Tenía una semana en el trabajo de asistente general, no se como había podido entrar a trabajar en
el edificio corporativo.
Iniciaba mí carrera comercial y cualquier empleo era bueno, había venido desde provincia, ahora tenía un empleo y un departamento cerca del trabajo, tenía lo necesario, solo era cuestión de mantenerme en la jugada haciendo lo que otros empleadas no querían, mantener un perfil bajo sin ser el centro de atención, esa era mí estrategia, pero falle en el segundo punto, comía solo en el restaurant corporativo del lobby del edificio, llegaron tres compañeras de piso, sin pedir permiso para ocupar el resto de la mesa ocuparon todo el espacio sin importarles que yo estaba, me acomode en el poco espacio que quedaba, quizás por ser llenito y bajo de estatura, no era un peligro para ellas, comenzaron hablar de los compañeros y su mal forma de vestir o de cómo se notaba sus paquetes sobre sus pantalones, siguieron hablando de las compañeras sobre quien tenía lo necesario para ser una buena asistente, no sabia que estaban bromeando o hablaban en serio, quizás sobre entendí los comentarios, pero no me gustó el
comentario que los hombres no teníamos lo necesario para ser “una buena asistente”, interrumpí la conversación diciendo: no estoy de acuerdo con ustedes, nosotros también podemos tener lo necesario, yo tengo lo necesario y haría lo imposible por ser el mejor asistente del piso, yo haría lo necesario para trabajar a la par de ustedes y obtendría un ascenso antes que ustedes---la tres mujeres se rieron de mí, sin saber por que lo hacían, les dije que no rieran y me explicaran que fuera tan gracioso, la mujer con los pechos más grandes se dirigió su mirada hacia mí y dijo: Niño pelirrojo no sabes lo que dices, no creo que tu podrías andar todo el día en tacones, ni mucho menos tienes una boca grande para hacer tu mejor trabajo—eso me molestó y le dije: pues te apuesto que puedo andar en tacones todo un día y además puedo tener una buena conversación con los clientes, masticando un cliquen en la boca como lo hacen ustedes—se volvieron a reir de mí por mí compentario cuanto terminaron nuevamente la mujer de los pechos grandes que se llamaba Beth, se dirigio a mí: mira, si apuestas vas a perder con nosotras y no quiero perjudicarte, mira te apuesto una semana de comidas a que no puedes andar en tacones, ni una hora, si pasas eso entonces quizás tienes algo de lo necesario, por que esta claro que el tener la boca floja no implica que puedas hacer un buen trabajo, así que mejor deja las cosas como están!
Iniciaba mí carrera comercial y cualquier empleo era bueno, había venido desde provincia, ahora tenía un empleo y un departamento cerca del trabajo, tenía lo necesario, solo era cuestión de mantenerme en la jugada haciendo lo que otros empleadas no querían, mantener un perfil bajo sin ser el centro de atención, esa era mí estrategia, pero falle en el segundo punto, comía solo en el restaurant corporativo del lobby del edificio, llegaron tres compañeras de piso, sin pedir permiso para ocupar el resto de la mesa ocuparon todo el espacio sin importarles que yo estaba, me acomode en el poco espacio que quedaba, quizás por ser llenito y bajo de estatura, no era un peligro para ellas, comenzaron hablar de los compañeros y su mal forma de vestir o de cómo se notaba sus paquetes sobre sus pantalones, siguieron hablando de las compañeras sobre quien tenía lo necesario para ser una buena asistente, no sabia que estaban bromeando o hablaban en serio, quizás sobre entendí los comentarios, pero no me gustó el
comentario que los hombres no teníamos lo necesario para ser “una buena asistente”, interrumpí la conversación diciendo: no estoy de acuerdo con ustedes, nosotros también podemos tener lo necesario, yo tengo lo necesario y haría lo imposible por ser el mejor asistente del piso, yo haría lo necesario para trabajar a la par de ustedes y obtendría un ascenso antes que ustedes---la tres mujeres se rieron de mí, sin saber por que lo hacían, les dije que no rieran y me explicaran que fuera tan gracioso, la mujer con los pechos más grandes se dirigió su mirada hacia mí y dijo: Niño pelirrojo no sabes lo que dices, no creo que tu podrías andar todo el día en tacones, ni mucho menos tienes una boca grande para hacer tu mejor trabajo—eso me molestó y le dije: pues te apuesto que puedo andar en tacones todo un día y además puedo tener una buena conversación con los clientes, masticando un cliquen en la boca como lo hacen ustedes—se volvieron a reir de mí por mí compentario cuanto terminaron nuevamente la mujer de los pechos grandes que se llamaba Beth, se dirigio a mí: mira, si apuestas vas a perder con nosotras y no quiero perjudicarte, mira te apuesto una semana de comidas a que no puedes andar en tacones, ni una hora, si pasas eso entonces quizás tienes algo de lo necesario, por que esta claro que el tener la boca floja no implica que puedas hacer un buen trabajo, así que mejor deja las cosas como están!
