martes, 20 de junio de 2017

la esposa desempleada, la busqueda por encontrar un lugar en la casa.



Mí esposa cambio, yo cambie también.



Era un empleado en una empresa de productos químicos hacia 5 años, mí trabajo consistía en introducir las notas de los productos comprados, mi tarea era la misma desde mí primer día de trabajo, por casualidad había conseguido el trabajo después de salir del colegio, por una vecina de mí madre.
Tres años después conocí a mí esposa en un taller mecánico cuando arreglo mí auto, había sido el primero de ella, después de salir de la escuela y conseguido su primer trabajo en el taller donde fui para arreglarlo, realmente ella había sido quién me conquisto por que la volví a ver en un pequeño bar cerca del trabajo, ella jugaba billar con sus compañeros de trabajo, yo estaba en la barra tomando una cerveza, tratando de despejarme después de una semana haciendo el mismo trabajo, ella solo me veia, yo trataba de ignorarla, pero después de 3 cervezas había decidido irme, ella se acercó por detrás y me invitó otra cerveza, empezamos a platicar, esa noche nos conocimos y 9 meses después tuvimos a nuestra hija, cuando ella se recuperó nos casamos y comenzamos a vivir juntos, todo estuvo tranquilo por 3 meses más, yo debí hacerme cargo de mí hija, ya que ella había conseguido un trabajo en la planta armadora de autos y debía trabajar desde las 7 de la mañana hasta la 7 de la noche, hasta los días sábados.
Ella se levantaba más temprano y se iba a su trabajo, yo debí hacerme cargo de nuestra hija, llevarla a la guardería, ir a trabajar y luego ir por ella, para llevarla a la casa para hacerle de cenar.
Nos habíamos adaptado a nuestro tiempos, el único día que nos veíamos era el día sábado, pero ella siempre estaba cansada y lo entendía.
Pero todo comenzó a cambiar cuando comencé a sentir bochornos y doler me pechos, durante tres meses no dije nada, escondí lo que me pasaba, pero cuando el crecimiento de los pechos y las caderas fue evidente no pude negar que algo estaba pasando, mí cabello crecía a un ritmo  más rápido y en 15 días debía cortarlo, comence a llorar sin causa aparente y me sentía solo, cansado por el trabajo y por las cosas por hacer en la casa, debía ir al doctor, cuando estuve frente al doctor, el pensó en primera instancia que era una Señora por los pechos que se mostraban por debajo de la bata, después de que me pidió quitarme la bata, ví una pequeña cara de sorpresa y risilla al ver mí pequeño pene entre un abundante vello púbico color rubio, pero el doctor se portó profesional, definitivamente tenía un problema me mandó hacer análisis que soporte estoicamente, sentí dolor cuando me aplastaron mis pechos y cuando varios dedos entraron por mí ano para revisarme.

Al final el diagnóstico fue que tenía un situación de remplazo hormonal atípico,  el doctor me hizo preguntas y descubrí que el hecho de que mí cubículo estuviera sobre el respiradero de aire acondicionado, el aire condensaba los vapores de un nuevo producto que se investigaba en unos de los laboratorios por encima de mí lugar, el liquido caía dentro de mí taza de café sin darme cuenta, durante meses estuve expuesto al nuevo producto, el doctor recomendó que no podía quitarme la exposición de hormonas femeninas de forma definitiva, debía ser poco a poco, así que me recetó un pequeño cóctel de hormonas para regular mis síntomas y más adelante las hormonas masculinas aumentaran en forma natural.

Al siguiente día regrese al trabajo para enterarme con una nota frente a mí computadora que estaba despedido y que pasara por mí finiquito, fui al departamento de recursos humanos para enterarme que por la entrada del nuevo sistema contable, todo mí departamento administrativo había desaparecido, no tenía otra opción que aceptar el finiquito, a la mujer que me extendía míc cheque de finiquito trate de explicarle que había estado expuesto a químicos y la empresa era responsable de mí problema de salud, la mujer bajó sus lentes y dijo: pues haga su demanda, eso es todo tiene tres días para cobrar su cheque.
Así es como quede desempleado de un día para el otro, durante tres días no le dije a mí esposa que no tenía trabajo, hasta que nos vimos el día domingo, le mostré mis grandes pechos, ella solo se burló diciendo que era más bonitos que los de ella, realmente no se interesó en mí problema, para ella era gracioso, pero con seriedad le explique lo que el doctor me dijo y que había perdido mí trabajo, ella me veía con una sonrisa en la cara, cuando acabe de explicarle ella dijo: no hay problema no tienes porque preocuparte, yo puedo hacerme cargo de todo, por que me nombraron como jefa de área de calidad, mí sueldo aumento 3 veces más y puedo hacerme cargo de ti y de tu hija y de todos los gastos, solo tienes que pemanecer en la casa hasta que te alivies de tu supuesta exposición a hormonas femeninas!!—no pudo dejarse de reir.

