jueves, 6 de septiembre de 2018

La Chica linda del modulo...un caso de éxito.




Mi vida cambio por un problema de sindicato, cumplía los 18 años, pero parecía de 16, mi madre no pudo  mantener su trabajo en la ciudad debido al divorcio y la crisis inmobiliaria, así que regresamos a su pueblo natal a vivir en la casa de mi severa Tía Carol.

Yo había acabado  la secundaría con buenas calificaciones en matemáticas y tecnología, pero no tenia posibilidades para seguir estudiando, mi madre consiguió empleo en la empresa de mi tía, en el área de empaques, mi tía Carol siempre había trabajado en atención al cliente, ahora como jefa de área y por todos los años que tenia trabajando pronto se jubilaría, así que tenia que dejar a alguien su lugar, por políticas del sindicato debía ser un familiar cercano, el único que tenia era yo, pero no cumplía los requisitos generales por ser hombre, pero aun así pudo intervenir para que pudiera entrar a laborar a la misma área que ella en atención a clientes, solo que 5 niveles más bajo,  debí estudiar por 3 meses unos cursos técnicos que manejo de oficina y programas básicos de computadora, salí más alto en mi desempeño general del curso que otras chicas que estuvieron en el mismo curso, la Sra. Rechel, mi nueva jefa estaba contenta por lograr ser el mejor de esa camada de nuevas empleadas.

Después 4 meses de llegar al pueblo estaba trabajando como asistente de asistencia general, o sea hacia de todo, pero aprendía de todas la empleadas, pronto me volví indispensable para sacar copias, engargolar, imprimir en computadora, hacer un buen café y a contestar teléfonos, además la Sra. Rechel me asigno encender la computadora con el sistema todas la mañanas, era un puesto de mucha responsabilidad, quizás no era un tipo alto y fornido pero al menos podía aportar a la casa un salario decente y sobrevivir solo, esa era mi intención desde que acepte la ayuda de mi tía, pero mi madre y ella no estaba de acuerdo de que viviera solo.


En fin en poco tiempo aprendí a recibir clientes inconformes y darles un trato preferencial  para evitar más conflicto, aprendí ha hacer devoluciones, pero también a lograr clientes satisfechos, mi jefa de grupo estaba contenta con mi desempeño, siempre alaba que era mejor que mi tia Carol, ellas eran amigas y por esa amistad mi jefa acepto que yo trabajara a la par de las demás empleadas, alguna vez escuche que lo hacia mejor que algunas compañeras.

Pero cuando cumplí el año en la empresa, todo cambio, hubo supervisiones continuas por el cambio de administración, decidieron que todo el personal administrativo debía usar uniformes, mi jefa se mostraba molesta conmigo por no poder usar el mismo uniforme que las demás compañeras, pero pensaba que el sinditaco pudiera hacer algo para que las nuevas situaciones de trabajo y la presión por cumplir las nuevas normas de trabajo, pudieran saltase en mi caso por ser un buen empleado.

De un día para el otro, a mi tía le dieron  la jubilación anticipada, mi tía estaba preocupada por mi permanencia en la empresa, ya no podía cubrirme las espaldas, una noche después del trabajo servia la cena a mi tía y a mi madre cuando tocaron la puerta, fui abrir para darme cuenta que era la Sra. Rechel mi jefa, me pido pasar para hablar con mi tía, sabiendo que ella era una mujer muy enérgica y no aceptaba no, la deje pasar, o alcancé a decirle a mi tía que estaba la Sra. Rechel, paso por un lado de mi y le dijo a mi tía que era importante hablar en la sala a solas con mi madre y mi tía.
 Las tres mujeres se fueron a la sala, mientras yo recogía la mesa y lavaba los platos de la cena, como todas las noches desde que llegue a esa casa.


Para evitar que mi tía se enojara por escuchar cosas que no debía, decidí prepara galletas para llevar al trabajo, todos los viernes les preparaban  galletitas a las compañeras, como gesto de buena voluntad.

Estaba acabando de meter las galletas al horno, cuando mi madre me pidió ir a la sala, me limpie las manos y caminé a la sala, las dos mujeres que dirigían mi vida, estaban sentadas con un rostro severo, mi madre estaba a un lado de mí como para evitar que me fuera corriendo, quien hablo primero fue mi tía, ella dijo con voz áspera y sería: ya acepte la propuesta de Rechel, no hay vuelta atrás, mi jubilación depende de ti y el ingreso de esta casa,  no podemos equivocarnos, el sindicato se ha vendido!, ya no puede defendernos, tu madre va a perder su trabajo por la edad, a mi me están reteniendo mi pago de jubilación y debo mantenerme firme para que gane el juicio por despidio injustificado, por un año al menos no tendremos ingreso, así que él único ingreso seguro es el tuyo—me estaba dando cuenta de que mi responsabilidad hacia mi madre  y mi tía había crecido, me estaba convirtiendo en adulto—Rechel es una buena amiga y nos va ayudar, solo que debemos esconderte o ella va estar en un gran problema, mañana se va hacer un despido masivo, tu madre esta en la lista, tu también, pero podemos evitarlo si en tu  expediente de empleado en vez de poner Alberth se cambia por Bertha!—por un momento pensé que solo sería el nombre en un expediente,pero mi tía continuó diciendo: por eso para esconderte debes ir con el mismo uniforme que las demás de tus compañeras, debes verte completamente pulcro y sin que se note nada que eres Alberth, debe desaparecer todo rastro de Alberth nadie debe saber fuera del equipo de trabajo que nacistes con pene, has entendido?—su voz era enérgica y sabía que tenia que hacer lo que ella me decía.

Mi jefa aun con una mano en su barbilla dijo: no creo que resulte!, su voz es gruesa y le falta modales!—mi madre intervino para que aceptara que debía seguir trabajando para ella: podemos darle una infusión caliente de Flor de Mandragora, por aquí crece 
mucho—mi tía agrego otra cosa para que las dudas de Rechel se disiparan: en cuanto los modales, tu sabes que eso depende de ti y lo estricta disciplina que uses seas con él, recuerda que de esa manera yo te entrené, no veo porque no puedas hacerlo con él, podemos ayudarlo un poco, porque considero que el tiene lo necesario, es pequeño y regordete, apenas no pasa el 1:73, su cabello es largo y lacio como el de una chica, tu sabes que el es una persona sumisa, callada, cumplida y leal, no siempre estas albando esa cualidad en él,  déjame deicrte que muchas de tus empleadas realmente no lo son y ni tienen los modales como tu lo estas pidiendo en él, no seas tan exigente, el solo necesita un poco de ayuda, y veraz que se desempeña como una verdadera la empleada sumisa que tu requieres, solo déjamelo en mis manos y vete tranquila, yo me encargo que mañana se presente de la manera que tu necesitas, gracias por los uniformes que me trajiste, considero que son una talla menor, pero estarán bien para él--Mi jefa la Sra. Rechel, se fue convencida, mi tia y la SRa. Rechel, se dieron un gran y fraternal abrazo como la firma del contrato que habían acodado, donde ninguna de las dos me preguntaron si quería hacerlo, pero realmente dentro de mi no pensaba jamás en ser rebelde y reaccionario, sin lo contrario como ellas dijeron en carácter era sumiso, callado  y leal, mi deber era con mi familia y no sabía hacer otra cosa que trabajar atendiendo clientes.