Indignado le dije que aceptaba pagarles las comidas de
una, si no podría demostrarles que tenía
lo necesario para ocupar sus puestos, pero si les demostraba que podía entonces
ellas me ayudarían para conseguir un mejor puesto, Beth levantó su mano para
aceptar la apuesta de las tres mujeres que tenía frente a mí, Carol me advirtió
que al siguiente día comenzaría la apuesta.
Ese día tuve mucho trabajo y salí tarde, solo llegue a
dormirme, al día siguiente el despertador no sonó y me levante tarde, debía
correr para llegar al trabajo, llegue 20 minutos tarde, las tres mujeres me
esperaban frente al reloj de registro de asistencia, tenían unos zapatos rojos
levantados para que me los colocara, varios compañeros varones llegaron para
ver como me los colocaba, fue indignante el momento, pero lo tenía que hacer,
los zapatos eran de tacón de ajuga y cordón al tobillo, era difícil quitármelos
en forma rápida para descansar, debía tenerlos todo el tiempo puestos, entonces
me dieron una lista de obligaciones y me mostraron con sus dedos una gran
cantidad de informes para archivar sobre
el mueble de recepción, contestaría teléfonos, llevaría recados, sacaría
copias, guardaría los expedientes y cubriría los tiempos de comida de las demás
asistentes.
Me alegraba un poco de que para atender a los clientes
estaría por dentro del mueble de recepción y no verían mis zapatos, eso pensaba
pero tenía que ir a sacar copias de su documentación y podían ver bien los
zapatos rojos, para mí fortuna ninguno de ellos me dijeron nada, solo una señor
me dijo que los zapatos se me veían bien y levantaban mí trasero.
Pasó el día muy
rápido y pensaba que había logrado la apuesta, pero no fue así, regrese para
sacar copias y estaba pensando en lo que había dicho la señora, cuando tuve un
resbalón, solté los papeles por toda la oficina, no supe como el zapato se me
soltó del pie y fue a dar a la cara de Beth, se hizo el escandalo y terminé perdiendo
frenta a toda la oficina, debí pagar la apuesta por el resto de la semana, esos
días fueron más difíciles que el día con zapatos, mí dignidad como estaba por
los suelos, debía recuperarla.
Tome la firme decisión de que no se burlarían de mí, el día viernes
saliendo del trabajo fui a buscar una escuela donde enseñaran a caminar en
tacones.
Busque la dirección hasta dar con un pequeño salón de baile,
un gran vidrio dejaba ver las clases que estaban sucediendo dentro de la
escuela, un letrero con la leyenda de la Escuela de Thelma arriba de una puerta
doble indicaba por donde debía entrar a la escuela.
Una joven mujer veía la computadora y al verme entrar se
levantó para atenderme, me dio su mano y se presentó como Helen,había una pequeña sala con sillones de piel en color
blanco, me invitó a sentarme, la joven se sentó sobre una de sus piernas sacó
un hoja con todos sus cursos que se impartían, busque el curso que necesitaba,
con pena le señale con el dedo el curso de “Buenos modales: forma correcta para
caminar y sentarse para señoritas”.