Yo estaba muy molesto y durante 3 días más no le hable, aunque todo estaba dicho, ella ser haría cargo de mí y mí hija, yo debía hacerme cargo de la casa.
***
Durante el primer mes que estuve en la casa trate por todos los medios de conseguir un nuevo trabajo, pero todo fue infructoso, los medicamentos no estaban surtiendo efecto o quizás sí por que seguía teniendo bochornos y lloraba sin causa aparente, de mis pechos salía leche, la grasa comenzó acumularse más, viendo la tele comencé a hacer ejercicio por que ya no cabia en mis pantalones, ya no podía usar mis camisas y solo usaba mis camisetas, mis pechos se salían por mis camisetas, me sentía muy incomodo.



Una mañana mientras metía la ropa a la lavadora después de que había peleado con mí esposa por que no tenía su overol limpio, ni ropa para usar, levante un brasiere de ella, sentí que me podía quedar si ajustaba los tirantes, seguí guardando la ropa en la lavadora cuando sentí unas pantaletas dentro de su pantalón de trabajo, tuve la necesidad de probármelas, eran negras y muy suaves, tenían un lindo moño, sin esperar más tiempo me probé la ropa, ajuste los tirantes del bra y ajuste los resortes de las pantaletas sobre mis nalgas, jamás había sentido tanta comodidad, era lo que necesitaba usar, escuche que mí hija se despertaba y quería comer algo, así que comencé hacer mí rutina de labor de la casa con la ropa que tria puesta, pase la mitad de la jornada de esa manera, solo con la ropa interior de mí esposa, regrese al área de lavado para iniciar el primer ciclo de lavado, mientras esperaba para tener un poco de diversión me sente en la lavadora, mis pechos vibraban al mismo que mis nalgas lo hacían, cuando terminó el ciclo de lavado saque la ropa y comencé acomodarla para plancharla y guardarla en el closet, luego subí con la ropa doblada hasta su habitación, en ese momento me de cuenta de que tenía mucha ropa sin usar, pensé que algo me podría quedar, lo primero que ve en la parte más profunda de su closet fue un vestido de mezclilla de cierrer al frente, entonces me lo probe para darme cuenta de que se ajustaba
perfectamente a mí cuerpo, el vestido hacia ver mí cintura más pequeña que mis caderas  mis pechos hacían levantar el vestido y el cierre hacia que se juntaran, mis piernas se veina más gruesas de lo que eran, los medicamentos habían hecho que mí piel se hiciera más seca y necesitaba usar crema, así que brillaban mis piernas, siguiendo mis descubrimientos, me provee los zapatos de plataforma y correa al tobillo que alguna vez usando juntos a mí esposa, me percate que eran cómodos y podía caminar perfectamente con ellos, mis nalgas se movían de arriba a bajo, de la misma manera que  le pasaba a ella, cuando caminaba, mí hija me extraño y comenzó a llorar, nuevamente tuve que atenderla, me concentre en hacerle de comer, mientras la cargaba, termino dormida en mis brazos, debía terminar de cocinar para que en la noche pudiera ver mí partido de futbol, así que debía organizarme para hacerlo con ella en brazos, dos horas después mientras le ponía sal a la sopa, escuche que tocaban la puerta de la cocina, con miedo voltee a ver quien era,  para mí sorpresa era la vecina de la casa de atrás, compartíamos un patio común, cuando llegamos a vivir a la casa ella vino para presentarse como la presidenta vecinal, dijo llamarse Bárbara , era una mujer alta, rubia, su esposo era promotor de luchas.


