lunes, 11 de julio de 2016

Cambios Aceptables.









Cambios aceptables

Iba cumplir los 30 años, con un año de desempleo sin conseguir trabajo, teníamos una hija de 7 años, yo era contador al igual que mi pareja, yo me habia especializado en programación y soporte  en línea, mi esposa me llevaba 3 años y por asares del destino se quedo también sin trabajo, yo junto con unos vecinos y amigos que tampoco conseguían trabajo, habíamos considerado poner un pequeño de mantenimiento, yo realmente era muy malo para eso, pero llevaría la parte contable y administrativa del pequeño negocio, solo que para poder trabajar en el medio debía estar certificados todos los empleados operativos, en mi caso para poder atender a los clientes debía tomar un curso general de mantenimiento a casas, pero ese curso estaba saturado y debía esperar un mes para poder tomarlo, los compañeros también estaban estudiando y aprobando sus exámenes, solo faltaba yo para certificarme, pero por hobby mi pareja había tomado ese curso cuando hubo una promoción de cursos.

También se dio la circunstancia de que mi pareja fue recortada, los dos estábamos desempleados, aunque yo estaba trabajando en el garaje haciendo llamadas a los vecinos para ofrecer servicios, tenía trabajo, pero no ingreso hasta que los trabajos pudieran terminarse, yo no podía ir hacer los trabajos por falta de capacitación, los demás vecinos solo estaban trabajando medio tiempo hasta acabar sus certificaciones para obtener mayor ingresos y especializarse en alguna rama de mantenimiento, pasaron dos semanas en estar circunstancias, yo tenia que llevar a Carol a la escuela y regresar para hacer llamadas, mientras mi pareja iba a hacer entrevistas y dejar curriculum, pero no había encontrado nada efectivo, ese fin de semana todos lo que estábamos involucrados en el negocio, nos reunimos en mi casa, me toco preparar las botanas para ver el juego y platicar sobre el negocio, mi pareja se fue a la estética con carol para que pudiéramos platicar, vimos el juego y estábamos preparando la mesa para discutir de negocios, cuando vimos entrar a Beth a casa, me sorprendí de verla, tenia el cabello pintado de morado y rapado como hombre, parecía estar contenta con su arreglo, comenzamos la reunión de negocios, Beth se fue al baño, Carol se fue a sentar conmigo mientras platicábamos, los chicos no lo vieron bien, pero no habia otro remedio, se quejaron de mi por no poder atender los trabajos y perder clientes, yo también me defendí diciendo que no tenia culpa de que el curso no hubiera cupo hasta seis meses, debíamos aguantar la situación, Beth salió del baño, tenia la solución, ella iria hacer lo que yo no hacia, ella tenia lo necesario para cumplir con los trabajos, lo que no supiera les hablaría a los demás para que le dijera como hacer el trabajo, toda la atención se fijo en ella, yo solo fui un expectador, Carol queria comer algo y fui hacerle algo mientras ellos hablaban de negocios y de precios de servicios, fui deplazado totalmente por ella, los chicos se fueron sin despedirse de mi, Beth estaba contenta con lo que había pasado, yo no tanto, pero me alegraba por ella, yo debía seguir buscando trabajo, no podía hacer otra cosa, el poco ingreso de los servicios a penas si cubrían los gastos, debía conseguir un empleo bien remunerado. Hable calmadamente con Beth sobre esa situación, ella estaba más optimista y pensaba que el negocio se iba a mejorar mucho, solo era cuestión de tiempo, yo también lo pensaba, mientras tanto debía volver a tratar de conseguir trabajo, ese día me habia tocado hacer la cena para ellas, lo estaba haciendo cuando sonó el teléfono, Beth contesto, no supe de que habló.
