Mi esposa tenia un problema
y se convirtió en mío, pensaba que ella estaba totalmente deprimida por que su problema no se
resolvía, ella compraba productos mágicos de inmediato efecto, pero los meses pasaban y no pasaba nada,
seguía igual sin obtener la imagen que ella buscaba, la de una mujer actraciva con grandes pechos y caderas agradables, como decían las etiquetas de los productos que compraba, así paso por muchos meses, su
problema era que tenia pechos pequeños, caderas flacas y delgadas, como de hombre.
La situación económicamente se
tornaba difícil, hasta que enfrente a mi esposa, diciendo que estaba gastando mucho dinero en esa cosas y dejara de comprar esos productos, y que no estaban surtiendo efecto en ella, en vez de crecer los pechos le estaba dando masa muscular, eso le molestó y dijo que solo era cuestión de tiempo para que comenzaran los resultados, me dijo que yo no la entendía y que era muy desconsiderado, que le gustaría verme en su lugar para comprender algo de su problema.
tornaba difícil, hasta que enfrente a mi esposa, diciendo que estaba gastando mucho dinero en esa cosas y dejara de comprar esos productos, y que no estaban surtiendo efecto en ella, en vez de crecer los pechos le estaba dando masa muscular, eso le molestó y dijo que solo era cuestión de tiempo para que comenzaran los resultados, me dijo que yo no la entendía y que era muy desconsiderado, que le gustaría verme en su lugar para comprender algo de su problema.
Para evitar más problemas
con ella deje de decirle la verdad, que en
ella no le servían esos productos, para demostrarle que eran productos inservibles e inocuos y sin decirle nada pedí un paquete completo de sus
productos más caros y lo que ofrecían una garantía de resultados en 3 meses, mi idea era compralos para revisarlos y demostrarle que solo eran una
patraña.
El tratamiento recomendado para efectos rápidos eran usarlos diario por tres meses, el producto más caro prometía que la vida del comprador alcanzaría la felicidad, era mucho dinero pero valía la pena para que ella se diera cuenta de que si no hacían
efecto ninguno en mi, en ella tampoco lo haría.
No quería que ella no se enterara de lo que iba a hacer, así que di la
dirección de mi trabajo para que me entregaran los paquetes de productos, para mi desgracia mi
jefe fue quien los recibió a mi nombre, frente a su escritorio, tuve que explicarle a detalle el
problema de mi esposa de la falta
de pechos y cadera, le explique como se sentía fea por ese problema y no era feliz, mi jefe me escucho hasta el final cuando no pudo aguantar
una risita de nervios, fue directo al decirme que si todo era una broma?, fue sarcástico al decirme que si
realmente me servían, entonces el me iba a invitar a cenar al mejor restaurante y me
llevaría como dama de compañía con todos sus amigos, lo que no entendí si a quien llevaría sería a mi esposa o mi, pero era evidente que a mi, con cierto enojo le dije que el dinero que había gastado iba a valer la pena y en tres meses el iba a pagar su apuesta y tragar sus palabras, le dije que le demostraría lo que la etiqueta decía que quien usara esos productos lograría ser feliz con ellos.