Ella sabia que mí esposa se llamaba Heather, así que al verme como estaba vestido y cargando a mí hija supuso que era ella, estaba atrapado, debía abrir  fingir que era Heather, Babe como quiso que le dijera, me estaba pidiendo mí ayuda, abrí rápidamente, Babe entro sin dejar de hablar, no había duda de que ella pensaba de que yo era mujer y su vecina, cuando terminaba de decir una frase decía “Vecina”,  me pedía prestado un paquete de toallas femeninas y banzal para el mal olor menstrual,  pero era urgente por que su esposo iba a pasar por ella para irse a una fiesta,  como parecía apurada y necesitaba urgentemente, con la niña a cuestas, subí las escaleras hasta el baño y buscar lo que necesitaba, sabía que las toallas estaban atrás del vidrio del baño, lo abrí y encontré solo tres toallas y media botella de benzal, baje con la niña y le entregue lo que me pedia, Babe comenzó a caminar hacia la puerta de la cocina, me pedía disculpas y me decía que me iba a regresar el favor, sin pensar en la forma en que hablaba le dije que no tenía que regresarme el favor, aunque pensando después mí voz era más suave que la de ella, su voz era ronca y rasposa, pero con una forma en diminutivo de hablar,  cerré la puerta de la cocina y vi como caminaba rumbo a la puerta del patio trasero moviendo su gran trasero.
Termine de hacer la comida y luego planche la ropa antes de que llegara mí esposa me di cuenta de que todo el día había estado usando su ropa, corrí a cambiarme y espere a que llegara, ese día descubrí que me sentía cómodo vistiendo la ropa de ella.
Pasó un fin de semana donde realmente me sentí mal y pelee con mí esposa por no quererme ayudar con la casa, la siguiente semana los primeros dos días volví a usar la ropa de ella, pero debía organizar su ropa para saber cual me quedaba y cual no.

El tercer día con un poco de investigación de la red, pude hacer aparecer una vagina al esconder mí pene en mí escroto y sin quería lastimarme debía hacer pipí sentado, las pantaletas se ajustaba perfectamente a mí nuevo cuerpo, si alguien viera por debajo del vestido, veria lo mismo que ve en una mujer, en mí entusiasmo comencé a maquillarme con sus productos que ya no usaba, realmente ella ya no se maquillaba y algunos de sus productos estaban nuevos, el tercer día estuve ensayando como maquillar mí cara para diferentes situaciones y a desmaquillarme, el cuarto día comence escarmenar mí cabello y probar hacerme peinados, chongos y trenzas, con mí cabello largo, al final de día, tenía una mayor seguridad para maquillarme mejor que mí esposa, mí cara maquillada era más linda que la de ella, el cuarto día había decidido ir hacer los pagos del mes vistiendo la ropa de ella, me prepare inmediatamente que ella se fue, cuando estuve listo, tome a mí hija para llevarla a la guardería y luego iría hacer mis pagos, cuando deje a mí hija con la maestra, fue mí primera prueba de fuego que pase sin problemas, mí voz no era tan gruesa como la del a maestra, estuve hablandon con ella durante 30 minutos, sobre la alimentación y cuidado de mí hija, en ningún momento dudo que yo no fuera su madre, me invito a participar la siguiente semana en el festival de la madres.
Luego camine hasta el banco y espere a que abrieran para formarme y esperar mí turno, traía un delgado vestido floreado con listón a la cintura, debía usar las enaguas negras del mismo modo que alguna vez las uso ella, traía sus zapatos beige de punta abierta, eran cómodos y seguros, usaba una bolsa en color beige que jamás se la había visto usar y estaba abandonada en la parte de arriba del closet, la había llenado con cosas que cualquier mujer usa en un día, rollo de papel, bolsa de maquillaje, mascada para el fresco, botella de agua, cartera con una identificación antigua de mí esposa donde usaba el mismo vestido que traía, dinero  y mí tarjeta de crédito donde me deposito ella para hacer los gastos.



Tria medias y usaba una diadema blanca para detener mí cabello, usaba los pequeños pendientes de diamente de mí esposa, que le había regalado en su cumpleaños pero jamás uso.
Para medio día me sentía que volaba, caminaba dentro del centro comercial con mí carro de compras y ponía los productos de la despensa como cualquier mujer que estaba allí, en el área de ropa, no resistí comprar algunas cosas con el efectivo que traía en el bolso, compre una falda de pana, 3 juegos ropa interior, una pijama de vestido de lana y un lindo vestido negro, mí esposa no le gustaba el negro, no resistí comprarlo, también compre algunos productos de maquillaje que ella no tenía y eran importantes.


Pase a las cajas y sin problemas page lo que compre, salí del centro comercial con mis bolsas, decidí comprarme un helado y mientras comia, en un aparador ví unos zapatos que le quedaban al vestido negro  me gustarón, no resistí y los compre, pensé que le gustarían a mí esposa.
Regrese por mí hija, para ir a la casa para terminar de lavar la ropa y tender las camas.