Al siguiente día debíamos ir a comprar algo para la despensa, nos fuimos a dormir, pero Beth no podía dormirse y le pregunte lo que le pasaba, ella me empezó a contar que realmente quería probarse en el negocio de mantenimiento, desde que habia tomado el curso, tenia la idea de hacerlo, ahora podía y sentía que debía hacerlo, le dije que eso ya lo iba hacer, que yo no mi oponía a que lo hiciera, no me sentía mal por eso, entonces le pregunte sobre lo que realmente le preocupaba, ella hizo un silencio y dijo que la llamada era para confirmar la cita para una entrevista para un trabajo, pero que realmente no podría hacerla, le dije que realmente no se preocupara, que yo iba a conseguir trabajo, ella me dijo que realmente no estaba seguro que consiguiera tan buen trabajo como este que le habían hablado, era 90% seguro que le dieran el trabajo como responsable de atención a proveedores de la mejor empresa de electrónicos, por su experiencia en atención al cliente y su conocimiento contable, le daba acceso a ese trabajo, le iban a pagar el doble que ganaba, con prestaciones y seguro de salud, era su trabajo perfecto, le dije que no debía dudar en tomar ese trabajo, pero ella no queria hacerlo, le dije que yo en su lugar no debía dudarlo, ese último comentario encendió una idea en su mente, me calló y dijo que la dejara pensar, todo era claro para ella, para mi no tanto, pero esa noche me explico su idea, no se como me convenció, quizás no tenia otra salida, si queria continuar la relación debía hacer mi papel de proveedor mayoritario en la relación, ella había conseguido el trabajo por una amiga de la escuela, sabía que el ambiente de la empresa era muy corporativo y estricto con el vestir de los empleados, no usaban uniforme, pero si ropa corporativa, así que ella no podía ir a la entrevista con el cabello pintado y corto, perdería la oportunidad, entonces me explico que yo debía ir en su lugar, me hizo recordar cosas que hice y dije, hasta llegar a decir un “si, puedo hacerlo”, al día siguiente, estábamos seguros y comprometidos hacerlo, iba a usar mis últimos ahorros para lograr pasar por Beth en la entrevista, un problema era mi voz, pero Beth esa madrugada preparo una pócima de mandrágora que una amiga le habia dado y al cabo de una hora mi voz era suave y agradable, también me sentía tranquilo, de esa manera, Beth ganó la apuesta de que podría desaparecer mis testículos y hacer aparecer unos labios vaginales como los suyos, no le creí, pero en 30 minutos, lo logro, ahora tenia vagina y mis pequeños pechos, los agrandó usando un pequeño artilugio en el sostén que me hizo ponerme, realmente me estaba enseñando como hacerlo por mi mismo, al ponerme las pantaletas, descubrí que eran muy suaves, sentía que jamás iba dejar de usar esa ropa, mis nuevos labios se veían perfectos dentro de la panti en color morado, no podía diferenciar entre su vagina y la suya, quizá en el tamaño de su conducto vaginal, el de ella era de 23 cm, el mio era apenas 5cm, apenas para dar la sensación de tener un suelo vaginal, para no lastimarme debía hacer pipí sentado, todo se iba ajustando en su lugar, mi vello vaginal escondía mi vagina y daba un aspecto natural, casi igual al de ella.