Helen sin pena me dijo que estaba de suerte y aun había
vacantes para el curso intensivo y el curso regular de este ese mes, si quería en ese momento podía inscribirme, pero agregó que esos cursos era especialmente para personas con caracteres femeninos y si quería asistir a él, tendría que venir con ropa femenina y zapatos de al menos de 5 cm—mostré una cara de extrañeza, entonces me explicó que esa política no era por discriminación, si porque, como se compartía el salón con otras clases de niños y niñas, los padres eran muy quisquillosos cuando veían hombres en tacones, así que por el prestigio de la escuela y de los maestros, quién deseaba tomar el curso debía asistir con falda o vestido.
vacantes para el curso intensivo y el curso regular de este ese mes, si quería en ese momento podía inscribirme, pero agregó que esos cursos era especialmente para personas con caracteres femeninos y si quería asistir a él, tendría que venir con ropa femenina y zapatos de al menos de 5 cm—mostré una cara de extrañeza, entonces me explicó que esa política no era por discriminación, si porque, como se compartía el salón con otras clases de niños y niñas, los padres eran muy quisquillosos cuando veían hombres en tacones, así que por el prestigio de la escuela y de los maestros, quién deseaba tomar el curso debía asistir con falda o vestido.
Me quede pensando un poco para tomar mí decisión, Helen vio
mí predicamento y sonrió, entonces me dio una opción, dijo: veo que te interesa
ese curso y tienes potencial para tomarlo, podemos hacer algo, la dueña de la
escuela me ha dicho que en casos como el tuyo demos todas las facilidades, te
voy a dar una tarjeta con una dirección,
para que vayas allí y hables con ella para que te ayude, quizás consigas un
descuento—Helen me dio la tarjeta, la lei y levante la cara para decirle que lo
pensaría, ella descruzo su pierna, sonrió y me dijo que me esperaba el día de
mañana para mí primera clase.
Salí de la escuela, me quede por unos momento viendo la
clase de baile de salón de niños, había muchos niños y niñas que bailaban muy
bien, vi a muchos padres sentados viendo a sus hijos, en ese momento pensé en
buscar otra escuela, pero también pensé que no perdía nada buscando a la dueña
de la escuela, caminé dos calles y encontré que la dirección
era un salón de belleza, aun me dio más pena entrar, estaba a punto de irme
cuando escuche la voz de una mujer por el lado derecho de mí: joven, seguro
Helen le dijo que yo le podría ayudar, verdad?—afirmando con la cabeza le
contesté—bueno realmente no tengo muchos alumnos para el curso y no tengo
opción si aceptarlo, pero como le dijo Helen solo es para mujeres, pero veo que
usted tiene urgencia por tomarlo y le ha pasado algo, antes de aceptarlo me
gustaría que me hablara de usted, vamos a mí tienda de ropa allí estaremos más
a gusto.
**
Durante 4 horas hable con Thelma, al terminó mí autoestima había aumentado considerablemente, sabía lo que tenía que hacer y lo iba a hacer, no tenía duda de que podría hacerlo, solo me faltaba práctica y más confianza, esa noche regrese sin problemas, al día siguiente llegue a la hora marcada para tomar mí clase intensiva, traía un vestido cruzado con estampado con flores que me llegaba a las pantorrillas, era muy cómodo, Thelma me había enseñado a levantarme mis pechos agregando un anexo de latex, así que el vestido hacia que se vieran más lindos de lo que eran, por recomendación de Thelama usaba un fondo negro, sabía que iba a sufrir de calor así que deje de usar medias, tenía la confianza suficiente que si elvestido se levantaba por el aíre jamás se vería un bulto como pene, pero si dos bultitos en medio de una profunda línea mostrando mis labios vaginales, también sabía que mí ropa interior era muy femenina como para que un hombre la usara, era en satín floreados, el resorte era un discreto, mis zapatos nuevos eran muy cómodos, los iba a moldar durante la clase.