Al día siguiente volví a salir para ir a pagar la tv de paga, esta vez mientras esperaba el turno para pagar la vecina Beth me encontró y nos pusimos hablar, para mí suerte y agradecerme me invitaba a hacer una venta de catálogo en mí casa al siguiente día, acepte con gusto y acorde que vendría a mí casa a las 10 am, debía ir a dejar a mí hija y regresar para la reunión,  lo hice así y Beth llegó a mí casa y me indico como acomodar los sillos y la mesa con los productos a mostrar, las vecinas comenzaron a llegar y debi atenderlas con emparerados y bebidas, me sentí cómodo atendiéndolas, ninguna se percato que no era mujer, platique con todas ellas sin problemas de sus maridos y problemas, de comida y limpieza de casa, era como perfeccionar mí personaje que en la secundaría tuve que presentar para pasar la materia de teatro.
Para mí sorpresa la venta fue buena y las vecinas solicitaron otra venta para traer a sus hermanas y amigas, acepte la siguiente semana volver hacerla.
El fin de semana llego y fue muy aburrido, pero estuve leyendo revistas viejas de moda en el ático.

La semana siguiente era evidente que no podría encontrar un trabajo a corto plazo, pero con la información que había obtenido al leer las revistas y con las ropas viejas de mí esposa que encontré en el ático, pude aumentar mí habilidad para coordinar y caminar con zapatos altos al hacer todas las tareas de la casa con ellos.
Pero ahora con la confianza del mundo salía todos los días, el día lunes fui al salón de belleza que me recomendó Babe, fui solo pensando muchas cosas, pero realmente fue una bonita experiencia, arreglaron mis uñas de los pies manos, arreglaron mí cabello quitándole la orzuela y me plancharon mis cejas, realmente me gustaba pasar por mujer porque mí personaje era aceptado fácilmente.
Caminaba por la calle sacando mí mejor femineidad con los pechos levantados y levantado aire con mí vestido en cada giro de mí cadera, las mujeres me veian con celo como una adversaria y los hombres les gustaba mí imagen o quizás mí trasero o piernas.
Pero lo que realmente me gustaba era cuidar a mí hija sin que me juzgaran, me sentía libre de hacer lo que yo quisiera a pesar de mis obligaciones en la casa y con mí hija.

Pasó una semana más del mes que tenía disfrutando mí papel, Bárbara me había presentado a más amigas y vecinas, ellas me invitaban a sus casas o las encontraba en el centro comercial o bancos y nos poníamos platicar, las ventas de catálogo eran buenas y tenía algunos ingresos extras, mí esposa en los pocos momentos que podíamos hablar en los fines de semana que estuvo en la casa, acepto mí situación de no tener trabajo y cuidar a mí hija, me había llevado a comprar ropa que realmente no me gusto, estaba decida a cuidar de mí y a llevar el rol de dirigir a la familia, yo había aceptado con resignación y cierta alegría mí papel de cuidar de la casa.



Pero dentro de mí había algo que no estaba bien al estarle mintiendo a mí esposa. La culpa la tenía atorada en el pecho, había ido al doctor para saber como iba mejorando, pero el entrar al consultorio me enteré que el doctor estaba de vacaciones y una joven Doctora asistente atendió mí caso, sin hacerme preguntas ni auscultarme, me extendió una receta médica con una nueva dosis de los medicamentos, lo extraño fue que cuando me la entrego me dijo: Señora aquí tiene su receta, el su expediente el doctor  recomendó aumentar la dosis por la baja de hormonas femeninas y eliminar las masculinas, en poco tiempo estará bien si sigue al pie de la letra la recta, nos veríamos dentro de un mes para una nueva consulta eso es todo,  realmente no entendí lo que me estaba diciendo, pero había perdido  mucho tiempo en la consulta y debía ir por mí hija a la guardería, así que tome la receta y salí del consultorio. 


Tres días después en el día 41 por un descuido en dejar la receta dentro una revista que deje en la mesa de centro frente al sofá, yo estaba en la cocina y alcance a ver que la leía, pero eso no fue lo que desato la crisis en la familia, no dije nada y me mantuve haciendo mis cosas de fin de semana.

