lunes, 9 de abril de 2018

Orgullo perdido..orgullo renovado, el ser tenaz lleva al exito.



Tenía una semana en el trabajo de asistente general,  no se como había podido entrar a trabajar en el edificio corporativo.



Iniciaba mí carrera comercial y cualquier empleo era bueno, había venido desde provincia,  ahora tenía un empleo y un departamento cerca del trabajo, tenía lo necesario, solo era cuestión de mantenerme en la jugada haciendo lo que otros empleadas no querían, mantener un perfil bajo sin ser el centro de atención, esa era mí estrategia, pero falle en el segundo punto, comía solo en el restaurant corporativo del lobby del edificio, llegaron tres compañeras de piso, sin pedir permiso para ocupar el resto de la mesa ocuparon todo el espacio sin importarles que yo estaba, me acomode en el poco espacio que quedaba, quizás por ser llenito y bajo de estatura, no era un peligro para ellas, comenzaron hablar de los compañeros y su mal forma de vestir o de cómo se notaba sus paquetes sobre sus pantalones, siguieron hablando de las compañeras sobre quien tenía lo necesario para ser una buena asistente, no sabia que estaban bromeando o hablaban en serio, quizás sobre entendí los comentarios, pero no me gustó el
comentario que los hombres no teníamos lo necesario para ser “una buena asistente”, interrumpí la conversación diciendo: no estoy de acuerdo con ustedes, nosotros también podemos tener lo necesario, yo tengo lo necesario y haría lo imposible por ser el mejor asistente del piso, yo haría lo necesario para trabajar a la par de ustedes y obtendría un ascenso antes que ustedes---la tres mujeres se rieron de mí, sin saber por que lo hacían, les dije que no rieran y me explicaran que fuera tan gracioso, la mujer con los pechos más grandes se dirigió su mirada hacia mí y dijo: Niño pelirrojo no sabes lo que dices, no creo que tu  podrías andar todo el día en tacones, ni mucho menos tienes una boca grande para hacer tu mejor trabajo—eso me molestó y le dije: pues te apuesto que puedo andar en tacones todo un día y además puedo tener una buena conversación con los clientes, masticando un cliquen en la boca como lo hacen ustedes—se volvieron a reir de mí por mí compentario cuanto terminaron nuevamente la mujer de los pechos grandes que se llamaba Beth, se dirigio a mí: mira, si apuestas vas a perder con nosotras y no quiero perjudicarte, mira te apuesto una semana de comidas a que no puedes andar en tacones, ni una hora, si pasas eso entonces quizás tienes algo de lo necesario, por que esta claro que el tener la boca floja no implica que puedas hacer un buen trabajo, así que mejor deja las cosas como están!
Indignado le dije que aceptaba pagarles las comidas de una,  si no podría demostrarles que tenía lo necesario para ocupar sus puestos, pero si les demostraba que podía entonces ellas me ayudarían para conseguir un mejor puesto, Beth levantó su mano para aceptar la apuesta de las tres mujeres que tenía frente a mí, Carol me advirtió que al siguiente día comenzaría la apuesta.
Ese día tuve mucho trabajo y salí tarde, solo llegue a dormirme, al día siguiente el despertador no sonó y me levante tarde, debía correr para llegar al trabajo, llegue 20 minutos tarde, las tres mujeres me esperaban frente al reloj de registro de asistencia, tenían unos zapatos rojos levantados para que me los colocara, varios compañeros varones llegaron para ver como me los colocaba, fue indignante el momento, pero lo tenía que hacer, los zapatos eran de tacón de ajuga y cordón al tobillo, era difícil quitármelos en forma rápida para descansar, debía tenerlos todo el tiempo puestos, entonces me dieron una lista de obligaciones y me mostraron con sus dedos una gran cantidad  de informes para archivar sobre el mueble de recepción, contestaría teléfonos, llevaría recados, sacaría copias, guardaría los expedientes y cubriría los tiempos de comida de las demás asistentes.
Me alegraba un poco de que para atender a los clientes estaría por dentro del mueble de recepción y no verían mis zapatos, eso pensaba pero tenía que ir a sacar copias de su documentación y podían ver bien los zapatos rojos, para mí fortuna ninguno de ellos me dijeron nada, solo una señor me dijo que los zapatos se me veían bien y levantaban mí trasero.
Pasó el día  muy rápido y pensaba que había logrado la apuesta, pero no fue así, regrese para sacar copias y estaba pensando en lo que había dicho la señora, cuando tuve un resbalón, solté los papeles por toda la oficina, no supe como el zapato se me soltó del pie y fue a dar a la cara de Beth, se hizo el escandalo y terminé perdiendo frenta a toda la oficina, debí pagar la apuesta por el resto de la semana, esos días fueron más difíciles que el día con zapatos, mí dignidad como estaba por los suelos,  debía recuperarla.
Tome la firme decisión de que no se burlarían de mí, el día viernes saliendo del trabajo fui a buscar una escuela donde enseñaran a caminar en tacones.
Busque la dirección hasta dar con un pequeño salón de baile, un gran vidrio dejaba ver las clases que estaban sucediendo dentro de la escuela, un letrero con la leyenda de la Escuela de Thelma arriba de una puerta doble indicaba por donde debía entrar a la escuela.
Una joven mujer veía la computadora y al verme entrar se levantó para atenderme, me dio su mano y se presentó como Helen,había una  pequeña sala con sillones de piel en color blanco, me invitó a sentarme, la joven se sentó sobre una de sus piernas sacó un hoja con todos sus cursos que se impartían, busque el curso que necesitaba, con pena le señale con el dedo el curso de “Buenos modales: forma correcta para caminar y sentarse para señoritas”.
Helen sin pena me dijo que estaba de suerte y  aun había
vacantes para el curso intensivo y el curso regular de este ese mes,  si quería en ese momento podía inscribirme, pero agregó que esos cursos era especialmente para personas con caracteres femeninos y si quería asistir a él, tendría que venir con ropa femenina y zapatos de al menos de 5 cm—mostré una cara de  extrañeza, entonces me explicó que esa política no era por discriminación, si  porque, como se compartía el salón con otras clases de niños y niñas, los padres eran muy quisquillosos cuando veían hombres en tacones, así que por el prestigio de la escuela y de los maestros, quién deseaba tomar el curso debía asistir con falda o vestido.
Me quede pensando un poco para tomar mí decisión, Helen vio mí predicamento y sonrió, entonces me dio una opción, dijo: veo que te interesa ese curso y tienes potencial para tomarlo, podemos hacer algo, la dueña de la escuela me ha dicho que en casos como el tuyo demos todas las facilidades, te voy a dar una tarjeta con  una dirección, para que vayas allí y hables con ella para que te ayude, quizás consigas un descuento—Helen me dio la tarjeta, la lei y levante la cara para decirle que lo pensaría, ella descruzo su pierna, sonrió y me dijo que me esperaba el día de mañana para mí primera clase.
Salí de la escuela, me quede por unos momento viendo la clase de baile de salón de niños, había muchos niños y niñas que bailaban muy bien, vi a muchos padres sentados viendo a sus hijos, en ese momento pensé en buscar otra escuela, pero también pensé que no perdía nada buscando a la dueña de  la escuela,  caminé dos calles y encontré que la dirección era un salón de belleza, aun me dio más pena entrar, estaba a punto de irme cuando escuche la voz de una mujer por el lado derecho de mí: joven, seguro Helen le dijo que yo le podría ayudar, verdad?—afirmando con la cabeza le contesté—bueno realmente no tengo muchos alumnos para el curso y no tengo opción si aceptarlo, pero como le dijo Helen solo es para mujeres, pero veo que usted tiene urgencia por tomarlo y le ha pasado algo, antes de aceptarlo me gustaría que me hablara de usted, vamos a mí tienda de ropa allí estaremos más a gusto.
**


