jueves, 22 de junio de 2017

El Reto: ella era la mejor empleada del departamento, aunque ella no lo sientiera así.





Realmente no había escarmentado cuando dije que yo podía ser mejor que ella.


Un mes usando tacones en zapatos rosas, no habían bastado para darme por vencido y aceptar que la próxima jefa de área sería Susana, a todos humillaba por que era la 2a supervisora del área, pero no podían hacer nada, por que se había ganado la confianza de la nueva gerente general, había aceptado despedir a la Sra. Tomson, ella era una persona amable y atenta, quizás era mí ideal de una jefa y empleada perfecta, pero por razones que desconocía una mañana dejo de venir a trabajar.

Ahora con el afán de hacerle la vida imposible a la Gran Susan y hacerla quedar mal ante la gerente, acepte el reto,por un mes debía trabajar sin quitarme los zapatos, para la satisfacción de todos resistí los embates de Susana al darme trabajo para subir y bajar por todo el edificio y quedarme más tiempo parado para acomodar expedientes y  atender clientes en mostrador, pero no me basto, necesitaba hacerla quedar mal y que la gerente viera que no era lo que decía.

Mientras comíamos en el comedor de edificio corporativo ella intento tirarme al empujarme mientras caminaba rumbo a mí mesa, pensó que al traer zapatos de tacón alto perdería el equilibrio, pero con mucha agilidad mantuve el equilibrio de mí bandeja de alimentos, manteniendo las rodillas juntas y dando pequeños pasos.

Si la bandeja hubiera caído entonces se iba a producir un gran ruido y todos hubieran volteado a verme, entonces se reirían de mí por usar zapatos rosas, pero no sucedió solo alcanzaron a ver la gente que estaba cerca, sin hacer más problemas fui a sentarme con Babe y Beth para comer.

Terminamos de comer y caminamos al elevador para regresar a nuestro piso, el elevador llegó rápido y nos metimos en él, pero antes de que cerrara Susana junto con otras dos compañeras de su misma calaña, entraron al elevador, de inmediato comenzó una discusión por que unos expedientes no aparecían y yo había sido quien los había guardado,  para mí desgracia en el elevador iba también la Gerente, ella había visto la oportunidad para sacarme de la empresa, la discusión se tornó aspera, cuando le dije que le había mandado a su correo una relación de los expedientes que había guardado yo tenía buena memoria y  no recordaba que hubiera ese expediente entre los que me dio, ella juraba que si me lo había dado, la discusión entro en un espiral sin salida, la gerente tuvo que intervenir, comentando que ese expediente había aparecido en su escritorio esa mañana y no recordaba haberlo solicitado, pero Susan bajo la nueva perspectiva del problema comenzó a justificarse diciendo que me había pedido ir por ese expediente, yo para defenderme le dije que no me había dicho tal cosa y mentía, ella me calló y comenzó decirme mí errores y mis retardos continuos, Beth y Babe comenzaron a defenderme, pero las detuve para decir que realmente pensaba que yo era mejor que ella!.

Hubo un silencio en el elevador, la puerta se abrió y debíamos salir, la Gerente salió primero y detrás salimos todos, caminamos atrás de la gerente hasta detenerse frente a la puerta de cristal de nuestra empresa, nos detuvimos todos.




La gerente tomo aire y dijo: realmente no me gusta que discutan entre empleados, pero realmente no pienso que tu Susana seas mejor que él—dijo señandome con su dedo—pero eres la única hasta el momento que cumples con todas las tareas que te pido, pero usted—volvió a señalarme—ha puesto un reto difícil de superar, pero acepto que demuestre lo que dijo de ser mejor que ella, yo no necesito una empleado que dirija a un departamento donde el  99% de los empleados son mujeres, pienso que crearía más problemas que soluciones, pero le voy a dar una oportunidad de demostrarlo, bajo las condiciones  laborales que son necesarias para ocupar el puesto de Susana, como no veo que ninguna de las empleadas use pantalones, entonces usted tampoco lo hará, usted deberá usar correctamente el uniforme que le proporciona la empresa, de no ser así recibirá sanciones administrativas como cualquiera de nosotras, además estará bajo mí supervisión y cualquier error que cometa, lo tendré en cuenta para su evaluación de permanecer trabajando conmigo, si usted tiene algún altercado con alguna de las compañeras o Susana, me veré en la necesidad e correrlo, pero usted Susana lo dejara en paz y no cuestionara nada de lo que el haga, estamos entendidos?—todos movimos la cabeza para aceptar su última palabra.