Mi madre esa noche depilo todo mi cuerpo  y escarmeno mi cabello hasta dejarlo terso y manejable, debí dejarme jalar el cabello sin quejarme,  no traía ropa y mi tía podía ver la rayita rectangular de vello publico que me había dejado mi madre después de hacerme depilación con cera, de la misma manera que ella se lo hacia.




Vi en la cara de mi tía una pequeña expresión de molestia cuando fijo su mirada en mi pequeño pene, mi madre entendió que había sido un error tener a un varón que a una niña, pero  le contestó que eso se podía resolver fácilmente,  me llevó hasta el baño,   sin esperarlo me metió a la regadera y con agua fría me lavó mi cabello usando bastante champú de flores, me dejó salir para ponerme bastante loción corporal, olía a niña, pero eso no bastaba mi madre me hizo sentar un banco de metal, sentía bastante frio y se me comenzaba a entumir mis piernas, en  ese momento me hizo sentar el taza del baño, me pidió hacerme hacia atrás, no pude ver pero si sentir como con dos dedos para no lastimarme subia mis testículos a mi hueso sacro y con su dedo meñique introducía mi pene dentro de sí, en ese movimiento sentí dolor pero me aguante, con el escroto que colgaba y bastante pegamento logro hacerme una vagina bastante realista, mis labios vaginales podia estirarse sin perder la forma,  parecía que jamás hubiera tenido pene, ahora mi vientre estaba liso,  pero era más liso mi pecho,  aun se podia decir que era un niño con dos pequeños pezones, mi madre me roció un liquido en areosol rodado, escuche que dijo que era para dilatar mi piel, luego me puso una sustancia grasienta morada y comenzó a darme masaje, sentí agrado
en la forma en lo que lo  hacía, pero mi pene no podía reaccionar por que estaba completamente atrapado, solo sentía un poco de dolor en mi ano, pero nada que no pudiera aguantar, mi madre dejó de darme masaje y esperamos un rato a que se dieran los resultados, ella me dijo que después de eso mi tía debía ver pechos de una mujer joven y no de los de una niña adolescente, agregó un poco de más la sustancia grasienta y me pidió que yo siguiera con el masaje, conforme le daba masaje y aprendía a darme un poco de satisfacción, mis bubís comenzaron a llenarse de líquido y masa, fueron creciendo en cada masajeo, le pregunte que era lo queme había puesto, ella dijo que pomada de raíz de mandrágora hecha a base de grasa de cerdo, quera era inofensivo, me explico que era su secreto para tener sus bubis grandes para las fiestas, de esa manera había atraído a mi padre.


Al crecer mis pechos crecieron también mis rosadas áureas y mis niples cafés,  mi mamá dijo que el efecto al menos duraría 24 horas, me advirtió que debia hacerlo cada noche durante 7 días para que luego por si mismas podría crecer al tamaño que tenia ella, pero mi madre no estaba satisfecha con el tamaño de mis bubis que iba a crecer más durante los siguientes minutos, me dijo que debía usar unos anexos dentro del brasier para que se vieran más atractivos,  mi madre me enseño como a una niña como colocarme correctamente un braseare,  pensé que las pantaletas debía se fácil colocarlas, pero como toda esa noche nada fue fácil, aprendí que por ser regordete se me hacían dobles nalgas y debía tener cuidado en no mostrarlas debia acomodarme bien las bragas hacia afuera  para evitar una pena mayor.

Mi madre me había dado la ropa interior de mi tía cuando eran adolescentes, aprendí que un neglille se debe colocar por la cabeza y dajarlo caer, fue una sensación extraña pero emocionante, mi madre notó como mis niples racionaban al ligero rose de la tela nylon del neglille pero no le dio importancia, me ordenó abrir un paquete de medias de tubo, me indico que el usar ese tipo de medias  era más cómodo para estar en una oficina,  porque si iba usar pantimedias lo mejor era no usar pantaletas y pensaba que aun no estaba preparado para eso, lo mejor para mi y mi preparación de una perfecta chica, debía saber como ponerme medias y usar liguero, no solo debia colocarme las medias, debia aprender a hacerlo correctamente las  medias de tubo y cuidarlas para evitar desgarres, además al usarlas no sufriría de calor incómodo, solo debía tener más cuidado en no mostrar mis pantaletas en un descuido al sentarme incorrectamente ante un cliente, pero eso no sucedería si mantenía el vientre apretado, esa fue la  mi primera lección de madre a hijo,
además de saber como aumentar la talla de pechos y esconder mi pene,  descubrí como las buenas chicas mantienen una postura correcta,  si en todo momento apretan el vientre, al hacerlo ví como mi columna se alineaba y mis nalgas se acomodaban hacia atrás, mi monte de venus se mostraba agradable y los pechos se levantaban, los brazos se me pegaban al cuerpo.



Para que no lo olvidara esa postura correcta, sin moverme me dio tres fuertes golpes con el cepillo de escarmenar en el vientre, la espalda, en las nalgas y los hombros (pechos), me pidio juntar las rodillas aun más, acomode mi cuerpo como ella me decía, pero no le bastó y me dio otros 6 golpes en el vientre de esa manera jamás olvidaría apretar el vientre y las nalgas.

Mientras preparaba el uniforme que usaría al siguiente día de trabajo, me ordenó nuevamente escarmenarme el cabello para secarlo frente a su tocador, debía hacerlo como ella me decía, de arriba a bajo y sentado de lado,  debía acostumbrarme a esa posición y solo así mi memoria corporal lo lograría hacerlo bien, debía hacerlo 200 veces.

Cuando acabe entonces regreso para darme la primera lección de arreglo de cabello, me enseño a usar los pasadores para cabello, ellos sería los mejores amigos míos para tener una buena apariencia, me enseño hacerme un chongo alto, medio atrás y escondido como le gustaba usar a mi tía Carol, también me enseño a usar pinzas para el cabello y pasadores grandes, cuando por fin terminamos esa lección, comenzó la de pintura de uñas, aprendí lo básico y me dijo que sola la experiencia me enseñaría hacerlo bien, que si quería una buena apariencia siempre debía tener correctamente pintadas las uñas y usar aretes.