A la mañana siguiente Beth me hizo bañarme y depilar mis piernas y axilas, me hizo ponerme loción corporal y usar su propio perfume, ese día habia quedado con los vecinos de cubrir un servicio en un edificio a una hora de camino de la casa, para probar sus habilidades, así que debíamos apurarnos en ir a comprar la despensa, Beth me hizo sentarme frente a su tocador y me dio una pequeña lección sobre como arreglar mi cara, solo lo necesario, entonces de un cajón de su tocador, me saco una especie de manual de automaquillaje, ese era su secreto, me ordenó que esa tarde debía estudiarlo y aprender todo lo que allí explicaba, por que eso dependía de pasar la entrevista, después de acordar y aceptar que lo haría, salimos para la tienda de viveres, llevaba una falda de mezclilla y una blusa de mangas de burbujas, no vestía nada diferente de como vestía ella los fines de semana, no traía medias y usaba unas alpargates también de mezcilla, lucia los pequeños aretes de diamente que le habia regaldo y un pequeño pendiente de cristan en forma de corazón, se quito su reloj y me lo dio, también me dio su bolso con todo lo que traía en el, para aprender a manejar el peso, en mi cabello traía una diadema, pero debíamos ir a la estética para que me arreglaran mi cabello, mis uñas y me hicieran un corte más femenino a mis cejas, en ese momento tenia miedo de salir, pero Beth me abrazó y me hizo entender que para la sobrevivencia de nuestra relación debía obtener confianza en mi, que ella confiaba en mi para ir en la entrevista y lograr el trabajo, era por el bien de Carol, eso me dio fuerzas y salimos a la calle, el sol estaba calentado el pavimento y subía por mis piernas hasta los muslos, sentía el calor del sol en mis hombros, mi cara también la sentía caliente, Beth cerraba la casa, mientras yo caminaba junto con Carol a la camioneta, la esposa de Steve que se llamaba Rose cortaba las flores de su jardín, no dio los buenos días, en mi caso no presto tanto atención y me saludo pensando que yo era Beth: Buenos días Beth!!, como estas?—por un momento no supe que contestar, solo dije en voz alta que estábamos bien y que íbamos al supermercado, Rose me deseo nuevamente un buen día, ella seguía en lo suyo cortando flores que no se fijó en Beth, para ella yo era Beth, además de espaldas y el cabello corto, no podía diferenciarse de un hombre, ella traía una camisa de lana y unos pantalones de mezcilla, nada diferente a lo que yo usaba los fines de semana.
Acomodaba a Beth en asiento de atrás de la camioneta cuando Beth se subió para manejar, yo era quien regularmente manejaba, ahora ella habia tomado ese rol, yo un poco disgusto, me subí en el asiento del copiloto, Beth arrancó la camioneta, nos dirigimos al centro comercial, mientras manejaba me veía de reojo para cerciorarse de que mi forma de sentarme era la correcta, habíamos acordado de que si cometía algún error o se me olvidaba ella me ayudaría dándome un pequeño golpe en el brazo, solo era un juego, ella sabia bien que podía hacerlo bien ya que en la secundaría yo había tomado el taller de teatro y por falta de actrices yo habia tomado un papel de una hermana frágil y sumisa de John, así que debí aprender a caminar en tacones y mantener mi postura correcta, durante 2 horas que duraba la obra teatral.
Llegamos al centro comercial, Beth encontró un lugar lejos de la entrada, debíamos caminar hasta allá, Beth dejó que yo sacara a Carol y la cargara, Carol no quiso que la cargara ella, además se suponía que yo era más fuerte que ella, pero realmente no sabía si era así.
Beth caminaba con las manos en el pantalón, mientras yo debía cargar el bolso, a la niña y caminar en el calor, entramos al centro comercial, el aire fresco subió hasta mis muslos, sentí reconfortante el momento, le pedí a Beth me ayudara con Carol, pero Carol no quiso soltarse, quizás el perfume de su madre hacia pensar que yo era su madre, caminamos hasta la mesa de la zona de alimentos, Carol quiso ir a los juegos, mientras descansábamos, Beth fue por algunas bebidas, yo me quede viendo a la niña jugando, cuando regreso ella, me dio un pequeño golpe en el brazo, le pregunte por que lo hacia, si estaba bien sentada, ella solo dijo para que me descuidara y dejara que el botón de mi blusa estuviera suelto.
Me abroche el botón y estuvimos hablando de la escuela de Carol, pronto iba ser la junta escolar y el festival de las madres, también acordamos que yo iría a dejarla y ella la recogería por la tarde, de esa manera los dos haríamos nuestras actividades, otro punto que tocamos era que usaría toda mi liquidación para comprar lo que necesitaba y pagar nuestros gastos hasta que se nivelaran las cosas.