La gerente entro a la oficina y camino a su espaciosa oficina, Beth y Babe caminaron conmigo hasta mí cubículo para hablar de la situación en que me encontraba.

Durante los siguientes 30 minutos me di cuenta de donde estaba metido, no solo era cuestión de usar zapatos rosas, era trabajar de la misma manera que las demás compeñeras, yo sería una asistente más de la gerente, debía comportarme como una de ellas.

Beth y Babe estaban de mí lado y sabí que me ayudarían, pero realmente estaba solo en este reto.

Seguí haciendo mí trabajo hasta llegar la hora de la salida, pero antes de salir recibí una llamada de la gerente para informarme que ya había dado ordenes el departamento de recursos humanos para que me entregaran mis nuevos uniformes y firmar un nuevo contrato como asistente ejecutiva a prueba, la compañera de recursos humanos ya se quería ir y estaba de mal humor por que al último momento le habían pedido hacer un proceso de incorporación, así que sin decir nada me dio a firmar una carta de entrega de uniformes, con las recomendaciones para usar los uniformes, firme mí contrato con 10 tantos y me pidió regresar al día siguiente para tomarme una foto para hacerme mí nueva credencial, una vez que acabo, tomo sus cosas y corrió a los elevadores. Me quede con las cajas de mís nuevo uniformes.



Al siguiente día me presente perfectamente uniformado y maquillado, la falda gris me llegaba hasta la rodilla, usaba medias den 10, zapato cerrado ejecutivo, con unos pequeños aretes en mis orejas, usaba un chongo y un fleco en mí frente, usaba un perfume de rosas, mis uñas estaban solo pintadas de la punta en color blaco y esmaltadas, traía puesto mí saco y mí chaleto, con una tie en color rojo caoba, la blusa era completamente blanca, sin bolsas.

Beth y Babe me habían ayudado a lograr el cambio de mí imagen, caminaba con mis uniformes rumbo a la parada de autobús, sin saber que hacer, cuando ellas me interceptaron para llevarme a comprar lo que me hacía falta, para mí sorpresa con un poco de cambio en la ropa que traía, me hicieron pasar por una chica que necesitaba ropa, me subieron los pantalones para hacerlos tipo pescador, mí camisa le desabrocharon 3 botones y me la amarraron arriba de la cintura, Beth arreglo mí cabello, me puso sus aretes y pinto mis labios, de esa manera hicieron que no pasara pena al solicitar ayuda para conseguir la ropa interior, medias y algunas ropas más que iba a necesitar para el reto de un mes.

Nadie noto mí entrada, era una más de las mujeres que subían por el elevador, bajaban en mí piso y esperaba mí turno para tomar asistencia en el aparato de registro electrónico, camine a mí cubículo y cuando me preparaba para sentarme, sonó el teléfono, era la Gerente preguntando si ya estaba listo para ir a su oficina, el recuerdo de Dick mí compañero de departamento al verme entrar se esfumo en ese momento, era hora de trabajar.



**

Día 1.

El primer día tuve una sanción administrativa por traer sucio los zapatos y un botón suelto de la blusa, la gerente había dejado en claro que no iba haber diferencias con las demás compañeras, esa fue mí lección del día.

También ese día tuve que subir y bajar por las escaleras muchas veces, no pude salir a comer para terminar de enviar correos de la gerente, por que Susana desconecto mí computadora.

Día 15.

El fin de semana fue extenuante, Dick  mí compañero de departamento me invitó a ir a la boda de su hermano, cometí errores por tener cansancio.

Día 20.

El día domingo Dick no vino a dormir al departamento, había tomado la decisión de irme de allí, Susana estaba ganando la batalla, tuve mí 5 falta administrativa por no cuidar mí cabello.

 Día 30.

Termine de cambiarme al departamento de Beth, mí closet estaba creciendo con la ropa que me regalaron Babe y Beth.

Dick me busco para pedirme perdón.



Día 35.