Entonces me dio las indicaciones generales antes de maquillarme la cara, si iba a usar vestido debía ponérmelo antes y debía ponérmelo por encima, si era de botones frontales o de cierre al lado era mejor ponerlo al último, en caso de blusa era mejor al final de maquillarse,  pensaba que estaba bajo las manos de una experta, pero ella me hizo entender que si quería saber como hacerlo correctamente debia hacerlo por mi mismo o  debíamos pagar un curso de automaquillaje, solo me enseñaría lo básico que toda chica debe saber,  cubrir imperfecciones, sombras de ojos, pintura de labios y rubor, para mis cejas aprendí con dolor a depilarlas para dejarlas finas y agradables, a terminar de pintar mi cara conforme sus estrictas reglas, me dejo ver mi obra, mi madre no podía creer lo bonita que era mi cara con maquillaje, corrió a buscar a mi tía, yo pensaba que un no estaba listo, ya que no traía la blusa del uniforme, solo la falda
y el niglille negro, no me dio tiempo para ponerme la blusa, mi tía entro para checar el avance de mi madre,  vi la expresión de asombro de mi Tia, escuche que dijo: es hermosa, donde escondías a esta chica?, no estábamos equivocadas,  se acercó a mi para checar detalles, me hizo darme vueltas sobre mis talones sin zapatos, se quito sus zapatos cerrados de tacón alto, también sus aretes y collar, me los hizo ponérmelos, nuevamente me hizo darme otra vulta, luego me hizo caminar por la habitación de mi madre,   mi madre me indico apretar el vientre como lo había aprendido, no quería otros 6 golpes, así que sin chistar hice lo que me pedía, mi tía se sorprendió más al ver que caminaba correctamente y mejor que muchas de las chicas de la oficina, solo me dio un tip personal,  en cada paso los talones alineados y las puntas en un
angulo de 45 grados, de esa manera la cadera se vanvoleaba de un lado al otro, corregí mi paso como me decía, vi que de esa manera era más cómodo caminar si mantenía el vientre apretado,  mis manos seguía el giro de mi ancha cadera,  vi que era todo un ritmo natural si lo hacia de esa manera, los tacones ayudaba a mantener mi equilibrio además de hacer más delgas mis pantorrillas y  ver mi cadera más femenina, mi tía que dijo que tenia los mismos huesos anchos que mi madre y la misma cara de ella cuando eran jóvenes.


Mi tía acepto que estaba bien el trabajo de mi madre, me ordenó bajar para tomar mi poción de flor de mandrágora y me enseñaría a prepararla conforme la abuela lo hacia, le ordenó a mi madre que me diera su vieja bata de dormir, así que me desvestí y bajamos para tomar un café y platicar sobre la forma de comportarme con las compañeras de trabajo.

Durante una hora más mientras tomaba mi poción escuche fascinado historias de oficina y de como debía tratar con mujeres difíciles, las bromas de doble sentido entre mujeres y la forma que debía usar el baño de la oficina, anote mentamente varias recomendaciones para desenvolverme ante mi jefa y sus malos tratos, porque sabía que iba a ser así o más estricta conmigo, como empleado era una cosa pero como empleada era otra, la expectativa de ser mejor que  mi jefa crecía y debía estar a la altura.

El sueño me ganaba y trataba de prestar atención, pero mi tía vio mi cansancio y me ordenó irme a dormir con la bata y la ropa de dormir que me había regalado, me dijo que ami me quedaba mejor que a ella a la misma edad por tener más cadera que ella.

**
Por la mañana descubrí que los pechos me había crecido lo suficiente para no usar anexo debajo del braseare y la falda no me cerraba, mi madre me hizo usar un viejo body con ligueros, de esa manera mi cintura se redujo dos tallas y mi cadera una, mis pechos se veían muy agradables y llenaban completamente al brasaere por no decir que eran grandes como los de cualquier chica de oficina, ese día tocaba usar el uniforme en color rosa, con chaleco y corbatín, la falda me llegaba por encima de las rodillas, mi madre decidió que debía usar las medias de tubo obscuras, el niglille y ropa interior negra con encaje, me sentía cómodo usando esa ropa. 
Mi tía me regaló los zapatos altos que iban con el uniforme,  claro que eran de tacón cuadrado y cerrados.

Me maquille bajo la vigilancia de mi madre y me pidió poner más lápiz labial por que con el tiempo iba a desaparecer ya que sabia que mordía mis labios cuando estaba nervioso, me ordeno que evitara hacerlo, me ayudo a hacerme el chongo escondido que tanto le gustaba a mi tía, pensaba que todo estaba listo para bajar, pero me faltaba ponerme perfume y mis lentes, pensé que con todo el desodorante de flores que me había puesto bastaba, pero mi madre me dijo que siempre debía traer un frasco de perfume en mi bolso para siempre oler bien, que lo más desagrable en una mujer es oler a sangre (no entendí muy bien eso, pero o acepte como un hecho) me enseño que debía ponerme perfume en las muñecas, en el cuello, atrás de la nuca, por detrás de las rodillas y por debajo de la falda.
Por fin baje para que mi tía pudiera verme y decirme si estaba bien para irme a trabajar,  después de prepara el café y  de desayunar, solo me hizo limpiar los zapatos y arreglar un arete, pensaba que con eso estaba bien, pero mi tía no estaba satisfecha quería que todo fuera correcto y perfecto, se colocó frente a mi y con un conocimiento exacto de donde se suponía que tenia el clítoris puso su dedo haciendo presión, yo no tenia clitorix, pero senti un dolor igual, era una zona muy delicda, tenía mi pene atrapado y expuesto para hacer pipí sentado, así que sentí un intenso dolor y solté un pequeño gritito de dolor moderado, mi tía estaba contenta por la forma que había reaccionado tan natural al de una niña.


Hice el café y desayunados juntas, mi madre estaba orgullosa de como me veía y también le llamó la atención la forma tan graciosa en que había gritado como una chica, también me hizo notar que mi voz era pequeña y femenina, la poción de mandrágora si funcionaba, era fenomenal.

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Mi madre y mi tía me llevaron a la parada de autobús, ahora como chica debía acostumbrarme a eso, más si aun no amanecía y las calles estaban solas,  mi madre me dio su bendición, mi tía solo me dijo que me mantuviera en mi lugar y ni un paso atrás, pero me dio permiso que si pasaba algo le podría hablar.

Me subí a un autobús semi vacío y me sente en la primer asiento frio junto al chofer como me recomendó mi tía Carol, recorde que una chica no se sienta el fondo; el viejo autobús, se fue llenando conforme avanzaba hacia el centro del pueblo, vi como la campiña se convertía en casas y luego edificios de dos pisos, cuando llegue al momento de bajarme descubrí la mejor manera de bajar con falda corta era viendo a otras mujeres bajarse, cuando llegó mi turno lo hice correctamente.
El autobus se fue, el sol me dio de frente, me deslumbre puse una mano frente a mi para distinguír hacia donde tenia que avanzar, entonces comencé a caminar al mismo ritmo que las demás mujeres trabajadoras.

