Como Aprendí mi lección para subir en la piramide Organizacional, mi jefa me impuslo hacerlo.
Iba subiendo las escaleras cuando escucho una voz desde
atrás de mí diciendo que necesitaba hablar conmigo, era una jefa administrativa
divisional , me detuve en el descanso para esperar a que llegara hasta mí y
pudiéramos hablar, ella era un mujer alta con un suit gris ejecutivo, me
llevaba como 30 cm, era la más estricta
y severa jefa de la empresa, se decía que a le gustaba lastimar a sus
empleados, yo solo era un empleado de recién ingreso, tenía 30 años y por una
casualidad había encontrado un trabajo en archivo, aunque era administrador,
los trabajos estaban escasos, por una
pequeña influencia de una amiga que dejó su trabajo, yo entre en lugar de ella,
pero también me quede con su departamento en renta, desde que perdí mí trabajo
mí vida había ido en descenso, perdí mí
auto, mí novia y mí departamento; debía comenzar de nuevo, así que trataba de
tener un perfil bajo, para ganar confianza en los jefes y conseguir subir en la
jerarquía de los puestos, así lo había hecho por 11 años en el empleo anterior,
pero por cambio en las políticas en la igualdad de género, mí puesto se lo dieron
a una mujer.
Ahora mí jefa me veía
hacía abajo, me percate de que no estaba usando brasier, podía ver sus pechos
atraves de su delgada blusa, aunque su saco disimulaba su transparente blusa.
Yo no quería tener problemas y le pregunte si necesitaba algo
para ayudarle, ella solo me veía y no pude aguantar su mirada y baje la mía,
eso le parecio interesante, me dijo que levantara la cabeza que no debía tener
miedo, me acomodé mis lentes para verla mejor, ella se acercó a mí oreja y me
dijo que necesitaba a alguien para tomar la minuta de la reunión directiva ya
que sus asistente estaba de incapacidad por maternidad, así que si aceptaba iba
a cubrirla por 45 días, era una buena oportunidad, acepte trabajar para ella.
Durante 45 días estuve haciendo el trabajo que ella no
quería hacer o era monótono, preparaba y le llevaba café, sacaba copias y hacia
expedientes, engrapaba presentaciones, me quedaba tarde para terminar sus
presentaciones directivas, hacia llamadas y llevaba su agenda, trate de hacer
mejor mí trabajo, ella nunca tuvo algún buen gesto hacía mí solo era su
empleado administrativo, nunca me maltrato o me pegó como los rumores decían,
siempre fue amable, pero sería y formal.
Trabaja muy de cerca de ella, podía oler su perfume y ver
sus delgadas medias, pude darme cuenta de su necesidad de usar medias limpias
así como sus pantaletas debían ser del color perfecto de acuerdo al traje
sastre que usara o los zapatos, bolso y maquillaje.
Ella se dio cuenta de que no me molestaba conseguirle medias
limpias o pantaletas del color que ella deseaba, también me dejó escoger el
perfume que usaría en la oficina.
Me pidió comprar flores todos los días y traerle su
periódico, también me pedía que llevara a bolear sus zapatos, yo lo hacía sin
quejarme.
Todo eso por el doble de sueldo que estaba percibiendo
cuando me vio en las escaleras, con eso pude comprar un pequeño auto blanco que
era económico y un saco nuevo, solo tenía tres sacos y los coordinaba con las
corbatas para lucir diferente todo los días.
Por las reuniones que asistía me daba cuenta de que la
empresa estaba cambiando, el Sr. Keys el hombre alfa de la empresa se iba a retirar de
la empresa y le dejaría en puesto para su hija,
eso implicaba muchas intrigas y juegos de poder entre todas las jefas de
la empresa, yo iba a ser un elemento importante para esa transición, terminaría
con el puesto de mí jefa, pero tendría que desechar mucho de la forma en que mí
padrastro me enseño y debería hacer lo que mí tía me enseño.
Una viernes por la tarde cuando me faltaba mucho por acabar
mí trabajo para hacer una minuta de la junta de asiganación de nuevas tareas a
las jefas divisionales, en el caso de mí jefa tendría autoridad para autorizar
o denegar los nuevos elementos de recursos humanos, tenía poder sobre la encargada
de recursos humanos, nómina y contabilidad.
