, se acercó a su secretaria para preguntar quien seguía para atenderla, la delgada mujer le extendió una tarjeta con el nombre, escuche que decia: Sra. Tomson! puede pasar por favor!, me levanté, tome mi portafolio, subí mi bolso al hombro, camine cuatro pasos y le ofrecí mi mano a la Sra. Hammer, ella con firmeza me saludo, yo mantuve mi mano con la misma firmeza que ella, pero sin ofrecer resistencia o fuerza, mis uñas estaban barnizadas y pintadas del mismo rojo que las de ella, ese color estaba de moda.

Me dejo pasar a su espaciosa oficina, el ambiente era minimalista y solo tenia un escritorio de cristal y una pequeña sala con sillones de piel en color blanco, ella también vestía de traje sastre en color blanco.

Volvió a leer la tarjeta y dijo: Sra. Tomson la tarjeta dice que su asunto es de trabajo, dejeme decirle que mi despacho es pequeño y cuento con el personal necesario.
Me mantenía positivo sin dejar de sonreir, me acomode en la silla, deje mi portafolio en el suelo y el bolso aun lado mio, entonces le dije que realmente ya tenia un trabajo dentro de su compañia de Seguros financieros para el retiro,  le dije que venia para que pudiera evaluar si podia seguir trabajando para ella--vi como abría su boca con sorpresa y no podia articular palabra al descubrir quien era realmente, ella pudo preguntar si yo era el "Sr.Tomson", con confianza y nueva mejor voz le dije que era mejor que bajo las condiciones que me encotraba era mejor que me dijera Sra. Tomson, cuando por fin pudo salir de su estupor por la sorpresa, me pregunto como lo habia logrado, jamás hubiera pensado que pudiera lograrlo, solo pensaba que sería una mala broma para mi y una lección ante las mujeres de oficina, pero ahora tenia una nueva perspectiva de mi, le dije que realmente lo habia hecho para no pasar por una verguenza con mis empleadas, en ese momento recibio una llamada, levantó el auricular, su secretaria le informó quien era, ella acepto la llamada y me pidió silencio.

escuche tres "si", luego estoy de acuerdo, luego un "debemos negociarlo", entonces hablo para explicar su posición ante el problema: Joan, tu sabes que yo no quiero influir en mi hermana, se que ella ha comprado esa empresa y podemos hacer un buen negocio, pero no quiero que esta situación se vea como un conflicto de intereses, ok. estoy de acuerdo hay que negociarlo--hubo un silencio y luego continuo hablando: ok..dices que a las 3 tienes esa reunión, pues allí voy a estar con mi gerente, quiero que todo sea claro, si vamos a estar a esa hora,  hablemos todos los involucrados hagamos que funcione por medio de números, no por relaciones. los gerentes son los que saben del negocio así que ellos son los que deben hablar, estamos Joan?, ok..entonces nos vemos en en un lugar neutro, que te parece el restaurante italiano Daniels,  en el del centro.
ok..nos vemos--colgó.

puso una mano en su frente para regresar a lo que estaba antes de la llamada, organizó sus ideas, se quito la mano de la frente, me miro a los ojos y me señalo con su dedo, luego dijo: Sra. Tomson usted va conmigo a esa Reunión, usted comenzó todo esto, me dicen que la semana pasada el gerente de la compañaria de mi media hermana se contacto usted para negociar un nuevo contrato comercial, le ofreció una serie de buenas concesiones comerciales, creo que vale la pena que me dija cuales son esas concesiones, tenemos tiempo hasta la 3.00, levanto el telefono para informarle a su secretaría que ya no atendería a más clientas, porque Saldria con su nueva gerente.
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