Estaba cocinando descuidadamente cuando me la dio, me tiro
al suelo y se me bajo la presión, me puse muy mal y tuve que ir con mis hijos a
emergencias, a mí esposa no le importo que estuviera en el hospital por dos
días, me mandaron medicamentos y reposo, ella siguió tomando alcohol y regreso
a su trabajo en la explotación petrolera, ella ganaba muy bien como jefa de
perforación y por conveniencia yo me hice cargo de los niños y la casa.
Ya habían pasado 5 años de mí decisión para pasar a un
segundo plano en la relación, yo había conocido a mí esposa cuando llego al
despacho contable como trabajaba como auxiliar de buscador de información, ella
tenía un problema con la herencia de su casa, necesitaba ayuda para conseguir
cambiar su nombre para que pudiera quedarse con la casa de su tía, la ayude y
terminamos teniendo una relación donde nació mí primera hija, después de nacer
no quiso hacerse cargo de ella y tuve que hacerlo solo, con ayuda de mí vecina
que también tuvo a su bebe pude darle leche de pecho, un año después regreso y
en un momento de debilidad nuevamente termine teniendo relaciones y nuevamente
tuvo otra bebe, esta vez yo necesitaba un lugar donde vivir y ella acepto
casarse para ayudarme, un año después consiguió su trabajo soñado en la
compañía de petróleo y por los siguientes tres años vivimos juntos, pero solo
por breves tiempos, por que tuvo que viajar al extranjero, en al último año
regreso para ocupar un puesto administrativo como sanción por golpear a un
ingeniero, su problema de alcoholismo iba en aumento, yo realmente no sabia
como ayudarla.
Tenía miedo por mis hijas, pero tenía que irme de allí,
buscar un lugar donde quedarme con mis hijas, pero no tenía dinero para
hacerlo, antes de llegar a mí casa pase a ver a mí vecina y amiga Bárbara, ella
era mí única amiga debido a los celos de ella la veia a escondidas, me informó
que mí esposa se había ido en una camioneta de su empresa con 20 tipos para
irse a su explotación, sabia que no regresaría en 3 días, debía aprovecharlos
para irme con mis hijas.
Pero cuando estaba decidido a irme ella legó y me convenció
de no irme, me dijo que solo había sido una broma y no pensaba en lastimarme,
por un mes se portó bien conmigo, durante
ese mes mí voz se me agudizo y mis pechos comenzaron a hincharse ha tener el
tamaño de una niña de 17 años y de mis chichis comenzaron a salir lechita,
tenía bochornos, mí piel estaba muy sensible, no tenía dinero para ir al doctor
o comprar medicinas, así que Bárbara me había dado un te de flor de mandrágora
que me ayudaba a tranquilizarme y bajar los malestares, lo tomaba por la mañana,
tarde y noche.
Pero eso no era todo, la herida de mí escroto se había
infectado, le pedí ayuda a Bárbara para limpiar mí herida, ella me ayudo
subiendo mis testículos para que pudiera cerrar la herida más rápido, el doctor
que atendio mí herida me recomendó que para evitar la infección debía dejarla
respirar y usar ropa ligera o no usar ropa interior,
Bárbara me recordó eso y
me ayudo a modificar mis últimos tres pantalones de mezclilla para hacerlos
falda y de esa manera mí herida pudiera respirar; Como Comenzó a hacer mucho calor así que me
sentí aliviado por usar la ropa que me hizo Bárbara.
Exactamente al mes cuando le pedí a mí esposa para que me
diera para la comida de sus hijas, ella me dio una bofetada en la cara, no
estaba ebria por que tenía una junta en su trabajo, me dijo que le daba pena
decirles a sus compañeros de trabajo que tenía un esposo como yo, me iba a dar
otro golpe en la cara, pero se arrepintió y me dio en el estomago me saco el
aire, mis hijas comenzaron a llorar, mí esposa mejor se fue antes de cuidarlas,
me dejo en el piso sin ayudarme.
Recupere el aire y calme a mis hijas, escuche que comenzaba
a llover y la ropa estaba colgada, corrí a meter la ropa, la lluvia arrecio y
comence a quitarla con prisa, pero me gano la lluvia, el pasto estaba húmedo y
por un descuido me resbale, comencé a llorar por el golpe y por no salvar la
ropa, vi a mis hijas desde la puerta que me veían preocupadas.
Deje que la lluvia callera sobre mí, sentía como las gotas
de lluvian golpean mis piernas y mí cabeza, la ropa estaba completamente sucia
tirada en el piso, todo mí esfuerzo había sido por nada.