Thelma me había hecho descubrir que mí cadera era más grande
que mí cintura y con una faja se formaba una linda figura femenina, dos tallas
menos de lo que estaba acostumbrado, también aunque no tuviera pechos grades,
se vieran grandes.
Camine con emoción hasta la escuela, sabía que no era
perfecto mí caminar, pero tenía toda la actitud del mundo, además Thelma me
mostro que muchas mujeres caminan peor que un varon y no debía preocuparme si
tenía la actitud correcta.
Deje mí bolso y mí suéter rosa en una de las esquinas del
salón junto con los demás bolsos y cosas de las demás mujeres que esperaban la
clase, me di cuenta de que varias de ellas usaba liggins y tops de tirantes o
pantalones de mezclilla, para mí era mejor que siguiera usando faldas y vestido,
deseaba avanzar rápido, además Thelma me dijo que sinceramente me veía mejor en
vestido que en pantalones.
Mientras esperábamos a la maestra, me comenzaba hacer una cola de
caballo, cuando una joven señora me ofreció su mano y se presentó diciendo que
se llamaba Bethy, le dí mí mano y sin pensarlo mucho le dije que me llamaba
Heather LettleSwan, así comenzamos a ser amigos, Thelma me había dado una
pócima especial de flor de mandrágora para suavizar la voz y comenzaba hacer
efecto, Helen me había descubierto por la voz, pero no lo noto hasta al final
del llenado de la solicitud, Thelma me
había dicho que diera ese nombre a Helen.
La clase comenzó cuando apareció una amable maestra que
caminó por en medio del salón con gracia y firmeza, con la cabeza levantada, la
espalda recta, lo pasos adecuados a la falda negra que llevaba, jamás había
visto tanta femineidad junta.
Nos pidió hacer dos líneas
a cada lado del salón, durante
una hora nos dio una clase para saber ubicarnos en el espacio, donde estaba el
centro de energía femenina y como cuidar ese centro, me abrió los ojos de lo
grandiosos que es un cuerpo femenino, no solo era cuestión de tener hijos, sino
dar vida con todo tu cuerpo, la forma más sencilla era sonriendo y manteniendo
la postura correcta de los brazos piernas y vientre.
Si se mantenían alineadas las piernas con el vientre jamás
tendríamos un descuido para mostrar el interior de la falda, ni al sentarnos,
ni pararnos, otra parte importante eran los tobillos, debían ser fuertes pero a
la vez delicados,
El uso de los tacones era lo que nos daría la fuerza, así
que siempre debíamos caminar con zapato de tacón, también el sentarnos
correctamente nos daría la fuerza para mantenerlos juntos y alineados, si
teníamos los tobillos fuertes, entonces las rodillas siempre estarían juntas,
solo era cuestión de poner las manos en su posición correcta y natural.
No debía existir fuerza en la posición inicial, solo un poco
de firmeza en los glúteos, así estuvimos durante una hora, hasta conseguir la
posición correcta, solo la práctica nos daría la perfección, ninguna de las
mujeres del salón lo hico bien, en mí caso la maestra estaba sobre mí diciendo
en todo momento: LittleSwan no te muevas, manten los glúteos firmes, las
rodillas juntas, la barbilla levantada, LittleSWan no lo haces bien!!
Veía a Bethy y trataba de hacerlo igual que ella, me
esforzaba lo mejor que podía, no descansamos y seguimos con la siguiente
lección, caminar hacia atrás dos pasos y dos hacia adelante, no era simplemente
de dar pasos, era cuestión de hacerlo correctamente sin pensarlo, la espalda recta, los muslos juntos, la nalga
hacia atrás, no debíamos desaquilibrarnos al dar los pasos, sobre todo hacia
atrás, cuando dominamos dos pasos, seguimos con tres, luego cuadro, cinco y
luego subir y bajar escaleras de tres escalones, regresamos a caminar hacia
atrás, agrego al final de trayecto que debimos sentarnos con la mejor forma
posible, pasaba una mujer y todos veimos, cuando me toco a mí lo hice pensando
que lo estaba haciendo mal, pero cuando llegue y me sente sin poner las espalda
en el respaldo, las piernas juntas, tobillos cruzados y las manos en mí regazo,
todas aplaudieron, Bethy grito que lo había hecho muy bien, la maestra me tomo
de ejemplo.