Descansamos un rato más y nos fuimos de allí, Beth vió una pareja que se daba un beso, quizo intentarlo y lo hicimos, fue algo raro, pero sentí muy diferente el beso con los labios con lápiz labial, me gusto.
Caminamos tomados de la mano, yo de Beth y de Carol, entramos al supermercado, pero no antes de ver varias cosas que le gustaron a Beth para que yo usara para la ir al trabajo,  vimos unos zapatos altos que quizás podría quedar con el traje sastre que usaría al siguiente día, también me enseño su estética predilecta de Beth, después de las compras íbamos a ir a allí.
Entramos pasando por la zona de electrónica, ví que la marca blue code la tenían varios productos nuevos, Beth quiso comprarme una nueva cubierta para mi celular, era muy femenina en color blanco.
Pasamos a la sección de abarrotes para comprar la despensa, entre los dos decidimos que íbamos a comer, pasamos al área de limpieza de la casa, seguimos al área de ropa, allí vimos varia ropa para mi y Carol, Beth me sugirió comprar un vestido para oficina y un par de faldas de mi talla, dos blusas, dos sweaters   y 5 juegos de ropa interior, además de  pares de 12 pantimedias de diversos colores, para el día siguiente pensé que quizás usaría un par en color negro, junto con un juego de ropa interior en negro, pero Beth me dijo que la superstición para la buena suerte era usar algo en rojo, no podía usar el bra en rojo, así que solo me quedaba usar las pantaletas en rojo, Beth también me recordó que debía usar vestido de fondo debajo de lo que vistiera, compramos solo dos, pasamos por el área de cosmetología, Beth me dio el consejo de  que la demostradora me explicara los productos, recibí una buena clase de maquillaje, lleve una base, sellador, sombras, lápiz delineador y un lápiz labial que le gustaba usar a Beth.
Beth aprovecho para ayudarme a comprar mis toallas femeninas para mi periodo abundante de ese mes.
Estábamos pagando cuando sonó el celular de Beth, se salió de la tienda para poder tener buena recepción me dejo con el pago y el acomodo de las bolsas, la niña y el carrito donde me pusieron las bolsas, fue una prueba para darme valor que podía hacer todo igual que una mujer, para ese momento me sentía muy cómodo en mi papel de mujer, la cajera al recibir mi tarjeta de crédito, me pregunto si la tarjeta era de mi esposo, le afirme que así era, lo que más temia era que mi voz no saliera bien, pero para ese momento habia olvidado eso y me concentraba en hacer lo que tenia que hacer, alcance a Beth en la salida de centro comercial, seguía en el teléfono, parecía ser Steve y se ponía de acuerdo para cubrirlo en la semana y ese día también debía cubrirlo en un trabajo final y el pago definitivo por el trabajo, Beth acepto hacerlo, esa era la prueba para ella.
Ser de confianza y saber que podía contar con ella, eso era lo que quería, me alegraba por ella, pero otro lado pensé que entonces tendría que llevarse la camioneta, para pasar por las herramientas e ir hacer el trabajo, yo tendría que regresar en taxi con la niña y todas la bolsas
Eso también era mi reto, debía valerme por mi mismo, pero  Beth se dio cuenta de eso y me dijo que ella se llevaría las bolsas de compras y las dejaría en la casa, mientras yo iba a la estética para hacer mi corte de cabello y planchado de cejas, ví como Beth se iba en la camioneta, respire profundamente, estaba solo con la niña y una tarea que hacer, Beth sabia bien que podría con el paquete y era una forma de demostrarme a mi mismo que podía hacerlo solo.
Volví a entrar al centro comercial, un vigilante me abrió la puerta dándome las buenas tarde usando el “Señora” por delante, yo le sonríe como lo hacia mi hermana cuando agradecia por algo.