Durante 4 horas hable con Thelma, al terminó mí autoestima había aumentado considerablemente, sabía lo que tenía que hacer y lo iba a hacer, no tenía duda de que podría hacerlo, solo me faltaba práctica y más confianza, esa noche regrese sin problemas, al día siguiente llegue a la hora marcada para tomar mí clase intensiva, traía un vestido cruzado  con estampado con flores que me llegaba a las pantorrillas, era muy cómodo, Thelma me
había enseñado a levantarme mis pechos agregando un anexo de latex, así que el vestido hacia que se vieran más lindos de lo que eran, por recomendación de Thelama usaba un fondo negro, sabía que iba a sufrir de calor así que deje de usar medias, tenía la confianza suficiente que si el
vestido se levantaba por el aíre jamás se vería un bulto como pene, pero si dos bultitos en medio de una profunda línea mostrando mis labios vaginales, también sabía que mí ropa interior era muy femenina como para que un hombre la usara, era en satín floreados, el resorte era un discreto, mis zapatos nuevos eran muy cómodos, los iba a moldar durante la clase.
Thelma me había hecho descubrir que mí cadera era más grande que mí cintura y con una faja se formaba una linda figura femenina, dos tallas menos de lo que estaba acostumbrado, también aunque no tuviera pechos grades, se vieran grandes.
Camine con emoción hasta la escuela, sabía que no era perfecto mí caminar, pero tenía toda la actitud del mundo, además Thelma me mostro que muchas mujeres caminan peor que un varon y no debía preocuparme si tenía la actitud correcta.
Deje mí bolso y mí suéter rosa en una de las esquinas del salón junto con los demás bolsos y cosas de las demás mujeres que esperaban la clase, me di cuenta de que varias de ellas usaba liggins y tops de tirantes o pantalones de mezclilla, para mí era mejor que siguiera usando faldas y vestido, deseaba avanzar rápido, además Thelma me dijo que sinceramente me veía mejor en vestido que en pantalones.
Mientras esperábamos  a la maestra, me comenzaba hacer una cola de caballo, cuando una joven señora me ofreció su mano y se presentó diciendo que se llamaba Bethy, le dí mí mano y sin pensarlo mucho le dije que me llamaba Heather LettleSwan, así comenzamos a ser amigos, Thelma me había dado una pócima especial de flor de mandrágora para suavizar la voz y comenzaba hacer efecto, Helen me había descubierto por la voz, pero no lo noto hasta al final del llenado de la solicitud,  Thelma me había dicho que diera ese nombre a Helen.
La clase comenzó cuando apareció una amable maestra que caminó por en medio del salón con gracia y firmeza, con la cabeza levantada, la espalda recta, lo pasos adecuados a la falda negra que llevaba, jamás había visto tanta femineidad junta.
Nos pidió hacer dos líneas  a cada lado del salón,  durante una hora nos dio una clase para saber ubicarnos en el espacio, donde estaba el centro de energía femenina y como cuidar ese centro, me abrió los ojos de lo grandiosos que es un cuerpo femenino, no solo era cuestión de tener hijos, sino dar vida con todo tu cuerpo, la forma más sencilla era sonriendo y manteniendo la postura correcta de los brazos piernas y vientre. 