Durante 3 meses sin fallar estuve
usando diariamente los productos conforme lo recomendaban, pero las semanas pasaron no pasaba nada, mi cuerpo seguía igual solo sentia bochornos y dolor moderado en los pechos; estaba
convencido de que podría reclamarle a mi esposa que el enorme gasto en esos productos inservibles, pensaba que al siguiente fin de semana del último día del tratamiento le diría lo que habia estado haciendo, pero cinco días antes del último día del tratamiento, sin esperarlo, como una pequeña flor, comencé a tener cambios fenomenales y radicales, en la primera mañana crecieron primero 5 cms,
luego 10, 30, 40 y 60, allí se estabilizo, mis pechos también crecieron hasta tener talla 34c, el crecimiento de mis caderas también fue radical hasta tener 86 cm, pero en cambio me pene se fue reduciendo como el de un niño, se perdía entre mi escroto flácido, mi voz comenzó tener un tono grave, hasta perder mi tono grueso, de niño paso al de mujer, los cambios que se fueron produciendo en mi cuerpo día con día, no podía detenerlos, en 5 días pase de tener un cuerpo de adolescente a mujer madura, los trate de esconder lo más que pude pero usando vendas
elásticas, pero crecieron los suficiente hasta no poder esconderlos, al 7 día hable al trabajo para tomar mis vacaciones para evitar que mis compañeros se dieran cuenta de que ya no era el mismo tipo que iba al trabajo hacia 15 años, mi cabello había crecido en los últimos 5 días hasta un tener 50 cm, me llegaba hasta la mitad de la espalda, era lacio y lustroso, mis pechos era firmes más grandes que los de mi esposa, mi cadera era más ancha que mi cintura, acentuando una perfecta figura femenina, tenia más curvas que mi esposa, eso me daba pena, me probé todos mis pantalones y mis camisas, pero mis caderas ya no cabía en mis pantalones, ni mis pechos en mis camisas, los 4 últimos botones sufrían mucho estrés, así que me esposa con una risa que no había visto desde que comenzó a usar los productos me presto algo de su ropa para poder vestir, pensé que esa risita era de nervios por verme en la situación que ella quería estar, pensé que para aumentar su depresión no debia ver que a mi me quedaba mejor su ropa que ella, mis muslos eran más rellenitos que los de ella, mis regordetas rodillas eran más bonitas que sus huesudas rodillas, mis pantorrillas eran más lindas que las de ella por no estar haciendo exceso de ejercicio, como ella lo hacia desde que comenzó a usar sus productos mágicos, con sus pantalones más holgados mi trasero lucia fenomenal grande, como una perita verde, no sabia que hacer, solo guardar silencio ante lo evidente.
Cuando mi esposa entro al baño sin esperarlo y sin percatarme de que me veia, alcance a ver que mi esposa se daba media vuelta y se iba de la casa, pense que hizo eso cuando descubrió que yo era más mujer que ella, por tener pezones, pensé que era evidente que yo habia aumentado su estrés y su enojo hacia ella misma, escuche como azotaba la puerta de la habitación, no quise ir atras de ella, por no traer zapatos y algo que cubriera mis pezones, tampoco podía salir así para que que los vecinos se dieran cuenta de mi extraña condición, estaba nervioso y trate de buscar unos zapatos por debajo de la cama, pero un momento me
quede viendo el borde del brasier sobre mis pezones que colgaban, era una extraña vista de mi cuerpo levante un poco la mirada para ver mi nueva imagen reflejada en el espejo, mis pezones y mi gran cadera decia que tenia más curvas que mi esposa, también traía una cola de
cabello con flequillo que caia de lado y eso hacia lucir aun más mi imagen de mujer, encontré un zapatos cuando escuche
atrás de mi y desde la puerta la voz de mi jefe preguntando si yo era: Jhon?
**
No iba a perder una apuesta
hecha por mi jefe, además me interesaba negociar mi permanencia en el trabajo,
acepte ir con el al restaurante que el decía, estaba muy nervioso dijo que eso me calmaría, mi jefe parecia divertido con mi situación y sentí bastente sinceridad en ofrecerme ir conmigo a comer, así con pena me puse ropa interior negra y el mejor vestido negro
que tenia mi esposa, sus medias obscuras más nuevas y me puse los mejores zapatos negros de tacón
que tenia para fiesta, tome su bolso de mano negro
con broche de diamantes falsos que hacia juego con el vestido y zapatos, me puse su chalina favorita, hice lo mejor con mi cara y labios siguiendo la rutina de mi esposa para maquillarse, (durante 15 años había puesto mucha atención como lo hacia) agregué sus aretes de plata que le compre a mi esposa y el viejo collar de perlas que le había regalado, me hice un chongo escondido de la misma manera que mi esposa le gustaba hacerse para ir a fiestas, luego me revise las medias nuevamente para saber que todo estaba bien, mi vientre estaba liso y agradable, mi cintura delgada y mis pechos firmes y agradables, todo eran acorde con una imagen femenina madura, respire un poco, apreté los puños para darme fuerza para listo para salir, no había nada masculino en mi, pensé que si iba hacer el ridículo debía verme bien, al menos eso debía hacerlo bien, verme fina, atractiva y cara.