La Gerente me pidió con ella a la junta directiva y tomar la minuta, el Gerente de calidad  me pidió llevarle un café y lo hice.

Día 40.

Las cosas no había salido bien, la gerente le había pedido a Susan que le entregara una evaluación de mí desempeño, pero los numerosos altercados con sus compinches no me favorecían, tampoco mis actas administrativas, mis tres retardos tampoco, las compinches decían que yo era una mala persona y me enojaba con facilidad.

Beth y Babe quisieron justificarme, pero ya estaba cansado y deseaba que terminara todo, sabía bien que me había esforzado mucho por ser la mejor empleada que podía, trataba de cuidar mí aspecto, de hablar lo más tranquilamente posible y con amabilidad, no respondía las agresiones, solo cuando ya no soporte les grite que me dejaran en paz, pero cuando lo hice la gerente estaba pasando o se daba cuenta pero no decía nada.

Siempre tenía limpio mí escritorio y hacia lo que me pedía la gerente aunque algunas veces no era como ella quería las cosas.

No había más que esperar al siguiente día la última decisión de la gerente, pero Beth estaba segura de que no me iba a despedir.

Dick me esperaba en la parada de autobús, platicamos de muchas cosas, pero el sabía bien que yo no podría darle lo que el necesitaba.

Día 41.

Había decidido regresarme con Dick. Lo que pasara debía cumplir mí palabra de venir como cual quiera empleada de la empresa, ahora sentía que el uniforme era parte de mí, no podía sentirme bien sin no usaba medias y zapatos altos.

Babe me dijo algo real: pasara lo que pasara ya no podría ser la misma persona.

Estuve sin hacer nada hasta medio día, la gerente había tenido varias reuniones personales con sus gerentes, el último en atender fue el gerente de producción al salir se despidió de mí, siempre había sido muy amable conmigo, me hacia reír diciendo que mis oyitos de la mejilla eran sexis.

Cuando salió  el gerente me pidió entrar a su oficina, cerré la puerta y me sente lo mejor que pude con las manos juntas en mis muslos y los tobillos cruzados, enfrente de ella tenía un documento y en letras rojas decía recomendación a despido, apreté mis labios para no hablar cuando me dijera su decisión, la gerente leía mí expediente echada hacia atrás de su silla,  de repente regreso a su escritorio y dijo: esta despedida!, en ese momento se escuchó que tocaban la puerta, la gerente levanto la cara para ver quien tocaba y decir que pasara, yo me mantuve en mí lugar, escuche atrás de mí la voz del Gerente de producción que decía: disculpe Miss Keys, se me olvido mí agenda puedo tomarla?—la gerente le dio permiso de tomarla, cuando lo hizo, volvió hablar: disculpe nuevamente Miss Keys, pero no pude dejar de escuchar lo que le dijo a su empleada, tengo algo que decir, no estoy de acuerdo con su decisión, déjeme decirle que yo estaba en el elevedor ese día de la discusión, desde lejos escuche la decisión que tomo ese día y realmente creo que si la despides va a cometer un error, ella es la mejor empleada administrativa  que tiene en este momento, yo la avalo por que he observado desde el primer día de que subió al mismo elevador, la he observado que como hace su trajo, como contesta el teléfono y como se dirige a sus compañeras, siempre es sonriente y servicial,  siempre llega y  viste siempre pulcra, es agradable verla todos los días en su lugar, ella es sonriente y servicial aunque sus compañeras no la saluden, nunca se queja de sus problemas, siempre viste correctamente su uniforme, nunca he escuchado alguna queja de sus compañeras, las minutas siempre las tiene a tiempo y bien hechas, sus reportes son limpios, su letra es agradable en los recados, creo que tiene lo necesario para ser la mejor empleada del departamento, si tiene que despedir a alguien es a Susana, por que si no la quiere yo si la necesito en mí departamento, una bonitas piernas siempre son bien recibidas—dijo sonriéndome.




















martes, 20 de junio de 2017

la esposa desempleada, la busqueda por encontrar un lugar en la casa.



Mí esposa cambio, yo cambie también.