Mí jefa salió de su oficina y me ordenó seguirla, yo le
comenté que debía acabar mí trabajo, ella me miro con su mirada de enojo y me
ordenó alcanzarla en el estacionamiento, cerré mí computadora, guarde mis cosas
dentro del cajón de mí escritorio, limpie mí saco y baje al estacionamiento, mí
jefa me toco el claxon para saber que estaba en su auto esperándome, ella sabía
que mí pequeño auto blanco estaba en el taller mecánico, me iba a dar un raid a
mí casa, me subí con calma a su lujoso auto, sin verme arranco y salimos a la
calle, ella estaba concentrada en conducir, yo prefería no ver como su falda se
iba subiendo hasta llegar a sus pantaletas moradas, trataba de ser discreto
para que no pensara cosas malas de mí, que era un fisgón o quería acosarla.
Después de 40 minutos llegamos enfrente del edificio donde
vivía, me iba bajar, cuando ella me dijo si podía ver mí departamento, me
extraño su petición, pero era mí jefa y durante el tiempo que la conocía jamás
había abusado o tratado de lastimarme o hacerme menos, ella era una buena jefa.
Nos bajamos de su auto, yo escuchaba sus tacones atrás de
mí, subimos la escalera de madera y luego caminamos por todo el pasillo hasta
mí pequeño departamento, olía su perfume y escuchaba como sus muslos rosaban
las medias, prendí la luz y la invite a pasar.
La alta mujer paso por primera vez a mí pequeño
departamento, comenzó a recórrelo, vio mis fotos de mis primas y mí tía que
tenía sobre el televisor, luego vio que todo estaba limpio y en su lugar,
reviso mí cocina y vio que me gustaba cocinar, luego me pidió entrar a mí
recamara, vio la cama tendida y la poca ropa que tenía.
Por fin me pidió hablar en la sala, estaba intrigado por lo
que me diría, se sento con calma, cruzo las piernas, yo la veia desde mí lugar
con mis grandes lentes, me los acomodé para verla mejor.
Ella hablo diciendo: que te parecería si pudieras tener un
departamento más grande, más ropa que vestir y un auto nuevo?—yo hice una cara
de sorpresa por lo que me comentaba, pero sabía que los puestos estaban
ocupados por alguien, solo podría ocupar algún puesto de asistencia
administrativa en alguna de las divisiones, pero el salario era el mismo, lo
que me ofrecía me costaba trabajo entenderlo, le pregunte como podría tenerlo?,
ella mostraba una sonrisa, hablo directamente: desde que ví tu solicitud me he
interesado en ti, tienes potencial, he seguido tu desarrollo, antes de que
entraras a trabajar con nosotros pedí referencias en tu otra empresa y me contaron
cosas interesantes como que tu ganaste el premio al mejor disfraz femenino en
la fiesta de Hallowen, en tres años seguidos, también me enteré de que ganaste
un reto de 30 x 30 contra otra jefa, en tu otro trabajo tenías mucha influencia
en tus empleados y empleadas, pero aquí cambiaste, te volviste sumiso y
trabajador, como lo pedía el puesto, en vez de pedir un puesto de acuerdo a tu
experiencia, aceptastes un puesto inferior, que paso?—yo tome aire y le dije
que realmente cuando perdí mí trabajo no tenía motivación para volver a
trabajar, mí pareja me había abandonado y sus palabras cuando se fue aun
resonaban en mí cabeza: tu no eres un hombre, ni jamás lo serás, eres un
perdedor, si no puede mantener a una mujer como te puedes hacer llamar hombre,
tu pene es tan pequeño como el de una niña,
es mejor que me vaya para buscar a un verdadero hombre.