con broche de diamantes falsos que hacia juego con el vestido y zapatos, me puse su chalina favorita, hice lo mejor con mi cara y labios siguiendo la rutina de mi esposa para maquillarse, (durante 15 años había puesto mucha atención como lo hacia) agregué sus aretes de plata que le compre a mi esposa y el viejo collar de perlas que le había regalado, me hice un chongo escondido de la misma manera que mi esposa le gustaba hacerse para ir a fiestas, luego me revise las medias nuevamente para saber que todo estaba bien, mi vientre estaba liso y agradable, mi cintura delgada y mis pechos firmes y agradables, todo eran acorde con una imagen femenina madura, respire un poco, apreté los puños para darme fuerza para listo para salir, no había nada masculino en mi, pensé que si iba hacer el ridículo debía verme bien, al menos eso debía hacerlo bien, verme fina, atractiva y cara.
Pense que mi esposa había corrido a
la casa de su madre como siempre pasaba cuando nuestros pleitos eran enormes.
Mi jefe había visto que se había ido en un taxi, cuando se topo con ella cuando el estaba a punto de tocar el timbre, ella salió de improviso de la casa, lo empujo y corrió al taxi, el se quedo si saber que hacer y entro
a la casa, pensando que algo me había ocurrido.
Habia ido a mi casa para saber
como estaba y saber el motivo de solicitar tan repentinas vacaciones por teléfono, era su mejor vendedor y no podía dejarme perder solo por un problema de salud, al estar frente a mi y al ver mi gran trasero y luego levantarme y ver mis pechos, por un momento no pudo decidir si la mujer que estaba frente a él era su empleado o no, pero al contestarle con mi pequeña voz que si era Jhon, supo que había perdido su apuesta.
**
Me subí a su auto y me
mantuve en silencio, trate de no verme masculino manteniendo las rodillas
juntas y las manos sobre el bolso que estaba en mi regazo, mi jefe manejaba en silencio pero veía una
ligera sonrisa en su cara, parecía feliz por lo que me estaba pasando, me llevó
hasta el elegante restaurante el me había prometido, por supuesto que me trataba como una verdadera dama dándome
el paso y llevándome del lado derecho para defenderme de cualquier acoso, confieso que me sorprendió cuando puso
una mano por detrás de mi cintura para conducirme por el restaurante hasta su
mesa favorita, el mesero movió la silla
para que me sentara primero y me la acomodo con delicadeza la silla, mi jefe de
inmediato pidió una botella de vino y comenzamos hablar, el fue directo al preguntarme si quería seguir
trabajando para él?, yo le respondí que realmente que ahora el conocía mi
situación familiar y “mi problema físico” no creía que tuviera un sitio dentro
de la empresa, mi jefe volvió a sonreir como un lindo niño y dijo que la
situaciones difíciles nos hace sacar lo mejor de uno mismo, las situaciones
adversas nos hace descubrir a la persona que llevamos dentro de nosotros, en mi
caso dijo honestamente que jamás hubiera pensado lo bien que podía verme como
mujer, no tenias palabras para disculparse, pero ahora que había sucedido debía
probarme a mi mismo que podía con el trabajo, el pensaba que yo tenia una buena
técnica de vendedor pero no sacaba todo mi potencial , me faltaba algo, pero no sabia que era lo que me faltaba, quizás ahora bajo estas condiciones debía descubrir si realmente era bueno en eso de vender, entonces de improviso se levantó de su asiento para saludar a una pareja que venia hacia él, yo estaba de espalda a ellos, un hombre joven con su joven esposa se acercaron a él, el hombre le ofreció su mano y mi jefe con tranquilidad me presento como "Beth Monroe, su mejor vendedora de la empresa".