Sin descanso seguimos con la clase de arremeter la falda
correctamente al sentarnos, las que traían pantalón no podían hacerlo
correctamente, nuevamente la maestra me tomo de ejemplo de como hacerlo.
Llegó la hora de la comida, pero realmente también fue una
práctica de buenos modales, desde poner la mesa y los manteles, hasta como
sentarse con elegancia, el servir los platos y como llevar la bandeja, con la
cabeza levantada, nalgas hacia atrás, espalda racta y piernas juntas en línea
recta, el secreto era mantener las puntas de los pies en 45° y los talones en
la línea imaginaria que corre desde la cabeza hasta el frente del camino, de
esa manera las caderas se mueven en forma cadenciosa y alegre, sin exagerar los
movimientos, los hombros se movían paralelos a la cadera en cada paso, no entendía lo que estaba haciendo y lo hacia
mal, no era cuestión mental sino sentir
y dejar de pensar, solo debía desechar de controlar mí cuerpo con la mente y
comenzar a sentir una enorme fuerza que salía en el vientre y controlaba mí
cuerpo.
Pero no entendí como usar esa fuerza para controlar todo lo
que pasaba alrededor mío, hasta que la maestra me dio un pequeño golpe cerca
del monte venus, no fue exactamente en ese lugar, pero muy cerca, no podría
describir donde era, pero ese golpe sirvió para despertar y ubicar mí centro
espiritual de energía femenina, fue como si un mar de emociones y sentimientos
surgieron en forma natural, no podía detenerlo, debía sacarlo en cada paso que
daba, como si atrajera lo mejor del mundo hacia mí, como si debería inundar el
mundo con mí energía.
Sentía una alegría enorme y mucho calor, debía tomar agua,
pero la maestra no nos dejó hasta que viéramos como debíamos tomar el vaso para
no mancharlo con lapia labial, no hizo ponernos más lápiz y hacer nuestra
práctica, cuando por fin logre hacerlo bien disfrute el agua.
La maestra nos pidió hablar con la persona que teníamos
enfrente y revisarnos mutuamente si hacíamos los cortes de carne como ella
decía o tomábamos la cuchara correctamente,
tenía enfrente a Bethy, ella era una mujer muy descuidada, hablaba con
asento sureño y decía las palabras muy rápido, era muy gracioso la forma en que
hablaba y movía sus manos, la maestra había dicho que imitaramos la forma en
que nuestra pareja movía sus manos, entonces comencé hablar con ella y mover
las manos como ella, descubrí que me era fácil hacerlo de la misma manera, de
esa manera encontré mí estilo, pero la maestra nos llamo la atención, por no
hablar correctamente y no concentrarnos en comer correctamente.
Aun faltaban dos horas para terminar el curso, después de
comer tuvimos un pequeño descanso donde todas las mujeres del curso fueron al
baño, descubrí lo que era tener ganas y aguantar una fila de mujeres delante de
mí, pero tenía a Bethy para hacerme más tranquila la espera, me contó quienes
era sus hermanos, sus hijos y su esposo, trabajaba como asistente legal en un corporativo de abogados, me hablo de
su vecina estúpida que siempre quería
sobre salir y su esposo siempre le decía que ella tenía mejores modales que
ella, realmente lo único que dije durante ese tiempo fue mil veces “aja”, como
hombre hubiera pensado que estaba estúpido, pero hablando con ella, fue la
forma en que pude llevar la conversación, cuando me tocó mí turno para pasar
corrí dando pequeños pasos, no me había dado cuenta de que ahora ya tenía
control de mí cuerpo y pasos.