Mis pasos eran rápidos y firmes, me alegraba que podía hacerlo sin problemas como las demás mujeres que iban a mi lado, llegué hasta la entrada del pequeño centro comercial, no vi que estuvieran esperando a algunas de mis compañeras, era la primera empleada que llegaba, el vigilante que abrió la puerta para dar acceso a los empleados de las tiendas, cuando pase frente a el me mostro una agradable sonrisa y me dio un buenos días, que jamás lo habia visto hacer, le regrese el buenos días y pase cuidando de no caerme al pasar por la puerta.
Escuchando el eco de mis pasos por todo el centro comercial llegue hasta el modulo de atención al cliente como todos los días del último año,  pase del otro lado del modulo esta vez pasando por debajo de la puerta, porque regularmente lo hacia por encima, pero ahora no podía hacerlo de esa manera, alguien podría sospechar que no era mujer, lo más discreto y femenino era hacerlo por debajo, dando pequeños pasitos hasta poder pasar al otro lado, 
mi trabajo era encender la computadora, e ingresar al sistema de la empresa pero algo falló debí reiniciar la computadora,  puse la clave de acceso y esta vez pidió actualización, así que debía esperar a que terminara el proceso.



La primera que llegaba después de mi siempre era Rosa, pero tardaba en llegar, ella era la segunda al mando del modulo, guarde el viejo bolso que mi tía me habia regalado en mi cajón, me revise el maquillaje como mi tía me había recomendado, todo estaba en orden, la computadora daba señales de racionar, en ese momento vi a los lejos que mis 5 compañeras llegaban juntas atras de la Sra. Rechel,  pensé que ya sabían de mi nueva condición y abría burlas o caras de desagrado, pero me sorprendí como todas me saludaron diciendo Buenos días Bethy!!, era el diminutivo que me habian puesto por Alberth.

Cuando por fin la Sra. Rechel ingreso al modulo, la computadora ingreso al sistema, pero esta vez el sistema entro a un modo de videoconferencia, pedía que se hicieran unos arreglos de sonido y los hice, la Sra. Rechel parecía que sabia que habria esa videoconferencia, vimos que aparecía la cara angulosa de la Gerente general con una sonrisa fingida, saludando a todo el personal administrativo, explicó que ese día era una nueva etapa para la empresa, que en la próxima semana se abririan 20 sucursales más en la zona sur y norte, que en esos momentos se estaba dirigiendo a la zona sur para supervisar personalmente la instalación de las nuevas sucursales y supervisar al personal asignado, así nos enteramos que vendría a visitarnos, la SRa.Rechel después de las palabras ridiculas de motivación de la nueva gerente general, nos pidió reunirnos para organizarnos y asignar tareas generales; nos dijo que ese día esperaba que ninguna de "nosotras" se fuera de la empresa, que se concentraran en hacer  su trabajo lo mejor posible y nos dio luz verde para comenzar a trabajar, me sorprendió darme cuenta que no me presentara ante  todas y que ninguna de las compañeras no le importara de que ahora su Compañero Alberth viniera con el mismo uniforme que ellas, creo que ellas pensaban que si con eso mantenía su puesto de trabajo, estaba bien, solo Rosa desde atras de mi me dijo discretamente y en voz baja que me "veía bien", mientras comenzaba la 
videoconferencia,   pero la jefa me puso el nombre con que me iba hablar para pedirme algún apoyo cuando dijo: "Señorita Beth" por favor tome esta hoja con los roles de comida y chequeo de uniforme, se va hacer cargo de eso, puede hacerlo?—le dije que si podía, las demás no les importo quien lo hacia, mientras ellas no fueran las candidatas al despido.

Comenzamos nuestro trabajo, el centro comercial abrió sus puertas, los clientes llegaron hasta nuestro modulo y se comenzaron a formar para ser atendidos.



Trabaje a la par de mis compañeras  atendiendo clientes y continué durante la mañana hasta la hora de la comida donde iba diciendo quien salía y quien se quedaba, cuando les decía ellas me agredecían agregando mi diminutivo: Gracias, Beth!.

Salí al final del periodo de comida, mientras comía  reflexioné que era más fácil trabajar como mujer que como hombre en el área de atención a clientes, los clientes recibían mejor las indicaciones o aclaraciones, también así era para conseguir un lugar en el restaurante y pasar primero las puertas.
el cajero del restaurante me hizo un pequeño descuento y se justifico que me lo hacia por estar usando ese uniforme, era una broma y jamás lo había hecho.

Cuando regrese al modulo, la Gerente general ya estaba con si séquito de subgerentes mujeres, todas ellas  perfectamente uniformadas y maquilladas, además de la Sra. Keys gerente de recursos humanos estaban hablando sobre la nueva sucursal que abrirían en Sthephor City a una hora de donde estaba el modulo, me integre al grupo en silencio y discreción, mantuve mis manos frente a mi y las piernas juntas, como mi madre me había enseñado para verme más femenino, escuche que la Gerente general estaba felicitando a nuestro grupo de trabajo por las metas alcanzadas, había sido el único en alcanzar las metas en la zona y cumplir con las reglas de uniforme esa mañana, una de las señoras más bonitas y estaba atrás de ella,  tenia un gafete con el nombre Sra. Keys
Gerente sucursal le pasó un hoja con un recado para que no olvidara lo que tenia que decir, leyó el papel y entonces dijo: ha, gracias, la Señorita Beth Swan, quien es?—mi apellido era Swan así que la única mujer entre el grupo de mujeres con ese nombre era yo, levante la mano , toda la atención de las mujeres se centró en mi,  Rosa se hizo a un lado para que pudiera avanzar un poco para que la gerente me reconociera, me ofreció su mano y se la dí, entonces sin soltarme me dijo que me felicitaba por mi desempeño y que mi jefa me había recomendado ampliamente para contrato definitivo por cumplir con los valores de la empresa de lealtad  y responsabilidad, por lo cual para seguir el crecimiento en la empresa me había asignado a la nueva sucursal que recién se habría en unas semanas y estaba a dos horas de mi casa, eso significaba un aumento significativo ya que subiría como sub-jefa de grupo en entrenamiento.

Todas aplaudieron y me abrazaron por mi nueva asignació, Rechel al hacerlo escuche que me decía que le agradeciera a mi tía Carol. 

Por fin viviría solo en una nueva ciudad.
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miércoles, 5 de septiembre de 2018

Otra Historia de Productos Mágicos, ayudando por mi caballeroso jefe




Mi esposa tenia un problema y se convirtió en mío, pensaba que ella estaba totalmente deprimida por que su problema no se resolvía, ella compraba productos mágicos de inmediato efecto, pero los meses pasaban y no pasaba nada, seguía igual sin obtener la imagen que ella buscaba, la de una mujer actraciva con grandes pechos y caderas agradables, como decían las etiquetas de los productos que compraba, así paso por muchos meses,  su problema era que tenia pechos pequeños, caderas flacas y delgadas, como de hombre.