Camine lentamente por enfre de las tiendas como organizando mentalmente el tipo de ropa que vendia y lo que ofrecían, tenía lo necesario, Beth tenia mucha ropa y con un poco de organización podría usar lo que tenia, pero también queria darme el gusto de usar algo nuevo que fuera mio, ví un vestido verde con dobleses en zigzag muy fresco, no pude resistir a probarlo, mi hermana tenia uno igual y siempre me imagine usar uno igual, era mi oportunidad, la señorita me dejó probarme varios vestidos y faldas, no pude resistir comprar el vestido y tres faldas más con sus blusas que hacían juego, pensé que Beth me mataría pero lo hice, también le compre otro vestido a Carol, aun me faltaba comprar los zapatos después de ir a la estética.
Llegue a la estética, Beth había sacado cita para que me atendieran a nombre de Bety Monroy, prima de Beth, dejo dicho  lo que quería que me hicieran, solo tuve que esperar unos momento para que pasara a que me atendieran, ese momento basto para leer una revista y descubrir el reto 30 x 30, solo con 30 prendas debía coordinarlas para ir a trabajar por 30 días, dos amigas debían competir por cual coordinaba mejor sus prendas, en mi caso no tenia amigas y Beth no contaba, me pareció fantástico el reto.
Pase para que me atendieran, deje a Carol en un pequeño espacio de juegos, podía verla desde el espejo, por si otra niña le pegaba o le pasaba algo, la chica que me atendió era la preferida de Beth, se llamaba Maria, a mi no me parecía tanto después de dejarla con el cabello morado y a rape, en mi caso no queria que hiciera eso, siempre me gusto usar el cabello largo, pero no tanto, así que por sugerencia de ella me haría un corte tipo pegaboy hacia dentro, me haría el planchado de cejas, depilado de bigote y piernas, aun que me habia rasurado las piernas, aun tenia bello y debía quitarlo, Beth me habia dicho que eso debía hacer si queria verme con una piernas agradables y tersas, jamás imagine que después de un poco de sufrimiento, me sentiría las piernas tan frescas y ligeras, acepte ir el próximo mes para volver a sentir lo mismo en mis piernas.

Mis cejas eran más delgadas y finas, en forma de palomita, me explico María como debía pintarlas y arreglarlas, también le pedí que me hiciera el manicure y pedicure, realmente me dejo mis uñas muy lindas y naturales, en color verde pastel y rosa con una línea plateada en medio, le habia dicho que iría a una entrevista, Maria se esmero en que me viera perfecta para esa entrevista, recordé a mi madre ayudándome para salir en la obra teatral, también me habia llevado a mi primera experiencia en un salón de belleza.
Me gusto como mi cabello lucia, era el mismo estilo de mi hermana, cuando conocí a Beth usaba también el mismo corte, el tinte rubio era el que siempre quice lucir, realmente mi cara era de una mujer muy bonita.

Mi madre lo habia descubierto cuando le pedi que me ayudara, pero jamás quice aceptarlo, ahora en ese momento, lo veía claramente, Beth también lo sabía y lo había visto.
Pague con mi tarjeta de crédito y salimos del salón de belleza, pase a la zapatería que Beth y yo vimos, los zapatos, entre una chica me atendió, le mostré los zapatos que habíamos visto, pero también le pedí unos zapatos cerrados de tacón alto y otros abiertos de correa al tobillo, quería probármelos, Carol me daba su opinión y me decía si me veía linda o no, el furor por usar tacones estaba encendido, compre 4 pares diferentes para oficina, sabía que si podía caminar con ellos, solo buscaba confort y suavidad, dos ejecutivos y dos altos para estilizar mi caminar.


Salimos de la zapataria, Carol con dos pares y yo con cuatro, sentía que debía comprarlos, al igual que la ropa, me sentía como si todo estuviera alineado, me sentía bastante alegre y satisfecho con lo que habia hecho.