Pero una hora después escuche que sonaba el teléfono, pero como limpiaba la vajilla no alcance a contestar, pero mí esposa recibía una llamada de la agencia de edecanes preguntando por Heather Tomas,  Bárbara había enviado mí currículo  desde mí computadora cuando estuvo en mí casa y le hable mí deseo de conseguir un trabajo de medio tiempo, solo jugaba con el currículo de mí esposa, pero Babe me dijo que me podía ayudar por que tenía una amiga en la agencia de modelos y algunas veces le pedía su ayuda para cubrir vacantes como demostradoras de productos en centro comerciales, pagaban bien y era de medio tiempo, entonces ella para convencerme que podía hacerlo saco su celular y me saco varias fotos mientras hacia la comida para mí hija, ese día traía unos pantalones pegados sin bolsas y una blusa de hombros descubiertos, mis pechos se veían más grandes de lo que eran, mí trasero también lucia en esos pantalones viejos de mí esposa, también traía zapatos altos, comencé a jugar con las poses de modelo.

 
Ahora me hablaban para ofrecerme un trabajo, cuando escuche que  mí esposa repetía lo que le estaban diciendo, dí media vuelta y subí a ver a mí hija como jugaba, ahora mí esposa sabia lo que había estado haciendo todo este tiempo, fingir lo que no era, fingir que era ella.
Paso un rato y escuche sus pasos que llegaban hasta mí habitación, toco y abrió la puerta yo fingí dormir, pero ella se sentó en la cama y nos pusimos hablar, no podía mentirle más debía sacar la presión de mí pecho, comence a llorar sin control, no podía detenerme, quizás los medicamentos hacían que me sintiera más sensible.
Ella acepto que fuera al siguiente día como demo-edecán en una refaccionaria de autos, solo debía repartir publicidad, el salario era la misma cantidad de una quincena de anterior trabajo, solo por trabajar un día, era bueno para mí, podríamos ahorrar algo para mí auto.
Desde ese momento la relación fue mejorando, nuestro roles ahora eran más claros, no había nada que no nos impidiera ser felices como realmente siempre debió ser las cosas, al siguiente día, no esperaba que fuera mí esposa a verme trabajar, pero llevo a mí hija al centro comercial  y paso frente a la refaccionaría en el momento que un cliente pedia una foto, me dio pena que me viera ella, traía un uniforme pegado de licra en color rojo, se podía ver perfectamente mí pie de camello y mí gran trasero, el bra se delineaba sobre el uniforme y se veian más grandes de lo que eran por que el cierre hacia que se apretaran, traía sus zapatos blancos de tacón alto, mí pelo era lacio y las extensiones de cabello lo hacían más largo, lucia mí mejor maquillaje que podía hacer.
Cuando paso frente a mí vi que sonrió con malicia o quizás burlándose de la forma que me veía y trabajaba, pero después de 5 horas de trabajo regrese a la casa con dinero en mí mano, estaba feliz por la manera en que me había superado.


Pasaron los meses y la situación se torno cada vez más normal, cada quien acepto su rol y lo ejercíamos lo mejor que podíamos, pero aun no estaba satisfecho, necesitaba regresar a trabajar en una oficina, Babe me consiguió un trabajo con otra amiga contestando teléfonos y atendiendo clientes, acepto nuevamente que trabajara con la condición de no descuidar a nuestra hija, solo eran 4 horas de trabajo, con eso podría a completar para mí camioneta, el único inconveniente era la lejanía y que debía usar uniforme de falda corta;  pero si mi esposa cambio, yo también debía acostumbrarme a eso.







martes, 13 de junio de 2017

La empleada perfecta, adquiriendo nuevas competencias.





Como lograr una meta y no morir en el intento.


El país estaba pasando por una crisis, las empresas cerraban por falta de personal calificado, las necesidades de personal administrativo eran muy estrictas para contratar, solicitaban que las competencias fueran certificadas y actualizadas.


Después de 7 años trabajando en un nivel medio de responsabilidad, mí carrera profesional estaba acabada, con las nuevas políticas no tenía futuro como empleado a menos que cambiara mí forma de pensar y me adaptara a las circunstancias, debía adquirir las habilidades que no tenía y  volviera a la escuela para certificar las que ya tenía.

El problema era que mí vida matrimonial también estaba acabada y tenía 3 hijos para cuidar, el más grande de 7 años, no tenía tiempo para concluir mí maestria, tomar cursos de certificación y seguir trabajando.