La situación económicamente se 
tornaba difícil, hasta que enfrente a mi esposa, diciendo  que estaba gastando mucho dinero en esa cosas  y dejara de comprar esos productos, y que no estaban surtiendo efecto en ella, en vez de crecer los pechos le estaba dando masa muscular, eso le molestó y dijo que solo era cuestión de tiempo para que comenzaran los resultados, me dijo que yo no la entendía y que era muy desconsiderado, que le gustaría verme en su lugar para comprender algo de su problema.

Para evitar más problemas con ella deje de  decirle la verdad,  que en ella no le servían esos productos, para demostrarle que eran productos inservibles e inocuos y sin decirle nada pedí un paquete completo de sus productos más caros y lo que ofrecían una garantía de resultados en 3 meses, mi idea era compralos para revisarlos y demostrarle que solo eran una patraña.



El tratamiento recomendado para efectos rápidos eran usarlos diario por tres meses, el  producto más caro prometía que la vida del comprador alcanzaría la felicidad, era mucho dinero pero valía la pena para que ella se diera cuenta de que si no hacían efecto ninguno en mi, en ella tampoco lo haría.




No quería  que ella no se enterara de lo que iba  a hacer,  así que di la
dirección de mi trabajo para que me entregaran los paquetes de productos, para mi desgracia mi jefe fue quien los recibió a mi nombre, frente a su escritorio, tuve que explicarle a detalle el problema de mi esposa de la falta
 de pechos y cadera, le explique como se sentía fea por ese problema y no era feliz,  mi jefe me escucho hasta el final cuando no pudo aguantar una risita de nervios,  fue directo al decirme que si todo era una broma?, fue sarcástico al decirme que si realmente me servían, entonces el me iba a invitar a cenar al mejor restaurante  y  me llevaría como dama de compañía con todos sus amigos, lo que no entendí si a quien llevaría sería a mi esposa o mi, pero era evidente que a mi, con cierto enojo le dije que el dinero que había gastado iba a valer la pena y en tres meses el iba a pagar su apuesta y tragar sus palabras, le dije que le demostraría lo que la etiqueta decía que quien usara esos productos lograría ser feliz con ellos. 





Durante 3 meses sin fallar estuve usando diariamente los productos conforme lo recomendaban, pero las semanas pasaron no pasaba nada, mi cuerpo seguía igual solo sentia bochornos y dolor moderado en los pechos;  estaba convencido de que podría reclamarle a mi esposa que el enorme gasto en esos productos inservibles, pensaba que al siguiente fin de semana del último día del tratamiento le diría lo que habia estado haciendo, pero cinco días antes del último día del tratamiento, sin esperarlo, como una pequeña flor, comencé a tener cambios fenomenales y radicales, en la primera mañana crecieron primero 5 cms, 

luego 10, 30, 40 y 60, allí se estabilizo, mis pechos también crecieron hasta tener talla 34c, el crecimiento de mis caderas también fue radical hasta tener 86 cm, pero en cambio me pene se fue reduciendo como el de un niño, se perdía entre mi escroto flácido, mi voz comenzó tener un tono grave, hasta perder mi tono grueso, de niño paso al de mujer, los cambios que se fueron produciendo en mi cuerpo día con día, no podía detenerlos, en 5 días pase de tener un cuerpo de adolescente a mujer madura, los trate de esconder lo más que pude pero usando vendas
elásticas, pero crecieron los suficiente  hasta no poder esconderlos, al 7 día hable al trabajo para tomar mis vacaciones para evitar que mis compañeros se dieran cuenta de que ya no era el mismo tipo que iba al trabajo hacia 15 años, mi cabello había crecido en los últimos 5 días hasta un tener 50 cm, me llegaba hasta la mitad de la espalda, era lacio y lustroso, mis pechos era firmes más grandes que los de mi esposa, mi cadera era más ancha que mi cintura, acentuando una perfecta figura femenina, tenia más curvas que mi esposa, eso me daba pena, me probé todos mis pantalones y mis camisas, pero mis caderas ya no cabía en mis pantalones, ni mis pechos en mis camisas, los 4 últimos botones sufrían mucho estrés, así que me esposa con una risa que no había visto desde que comenzó a usar los productos me presto algo de su ropa para poder vestir, pensé que esa risita era de nervios por verme en la situación que ella quería estar, pensé que para aumentar su  depresión no debia ver que a mi me quedaba mejor su ropa que ella, mis muslos eran más rellenitos que los de ella, mis regordetas rodillas eran más bonitas que sus huesudas rodillas, mis pantorrillas eran más lindas que las de ella por no estar haciendo exceso de ejercicio, como ella lo hacia desde que comenzó a usar sus productos mágicos, con sus pantalones más holgados mi trasero lucia fenomenal grande, como una perita verde, no sabia que hacer, solo guardar silencio ante lo evidente.



Cuando mi esposa entro al baño sin esperarlo y sin percatarme de que me veia, alcance a ver que mi esposa se daba media vuelta y se iba de la casa, pense que hizo eso cuando descubrió que yo era más mujer que ella, por tener pezones, pensé que era evidente que yo habia aumentado su estrés y su enojo hacia ella misma, escuche como azotaba la puerta de la habitación, no quise ir atras de ella, por no traer zapatos y algo que cubriera mis pezones, tampoco podía salir así para que que los vecinos se dieran cuenta de mi extraña condición, estaba nervioso y trate de buscar unos zapatos por debajo de la cama, pero un momento me quede viendo el borde del brasier sobre mis pezones que colgaban, era una extraña vista de mi cuerpo levante un poco la mirada para ver  mi nueva imagen reflejada en el espejo, mis pezones y mi gran cadera decia que tenia más curvas que mi esposa, también traía una cola de cabello con flequillo que caia de lado y eso hacia lucir aun más mi imagen de mujer, encontré un zapatos cuando escuche atrás de mi y desde la puerta la voz de mi jefe preguntando si yo era: Jhon?