técnica de vendedor pero no sacaba todo mi potencial , me faltaba algo, pero no sabia que era lo que me faltaba, quizás ahora bajo estas condiciones debía descubrir si realmente era bueno en eso de vender, entonces de improviso se levantó de su asiento para saludar a una pareja que venia hacia él, yo estaba de espalda a ellos, un hombre joven con su joven esposa se acercaron a él, el hombre le ofreció su mano y mi jefe con tranquilidad me presento como "Beth Monroe, su mejor vendedora de la empresa".
**
Así fue como mi jefe me dio
la confianza que necesitaba para seguir mi vida y con las nuevas condiciones que
me ponía, esa noche conocí a muchos de sus amigos, hice muchas buenas relaciones para venderles y 15 ventas seguras,
sature mi agenda de visitas para las próximas semanas, jamás había sucedido eso en
los 20 años que tenia trabajando en la empresa después de salir de la
preparatoria, ahora ya podrían decirme que era una “señora de ventas”, ese mes
tendría una buena cantidad de excelentes comisiones, me
sentía alegre por lo que estaba pasando,
mi jefe también estaba contento por haber descubierto a la mejor vendedora de la empresa, el estaba orgullos de que hubiera sacado todo mi potencial; al final de
la cena después de despedirnos de sus amigos en la fila de la entrega de los
autos del valteparking, dentro del auto me dijo que al día siguiente tenía que Bethy Monroe debia ir a firmar mi
nuevo contrato para que pudiera recibir sus comisiones a tiempo, por supuesto que el me ayudaría a tener mis papeles en regla como la empleada Beth Monroe con 20 años de experiencia en el ramo de ventas.
**
Tres días después yendo a trabajar como mujer adaptándome al nuevo trato con los compañeros y compañeras, viviendo bonitas experiencias con las compañeras en el baño, además de coordinar la ropa de mi esposa para tener una buena imagen en el trabajo, era
sábado por la tarde, esa mañana había ido un rato a la oficina para terminar la
documentación de mis contratos realizados y ahora estaba en la casa haciendo las labores que mi
esposa había dejado pendiente, cuando escuche tocar la puerta, fui hasta la puerta con todo el
descuido del mundo abrí, con sorpresa agradable me dí cuenta que nuevamente era mi jefe que me visitaba,
me sorprendió que estuviera en mi casa porque si tenía que decirme algo, me lo hubiera dicho en la
oficina, desde hacia 4 días llevábamos una relación de confianza, me pregunto como estaba y si me sentía bien?, le conteste que bien, pero el no me creyo, me dijo que me estaba pasando algo y venia nuevamente hablar conmigo para saber que es lo que tenia.
Lo que el no sabía el es la relación con mi esposa
estaba rota, completamente rota, eso me pasaba, el día anterior mi esposa había regresado a la casa, para hablar conmigo de algo serio, a penas habia llegado a la casa y no
me dejo tiempo para cambiarme, quiso salir de la casa para tomar un café en un lugar neutro, ese día yo
traía su vestido azul marino pegado que dejaba ver mi silueta curvada mejor que la de ella, traía su saco ejecutivo blanco
de un botón que apretaba por debajo de mis pechos y lucian más grandes de lo que era, además de sus cómodos caros zapatos blancos de correa al tobillo, usaba medias obscuras transparentes, ella alabo mi buen gusto para coordinar su
ropa para ir a trabajar y lo bien que me veían mis pantorrillas en medias obscuras, también admiro el bonito chongo escondido había
resistido el día de trabajo, sinceramente me dijo que a ella jamás había podido hacerlo tan firme y bien como yo lo hice, solo podia agradecerle el cumplido sincero, caminamos hasta una pequeña cafetería a 5
calles, aun pensanba que estaba molesta conmigo por verme mejor que ella.