Eran muchas situaciones que estaban pasando en mí vida, debía hablar con alguien de lo que me pasaba, un día que cometí varios errores al tratar de negociar con unas clientas, mí jefa me hablo a su oficina, sabía que el humor de mí jefa no era muy bueno, así que toque con cuidado y entre al escuchar el permiso para entrar,  mí jefa usaba un traje sastre en color gris de pantalón y zapatos altos, me pidió sentarme, pensé que me iba a correr al menos, pero en vez de eso me preguntó que problemas tenía, yo comencé a explicarle lo que estaba pasando con mis hijos, la presión por mantener mí puesto y seguir estudiando, después de algunos sollozos por no aguantar la presión, ella apretando los labios, me dijo que ella me iba ayudar, que no me procupara, pensó por un momento, entonces me ofreció algo para que pudiera lograr crecer en la empresa a pesar de no contar con lo necesario, solo 

debía sacrificar algo de lo tenía ahora y luchar por lo que realmente era importante a pesar de los demás dijeran que no podía hacerlo debía esforzarme en hacerlo,  mie hizo la pregunta si estaba dispuesto a hacerlo? A perder para ganar?, le conteste limpiando mis ojos que si estaba dispuesto hacerlo por el bien de mí hijos, me volvió preguntar si estaba dispuesto a bajar en el nivel administrativo para tener la oportunidad de subir más adelante dependiendo de mí despeño?, le dije que si lo deseaba solo me ayudara a hacerlo, ella tomo una hoja de papel y mientras escribía algo en ella, me explico que en 3 meses iba a abrirse la bolsa de trabajo para asistentes 
administrativos, yo le dije que ese puesto hacia 7 años que había entrado a trabajar lo había desempeñado, ella moviendo su cabeza de desaprobación, me explico que si quería un puesto en su equipo debía hacerlo, debía comenzar de cero, sin decir otro comentario, escuche en silencio la propuesta que significaba un gran cambio en mí vida y en mis hijos.

Me extendió la hoja para que viera mí plan de vida por los próximos 5 años y por los próximos 3 meses decisivos,  tenía 3 meses para alinear mí vida a las necesidades de la empresa, tres meses para seguir laborando como lo había hecho por 7 años, a mis 27 años mí vida debía cambiar hacia donde siempre debió estar.




Pero antes debía desechar todo lo que me pesaba no me
hacia avanzar, debía quemar las lanchas y avanzar, en el papel estaba por fecha las habilidades que debía lograr para que en tres meses postulara a uno de los puestos administrativos.

1.- Conocer como coordinar la ropa de trabajo.

2.- conocer como maquillarse para ir a trabajo con su mejor cara.

3.-Saber usar zapatos altos sin cansarse y caminar con ellos, o hacer ruidos molestos.

4.-saber sonreir.

5.-saber escribir correctamente memorándums.

6.- pesar menos de 55 kilos y tener cintura 32.

7.-saber contestar el teléfono, para impedir que lleguen al jefe.

8.-conocer como hacer diferentes tipos de café y como servirlo, sin interrumpir, ni hacer ruido.

7.-saber sentarse correctamente en falda, sin ser indiscreta o mal intencionada.

8.-Tener una actitud incondicional hacia su jefe inmediato,para satisfacer sus necesidades inmediatas con buen recato y alegría.



Vi que todas esas habilidades no las tenía y ese era el motivo por lo cual iba a ser despedido en 3 meses, pero tenía la oportunidad para adquirirlas, un estricto plan de comidas y ejercicio podría lograr una de las metas, las demás necesitaba ayuda, solo no podría hacerlo, le externe lo que pensaba a mí jefa, ella con paciencia, me explico que ella me podría ayudar si aceptaba incondicionalmente ser su empleada, volví aceptar la propuesta para que me explicara como podría lograrlo, me extendió su tarjeta de presentación la firmó y me la dio, me explico que me presentara en el estudio de baile de  Thelma, ella me enseñaría todo lo que necesitaba para ser una buena empleada de la empresa.




Todo sería en forma discreta, solo debía hacer lo que me dijera Thelma sin cuestionar y en 3 meses lo lograría.

Desde ese día me ordeno mí jefa que fuera a buscar a Thelma.