Tome el taxi a la casa y disfrute el viaje de regreso, el taxista se puso hablar conmigo, sobre su esposa y sus hijos, mencionó que su esposa siempre estuvo en la casa cuidando  a sus hijos y la casa, que ahora ellos eran profesionistas, solo habia tenido una hija, pero no estaba casada, el le daba consejos que se casara, yo le contese que quizás ella no tuviera pensado casarse y pensaba en ella, que hay diferentes tipos de mujeres, el taxista dijo algo, que quizás ahora la mujer tiene diferentes roles y son diferentes pensamientos, pero habia algo que jamás debía cambiar, le pregunte que era, el dijo: “el dar vida!!, quizás la mujer de ahora sea igual al hombre y trabaje, pero en su casa debe cuidar y da vida a su esposo, por eso se arregla y se cuida, para agradar a los demás, eso no debe cambiar, sino estonces para que queremos mujeres, todo seriamos hombres, el sentimiento y el papel de una mujer es importante en la relación, los niños deben entender ese papel para que lo puedan asumir, hombre y mujer eso es un matrimonio”
Sus palabras me hicieron pensar, saque dinero del bolso para pagarle, el taxista me deseo buena tarde y me dijo que siempre cuidara a mi esposo y a mi hija.
Entre a la casa, las bolsas estaban tiradas, tenia que guardar las cosas en la alacena y guardar mi ropa nueva, primero guarde la despensa, mientras Carol jugaba en la sala, cuando acabe tome todas mis bolsas y las lleve a mi closet para distinguirlas de las de Beth, cuando abrí mi closet me dí cuenta de que estaba vació, solo tenia lo que traía en las manos, Beth se había llevado toda mi ropa, ella habia dicho que debía quemar mis naves, eso era exactamente lo que queria decir, empecé acomodar la ropa que había comprado, tenia mucho espacio, pero en los cajones donde ponía mi ropa interior, habia ropa de Beth que ya no usaba ella, con una nota que decía: “Querida Bety: esta ropa es para ti, toma de mi closet lo que necesites para ir a trabajar, solo lávalo antes de regresarlo”. te quiere mucho Beth. P.D. también puedes acabarte mis productos de maquillaje, para que practiques con el libro que te regale, yo ya no los voy a usar, quizás tu puedas y debas comprar mejores productos que los mios. Gracias por se mi pareja.

Guarde mis cosas y me puse a practicar mi automaquillaje, leí cada capitulo con mucha atención y hacia mis notas, daba muchos tips y secretos, estuve cuatro horas estudiando y practicando, al final de esas horas tenia dominado lo básico y comenzaba a dominar los pasos para un maquillaje profesional, habia decidido dejarme mi último maquillaje para que viera Beth mis progresos, también viera lo que hicieron conmigo en el salón de belleza.
Baje hacer la cena para Carol, recordé que mi madre me obligaba hacer la cena para mi padre y mi hermana, por que era parte de las obligaciones de una chica de casa y si queria ser una debía aprendar a cuidar la casa y hacer la comida, ahora entendía a mi madre y su preocupación de que yo aprendiera, cuidaba mis uñas para lo lastimarlas, me habia puesto unos guantes de platico para evitarlo, eran las 8 de la noche y Beth todavía no llegaba, pensaba en llamarle cuando escuche tocar la puerta, fui abrir pensado que era Beth, al abrir me dí cuenta de que era la vecina Rose junto con otras dos vecinas, les dí las buenas noches y les pregunte que les ofrecia, mi voz salió algo forzada, debí limpiarla un poco y luego  salió agradable, Rose era la representante de la comitiva de las vecinas para realizar ventas de catálogos, me preguntaron si podían pasar, acepte que pasaran, les ofrecí café y aceptaron, las deje por un momento, puse galletas en una bandeja y los café, los lleve hasta ellas, junto con la azúcar y el café.
Me senté frente de ellas, acomodándome mi cabello y cruzando mis piernas para estar más cómodo, de esa manera lo hacia mi madre cuando hablaba con sus amigas, aun traía la falda de mezcilla y la blusa de manjas de burbujas, mis piernas lucían perfectas, las vecinas por supuesto que se fijaron en ellas, vi su envidia.