Mi imagen femenina
contrastaba con la imagen masculina de ella había logrado en una semana, ella vestía una chamarra de
mezclilla, camisa de lana y botas sucias de trabajo, su cabello en los últimos meses
se lo había cortado casi a rape, así que lucia masculinamente despeinado.
Yo caminaba en silencio y
solo se escuchaba el eco de mis tacones sobre el pavimento, en el cielo se veían nubes negras que amenazaban lluvia.
Llevaba una mano en la correa del bolso y la otra la movia al ritmo de mi cadera, no podía hacerlo de otra manera, el vestido se movia en zigzag conforme mis caderas, recordé que mi jefe bromeo conmigo al decirme que mis caderas se movían con bonita gracia de arriba a bajo.
Llevaba una mano en la correa del bolso y la otra la movia al ritmo de mi cadera, no podía hacerlo de otra manera, el vestido se movia en zigzag conforme mis caderas, recordé que mi jefe bromeo conmigo al decirme que mis caderas se movían con bonita gracia de arriba a bajo.
Para quitar un poco de
tensión, ella también me hizo una pequeña broma diciendo que tenia una linda y femenina forma de caminar con tacones, en ese momento pensaba que ella seguía deprimida porque quería
tener la imagen que yo tenia y se sentía defraudada así misma por no lograrlo,
llegamos a la cafetería, ocupamos una mesa cerca de la puerta, la mesara gorda se acerco para atendernos, limpiando la mesa dijo: Señora!, Señor!, Qué van a tomar?, les tomo su pedido?, por supuesto que para
ella yo era el señora y mi esposa el señor, no podía decirle que lo que veía no
era cierto.
Pedí con amabilidad un café y una dona,
ella con desprecio solo pidió café, cuando la mesera se alejó por nuestros
cafés y mi dona, yo quería arreglar las cosas, comencé hablar sobre lo bien me había ido en mi trabajo, las
comisiones que iba a alcanzar ese mes, podría adelantar pagos de la hipoteca y
mandar arreglar la camioneta, también podría enviar un extra a nuestra hija en
la universidad, le dije que aun podíamos mantenernos juntos, la mesera regreso con nuestro cafés, me hice hacia atrás para
dar espacio para que colocara el café, aunque con mis pechos el espacio era
pequeño la chica hizo con habilidad, sentí un poco de pena por mi esposa y sus
pequeño pechos, le iba a decir que yo no tenia culpa de lo que me había pasado,
pero ella no me dejo hablar, me
Vi el café amargo que tenia enfrente y solo le había dado una pequeña mordida a mi dona dura, le pregunte si eso era todo, ella sin verme movió su cabeza para afirmar la decisión, entonces saque un billete de mi bolso y lo deje en la mesa, aun lado de ella con un golpe, le dije Adiós, me levanté y salí de prisa de la cafetería, pensé que jamás iba a volver a esa fea cafetería, como tampoco jamás iba a volver ver a mi esposa.