**

No iba a perder una apuesta hecha por mi jefe, además me interesaba negociar mi permanencia en el trabajo, acepte ir con el al restaurante que el decía, estaba muy nervioso dijo que eso me calmaría, mi jefe parecia divertido con mi situación y sentí bastente sinceridad en ofrecerme ir conmigo a comer, así con pena me puse ropa interior negra y el mejor vestido negro que tenia mi esposa, sus medias obscuras más nuevas y me puse los mejores zapatos negros de tacón que tenia para fiesta, tome su bolso de mano negro
con broche de diamantes falsos que hacia juego con el vestido y zapatos, me puse su chalina favorita, hice lo mejor con mi cara y labios siguiendo la rutina de mi esposa para maquillarse, (durante 15 años había puesto mucha atención como lo hacia) agregué sus aretes de plata que le compre a mi esposa y el viejo collar de perlas que le había regalado, me hice un chongo escondido de la misma manera que mi esposa le gustaba hacerse para ir a fiestas, luego me revise las medias nuevamente para saber que todo estaba bien, mi vientre estaba liso y agradable, mi cintura delgada y mis pechos firmes y agradables, todo eran acorde con una imagen femenina madura, respire un poco, apreté los puños para darme fuerza para listo para salir, no había nada masculino en mi, pensé que si iba hacer el ridículo debía verme bien, al menos eso debía hacerlo bien, verme fina, atractiva y cara.

Pense que mi esposa había corrido a la casa de su madre como siempre pasaba cuando nuestros pleitos eran enormes.

Mi jefe había visto que se había ido en un taxi, cuando se topo con ella cuando el estaba a punto de tocar el timbre, ella salió de improviso de la casa,  lo empujo y corrió al taxi, el se quedo si saber que hacer y entro a la casa, pensando que algo me había ocurrido.

Habia ido  a mi casa para saber como estaba y saber el motivo de solicitar tan repentinas vacaciones por teléfono, era su mejor vendedor y no podía dejarme perder solo por un problema de salud, al estar frente a mi y al ver mi gran trasero y luego levantarme y ver mis pechos, por un momento no pudo decidir si la mujer que estaba frente a él era su empleado o no, pero al contestarle con mi pequeña voz que si era Jhon, supo que había perdido su apuesta.

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Me subí a su auto y me mantuve en silencio, trate de no verme masculino manteniendo las rodillas juntas y las manos sobre el bolso que estaba en mi regazo,  mi jefe manejaba en silencio pero veía una ligera sonrisa en su cara, parecía feliz por lo que me estaba pasando, me llevó hasta el elegante restaurante el me había prometido, por supuesto que me trataba como una verdadera dama dándome el paso y llevándome del lado derecho para defenderme de cualquier acoso, confieso que me sorprendió cuando puso una mano por detrás de mi cintura para conducirme por el restaurante hasta su mesa favorita,  el mesero movió la silla para que me sentara primero y me la acomodo con delicadeza la silla, mi jefe de inmediato pidió una botella de vino y comenzamos hablar, el fue directo al preguntarme si quería seguir trabajando para él?, yo le respondí que realmente que ahora el conocía mi situación familiar y “mi problema físico” no creía que tuviera un sitio dentro de la empresa, mi jefe volvió a sonreir como un lindo niño y dijo que la situaciones difíciles nos hace sacar lo mejor de uno mismo, las situaciones adversas nos hace descubrir a la persona que llevamos dentro de nosotros, en mi caso dijo honestamente que jamás hubiera pensado lo bien que podía verme como mujer, no tenias palabras para disculparse, pero ahora que había sucedido debía probarme a mi mismo que podía con el trabajo, el pensaba que yo tenia una buena
técnica de vendedor pero no sacaba todo mi potencial , me faltaba algo, pero no sabia que era lo que me faltaba, quizás ahora bajo estas condiciones debía descubrir si realmente era bueno en eso de vender, entonces de improviso se levantó de su asiento para saludar a una pareja que venia hacia él, yo estaba de espalda a ellos, un hombre joven con su joven esposa se acercaron a él, el hombre le ofreció su mano y mi jefe con tranquilidad me presento como "Beth Monroe, su mejor vendedora de la empresa".

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Así fue como mi jefe me dio la confianza que necesitaba para seguir mi vida y con las nuevas condiciones que me ponía, esa noche conocí a muchos de sus amigos,  hice muchas buenas relaciones para venderles y 15 ventas seguras, sature mi agenda de visitas para las próximas semanas, jamás había sucedido eso en los 20 años que tenia trabajando en la empresa después de salir de la preparatoria, ahora ya podrían decirme que era una “señora de ventas”, ese mes tendría una buena cantidad de excelentes comisiones,  me sentía alegre por lo que  estaba pasando, mi jefe también estaba contento por haber descubierto a la mejor vendedora de la empresa, el estaba orgullos de que hubiera sacado todo mi potencial; al final de la cena después de despedirnos de sus amigos en la fila de la entrega de los autos del  valteparking, dentro del auto me dijo que al día siguiente tenía que  Bethy Monroe debia ir a firmar mi nuevo contrato para que pudiera recibir sus comisiones a tiempo, por supuesto que el me ayudaría a tener mis papeles en regla como la empleada Beth Monroe con 20 años de experiencia en el ramo de ventas.

**

Tres días después yendo a trabajar como mujer adaptándome al nuevo trato con los compañeros y compañeras, viviendo bonitas experiencias con las compañeras en el baño, además de coordinar la ropa de mi esposa para tener una buena imagen en el  trabajo, era sábado por la tarde, esa mañana había ido un rato a la oficina para terminar la documentación de mis contratos realizados y ahora estaba en la casa haciendo las labores que mi esposa había dejado pendiente, cuando escuche tocar la puerta, fui hasta la puerta con todo el descuido del mundo abrí,  con sorpresa agradable me dí cuenta que nuevamente era mi jefe que me visitaba, me sorprendió que estuviera en mi casa porque si tenía que decirme algo, me lo hubiera dicho en la oficina, desde hacia 4 días llevábamos una relación de confianza, me pregunto como estaba y si me sentía bien?, le conteste que bien, pero el no me creyo, me dijo que me estaba pasando algo y venia nuevamente hablar conmigo para saber que es lo que tenia.


Lo que el no sabía el es la relación con mi esposa estaba rota, completamente rota, eso me pasaba, el día anterior mi esposa había regresado a la casa, para hablar conmigo de algo serio, a penas habia llegado a la casa y no me dejo tiempo para cambiarme, quiso salir de la casa para tomar un café en un lugar neutro, ese día yo traía su vestido azul marino pegado que dejaba ver mi silueta curvada mejor que la de ella, traía su saco ejecutivo blanco de un botón que apretaba por debajo de mis pechos y lucian más grandes de lo que era, además de sus cómodos caros zapatos blancos de correa al tobillo, usaba medias obscuras transparentes, ella alabo mi buen gusto para coordinar su ropa para ir a trabajar y lo bien que me veían mis pantorrillas en medias obscuras, también admiro el bonito chongo escondido había resistido el día de trabajo, sinceramente me dijo que a ella jamás había podido hacerlo tan firme y bien como yo lo hice, solo podia agradecerle el cumplido sincero,  caminamos hasta una pequeña cafetería a 5 calles, aun pensanba que estaba molesta conmigo por verme mejor que ella.

Mi imagen femenina contrastaba con la imagen masculina de ella había logrado en una semana, ella vestía una chamarra de mezclilla, camisa de lana y botas sucias de trabajo, su cabello en los últimos meses se lo había cortado casi a rape, así que lucia masculinamente despeinado.