Si se mantenían alineadas las piernas con el vientre jamás tendríamos un descuido para mostrar el interior de la falda, ni al sentarnos, ni pararnos, otra parte importante eran los tobillos, debían ser fuertes pero a la vez delicados, 
El uso de los tacones era lo que nos daría la fuerza, así que siempre debíamos caminar con zapato de tacón, también el sentarnos correctamente nos daría la fuerza para mantenerlos juntos y alineados, si teníamos los tobillos fuertes, entonces las rodillas siempre estarían juntas, solo era cuestión de poner las manos en su posición correcta  y natural.
No debía existir fuerza en la posición inicial, solo un poco de firmeza en los glúteos, así estuvimos durante una hora, hasta conseguir la posición correcta, solo la práctica nos daría la perfección, ninguna de las mujeres del salón lo hico bien, en mí caso la maestra estaba sobre mí diciendo en todo momento: LittleSwan no te muevas, manten los glúteos firmes, las rodillas juntas, la barbilla levantada, LittleSWan no lo haces bien!!

Veía a Bethy y trataba de hacerlo igual que ella, me esforzaba lo mejor que podía, no descansamos y seguimos con la siguiente lección, caminar hacia atrás dos pasos y dos hacia adelante, no era simplemente de dar pasos, era cuestión de hacerlo correctamente sin pensarlo,  la espalda recta, los muslos juntos, la nalga hacia atrás, no debíamos desaquilibrarnos al dar los pasos, sobre todo hacia atrás, cuando dominamos dos pasos, seguimos con tres, luego cuadro, cinco y luego subir y bajar escaleras de tres escalones, regresamos a caminar hacia atrás, agrego al final de trayecto que debimos sentarnos con la mejor forma posible, pasaba una mujer y todos veimos, cuando me toco a mí lo hice pensando que lo estaba haciendo mal, pero cuando llegue y me sente sin poner las espalda en el respaldo, las piernas juntas, tobillos cruzados y las manos en mí regazo, todas aplaudieron, Bethy grito que lo había hecho muy bien, la maestra me tomo de ejemplo.


