La chica asistente en el despacho de diseño.
Había conseguido entrar al mejor despacho de diseño de la
ciudad, mí espacialidad en diseño de interiores y administracón de oficinas, además deestar estudiando una
maestria me habían ayudado a entrar a trabajar, solo tenía tres días trabajando
cuando paso algo que cambio mí vida.
Salía del elevador y caminaba hacia la puerta de cristal del
despacho, pensaba en el trabajo raelizado durante los dos días y en la cara de
mí jefa, durante los días había visto varias veces una su cara de desaprobación
cuando andaba caminando por la oficina tratando de encontrar algún material que
necesitaba, cuando le entregaba mí diseños ella solo me pedia que los dejara en
su escritorio y me pedia que me fuera.
No me sentía seguro que podría dar el ancho en ese trabajo,
caminaba distraído y no me dí cuenta de que había una persona pintando el techo
y la escalera tenía una cubeta de pintura en la orilla, golpee ligeramente la
escalera, la cubeta callo sobre mí, bañándome de pintura blanca, en ese momento
la mayoría de las compañeras salían del elevador, yo me quede como estaba para
no ensuciar más el piso, todas se detuvieron a verme y comenzaron a reírse, yo
estaba muy apenado y no sabia que hacer, baje la mirada y sentí mucha pena, las
risas no paraban, entre todas las mujeres que estaban viéndome, salió la Sra.
Stone para ayudarme, el hombre que pintaba le dio un pedazo de hule negro para
taparme y limpiarme un poco para evitar manchar el piso, pero era inevitable,
el hombre dijo que el limpiaría las gotas que cayeran, me tomó de los hombros y
me llevó hasta el almacén de papelería donde había un pequeño baño donde se
cambiaban las edecanes y modelos que contratábamos para las seciones de fotos.
Me limpie la cara, pero toda mí ropa estaba pintada, así que
tenía que desvestirme y lavar mí ropa, mí jefa me ayudo y me dijo que llevaría
mí ropa a la lavandería, pero debía permanecer allí hasta que regresara.
Antes de irse me pregunto si ya estaba más tranquilo, lo
único que quería saber el porque se rerian de mí, mí jefa me pidió sentarnos en
unas sillas, fue directa conmigo: se reian de tus pequeños pechos de niña y tu
pequeño pene, déjame decirte que jamás tampoco yo podría considerarte como un verdadero hombre con un
pequeño pene, disculpa que me te lo dija pero es una realidad tienes un penecito de mujer, sinceramente no
podría, pero no te preocupes, todo esta bien, esto va a pasar, yo te voy a ayudar, ahora voy a dejar tu
ropa para que la laven, quédate aquí, por favor—mí jefa se levantó y salio del
almacen, yo me quede limpiando mis orejas de pintura, pase casí una hora
tiritando de frio hasta que llegó mí jefa.
Me pidiio sentarme de nuevo, para decirme algo que había
pensado y era una buena idea para que las compañeras no se rieran de mí y
obtuviera el contrato definitivo, me explico que tenía un problema conmigo y no
tenía que ver con mis estudios, sino mí perfil; me había dado una oportunidad
por no lograr encontrar chicas con mí
perfil profesional, ahora le demostraría a los socios mayores que yo podría con
el trabajo, realmente no entendía lo que trataba de decirme.
Pero ella con mucha paciencia me explico lo que debía hacer
y lo que quería de mí.
******
Durante dos horas me
llevó de la mano para poder pasar por una chica de oficina, en el almacén había
una maleta con varias cosas olvidadas por las edecanes, ella uso esas cosas
para levantar mis pechos, reducir mí cintura para que mí cadera se viera más
grande y maquillar mí cara, aunque ella solo me fue dirigiendo para que pudiera
hacerlo yo mismo, ya que tendría que hacerlo por mí mismo todas las mañanas y debía
ser independiente, en el almacén guardaban los uniformes del personal
administrativo, así que fue fácil probarme los 5 uniformes para la semana, me
quede con el uniforme en color morado, con chaleco y corbatín, el uniforme
podría usarlo con pantalón o falda, pero la Sra. Stone, me hizo probarme los
dos y decidió que siempre debía usar falda, por mis piernas gordas lo
mejor era no usar pantalón, también se dio cuenta que tenía bolsas de grasa debajo
de mis nalgas y los pantalones las asentuaban, por mí bien era usar siempre
falda, acepte eso, para evitar apenarme.