Les volví a preguntar en que podía ayudarlas, Rose me presentó a la vecina Sharon que era representante de la empresa de catálgos, ella comenzó a explicarme que Rose esa mañana que me habia visto salir se le habia ocurrido invitarme a participar en la venta, ya que no tenía trabajo, estaba tratando de explicar el motivo de su visita cuando escuche que Beth entraba, ellas estaban de espaldas a la puerta y no veian a Beth directamente, solo escuchaban los pasos de sus botas, se quedaron calladas, esperando mi reacción, yo mantuve la calma y le dije a Beth: mi amor estoy en la sala con una vecinas, la cena esta lista, podrías servirte?—no se escucho contestación solo la puerta de la cocina abrirse y cerrarse, cuando paso eso, volví a preguntar realmente en que querían que les ayudara, Sharon volvió a explicarme que esa mañana Rose se le habia ocurrido a invitarme a participar en la venta de catálogo, solo sería una vez al mes, solo debía prestar mi casa por dos horas, yo tendría el 2% de las ventas y al menos debía invitar a una amiga, tome la palabra para decirles que realmente no tenia tiempo para una venta de catálogo ya que pronto estaría trabajando, la tercer mujer que venía con ellas se llamaba Sonia, ella era la representante distrital de la empresa, se habia mantenido en silencio, pero comenzó hablar, albo la forma en que estaba maquillada y lo bien que lucían mis piernas, albo también como tenía bien limpia mi casa y como cuidaba a mi hija, que era de admirarse conocer a una mujer como yo, que ella había conocido mucha mujeres y pocas eran tan ordenas y limpias como yo, agradecí sus comentarios con un poco de pena, Sonia arremetió diciendo que realmente las ganancias no eran muchas, pero si suficientes para aumentar mis ingresos, que realmente muy pocas mujeres podían entrar a la venta de catálogo, debían por lo menos 8 vecinas postularla, además de la representante zonal  y distrital debían aprobar su solicitud, por su parte no tenía ningún inconveniente para aceptarme, me explico que el hecho de que 10 vecinas me postularan era por que confiaban en mi como persona honrada y honesta, agradecí su comentario, le volví a decir que no tenía mucho tiempo, Sonia concluyo diciendo que ella también había comenzado de la misma manera negándose a una venta y ahora ganaba lo suficiente para mantener a su familia y pagar todos los gastos de la casa. Eso me llamó la atención, Sonia dijo que yo era un modelo a seguir en la vecinas, que no debía negarles mejorar sus ingresos, no se como paso, pero acepte la primera venta de catálogo para la siguiente semana, Rose estaba contenta con mi decisión, también Sonia y Sharon, a Sonia me la encontraría en mi tercer día de trabajo cuando comía en un pequeño restaurante frente a mi edificio corporativo, nos hicimos amigas.
Beth también estaba contenta con mi decisión, ella no intervendría, yo tendría que prepara todo, al día siguiente en mi entrevista cometí varios errores por mi nerviosismo, como el hablar mucho, pero Beth me hizo ver que una mujer cuando esta nerviosa hace eso, al siguiente día me hablaron para ir a firmar mi contrato, el día que estuve en la casa, esperando a Beth que llegara de su servicio de mantenimiento, me dí cuenta de que  siempre fue lo que yo desee hacer, pero la vida me ponía otros retos como mujer profesionistas, ama de casa, esposa y madre.
Beth comenzó a tener mucho trabajo y yo tuve que hacer cargo de llevar y sacar Carol a de la escuela, también Beth se convirtió en Albert y yo en Elizabeth, aunque de cariño me decía Bety y yo le decía Bert.
Con las ganancias de mis ventas de catálogo ahorre para pagar mis aumentos de pechos, tener mi ochirectomia y comenzar mi transición a ser la mujer que siempre quise, pero no quise reconocer en su momento.
Un año después tome una vacaciones y tuve mi operación, al regresar Beth se hizo cargo de la casa mientras yo me restablecia bien, después debí cumplir mi papel como madre trabajadora y esposa.




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