Sin descanso seguimos con la clase de arremeter la falda correctamente al sentarnos, las que traían pantalón no podían hacerlo correctamente, nuevamente la maestra me tomo de ejemplo de como hacerlo.
Llegó la hora de la comida, pero realmente también fue una práctica de buenos modales, desde poner la mesa y los manteles, hasta como sentarse con elegancia, el servir los platos y como llevar la bandeja, con la cabeza levantada, nalgas hacia atrás, espalda racta y piernas juntas en línea recta, el secreto era mantener las puntas de los pies en 45° y los talones en la línea imaginaria que corre desde la cabeza hasta el frente del camino, de esa manera las caderas se mueven en forma cadenciosa y alegre, sin exagerar los movimientos, los hombros se movían paralelos a la cadera en cada paso,  no entendía lo que estaba haciendo y lo hacia mal, no era cuestión  mental sino sentir y dejar de pensar, solo debía desechar de controlar mí cuerpo con la mente y comenzar a sentir una enorme fuerza que salía en el vientre y controlaba mí cuerpo.
Pero no entendí como usar esa fuerza para controlar todo lo que pasaba alrededor mío, hasta que la maestra me dio un pequeño golpe cerca del monte venus, no fue exactamente en ese lugar, pero muy cerca, no podría describir donde era, pero ese golpe sirvió para despertar y ubicar mí centro espiritual de energía femenina, fue como si un mar de emociones y sentimientos surgieron en forma natural, no podía detenerlo, debía sacarlo en cada paso que daba, como si atrajera lo mejor del mundo hacia mí, como si debería inundar el mundo con mí energía.
Sentía una alegría enorme y mucho calor, debía tomar agua, pero la maestra no nos dejó hasta que viéramos como debíamos tomar el vaso para no mancharlo con lapia labial, no hizo ponernos más lápiz y hacer nuestra práctica, cuando por fin logre hacerlo bien disfrute el agua.
La maestra nos pidió hablar con la persona que teníamos enfrente y revisarnos mutuamente si hacíamos los cortes de carne como ella decía o tomábamos la cuchara correctamente,  tenía enfrente a Bethy, ella era una mujer muy descuidada, hablaba con asento sureño y decía las palabras muy rápido, era muy gracioso la forma en que hablaba y movía sus manos, la maestra había dicho que imitaramos la forma en que nuestra pareja movía sus manos, entonces comencé hablar con ella y mover las manos como ella, descubrí que me era fácil hacerlo de la misma manera, de esa manera encontré mí estilo, pero la maestra nos llamo la atención, por no hablar correctamente y no concentrarnos en comer correctamente.

Aun faltaban dos horas para terminar el curso, después de comer tuvimos un pequeño descanso donde todas las mujeres del curso fueron al baño, descubrí lo que era tener ganas y aguantar una fila de mujeres delante de mí, pero tenía a Bethy para hacerme más tranquila la espera, me contó quienes era sus hermanos, sus hijos y su esposo, trabajaba como asistente legal  en un corporativo de abogados, me hablo de su  vecina estúpida que siempre quería sobre salir y su esposo siempre le decía que ella tenía mejores modales que ella, realmente lo único que dije durante ese tiempo fue mil veces “aja”, como hombre hubiera pensado que estaba estúpido, pero hablando con ella, fue la forma en que pude llevar la conversación, cuando me tocó mí turno para pasar corrí dando pequeños pasos, no me había dado cuenta de que ahora ya tenía control de mí cuerpo y pasos.