Camine en la zona comercial hasta encontrar el estudio de baile de Thelma, era un pequeño local de 2 pisos, en el piso inferior había una tienda de ropa y en el piso de arriba estaba el estudio de baile,  la puerta estaba abierta y se veían unas escaleras al fondo camine hasta ellas y subi con temor las escaleras, una hermosa mujer estaba sentada en un escritorio, había clase, un maestro con estilo latino daba la clase a 5 parejas, cuando la mujer me vio, me pregunto si podía ayudarme, yo con un poco de temor le comencé a explicar el motivo de mí visita, pero no alcanzaba a explicarle, los ojos de la mujer me ponían de nervios, en ese momento una mujer madura apareció saliendo de la oficina más grande, la mujer tenía una gran sonrisa que inspiraba confianza, vestía de blanco y me invito a pasar a su oficina, me senté en un gran sofá de piel blanca y le extendí la tarjeta de mí jefa, Miss Keys gerente divisional.


Thelma solo vio por un instante la tarjeta y la dejo a un lado, me pregunto por lo que estaba pasando, me pidió que le explicara a detalle mí situación, durante una hora entre sollozos le explique lo que debía hacer para cumplir las expectativas de mí jefa y de la empresa, como deseaba cuidar de mis hijos y de como quería terminar mis estudios superiores, le dije que estaba pasado de peso y quería adelgazar, ella sin dejar de perder su sonrisa me dijo que ella me ayudaría sin problemas, solo quería que me comprometiera a ser sincero con ella y conmigo.


Con lagrimas en los ojos me comprometí a cambiar, ese día regrese a mí casa sin ningún cambio aparente, pero por los próximos tres días hice un examen de conciencia, comencé con los ejercicios que necesitaba hacer, me pare 2 horas antes de la hora para levantarme y comenzar mí rutina, debía acostumbrarme a usar correctamente mí tiempo en mis tareas, lleve a mis hijos a sus escuelas y corrí a mí trabajo, comencé a hacer varias cosas a la vez para que mí cerebro comenzara a concentrarse en todo y no solo en una cosa, de esa manera ganaba tiempo.


El tercer día regrese al estudio de Thelma, ese día Thelma me ordenó que el fin de semana que llegaba debía hablar con mí hijos y explicarles sobre lo que quería hacer y debía tirar toda mí ropa, menos mís trajes de oficina, debía comprar tres pares de zapatos para comenzar mis clases el día lunes.


Hice lo que me pidió Thelma, mis hijos tenían problemas en la escuela por la falta de atención de su madre, así que aproveche eso para preguntarles si querían que yo fuera su madre sustituta, ellos un poco consternados pensando que era una broma aceptaron la idea, mí hija realmente estaba entusiasmada de que una nueva mamá la cuidara.


Cuando fui por la despensa de la semana aproveche para comprar los zapatos, no tuve problemas con comprarlos pero si para probarlos, solo ví el número de mí talla de zapato y los puse en el carrito de compras.



El día lunes sucedió como cualquier día de trabajo solo que
ahora con mí examen de conciencia, trataba de entender a mis compañeras y escucharlas con más detenimiento, las ví como caminaba  y se movían por la oficina.

Por la tarde salí 15 minutos antes para llevar a mis hijos a al casa y luego regresar para tomar mis clases de baile con Thelma, durante la clase use mis zapatos de 3 cm, Thelma me fue llevando de la mano para dejar de soltar ese sentimiento de querer controlar todo, debía dejarme llevar por la otra persona, me explico cual era la posición correcta para bailar como una mujer, me explico la forma de caminar de una mujer, entendí que no era una forma, sino un sentimiento para mostrarse bella y mejor que todas las demás mujeres.