Yo caminaba en silencio y solo se escuchaba el eco de mis tacones sobre el pavimento, en el cielo se veían nubes negras que amenazaban lluvia. 
Llevaba una mano en la correa del bolso y la otra la movia al ritmo de mi cadera, no podía hacerlo de otra manera, el vestido se movia en zigzag conforme mis caderas, recordé que mi jefe bromeo conmigo al decirme que mis caderas se movían con bonita gracia de arriba a bajo. 

Para quitar un poco de tensión, ella también me hizo una pequeña broma diciendo que tenia una linda y femenina forma de caminar con tacones, en ese momento pensaba que ella seguía deprimida porque quería tener la imagen que yo tenia y se sentía defraudada así misma por no lograrlo, llegamos a la cafetería, ocupamos una mesa cerca de la puerta, la mesara gorda se acerco para atendernos, limpiando la mesa dijo: Señora!, Señor!, Qué van a tomar?, les tomo su pedido?, por supuesto que para ella yo era el señora y mi esposa el señor, no podía decirle que lo que veía no era cierto.





Pedí con amabilidad un café y una dona, ella con desprecio solo pidió café,  cuando la mesera se alejó por nuestros cafés y mi dona, yo quería arreglar las cosas, comencé hablar sobre lo bien me había ido en mi trabajo, las comisiones que iba a alcanzar ese mes, podría adelantar pagos de la hipoteca y mandar arreglar la camioneta, también podría enviar un extra a nuestra hija en la universidad, le dije que aun podíamos mantenernos juntos, la mesera regreso con nuestro cafés, me hice hacia atrás para dar espacio para que colocara el café, aunque con mis pechos el espacio era pequeño la chica hizo con  habilidad, sentí un poco de pena por mi esposa y sus pequeño pechos, le iba a decir que yo no tenia culpa de lo que me había pasado, pero ella no me dejo hablar, me
interrumpió con molestia,  su rostro se veía severo, había sorbido un poco de su café y comenzó hablar con el cafe en la boca: mira Albert, ya callate!, mira realmente me alegro por ti, es fabuloso lo que esta pasando y bla, bla, bla, pero jamás pensé que podrías superarte a ti mismo para vender más y mejorar nuestra situación económica, eso es buen para ti, pero no para mi, haz logrado la aceptación de tu jefe por tener buenas bubis y buen trasero, eso s fabuloso para ti, que los clientes les dejes una buena mirada a tus pechos, es bueno para ti, todo eso es bueno para ti!! pero no para mi, entiende que me alegro también por nuestra hija, se que contigo va estar bien cuidada, se que tu jamás la vas a dejar sola, en ese aspecto siempre fuiste mejor que yo, solo quiero decirte  algo importante para ambos--hizo un profundo silencio y luego hablo sin mirarme: mira el hecho de que los productos no funcionaran es que no los he estado tomado, jamás los tomé!!, jamás me interesó tomarlos, es que vez de eso compre productos con esteroides para aumentar mi masa muscular para masculinizarme, durante los últimos dos años he 
estado viendo a mi amiga Joan, ella es buena conmigo, durante ese tiempo no he sabido como decirte que mi amiga Joan y yo estamos saliendo juntas, hemos decidido preparándonos para ingresar al liga de fisioculturísmo, es un reto que tenemos las dos desde hace mucho tiempo, (además de ser luchadoras grandes);  también tienes que saber que me ha ofrecido a irme a vivir con ella para tener una mejor preparación y amentar más rápidamente mi masa muscular, lo pense mucho tiempo y acepte irme con ella ese día que te vi en el baño;  quise entrar a tu recamara para decirte la verdad  antes de irme de la casa pero no pude, te ví tan frágil ante el espejo que no pude, te aseguro que el día que me fuí de la casa te lo iba a decir todo, pero no pude, lo siento no quiero lastimarte más, tu jefe también nos vio besarnos e irnos juntas, Joan ya me esperaba en el taxi para subir mis cosas, sólo salí corriendo para lograr irme de la casa, esa es la verdad, pidele a tu lindo jefe una disculpa por el empujón,  Alberth...es mejor decirnos adios!! ya no podemos vivir juntos! ya jamás podia vivir contigo!—su último comentario fue un balde de agua fría, jamás me vio a la cara, apreté mis puños porque no tenia palabras para contestar, ya estaba dicho todo, solo recuerdo que le dije si quería que le firmara el divorcio se lo firmaría, ella me contestó con dureza que me olvidara de 
eso ya quesería mejor que yo comenzara el tramite del divorcio por que ella no tanto dinero como yo lo tenia por mis grandiosas ventas y el trabajo (jobwork) que le había hecho a mi jefe, le iba a reclamar su grosera y mala actitud pero no quería llamar la atención mas de lo debido y las cosas se salieran de control y quizas recibiera un mal golpe, solo me trague mi coraje. 

Vi el café amargo que tenia enfrente y solo le había dado una pequeña mordida a mi dona dura, le pregunte si eso era todo, ella sin verme movió su cabeza para afirmar la decisión, entonces saque un billete de mi bolso y lo deje en la mesa, aun lado de ella con un golpe, le dije Adiós, me levanté y salí de prisa de la cafetería, pensé que jamás iba a volver a esa fea cafetería, como tampoco jamás iba a volver ver a mi esposa.


**




Vi los ojos de mi jefe, el sabia que yo necesitaba hablar, me pregunto si podía pasar a mi casa, accedí y deje la puerta abierta para que el llegara atrás de mi hasta la sala, le ofrecí algo de tomar, el acepto una limonada fría, fui a la cocina para sacarla del refrigerador, en ese momento descubrí que usaba una minifalda de mezcilla de esa manera estaba mostrando un poco más las piernas, los días anteriores había logrado verme decente al usar faldas por debajo de las rodillas y medias, ahora mis piernas estaban desnudas y mostrando mucho más de que fuera decente, tría por el calor la vieja falda de mezclilla a medio muslo de mi esposa y una delgada camiseta con las letras de “buen trabajo de esposa”, pero que podía hacer,  eso vestía en ese momento y pensé para calmarme que a mi jefe no le importaría por que estaba en mi casa y tarde de descanso, debía actuar naturalmente.