Mí jefa se rio de mis palabras, pero dijo que quizás mí
pareja tenía razón, yo me sorprendí por su contestaciones y le pedí que me
explicara lo que quería decir con eso y me dijera por que quiso conocer mí
departamento, ella cambio de pierna cruzada, cruzo los brazos y se acomodó en
el sofá, continuó su explicación: se que siempre haz querido mí puesto, te
propongo ayudarte a obtenerlo, solo tienes que hacer lo que te pido y serme
fiel como empleado, en un año vamos a lograrlo, voy a crear un nuevo puesto de
supervisora de asistentes administrativas, ella tendrá acceso a todos los
expedientes y tareas de las demás asistentes, deberá tener el control sobre ellas
y sobre su trabajo para que hagan lo que yo les pida como gerente
administradora, también deberá cubrirlas cuando falten o estén enfermas, hay
varias mujeres interesadas en ese puesto, pero he pensado en ti, tu eres el
mejor candidato para ese puesto, no hay un mejor candidato que tu, la nueva
directora ya acepto el puesto y me pidió el hombre de quien va a ocuparlo, solo
me pidió que las actividades asistenciales se hagan sin retraso y usen el
uniforme que propuse para ellas, yo le di tu nombre y este lunes debes comenzar
a trabajar, solo tienes que ir a recoger tus uniformes con esta tarjeta, el día
lunes tu le presentaras las propuesta de
uniformes para cada día de la semana, estamos de acuerdo?—no sabía como había
llegado hasta ese punto, de hacer lo que ella me ordenaba sin cuestionar, solo
hacer sin pensar, había recibido una lección.
Mí jefa se levantó y me dejó con el compromiso de
presentarme a trabajar con uniforme y hacerme cargo de todas las asistentes de
la empresa, antes de salir me dio mí nuevo nombre: ““Linda Ariel”, pequeña nos
vemos el lunes, espero que vengas lo más pulcra posible para que no pierdas la
oportunidad de servirme”.
Cerre la puerta y escuche como bajaba la escalera, esa noche
no pude dormir pensando en lo que tendría que hacer para obedecer todas las
ordenes que recibí , primero organice y lave la ropa que mí amiga había dejado,
después me bañe y me prepara para que la nueva “Linda Ariel” la pequeñita de mí
jefa pudiera aparecer, aun tenía los
anexos de latex de bordes transparentes que use en mí último disfraz de mujer
maravilla, también tenía un airebody que hacía reducir mí cintura y levantar
mis gordas nalgas, de esa manera mí cadera se ensanchaba mucho, quizás mí jefa
vió eso el día que me detuvo en las escaleras.
Aun tenía las botas de gatubela y sus pantalones de
látex, pero hacía calor para usar ese
pentalón así que decidí usar las botas con un vestido gris de mí amiga, en dos
horas estaba preparado para ir por mis uniformes, para retarme a perder el miedo para caminar
en la calle y soportar la mirada y palabras de los tipos, decidí ir sin medias
y el vestido corto gris, las únicas pantaletas limpias eran de color verde y si
me descuidaba se podían ver fácilmente, así que debía poner mucha atención en
como caminaba y por donde iba, aunque mí experiencia en los hallowens para
hacer aparecer dos lindos labios vaginales y desaparecer mí pequeño pene dentro
del piso de la fingida vagina, me daba la confianza de que nadie sospecharía
que no era una mujer, mis pechos eran grandes, ni pequeños eran aceptables,
solo tuve que ajustar el bra de mí amiga para que me quedara su bra y levanar
un poco los pechos para hacerlos más aceptables.
Todo estaba en su lugar, con el poco maquillaje que contaba
trate de hacer lo mejor que pude, pero mí tía siempre me dijo que podría
maquillarme mejor que mis primas, solo que me concentrar en hacerlo bien.
Me puse un chaleco largo con bolsas a los lados y estaba
listo, guarde mí dinero en el bolos de tela de mí amiga y deje lo contenía desde la última vez que lo uso ella (crema,
estuche de maquillaje, toalla femenina, una chalina, jabon de manos, perfume,
espejo, cuchara, papel sanitario y monedero.
Con la extensión de cabello de la mujer maravilla me había
hecho un chongo alto, me puse mis lentes y salí a la calle, esa tarde me libere, no sentí tan libre libre
desde hacia mucho tiempo desde que fui a
la escuela con el uniforme y la ropa interior de mí prima.
Regresé con mis 6 uniformes, 24 pares de pantimedias y dos
medias de tubo con su ligero, 24 juegos de ropa interior de colores acorde a
los uniformes, 12 pares de zapatos dos para cada uniforme, 12 medias enaguas y 12 enaguas completas, tres pillamas y tres vestidos para diario, también me había traido dos pantalones
liggines imitación mezclilla.
Esa noche pase probando mis uniformes y mí ropa nueva,
acomode todos los uniformes para llevarlos al trabajo y mostrarlos a la
directora.