interrumpió con molestia, su rostro se veía severo, había sorbido un poco de su café
y comenzó hablar con el cafe en la boca: mira Albert, ya callate!, mira realmente me alegro por ti, es fabuloso lo que esta
pasando y bla, bla, bla, pero jamás pensé que podrías superarte a ti mismo para vender más y mejorar nuestra situación económica, eso es buen para ti, pero no para mi, haz logrado la aceptación de tu jefe por tener buenas bubis y buen trasero, eso s fabuloso para ti, que los clientes les dejes una buena mirada a tus pechos, es bueno para ti, todo eso es bueno para ti!! pero no para mi, entiende que me
alegro también por nuestra hija, se que contigo va estar bien cuidada, se que tu jamás la vas a dejar sola, en ese aspecto siempre fuiste mejor que yo, solo
quiero decirte algo importante para ambos--hizo un profundo silencio y luego hablo sin mirarme: mira el hecho de que los productos no funcionaran es que no los
he estado tomado, jamás los tomé!!, jamás me interesó tomarlos, es que vez de eso compre productos con esteroides
para aumentar mi masa muscular para masculinizarme, durante los últimos dos años he
estado viendo a mi amiga Joan, ella es buena conmigo, durante ese tiempo no he sabido como decirte que mi amiga Joan y yo
estamos saliendo juntas, hemos decidido preparándonos para ingresar al liga de fisioculturísmo, es un reto que tenemos las dos desde hace mucho tiempo, (además de ser luchadoras grandes); también
tienes que saber que me ha ofrecido a irme a vivir con ella para tener una
mejor preparación y amentar más rápidamente mi masa muscular, lo pense mucho tiempo y acepte irme con ella ese día que te vi en el baño; quise entrar a tu recamara para decirte la verdad antes de irme de la casa pero no pude, te ví tan frágil ante el espejo que no pude, te aseguro que el día que me fuí de la casa te lo iba a decir todo, pero no pude, lo siento no quiero lastimarte más, tu jefe también nos vio besarnos e irnos juntas, Joan ya me esperaba en el taxi para subir mis cosas, sólo salí corriendo para lograr irme de la casa, esa es la verdad, pidele a tu lindo jefe una disculpa por el empujón, Alberth...es mejor decirnos adios!! ya no podemos vivir juntos! ya jamás podia vivir contigo!—su último comentario fue un balde de agua fría, jamás me vio a la cara, apreté mis puños porque no tenia
palabras para contestar, ya estaba dicho todo, solo recuerdo que le dije si quería que le firmara el divorcio se lo firmaría, ella me contestó con dureza que me olvidara de
eso ya quesería mejor que yo comenzara el tramite del
divorcio por que ella no tanto dinero como yo lo tenia por mis grandiosas ventas y el trabajo (jobwork) que le había hecho a mi jefe, le iba a reclamar su grosera y mala actitud pero no quería llamar la atención mas de lo debido y las cosas se salieran de control y quizas recibiera un mal golpe, solo me trague
mi coraje.
Vi el café amargo que tenia enfrente y solo le había dado una pequeña mordida a mi dona dura, le pregunte si eso era todo, ella sin verme movió su cabeza para afirmar la decisión, entonces saque un billete de mi bolso y lo deje en la mesa, aun lado de ella con un golpe, le dije Adiós, me levanté y salí de prisa de la cafetería, pensé que jamás iba a volver a esa fea cafetería, como tampoco jamás iba a volver ver a mi esposa.
**
Le di su bebida y me senté
en el otro sofá aun lado de él, tratando la cuidar la forma de sentarme, era una situación comprometida al momento de
sentarme y no mostrar el interior de mi falda, pero la resolví correctamente al
poner las manos sobre el triangulo de mi falda, manteniendo las piernas al frente, el único comentario después de
beber es que me veía bien, yo también termine de beber y le agradecí arreglando
mi fleco detrás de mi oreja, me sentía muy nervioso, el lo noto, entonces comenzó hablar:
esta mañana te ví dispersa y desconcentrada, solo quería saber si estabas bien?—tome
un poco de más bebida y le dije que estaba bien, el no me creyó, le pregunte
por que me hacia esa pregunta si durante esos tres días había organizado una
perfecta agenda de clientes, puesto al día mis reportes de ventas, pero el me
dijo que el sabía que me pasaba algo por que no había firmado todas mis
solicitudes de contrato, jamás me había descuidado en hacerlo, así como checar mi
salida del trabajo, también habia olvidado mi celular, me lo traía a la casa, me lo ofreció y lo tome, le dije que solo había sido un descuido, entonces mi jefe
me hizo otra pregunta para aclarar su punto: también te descuidaste en cerrar
la puerta del refrigerador y la llave del fregadero?, desde aquí veo que el
agua se esta regando!, salte de mi lugar y fui a la cocina, el agua de
fregadero chorreaba por toda la orilla e inundaba toda la cocina, traía zapatos
de plataforma y no eran muy seguros para caminar en mojado, pero camine con cuidado hasta el