Le di su bebida y me senté en el otro sofá aun lado de él, tratando la cuidar la forma de sentarme,  era una situación comprometida al momento de sentarme y no mostrar el interior de mi falda, pero la resolví correctamente al poner las manos sobre el triangulo de mi falda, manteniendo las piernas al frente, el único comentario después de beber es que me veía bien, yo también termine de beber y le agradecí arreglando mi fleco detrás de mi oreja, me sentía muy nervioso, el lo noto, entonces comenzó hablar: esta mañana te ví dispersa y desconcentrada, solo quería saber si estabas bien?—tome un poco de más bebida y le dije que estaba bien, el no me creyó, le pregunte por que me hacia esa pregunta si durante esos tres días había organizado una perfecta agenda de clientes, puesto al día mis reportes de ventas, pero el me dijo que el sabía que me pasaba algo por que no había firmado todas mis solicitudes de contrato, jamás me había descuidado en hacerlo, así como checar mi salida del trabajo, también habia olvidado mi celular, me lo traía a la casa, me lo ofreció y lo tome, le dije que solo había sido un descuido, entonces mi jefe me hizo otra pregunta para aclarar su punto: también te descuidaste en cerrar la puerta del refrigerador y la llave del fregadero?, desde aquí veo que el agua se esta regando!, salte de mi lugar y fui a la cocina, el agua de fregadero chorreaba por toda la orilla e inundaba toda la cocina, traía zapatos de plataforma y no eran muy seguros para caminar en mojado, pero camine con cuidado hasta el fregadero,  pero en vez de cerrar abrí más la llave, el agua salto por el fregadero y me mojo, trataba de cerrar la llave pero no podía conseguirlo,  me aleje del fregadero para ver que pasaba mi camiseta estaba muy mojada, mi jefe se reía de mi, dio unos pasos hacía mi para ayudarme a cerra la llave, el agua regada hizo que comenzara a resbalarse, intente detenerlo pero no pude, su peso me jaló al suelo mojado, los dos terminamos en suelo húmedo, riéndonos, tenia mucho tiempo que no me reía, me comenzaron a dolor las mandíbulas
 y el estómago, mis pechos subían y bajaban, cuando me reía, mi jefe también reía como niño, no podíamos para de reír, me señalaba con su dedo eso me hacia reír más, me hizo la broma de que tenia una risa rara, eso aun más me hizo reír hasta atragantarme con la risa, me ayudo dándome agua para tomar, por fin mi jefe cerró la llave y nos calmamos, Limpiamos la cocina y le dije que tenia que cambiarse por algo seco mientras se secaba su ropa en la lavadora, le dije que le prestaría algo de mi vieja ropa que le quedara, el era más alto que yo, pensé una tontería si sería la de mi esposa y la vieja ropa que ya no me quedaba, ese era el motivo por el cual usaba la ropa de ella, ya no podía usar mi vieja ropa.




Le di unos pantalones cortos y una de mis camisas de playa, le quedaban perfectamente chicos, se veía gracioso, yo me fui a la recamara de mi esposa para cambiarme, ahora debía ser más cuidadoso que antes,  era evidente que ahora tenia un cierto interés hacia mi, pero aun no sabía si realmente no tenia o solo quería ser amigo,  pero debía ser discreto para evitar malos entendidos si el estaba sobre entendiendo algo que quizás yo había provocado eso o quizás provocaría más adelante, debía aclarar ese punto.


Cuando estuve en la habitación y frente al espejo me di cuenta y pena de que mi brasier rojo se transparentaba por encima de la delgada camiseta que decía “good job wife”, y la falda estaba tan alzada y  tan corta que se podían de ver mis pantaletas azules;  con la pena encima me cambié por algo más cómodo y decente, pero me llegó una duda si usar los pantalones liggins de estampado de mezclilla o  vestido estampado de flores, era lo suficientemente decente,  pensé que para evitar más penas era mejor usar el liggins, con una blusa holgada que no se transparentaba, era  gruesa y solo dejaba ver mis hombros, eso que no se transparentaba estaba bien, eso era lo mejor y limpio para usar en ese el momento, escarmené un poco mi cabello para hacerle una siple cola de caballo, el agua había hecho que se fuera mi maquillaje, así que aproveche para maquillarme de nuevo, no era bueno pero hice lo que pude, solo puse un poco de más color en los labios como lo hacía mi esposa, como los demás días solo pintaba mi cara de forma natural, entonces salí así para seguir ateniendo a mi jefe, baje a la sala, el estaba en el jardín fumando, le pregunté que hacía?, el volteo a verme,    el me contestó que estaba admirando mi pasto, por que el pagaba mucho dinero para mantener su pasto verde, yo le dije que solo lo cortaba una vez a la semana, sin dejar de ver su sentido del humor hacia mi que ya me estaba acostumbrando me dijo sorprendido que esos liggins negros me quedaban perfectamente bien, jamás penso que pudiera tener tan buena figura, nuevamente pensé dudando que mi elección de ropa no habia sido lo suficientemente decente mi elección, pero solo yo le sonreí y le agradecí de la misma manera que lo había hecho desde que comenzó con sus halagos hacía mi, pero le pregunte: porqué hacia eso de estarme alabando lo bien que me veía todo el tiempo?, que por que no le importaba que no fuera mujer?, le pregunte que pensaba ahora de mi? Y si no pensaba que era un raro tipo que usa la ropa de su esposa?, mi jefe arreglo un cabello de mi frente por detras de mi oreja, que el aire no dejaba en paz y me contesto: Beth Monroe, lo único que pienso ahora es que tengo hambre y que te invito a comer, si quieres allí me explicas lo que te esta pasando,y con calma me explicas como te sientes tu, con esa situación de tu pareja y su novia?.

**
el sabía todo, así que acepte su invitación, estaba claro que el no pensaba que era un tipo raro vistiendo ropa de mujer, para el era una mujer atractiva que tenia un problema y que quería ayudarla, mi jefe era un verdadero caballero.

Mis pensamientos  divagantes concluyeron que el había visto algo extraño al ver como mi esposa se iba en el taxi con su amiga, quizás había visto como se saludaban cariñosamente, mi idea de que ella estaba deprimida y estrenada solo eran infundadas, la verdad era otra, me explotaron en la la cara explotaron como pequeñas bombas de jabón,  quizás mi jefe ahora pensaba que quien iba a llegar a un estado depresivo, de confusión y frustración sería yo, así que quería evitar que llegara a verme como una mujer neurótica, vacilante y confundida. Realmente era un caballero aunque no lo pareciera en esos pantalones cortos. 


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El día lunes llegue con una cara llena de felicidad, feliz por el fin de semana que tuve, usaba ropa y zapatos nuevos, mi jefe me había llevado a comprar esa ropa, encontré una rosa blanca en mi escritorio de trabajo, sabía quien la había puesto, pero era mejor ser discreto. Guarde mis cosas en mi cajón, tome mi agenda y fuí a la junta de ventas. 

La junta fue como todas las demás, solo que al final mi jefe mencionó sobre el que Congreso nacional de ventas de ese año sería en la playa, entonces dio los nombres de los ganadores del viaje, el mio estaba en primer lugar, dijo: Sra. Beth Monroe, nivel senior viaje todo pagado!. definitivamente la etiqueta de los productos mágicos tenia razón, si los usas vas alcanzar la felicidad!









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