Me subí el vestido y
baje mis pantaletas hasta las rodillas y sin tocar el borde me acomode para que
la pipi saliera, Thelma me había dicho que para no lastimarme debía hacer
sentado, la pipi salir correctamente por la pequeña ranura que dejó entre mí
escroto convertido en labios vaginales, solo había cortado un poco de bello
para tener un aspecto natural a mí nueva vagina.
Me acomode las pantaletas y salí para lavarme las manos,
había muchas mujeres frente al espejo, todas tratando de arreglar su cabello,
pechos, vestidos y maquillaje, Thelma me había dicho que siempre llevar mí
bolso de mano para ir al baño, me recomendó siempre llevar un condón y unas
pantaletas nuevas, además de un lápiz labial, un espejo, unas pinzas para
pestañas, un poco de perfume, cuando tuve acceso al espejo ayudado por Bethy,
hice lo mismo que hacia Bethy, alcance a ver que veía mí bolso, ahora entendía
ella jamás iba a pensar que yo no era mujer.
Apreté nuevemente mí cola de caballo y arregle mí flequillo
de la frente, puse más lápiz labial, agrege más perfume a mis muñecas y revise
mis pantalesta no estuvieran fuera de lugar como Thelma me había recomendado
que lo hiciera siempre ya que tenía cadera ancha.
Con toda mí confianza del mundo, salí del baño para esperar la
última parte de mí curso intensivo, sería el examen final, debíamos caminar por
en medio de todas las compañeras, subir unas escaleras de madera, bajar, volver
a caminar, tomar una bandeja su servir, sentarnos y pararnos en una silla,
sentarnos en un sillón y levantarnos, volver a caminar entre las compañeras
para regresar a nuestro lugar, dando una vuelta entera.
Estaba nervioso, con forme iba diciendo los nombres pasaban
las mujeres, sería el último en pasar, Cuando paso Bethy me apretó la mano, en
ese momento tome conciencia de que todo el tiempo había estado tomado de la mano de ella, no
supe en que momento fue.
Ví como se tropezó al subir las escaelras y cuando venia de
regreso, ya no hizo la vuelta final,
pasaron otras 10 mujeres, entonces me tocó pasar, tome mí tiempo puse
mis manos en mí cadera, junte las piernas, coloque los hombros rectos, levante
lo más que pude mí pechos, me acomode el cabello, volví a tomar aire y comencé
a caminar lentamente sintiendo mí centro y
como mí energía fluia, era como si tuviera un gran aro de energía alrededor de mí, cada paso lanzaba esa energía poderosa, sentía como mis tobillos era fuertes y firmes, mis pasos eran suaves y delicados, mí cadera se movían con mis brazos, sentía como mis muslos rozan, pero no me importaba eso, me concentre en llegar a la escalera subirla tomado del barandal, poniendo mis pies en forma correcta en el escalón, mí cadera zigzagueaba en cada paso, baje la escalera en forma correcta poniendo los tacones en el borde del escalón pero sin doblar las rodillas, ni la espalda, baje y tome la bandeja, con un pequeño movimiento con las rodillas junta hacia adelante, para evitar que el vestido mostrar mis nalgas, volvía regresar subiendo y bajando las esceleras, fui a la mesa y deje correctamente los cubiertos y los platos, sin doblar las rodillas y por el lado correcto del comensal, me senté en la mesa arremetiendo el vestido en mis rodillas y manteniendo las piernas juntas, tome los cuibiertos y fingi comer, me limpie la boca y me levante, ahora me tocaba sentarme en el sillón, era difícil sentarse en el borde y cruzar las piernas, sin mostrar de más las pantaletas, colocando en forma natural las manos al frente de mis rodillas, lo hice sin problemas, descruce las piernas y me levante juntando las rodillas, entonces debía caminar por el largo del salón hasta mí lugar, caminaba con toda mí seguridad y no me tropecé, mí pasos eran adecuados para llegar a mí lugar sin apresurarme, pero avanzando con firmeza, nuevamente sentí como mí energía surgía en cada movimiento de mí cadera y mis brazos, llegue a mí lugar, mí una media vuelta sobre mis tacones y puse mí mano en mí cadera, había terminado, un pequeño silencio y luego escuche aplausos, Bethy me abrazo, sentía mucha alegría, otra compañera también me abrazo, la maestra me felicitó por lo bien que lo había hecho, dijo que solo una persona antes de mí lo había hecho muy bien, Thelma.