fregadero, pero en vez de cerrar abrí más la llave, el
agua salto por el fregadero y me mojo, trataba de cerrar la llave pero no podía conseguirlo, me aleje del fregadero para ver que pasaba mi camiseta estaba muy
mojada, mi jefe se reía de mi, dio unos pasos hacía mi para ayudarme a cerra la llave, el agua regada hizo que comenzara
a resbalarse, intente detenerlo pero no pude, su peso me jaló al suelo mojado, los dos terminamos en suelo húmedo,
riéndonos, tenia mucho tiempo que no me reía, me comenzaron a dolor las mandíbulas
y el estómago, mis pechos subían y bajaban, cuando me reía, mi jefe también reía como niño, no podíamos para de reír, me señalaba con su dedo eso me hacia reír más, me hizo la broma de que tenia una risa rara, eso aun más me hizo reír hasta atragantarme con la risa, me ayudo dándome agua para tomar, por fin mi jefe cerró la llave y nos calmamos, Limpiamos la cocina y le dije que tenia que cambiarse por algo seco mientras se secaba su ropa en la lavadora, le dije que le prestaría algo de mi vieja ropa que le quedara, el era más alto que yo, pensé una tontería si sería la de mi esposa y la vieja ropa que ya no me quedaba, ese era el motivo por el cual usaba la ropa de ella, ya no podía usar mi vieja ropa.
y el estómago, mis pechos subían y bajaban, cuando me reía, mi jefe también reía como niño, no podíamos para de reír, me señalaba con su dedo eso me hacia reír más, me hizo la broma de que tenia una risa rara, eso aun más me hizo reír hasta atragantarme con la risa, me ayudo dándome agua para tomar, por fin mi jefe cerró la llave y nos calmamos, Limpiamos la cocina y le dije que tenia que cambiarse por algo seco mientras se secaba su ropa en la lavadora, le dije que le prestaría algo de mi vieja ropa que le quedara, el era más alto que yo, pensé una tontería si sería la de mi esposa y la vieja ropa que ya no me quedaba, ese era el motivo por el cual usaba la ropa de ella, ya no podía usar mi vieja ropa.
Le di unos pantalones cortos y una de mis camisas de playa, le quedaban perfectamente chicos, se veía gracioso, yo me fui a la
recamara de mi esposa para cambiarme, ahora debía ser más cuidadoso que
antes, era evidente que ahora tenia un
cierto interés hacia mi, pero aun no sabía si realmente no tenia o solo quería ser amigo, pero debía ser discreto para evitar malos entendidos
si el estaba sobre entendiendo algo que quizás yo había provocado eso o quizás provocaría más adelante, debía aclarar ese punto.
Cuando estuve en la
habitación y frente al espejo me di cuenta y pena de que mi brasier rojo se
transparentaba por encima de la delgada camiseta que decía “good job wife”, y la falda estaba tan alzada y tan corta que se podían de ver mis pantaletas azules; con la pena encima me cambié por algo más
cómodo y decente, pero me llegó una duda si usar los pantalones liggins de estampado de
mezclilla o vestido estampado de flores, era lo suficientemente decente, pensé que para evitar más penas era mejor usar
el liggins, con una blusa holgada que no se transparentaba, era gruesa y solo dejaba ver mis hombros, eso que no se transparentaba estaba bien, eso era lo mejor y limpio para usar en ese el momento, escarmené un poco mi cabello para hacerle una siple cola de caballo, el agua había hecho que se fuera mi maquillaje, así que aproveche para maquillarme de nuevo, no era bueno pero hice lo que pude, solo puse un poco de más color en los labios como lo hacía mi esposa, como los demás días solo pintaba mi cara de forma natural, entonces salí
así para seguir ateniendo a mi jefe, baje a la sala, el estaba en el jardín
fumando, le pregunté que hacía?, el volteo a verme, el me
contestó que estaba admirando mi pasto, por que el pagaba mucho dinero para
mantener su pasto verde, yo le dije que solo lo cortaba una vez a la semana, sin
dejar de ver su sentido del humor hacia mi que ya me estaba acostumbrando
me dijo sorprendido que esos liggins negros me quedaban perfectamente bien, jamás penso que pudiera tener tan buena figura, nuevamente pensé dudando que mi elección de ropa no habia sido lo suficientemente decente mi elección, pero solo yo le sonreí y le agradecí de la
misma manera que lo había hecho desde que comenzó con sus halagos hacía mi,
pero le pregunte: porqué hacia eso de estarme alabando lo bien que me veía todo
el tiempo?, que por que no le importaba que no fuera mujer?, le pregunte que pensaba ahora de mi? Y si no pensaba que era un raro
tipo que usa la ropa de su esposa?, mi jefe arreglo un cabello de mi frente por detras de mi oreja, que
el aire no dejaba en paz y me contesto: Beth Monroe, lo único que pienso ahora
es que tengo hambre y que te invito a comer, si quieres allí me explicas lo que te esta pasando,y con calma me explicas como te sientes tu, con esa situación de tu pareja y su novia?.