**
Yo estaba en shock y no podía pensar, ella me dijo que tenía
el síndrome de dependencia alcohólica, me dijo exactamente lo que tenía que
hacer, esta vez debía irme sin que nadie notara que me iba, los demás vecinos
no debía saber que me iba, ni a donde iba, ella me había comprado un boleto de
autobús para mí y mis hijas, para ir a trabajar a la pequeña ciudad donde
trabajaba su prima en una librería, viviría en el departamento de su prima
hasta conseguir mí propio departamento,
mis hijas estarían bien y mí vida cambiaria
Pero una cosa era decirlas y otra era hacerlas, mí esposa
tenía amigos en la terminal de autobuses y el vecino del final de la calle era
su amigo, además tenía mucho tiempo que no trabajaba, Bárbara me extremecio y
me pregunto que le iban a pasar a mis hijas si yo no hacia nada, eso me dio
fuerzas para hacer lo que Bárbara me pedía.
Le pregunte que debía hacer, me pidió tomar un baño caliente
para que no me resfriara, les dio de comer a mis hijas mientras yo me bañaba.
Al terminar Bárbara, mientras me sequeba con la toalla, con calma me explico
como podría salir de su casa, sin ser visto y con mis hijas, no podría titubear o dudar porque sino
causaría sospechas, me explico que haría pasar por su prima Bárbara y mis hijas por los
hijos de ella, o sea yo me vestiría de mujer y mis niñas de niños.
Me puse la falda y la blusa, la falda me llegaba arriba de
las rodillas y la forma de la blusa ajustaba mí cintura, mí vientre se torno
lindo y agradable, el botón de la blusa luchaba para no abrirse, como a
cualquier mujer, el body levantaba mis nalgas y el medio fondo de seda de la falda no dejaba ver los bordes de mis
pantaletas y la blusa era gruesa no dejaba ver el bra, jamás pensé que podría sentirme
tan bien vistiendo la ropa de mujer.
Bárbara me dio mí primera lección de maquillaje, perfilo mis
cejas y las pinto, me enseñó a levantar mis pestañas y hacer que mis labios e
vieran muy agradables sin exagerar en el color, mí cabello sufrió cuando
escarmeno para hacerlo más suave, corto un poco para quitar la orzuela, me puso
la diadema, los aretes y el collar, me veía como una verdadera señora de casa,
jamás pensé que podría verme tan bien, Bárbara me enseñó a ponerme perfume.
Esta feliz por que veía, pero Bárbara me recordó porque
hacia todo esto, así que me apuro dándome el suéter, el bolso negro con
detalles en dorado, me dio los anillos de su hija y una esclavita con el nombre
de ella, está listo para bajar por mis hijos.
Bárbara había organizado para que un taxi pasara por mí
frente al vecino chismoso, de esa manera no dejara dudas de que era la hermana
de Bárbara.
Llamo desde el viejo teléfono
de su recamara a un taxi para esperarnos frente a la casa del vecino chismoso
al principio de la calle, baje por la
vieja escalera de madera, escuchaba el ruido de mis tacones al pisar cada
escalón, sentí mariposas en mí estomago al ver a mis hijas vestidas como niños
con el cabello cortó, Bárbara había hecho
un buen trabajo en su cabello, mí hija más grande había creído las palabras de
que los niños son fuertes y siempre tomaban la iniciativa, le estaba pegando a
su hermana, ella trataba de defenderse, le llame la atención al instante:
Sthephan deja de pegarle!!, ella comprendió que ya no le iba a llamar
Sthephanie.
Bárbara tenía frente a la
puerta principal una maleta con ropa para mí y los “niños” una carriola para mí hijo pequeño, me ofreció una
gabardina beige para protegerme del frio, deje que me lo pusiera, me dio su
bendición y las últimas palabras : confía en ti misma!!, dice a ti misma que
eres bonita, fuerte y decidida, eso te va sacar de todo lo que llegue a pasar, no
tengas miedo de lo que eres, toma la dirección de mí prima, ella te va ayudar,
ella también paso por lo que a ti te esta pasando, así que apóyate en ella, yo
voy a ayudarte desde aquí y voy hacer oraciones por ti, todo va estar bien—me dio
un papel y una cartera con dinero, también me ofreció un viejo bolso de su hija,
tenía lo necesario para el viaje además del estuche de maquillaje, el espejo y
cepillo.
Mí hija grande le volvió a
pagar a la chica, volví a reprenderla con su nombre, Bárbara me recordó que no debía
usar se nombre, me dio el bolso y me recordó que en el bolso tenía la identificación oficial
de su hija y cuando comprara los boletos debía mostrarla, todo estaba listo,
abrí la puerta, senti el aire húmedo que subia por mis piernas, entonces dí el primer paso a mí nueva vida.
i bad?