Me subí  el vestido y baje mis pantaletas hasta las rodillas y sin tocar el borde me acomode para que la pipi saliera, Thelma me había dicho que para no lastimarme debía hacer sentado, la pipi salir correctamente por la pequeña ranura que dejó entre mí escroto convertido en labios vaginales, solo había cortado un poco de bello para tener un aspecto natural a mí nueva vagina.
Me acomode las pantaletas y salí para lavarme las manos, había muchas mujeres frente al espejo, todas tratando de arreglar su cabello, pechos, vestidos y maquillaje, Thelma me había dicho que siempre llevar mí bolso de mano para ir al baño, me recomendó siempre llevar un condón y unas pantaletas nuevas, además de un lápiz labial, un espejo, unas pinzas para pestañas, un poco de perfume, cuando tuve acceso al espejo ayudado por Bethy, hice lo mismo que hacia Bethy, alcance a ver que veía mí bolso, ahora entendía ella jamás iba a pensar que yo no era mujer.
Apreté nuevemente mí cola de caballo y arregle mí flequillo de la frente, puse más lápiz labial, agrege más perfume a mis muñecas y revise mis pantalesta no estuvieran fuera de lugar como Thelma me había recomendado que lo hiciera siempre ya que tenía cadera ancha.
Con toda mí confianza del mundo, salí del baño para esperar la última parte de mí curso intensivo, sería el examen final, debíamos caminar por en medio de todas las compañeras, subir unas escaleras de madera, bajar, volver a caminar, tomar una bandeja su servir, sentarnos y pararnos en una silla, sentarnos en un sillón y levantarnos, volver a caminar entre las compañeras para regresar a nuestro lugar, dando una vuelta entera.
Estaba nervioso, con forme iba diciendo los nombres pasaban las mujeres, sería el último en pasar, Cuando paso Bethy me apretó la mano, en ese momento tome conciencia de que todo el tiempo  había estado tomado de la mano de ella, no supe en que momento fue.
Ví como se tropezó al subir las escaelras y cuando venia de regreso, ya no hizo la vuelta final,  pasaron otras 10 mujeres, entonces me tocó pasar, tome mí tiempo puse mis manos en mí cadera, junte las piernas, coloque los hombros rectos, levante lo más que pude mí pechos, me acomode el cabello, volví a tomar aire y comencé a caminar lentamente sintiendo mí centro y
como mí energía fluia, era como si tuviera un gran aro de energía alrededor de mí, cada paso lanzaba esa energía poderosa, sentía como mis tobillos era fuertes y firmes, mis pasos eran suaves y delicados, mí cadera se movían con mis brazos, sentía como mis muslos rozan, pero no me importaba eso, me concentre en llegar a la escalera subirla tomado del barandal, poniendo mis pies en forma correcta en el escalón, mí cadera zigzagueaba en cada paso, baje la escalera en forma correcta poniendo los tacones en el borde del escalón pero sin doblar las rodillas, ni la espalda, baje y tome la bandeja, con un pequeño movimiento con las rodillas junta hacia adelante, para evitar que el vestido mostrar mis nalgas, volvía regresar subiendo y bajando las esceleras, fui a la mesa y deje correctamente los cubiertos y los platos, sin doblar las rodillas y por el lado correcto del comensal, me senté en la mesa arremetiendo el vestido en mis rodillas y manteniendo las piernas juntas, tome los cuibiertos y fingi comer, me limpie la boca y me levante, ahora me tocaba sentarme en el sillón, era difícil sentarse en el borde y cruzar las piernas, sin mostrar de más las pantaletas, colocando en forma natural las manos al frente de mis rodillas, lo hice sin problemas, descruce las piernas y me levante juntando las rodillas, entonces debía caminar
 por el largo del salón hasta mí lugar, caminaba con toda mí seguridad y no me tropecé, mí pasos eran adecuados para llegar a mí lugar sin apresurarme, pero avanzando con firmeza, nuevamente sentí como mí energía surgía en cada movimiento de mí cadera y mis brazos, llegue a mí lugar, mí una media vuelta sobre mis tacones y puse mí mano en mí cadera, había terminado, un pequeño silencio y luego escuche aplausos,  Bethy me abrazo, sentía mucha alegría, otra compañera también me abrazo, la maestra me felicitó por lo bien que lo había hecho, dijo que solo una persona antes de mí lo había hecho muy bien, Thelma.
**
El día lunes me presenté a trabajar, vestía un vestido azul y saco blanco, con medias obscuras y zapatos ejecutivos con tacón de 5 cm, me había despedido de Bethy en el piso 20,  mí perfume era nuevo y olía a rosas, me gusta y me daba tranquilidad, usaba lentes y traía un chongo trasero, me sentía confiado y seguro como nunca lo había sentido, podía usar los zapatos altos todo el día y no me cansaría, el día domingo había ido de compras y luego fui a la casa de Bethy para comer con su familia, había conocido a su hermano el era mecánico de autos y competía en rallys de autos, solo había platicado con el una hora y Bethe me había dicho que le había gustado mucho, eso no sabía como tomarlo, si bueno o malo, pero  eso no era importante para mí en ese momento, pase frente a Beth y no me reconocio, luego las otra tres tipas de la comida,  quizás no me cayeran bien, pero Bethy me había hecho entender que tenían razón ellas, pero ahora iba a ganar la apuesta.
Ahora sabía lo que significaba tener la boca grande y no era exactamente ser boquiflojo, sino ayudar a su jefe a relajarse usando nuestras habilidades de asistentes.
Pero eso llegó por la tarde, estuve trabajando sin problemas hasta la horade la comida, cuando me retrase por entregar un documente a mí jefe para firma, en ese momento supe lo que tenía que hacer lo hice.
Así fue como gane la apuesta y un nuevo puesto en la empresa, asistente gerencial ejecutiva.



¿Puede el clima frío por favor molestar a iff así que no me siento tan tonto usando viseras desnudas para trabajar?


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