**
el sabía todo, así que acepte su invitación, estaba
claro que el no pensaba que era un tipo raro vistiendo ropa de mujer, para el
era una mujer atractiva que tenia un problema y que quería ayudarla, mi jefe era un verdadero caballero.
Mis pensamientos divagantes concluyeron que el había visto algo extraño al ver como mi esposa se iba en el taxi con su amiga, quizás había visto como se saludaban cariñosamente, mi idea de que ella estaba deprimida y estrenada solo eran infundadas, la verdad era otra, me explotaron en la la cara explotaron como pequeñas bombas de jabón, quizás mi jefe ahora pensaba que quien iba a llegar a un estado depresivo, de confusión y frustración sería yo, así que quería evitar que llegara a verme como una mujer neurótica, vacilante y confundida. Realmente era un caballero aunque no lo pareciera en esos pantalones cortos.
**
El día lunes llegue con una cara llena de felicidad, feliz por el fin de semana que tuve, usaba ropa y zapatos nuevos, mi jefe me había llevado a comprar esa ropa, encontré una rosa blanca en mi escritorio de trabajo, sabía quien la había puesto, pero era mejor ser discreto. Guarde mis cosas en mi cajón, tome mi agenda y fuí a la junta de ventas.
La junta fue como todas las demás, solo que al final mi jefe mencionó sobre el que Congreso nacional de ventas de ese año sería en la playa, entonces dio los nombres de los ganadores del viaje, el mio estaba en primer lugar, dijo: Sra. Beth Monroe, nivel senior viaje todo pagado!. definitivamente la etiqueta de los productos mágicos tenia razón, si los usas vas alcanzar la felicidad!
Mis pensamientos divagantes concluyeron que el había visto algo extraño al ver como mi esposa se iba en el taxi con su amiga, quizás había visto como se saludaban cariñosamente, mi idea de que ella estaba deprimida y estrenada solo eran infundadas, la verdad era otra, me explotaron en la la cara explotaron como pequeñas bombas de jabón, quizás mi jefe ahora pensaba que quien iba a llegar a un estado depresivo, de confusión y frustración sería yo, así que quería evitar que llegara a verme como una mujer neurótica, vacilante y confundida. Realmente era un caballero aunque no lo pareciera en esos pantalones cortos.
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El día lunes llegue con una cara llena de felicidad, feliz por el fin de semana que tuve, usaba ropa y zapatos nuevos, mi jefe me había llevado a comprar esa ropa, encontré una rosa blanca en mi escritorio de trabajo, sabía quien la había puesto, pero era mejor ser discreto. Guarde mis cosas en mi cajón, tome mi agenda y fuí a la junta de ventas.
La junta fue como todas las demás, solo que al final mi jefe mencionó sobre el que Congreso nacional de ventas de ese año sería en la playa, entonces dio los nombres de los ganadores del viaje, el mio estaba en primer lugar, dijo: Sra. Beth Monroe, nivel senior viaje todo pagado!. definitivamente la etiqueta de los productos mágicos tenia razón, si los usas vas alcanzar la felicidad!
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