Solo deje afuera el uniforme de falda negra saco caoba con
chaleco del mismo color, con su mascada en colores blanco, azul y caoba,
Al siguiente decidí ir a un salón de belleza donde había
sacado cita para que me atendieran a las 12 del día, para que me pusieran
extensiones de cabello, me depilaran, me plancharan mí cejas, me hicieran
manicure y pedicure, después fui a comprar el maquillaje que me recomendaron en
el salón de belleza, también compre accesorios para el cabello, diademas,
pinzas, pasadores, donas y lo necesario
para hacer un agradable peinado para el trabajo, también compre aretes,
collares, anillos y un pequeño reloj de
manecillas doradas.
Tenía todo lo que necesitaba, pero no resistí comprar dos
vestidos de mezcilla y unos zapatos de plataforma.
El día lunes me presente a trabajar con mis 5 uniformes,
vestía ropa interior roja para la suerte, medias satinadas, falda negra,
chaleco caoba y su saco, mí blusa estaba
blanca y al cuello tenía mí mascada, mís zapatos negros de tacón algo, como
había usado la mayor parte del tiempo en
maquillarme, mí cara lucia perfecta, mejor que la de mí jefa, mi perfume era de
rosas y solo me puse un poco, mis uñas estaban perfectas y cortas, mí chongo
estaba bien hecho y firme, mis aretes de perlita combinaban con mí collar, mis
labios en color del saco, era la perfecta asistente administrativa.
Para esa hora de la mañana mis tacones era uno conmigo,
llegue hasta mí escritorio enfrente de la oficina de mí jefa, estaba
encendiendo la computadora cuando llegó ella, yo tome mí libreta de apuntes y
entre a su oficina para que me inspeccionara y me diera las tareas del día, así
había sido todos los días desde que acepte el puesto, solo que ahora vestía
falda y estaba maquillado.
Nadie de la oficina se percató de que ya era un empleado
antiguo, sino pensaron que era la nueva asistente de mí jefa.
Mí jefa me miro con mucha alegría y con confianza me dijo
que estaba bien, solo que no exagerara en perfume, que cuidar de que mí enagua
no se viera, mis medias no se rompieran y mis zapatos siempre estuvieran
relucientes, ella lucia un traje azul ejecutivo, más caro que mí uniforme, me
pidió hacerle un café y luego venirme a sentar con ella, hice lo que me pidió,
con cuidado puse el café enfrente de ella, le deje su servilleta y me fui a
sentar frente a ella, me agradeció el rico café que le preparaba todas las
mañanas, comenzó a decirme que pasaría ese día, me iba a dar la pequeña oficina
de al lado, yo debería escoger entre las asistentes una nueva asistente para
ella, en una hora tendríamos la reunión con la directora, yo debería presentar
los uniformes y mí plan para mejorar el área de asistencia, mí jefa me apoyaría
en todo, pero yo debería entregar informes sobre lo que hacían las jefas de las
demás áreas, también debía llevar una caja chica para la compra de flores para
todos los escritorios de las jefas y otros gastos menores como medias de
emergencia o cuando alguna de las asistentes necesitaran toalla femeninas o
panteletas limpias, también debería dar un informe sobre las actividades
personales de cada asistente, por si alguna de ella anduviera con algún
empleado del edificio y quedaba embarazada; debía estar siempre al pendiente de
sus uniformes, maquillaje y medias, cualquier falta tendría la obligación de
llamar la atención.
Sería como una operadora para mí jefa, sabría rumores y
chismes de los departamentos, así que debería actuar como su mejor amiga, pero
siendo una jefa conforme al reglamento,
eso iba hacer un reto para mí, pero que era mí vida sino un reto desde que mí
prima me reto a usar su uniforme para comenzar mí año escolar en mí nueva
escuela, desde se momento aprendí que siempre debía llevar las pantaletas
limpias, bien puestas las medias, tener un buen maquillaje, mí jefa lo sabía
por eso confió en mí.
Quizas no tendría el pene más grande, pero sí lograria tener la vagina más grande.
Me tarde en ocupar el cargo de mí jefa en dos años, pero
para entonces antes de tomarlo iría de vacaciones y al final sería la mujer que
mí jefe siempre pensó que sería.