Era un empleado en una empresa de productos químicos hacia 5 años, mí trabajo consistía en introducir las notas de los productos comprados, mi tarea era la misma desde mí primer día de trabajo, por casualidad había conseguido el trabajo después de salir del colegio, por una vecina de mí madre.
Tres años después conocí a mí esposa en un taller mecánico cuando arreglo mí auto, había sido el primero de ella, después de salir de la escuela y conseguido su primer trabajo en el taller donde fui para arreglarlo, realmente ella había sido quién me conquisto por que la volví a ver en un pequeño bar cerca del trabajo, ella jugaba billar con sus compañeros de trabajo, yo estaba en la barra tomando una cerveza, tratando de despejarme después de una semana haciendo el mismo trabajo, ella solo me veia, yo trataba de ignorarla, pero después de 3 cervezas había decidido irme, ella se acercó por detrás y me invitó otra cerveza, empezamos a platicar, esa noche nos conocimos y 9 meses después tuvimos a nuestra hija, cuando ella se recuperó nos casamos y comenzamos a vivir juntos, todo estuvo tranquilo por 3 meses más, yo debí hacerme cargo de mí hija, ya que ella había conseguido un trabajo en la planta armadora de autos y debía trabajar desde las 7 de la mañana hasta la 7 de la noche, hasta los días sábados.
Ella se levantaba más temprano y se iba a su trabajo, yo debí hacerme cargo de nuestra hija, llevarla a la guardería, ir a trabajar y luego ir por ella, para llevarla a la casa para hacerle de cenar.
Nos habíamos adaptado a nuestro tiempos, el único día que nos veíamos era el día sábado, pero ella siempre estaba cansada y lo entendía.
Pero todo comenzó a cambiar cuando comencé a sentir bochornos y doler me pechos, durante tres meses no dije nada, escondí lo que me pasaba, pero cuando el crecimiento de los pechos y las caderas fue evidente no pude negar que algo estaba pasando, mí cabello crecía a un ritmo  más rápido y en 15 días debía cortarlo, comence a llorar sin causa aparente y me sentía solo, cansado por el trabajo y por las cosas por hacer en la casa, debía ir al doctor, cuando estuve frente al doctor, el pensó en primera instancia que era una Señora por los pechos que se mostraban por debajo de la bata, después de que me pidió quitarme la bata, ví una pequeña cara de sorpresa y risilla al ver mí pequeño pene entre un abundante vello púbico color rubio, pero el doctor se portó profesional, definitivamente tenía un problema me mandó hacer análisis que soporte estoicamente, sentí dolor cuando me aplastaron mis pechos y cuando varios dedos entraron por mí ano para revisarme.

Al final el diagnóstico fue que tenía un situación de remplazo hormonal atípico,  el doctor me hizo preguntas y descubrí que el hecho de que mí cubículo estuviera sobre el respiradero de aire acondicionado, el aire condensaba los vapores de un nuevo producto que se investigaba en unos de los laboratorios por encima de mí lugar, el liquido caía dentro de mí taza de café sin darme cuenta, durante meses estuve expuesto al nuevo producto, el doctor recomendó que no podía quitarme la exposición de hormonas femeninas de forma definitiva, debía ser poco a poco, así que me recetó un pequeño cóctel de hormonas para regular mis síntomas y más adelante las hormonas masculinas aumentaran en forma natural.

Al siguiente día regrese al trabajo para enterarme con una nota frente a mí computadora que estaba despedido y que pasara por mí finiquito, fui al departamento de recursos humanos para enterarme que por la entrada del nuevo sistema contable, todo mí departamento administrativo había desaparecido, no tenía otra opción que aceptar el finiquito, a la mujer que me extendía míc cheque de finiquito trate de explicarle que había estado expuesto a químicos y la empresa era responsable de mí problema de salud, la mujer bajó sus lentes y dijo: pues haga su demanda, eso es todo tiene tres días para cobrar su cheque.
Así es como quede desempleado de un día para el otro, durante tres días no le dije a mí esposa que no tenía trabajo, hasta que nos vimos el día domingo, le mostré mis grandes pechos, ella solo se burló diciendo que era más bonitos que los de ella, realmente no se interesó en mí problema, para ella era gracioso, pero con seriedad le explique lo que el doctor me dijo y que había perdido mí trabajo, ella me veía con una sonrisa en la cara, cuando acabe de explicarle ella dijo: no hay problema no tienes porque preocuparte, yo puedo hacerme cargo de todo, por que me nombraron como jefa de área de calidad, mí sueldo aumento 3 veces más y puedo hacerme cargo de ti y de tu hija y de todos los gastos, solo tienes que pemanecer en la casa hasta que te alivies de tu supuesta exposición a hormonas femeninas!!—no pudo dejarse de reir.