como mí energía fluia, era como si tuviera un gran aro de energía alrededor de mí, cada paso lanzaba esa energía poderosa, sentía como mis tobillos era fuertes y firmes, mis pasos eran suaves y delicados, mí cadera se movían con mis brazos, sentía como mis muslos rozan, pero no me importaba eso, me concentre en llegar a la escalera subirla tomado del barandal, poniendo mis pies en forma correcta en el escalón, mí cadera zigzagueaba en cada paso, baje la escalera en forma correcta poniendo los tacones en el borde del escalón pero sin doblar las rodillas, ni la espalda, baje y tome la bandeja, con un pequeño movimiento con las rodillas junta hacia adelante, para evitar que el vestido mostrar mis nalgas, volvía regresar subiendo y bajando las esceleras, fui a la mesa y deje correctamente los cubiertos y los platos, sin doblar las rodillas y por el lado correcto del comensal, me senté en la mesa arremetiendo el vestido en mis rodillas y manteniendo las piernas juntas, tome los cuibiertos y fingi comer, me limpie la boca y me levante, ahora me tocaba sentarme en el sillón, era difícil sentarse en el borde y cruzar las piernas, sin mostrar de más las pantaletas, colocando en forma natural las manos al frente de mis rodillas, lo hice sin problemas, descruce las piernas y me levante juntando las rodillas, entonces debía caminar por el largo del salón hasta mí lugar, caminaba con toda mí seguridad y no me tropecé, mí pasos eran adecuados para llegar a mí lugar sin apresurarme, pero avanzando con firmeza, nuevamente sentí como mí energía surgía en cada movimiento de mí cadera y mis brazos, llegue a mí lugar, mí una media vuelta sobre mis tacones y puse mí mano en mí cadera, había terminado, un pequeño silencio y luego escuche aplausos, Bethy me abrazo, sentía mucha alegría, otra compañera también me abrazo, la maestra me felicitó por lo bien que lo había hecho, dijo que solo una persona antes de mí lo había hecho muy bien, Thelma.
**
El día lunes me presenté a trabajar, vestía un vestido azul
y saco blanco, con medias obscuras y zapatos ejecutivos con tacón de 5 cm, me
había despedido de Bethy en el piso 20, mí perfume era nuevo y olía a rosas, me gusta
y me daba tranquilidad, usaba lentes y traía un chongo trasero, me sentía confiado
y seguro como nunca lo había sentido, podía usar los zapatos altos todo el día
y no me cansaría, el día domingo había ido de compras y luego fui a la casa de
Bethy para comer con su familia, había conocido a su hermano el era mecánico de
autos y competía en rallys de autos, solo había platicado con el una hora y
Bethe me había dicho que le había gustado mucho, eso no sabía como tomarlo, si
bueno o malo, pero eso no era importante
para mí en ese momento, pase frente a Beth y no me reconocio, luego las otra
tres tipas de la comida, quizás no me
cayeran bien, pero Bethy me había hecho entender que tenían razón ellas, pero
ahora iba a ganar la apuesta.
Ahora sabía lo que significaba tener la boca grande y no era
exactamente ser boquiflojo, sino ayudar a su jefe a relajarse usando nuestras
habilidades de asistentes.
Pero eso llegó por la tarde, estuve trabajando sin problemas
hasta la horade la comida, cuando me retrase por entregar un documente a mí
jefe para firma, en ese momento supe lo que tenía que hacer lo hice.
Así fue como gane la apuesta y un nuevo puesto en la
empresa, asistente gerencial ejecutiva.
¿Puede el clima frío por favor molestar a iff así que no me
siento tan tonto usando viseras desnudas para trabajar?