Los siguiente días después de mis labores iba corriendo a la clase de baile, mí cuerpo se fue adaptando a caminar en zapatos de 3 cm, ahora debía aprender a bailar con zapatos de 5 cm,  el quinto día Thelma antes de la clase me llevó a su tienda de ropa y me hizo buscar un vestido de baile que me gustara, escogí el vestido y me pregunto que tipo de ropa interior podría usar con él, me saco de contexto pero entendí la indirecta y busque entre los racks varia ropa que podría quedar con el vestido, le lleve los juegos de ropa interior, Thelma me pregunto que faltaba?, yo no entendí lo que me pedia, pero me señalo con sus ojos que me faltaba las
enaguas para evitar que se transparentaba el vestido, pero ese día no me hizo ponérmela, me dijo que faltaba mucho para poder hacerlo, seguimos practicando mis pasos de baile y mí forma de caminar, el fin de semana me ordeno que debía hacer una limpieza completa de mí casa y tirar todo lo que ya no servia, hasta mí ropa que aun tenía, solo debía dejar un traje de trabajo, ese usaría toda la semana, debía hacer todo el quehacer de la casa con zapatos de 5 cm y si me cansaba debía usar los de 3 cm, pero no debía dejar de usar tacones, durante la semana debía llegar en vestido y debí aprendí nuevos pasos de baile, mí sentimiento iba cambiando para dejarme llevar de esa manera podía hacer mis movimientos correctamente, también debía bailar sin dejar de sonreír, era difícil pero
me esforzaba en hacerlo, también pase de usar zapatos de 5 cm a los de 8 cm, fue muy difícil mantener el control de ellos, era como volver a prender a bailar, pero bajo las indicaciones de Thelma logre el control de ellos, el día viernes de la segunda semana nuevamente me llevo a su tienda de la misma manera me pidió escoger alguna ropa de oficina, la ropa que podría quedar, las anaguas de medio fondo y completo, pero esta vez no tuve clase de baile, me explico que era diferente usar un vestido holgado y largo, que una falda pegada y corta, quizás yo podía caminar mejor que una mujer, pero aun me faltaba mucho para parecerme a una, durante 2 horas me
explico como sacar mí femineidad y esconder lo poco que tenía de masculinidad, el ejercicio comenzaba hacer efecto, pero aun era rollizo, eso sirvió para que mis pechos cupieran perfectamente en el Bra que escogí para usar con la ropa, mí cabello estaba largo, me vi en el espejo de cuerpo completo de la trastienda, mí cuerpo era de mujer, no tenía pene que mostrar, solo dos pequeños bultitos en el
tiro de la pantaletas rosa que tiene cualquier mujer, mis pechos eran grandes aunque caidos, el bra hacia levantarlos, Thelma me hizo ponerme un body para perfilar mejor mí cuerpo, eso lo hace cualquier mujer para verse mejor, en mí caso creo que me daba más confianza, ese fin de semana por fin debía tirar toda mí ropa y hacer mí quehacer en falda y tacones de 8 cm, debía usar y dormir con bra y pantaletas, debía ir de compras y hacer todas mis cosas usando falda, el día lunes debía ir a la oficina con el traje corporativo de la empresa, nadie debía dudar que no
era una empleada, debía hacer mí trabajo sin que nadie se percatara de que no era una nueva asistente administrativa.


Quizás podría pasar como una mujer, verme como una mujer hablar parecido a una mujer pero aun me faltaba muchas habilidades para cumplir las expectativas del nuevo puesto, pero Thelma en la última semana hizo que sin esforzarme más de lo necesario adquiriera las habilidades que me
hacían falta, me reto a hacer el café de la oficina y dejarlo para que todos tomara, me hizo hablar por telefono a todos su alumnos de la academia de baile y bajo su supervisión aprende hablar amablemente por teléfono, a controlar la conversación y adquirir las habilidades de ventas por teléfono, pero todo eso debía hacerlo sentado con falda, sin mostrar mis pantaletas, con la postura correcta para escribir y hablar por teléfono, hice como mil llamadas eso me dio la confianza de hacerlo bien en el trabajo.


El tercer viernes con toda la confianza del mundo, mis hijos había aceptado a su nueva mamá y ayudaban con las tareas de la casa, había bajado 3 kilos, mí voz era de niña y agradable para el trabajo, sabia contestar el teléfono , hacer diferentes cafes, sentarme correctamente, caminar correctamente, sonerir, pero faltaban dos puntos:

5.-saber escribir correctamente memorándums

8.-Tener una actitud incondicional hacia su jefe inmediato.

Se lo externe a Thelma pero ella, con alegría que esos ya los tenía, el primero debía simplemente hacer lo que el jefe me pidiera y no cuestionar, solo hacerlo, el segundo lo aprendería en el camino, para ella yo ahora era Miss Heather la chica de oficina de linda sonrisa  agradables piernas, madre de casa al cuidado de 3 niños, la última advertencia de Thelma fue de que no exagerada con el maquillaje y cuidara mí cuerpo.


Solo faltaba hacer mí presentación de baile el último fin de semana frente a 1000 personas, no sabia quien iba hacer mí pareja de baile, pero lo descubrí 10 minutos antes de la presentación, era el maestreo latino de baile, mis hijos estuvieron presentes y fueron los que más gritaron estaban orgullosos de su nueva mamá, mostré mis piernas y mis pantaletas sin pena.

Mí jefa como dijo, me ayudo a entrar a la escuela nocturna de negocios y modificar mí acta de ciudadana, con el tiempo y la ayuda de Thelma, logre sincronizar mí cuerpo con mí mente.



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