Yo estaba muy molesto y durante 3 días más no le hable, aunque todo estaba dicho, ella ser haría cargo de mí y mí hija, yo debía hacerme cargo de la casa.
***
Durante el primer mes que estuve en la casa trate por todos los medios de conseguir un nuevo trabajo, pero todo fue infructoso, los medicamentos no estaban surtiendo efecto o quizás sí por que seguía teniendo bochornos y lloraba sin causa aparente, de mis pechos salía leche, la grasa comenzó acumularse más, viendo la tele comencé a hacer ejercicio por que ya no cabia en mis pantalones, ya no podía usar mis camisas y solo usaba mis camisetas, mis pechos se salían por mis camisetas, me sentía muy incomodo.



Una mañana mientras metía la ropa a la lavadora después de que había peleado con mí esposa por que no tenía su overol limpio, ni ropa para usar, levante un brasiere de ella, sentí que me podía quedar si ajustaba los tirantes, seguí guardando la ropa en la lavadora cuando sentí unas pantaletas dentro de su pantalón de trabajo, tuve la necesidad de probármelas, eran negras y muy suaves, tenían un lindo moño, sin esperar más tiempo me probé la ropa, ajuste los tirantes del bra y ajuste los resortes de las pantaletas sobre mis nalgas, jamás había sentido tanta comodidad, era lo que necesitaba usar, escuche que mí hija se despertaba y quería comer algo, así que comencé hacer mí rutina de labor de la casa con la ropa que tria puesta, pase la mitad de la jornada de esa manera, solo con la ropa interior de mí esposa, regrese al área de lavado para iniciar el primer ciclo de lavado, mientras esperaba para tener un poco de diversión me sente en la lavadora, mis pechos vibraban al mismo que mis nalgas lo hacían, cuando terminó el ciclo de lavado saque la ropa y comencé acomodarla para plancharla y guardarla en el closet, luego subí con la ropa doblada hasta su habitación, en ese momento me de cuenta de que tenía mucha ropa sin usar, pensé que algo me podría quedar, lo primero que ve en la parte más profunda de su closet fue un vestido de mezclilla de cierrer al frente, entonces me lo probe para darme cuenta de que se ajustaba
perfectamente a mí cuerpo, el vestido hacia ver mí cintura más pequeña que mis caderas  mis pechos hacían levantar el vestido y el cierre hacia que se juntaran, mis piernas se veina más gruesas de lo que eran, los medicamentos habían hecho que mí piel se hiciera más seca y necesitaba usar crema, así que brillaban mis piernas, siguiendo mis descubrimientos, me provee los zapatos de plataforma y correa al tobillo que alguna vez usando juntos a mí esposa, me percate que eran cómodos y podía caminar perfectamente con ellos, mis nalgas se movían de arriba a bajo, de la misma manera que  le pasaba a ella, cuando caminaba, mí hija me extraño y comenzó a llorar, nuevamente tuve que atenderla, me concentre en hacerle de comer, mientras la cargaba, termino dormida en mis brazos, debía terminar de cocinar para que en la noche pudiera ver mí partido de futbol, así que debía organizarme para hacerlo con ella en brazos, dos horas después mientras le ponía sal a la sopa, escuche que tocaban la puerta de la cocina, con miedo voltee a ver quien era,  para mí sorpresa era la vecina de la casa de atrás, compartíamos un patio común, cuando llegamos a vivir a la casa ella vino para presentarse como la presidenta vecinal, dijo llamarse Bárbara , era una mujer alta, rubia, su esposo era promotor de luchas.


Ella sabia que mí esposa se llamaba Heather, así que al verme como estaba vestido y cargando a mí hija supuso que era ella, estaba atrapado, debía abrir  fingir que era Heather, Babe como quiso que le dijera, me estaba pidiendo mí ayuda, abrí rápidamente, Babe entro sin dejar de hablar, no había duda de que ella pensaba de que yo era mujer y su vecina, cuando terminaba de decir una frase decía “Vecina”,  me pedía prestado un paquete de toallas femeninas y banzal para el mal olor menstrual,  pero era urgente por que su esposo iba a pasar por ella para irse a una fiesta,  como parecía apurada y necesitaba urgentemente, con la niña a cuestas, subí las escaleras hasta el baño y buscar lo que necesitaba, sabía que las toallas estaban atrás del vidrio del baño, lo abrí y encontré solo tres toallas y media botella de benzal, baje con la niña y le entregue lo que me pedia, Babe comenzó a caminar hacia la puerta de la cocina, me pedía disculpas y me decía que me iba a regresar el favor, sin pensar en la forma en que hablaba le dije que no tenía que regresarme el favor, aunque pensando después mí voz era más suave que la de ella, su voz era ronca y rasposa, pero con una forma en diminutivo de hablar,  cerré la puerta de la cocina y vi como caminaba rumbo a la puerta del patio trasero moviendo su gran trasero.
Termine de hacer la comida y luego planche la ropa antes de que llegara mí esposa me di cuenta de que todo el día había estado usando su ropa, corrí a cambiarme y espere a que llegara, ese día descubrí que me sentía cómodo vistiendo la ropa de ella.
Pasó un fin de semana donde realmente me sentí mal y pelee con mí esposa por no quererme ayudar con la casa, la siguiente semana los primeros dos días volví a usar la ropa de ella, pero debía organizar su ropa para saber cual me quedaba y cual no.

El tercer día con un poco de investigación de la red, pude hacer aparecer una vagina al esconder mí pene en mí escroto y sin quería lastimarme debía hacer pipí sentado, las pantaletas se ajustaba perfectamente a mí nuevo cuerpo, si alguien viera por debajo del vestido, veria lo mismo que ve en una mujer, en mí entusiasmo comencé a maquillarme con sus productos que ya no usaba, realmente ella ya no se maquillaba y algunos de sus productos estaban nuevos, el tercer día estuve ensayando como maquillar mí cara para diferentes situaciones y a desmaquillarme, el cuarto día comence escarmenar mí cabello y probar hacerme peinados, chongos y trenzas, con mí cabello largo, al final de día, tenía una mayor seguridad para maquillarme mejor que mí esposa, mí cara maquillada era más linda que la de ella, el cuarto día había decidido ir hacer los pagos del mes vistiendo la ropa de ella, me prepare inmediatamente que ella se fue, cuando estuve listo, tome a mí hija para llevarla a la guardería y luego iría hacer mis pagos, cuando deje a mí hija con la maestra, fue mí primera prueba de fuego que pase sin problemas, mí voz no era tan gruesa como la del a maestra, estuve hablandon con ella durante 30 minutos, sobre la alimentación y cuidado de mí hija, en ningún momento dudo que yo no fuera su madre, me invito a participar la siguiente semana en el festival de la madres.
Luego camine hasta el banco y espere a que abrieran para formarme y esperar mí turno, traía un delgado vestido floreado con listón a la cintura, debía usar las enaguas negras del mismo modo que alguna vez las uso ella, traía sus zapatos beige de punta abierta, eran cómodos y seguros, usaba una bolsa en color beige que jamás se la había visto usar y estaba abandonada en la parte de arriba del closet, la había llenado con cosas que cualquier mujer usa en un día, rollo de papel, bolsa de maquillaje, mascada para el fresco, botella de agua, cartera con una identificación antigua de mí esposa donde usaba el mismo vestido que traía, dinero  y mí tarjeta de crédito donde me deposito ella para hacer los gastos.



Tria medias y usaba una diadema blanca para detener mí cabello, usaba los pequeños pendientes de diamente de mí esposa, que le había regalado en su cumpleaños pero jamás uso.
Para medio día me sentía que volaba, caminaba dentro del centro comercial con mí carro de compras y ponía los productos de la despensa como cualquier mujer que estaba allí, en el área de ropa, no resistí comprar algunas cosas con el efectivo que traía en el bolso, compre una falda de pana, 3 juegos ropa interior, una pijama de vestido de lana y un lindo vestido negro, mí esposa no le gustaba el negro, no resistí comprarlo, también compre algunos productos de maquillaje que ella no tenía y eran importantes.


Pase a las cajas y sin problemas page lo que compre, salí del centro comercial con mis bolsas, decidí comprarme un helado y mientras comia, en un aparador ví unos zapatos que le quedaban al vestido negro  me gustarón, no resistí y los compre, pensé que le gustarían a mí esposa.
Regrese por mí hija, para ir a la casa para terminar de lavar la ropa y tender las camas.

Al día siguiente volví a salir para ir a pagar la tv de paga, esta vez mientras esperaba el turno para pagar la vecina Beth me encontró y nos pusimos hablar, para mí suerte y agradecerme me invitaba a hacer una venta de catálogo en mí casa al siguiente día, acepte con gusto y acorde que vendría a mí casa a las 10 am, debía ir a dejar a mí hija y regresar para la reunión,  lo hice así y Beth llegó a mí casa y me indico como acomodar los sillos y la mesa con los productos a mostrar, las vecinas comenzaron a llegar y debi atenderlas con emparerados y bebidas, me sentí cómodo atendiéndolas, ninguna se percato que no era mujer, platique con todas ellas sin problemas de sus maridos y problemas, de comida y limpieza de casa, era como perfeccionar mí personaje que en la secundaría tuve que presentar para pasar la materia de teatro.
Para mí sorpresa la venta fue buena y las vecinas solicitaron otra venta para traer a sus hermanas y amigas, acepte la siguiente semana volver hacerla.
El fin de semana llego y fue muy aburrido, pero estuve leyendo revistas viejas de moda en el ático.

La semana siguiente era evidente que no podría encontrar un trabajo a corto plazo, pero con la información que había obtenido al leer las revistas y con las ropas viejas de mí esposa que encontré en el ático, pude aumentar mí habilidad para coordinar y caminar con zapatos altos al hacer todas las tareas de la casa con ellos.
Pero ahora con la confianza del mundo salía todos los días, el día lunes fui al salón de belleza que me recomendó Babe, fui solo pensando muchas cosas, pero realmente fue una bonita experiencia, arreglaron mis uñas de los pies manos, arreglaron mí cabello quitándole la orzuela y me plancharon mis cejas, realmente me gustaba pasar por mujer porque mí personaje era aceptado fácilmente.
Caminaba por la calle sacando mí mejor femineidad con los pechos levantados y levantado aire con mí vestido en cada giro de mí cadera, las mujeres me veian con celo como una adversaria y los hombres les gustaba mí imagen o quizás mí trasero o piernas.
Pero lo que realmente me gustaba era cuidar a mí hija sin que me juzgaran, me sentía libre de hacer lo que yo quisiera a pesar de mis obligaciones en la casa y con mí hija.

Pasó una semana más del mes que tenía disfrutando mí papel, Bárbara me había presentado a más amigas y vecinas, ellas me invitaban a sus casas o las encontraba en el centro comercial o bancos y nos poníamos platicar, las ventas de catálogo eran buenas y tenía algunos ingresos extras, mí esposa en los pocos momentos que podíamos hablar en los fines de semana que estuvo en la casa, acepto mí situación de no tener trabajo y cuidar a mí hija, me había llevado a comprar ropa que realmente no me gusto, estaba decida a cuidar de mí y a llevar el rol de dirigir a la familia, yo había aceptado con resignación y cierta alegría mí papel de cuidar de la casa.



Pero dentro de mí había algo que no estaba bien al estarle mintiendo a mí esposa. La culpa la tenía atorada en el pecho, había ido al doctor para saber como iba mejorando, pero el entrar al consultorio me enteré que el doctor estaba de vacaciones y una joven Doctora asistente atendió mí caso, sin hacerme preguntas ni auscultarme, me extendió una receta médica con una nueva dosis de los medicamentos, lo extraño fue que cuando me la entrego me dijo: Señora aquí tiene su receta, el su expediente el doctor  recomendó aumentar la dosis por la baja de hormonas femeninas y eliminar las masculinas, en poco tiempo estará bien si sigue al pie de la letra la recta, nos veríamos dentro de un mes para una nueva consulta eso es todo,  realmente no entendí lo que me estaba diciendo, pero había perdido  mucho tiempo en la consulta y debía ir por mí hija a la guardería, así que tome la receta y salí del consultorio. 


Tres días después en el día 41 por un descuido en dejar la receta dentro una revista que deje en la mesa de centro frente al sofá, yo estaba en la cocina y alcance a ver que la leía, pero eso no fue lo que desato la crisis en la familia, no dije nada y me mantuve haciendo mis cosas de fin de semana.

Pero una hora después escuche que sonaba el teléfono, pero como limpiaba la vajilla no alcance a contestar, pero mí esposa recibía una llamada de la agencia de edecanes preguntando por Heather Tomas,  Bárbara había enviado mí currículo  desde mí computadora cuando estuvo en mí casa y le hable mí deseo de conseguir un trabajo de medio tiempo, solo jugaba con el currículo de mí esposa, pero Babe me dijo que me podía ayudar por que tenía una amiga en la agencia de modelos y algunas veces le pedía su ayuda para cubrir vacantes como demostradoras de productos en centro comerciales, pagaban bien y era de medio tiempo, entonces ella para convencerme que podía hacerlo saco su celular y me saco varias fotos mientras hacia la comida para mí hija, ese día traía unos pantalones pegados sin bolsas y una blusa de hombros descubiertos, mis pechos se veían más grandes de lo que eran, mí trasero también lucia en esos pantalones viejos de mí esposa, también traía zapatos altos, comencé a jugar con las poses de modelo.

 
Ahora me hablaban para ofrecerme un trabajo, cuando escuche que  mí esposa repetía lo que le estaban diciendo, dí media vuelta y subí a ver a mí hija como jugaba, ahora mí esposa sabia lo que había estado haciendo todo este tiempo, fingir lo que no era, fingir que era ella.
Paso un rato y escuche sus pasos que llegaban hasta mí habitación, toco y abrió la puerta yo fingí dormir, pero ella se sentó en la cama y nos pusimos hablar, no podía mentirle más debía sacar la presión de mí pecho, comence a llorar sin control, no podía detenerme, quizás los medicamentos hacían que me sintiera más sensible.
Ella acepto que fuera al siguiente día como demo-edecán en una refaccionaria de autos, solo debía repartir publicidad, el salario era la misma cantidad de una quincena de anterior trabajo, solo por trabajar un día, era bueno para mí, podríamos ahorrar algo para mí auto.
Desde ese momento la relación fue mejorando, nuestro roles ahora eran más claros, no había nada que no nos impidiera ser felices como realmente siempre debió ser las cosas, al siguiente día, no esperaba que fuera mí esposa a verme trabajar, pero llevo a mí hija al centro comercial  y paso frente a la refaccionaría en el momento que un cliente pedia una foto, me dio pena que me viera ella, traía un uniforme pegado de licra en color rojo, se podía ver perfectamente mí pie de camello y mí gran trasero, el bra se delineaba sobre el uniforme y se veian más grandes de lo que eran por que el cierre hacia que se apretaran, traía sus zapatos blancos de tacón alto, mí pelo era lacio y las extensiones de cabello lo hacían más largo, lucia mí mejor maquillaje que podía hacer.
Cuando paso frente a mí vi que sonrió con malicia o quizás burlándose de la forma que me veía y trabajaba, pero después de 5 horas de trabajo regrese a la casa con dinero en mí mano, estaba feliz por la manera en que me había superado.


Pasaron los meses y la situación se torno cada vez más normal, cada quien acepto su rol y lo ejercíamos lo mejor que podíamos, pero aun no estaba satisfecho, necesitaba regresar a trabajar en una oficina, Babe me consiguió un trabajo con otra amiga contestando teléfonos y atendiendo clientes, acepto nuevamente que trabajara con la condición de no descuidar a nuestra hija, solo eran 4 horas de trabajo, con eso podría a completar para mí camioneta, el único inconveniente era la lejanía y que debía usar uniforme de falda corta;  pero si mi esposa cambio, yo también debía acostumbrarme a eso.







Historias más recientes

REily casi es atropellado, no imagino que una tarde, se ofrecerian ser una señora de casa.

Llegaba distraido  a mi casa después de ir al doctor, no me di cuenta que Dick, mi vecino llegaba en su auto para entrar a su garage, se det...