El uniforme me quedaba perfecto y mis piernas recién rasuradas
se veían bien en medias negras, pero aun faltaba el maquillaje y pienarme, las
Sra. Stone puso frente a mí el estuche de maquillaje olvidado y me fue diciendo
que poner frente a mí en el orden de uso, el corrector, la base o fundación, sombras, delineadores, rímel
y mascara, rubor, los lápices labiales, siempre había sido un buen alumno y
esto no fue la excepción, solo basto una sola vez lo que me indicaba para que
lo hiciera, para mí cabello, mientras escarmenaba mí cabello me explico mis
nuevas tareas como sus asistente ejectutiva, agregando a las que ya hacia desde
hace dos días, me indico que siempre debía llamarla Sra.Stone y no solo Babe
cuando estuviéramos a solas, jamás debía interrumpirla y debía usar discreción
para llevarle los documentos a revisión o hacerle una observación, siempre
debía tener café listo para servir,
debía manter siempre mí escritorio limpio y sin papales, jamás debía quitarme
los zapatos, ni jugar con ellos, siempre debía mantener mí uniforme limpio y
las medias integras, no debía exagerar en usar perfume y me recomendó usar esencia
para que durará más tiempo, me indico donde debía usarlo poniendo solo una
gota, cuando termino de escarmenar mí cabello, tomo unas tijeras y me quito la
ursuela de mí cabello y me ordenó que debía ir al salón de su estilista para
que me hiciera un buen corte de cabello, también me pidió que me hiciera
manicure, el me daría más tips para mí arreglo personal, también me indico
exactamente donde debía ir para comprar los zapatos y mí ropa interior, me
hablaba sin pena y me daba ordenes como
si fuera una chica, sus palabras retumbaba en mí cabeza: con un pene tan
pequeño jamás podría tratarte como un hombre.
Al final de hacerme un chongo con flequillo estaba listo
para comenzar mis nuevas responsabilidades en el trabajo, la Sra. Stone me había
prestado sus zapatos altos y ella usaba unos bajos que llevaba en su
bolso, me dijo que estaba muy linda y no
cabía duda de era una chica más de oficina, nadie iba a dudar de mí y ni se reirán.
Antes de salir me indico que solo faltaba mí bolso, pero lo compraríamos
en la hora de la comida, también iríamos a ver zapatos, mientras decía todo mí estomago
tenía mariposas y trataba de que mis rodillas no temblaran, me tomó de la mano
y me sacó de almacen, para regresar a la realidad, al mundo que se rio de mí,
pero ahora tenía todo para pertencer a el y no ser rechazado, tenía un nuevo
lugar en él, el que siempre debi tener, la Sra. Stone me indico que debía usar
el escritorio frente a su oficina, me dio las ultimas indicaciones para usar la
agenda en la computadora, como debía almacenar los expedientes de proyectos,(los principales clientes debian colocarlos en el cajón de abajo),
así comenzó mí día de trabajo bajo la mirada estricta de mí jefa,varias las
compañeras se acercaron para saludarme en forma cálida y concocerme, algunas de
ella me invitaron a comer para conocernos mejor, yo con ambilidad les decía que
la Sra. Stone quería comer conmigo por ser mí primer día de trabajo, algunas de
ellas me dijeron que les gustaba mí perfume, yo les decía que era esencia, una
de ellas me contestó que me quedaba el olor a flores, yo solo me reí y le
agradecí.
Y como me dijo mí jefa trate mantener la discreción en todo
lo que hacia, jamás alce la voz, ni fui arisca con las compañeras, una de ellas
me ofreció prestarme pintura de uñas, yo le dije que iba ir al salón de belleza
para arreglármelas, aunque le dije sinceramente que no me gustaban largas por
que debía escribir en el teclado.
Para comer debí apurarme para imprimer mí primer documento
dictado de mí jefa, me espero a que fuera por él y se lo llevara, mí jefa
estaba admirada aunque no era sorpresa para ella, de que caminara también en
zapatos altos, me dijo que mí cadera se movía como el de una chica verdadera,
mis brazos giraban con mi cadera y balanceaban femeninamente, mi jefa me animo y me dijo que la falda hacia que mis nalgas se vieran como una perita, eso me alegro saberlo por mí jefa,
me daba confianza que estaba haciendo bien las cosas, ella al revisar el documento no encontró error y nos fuimos a comer, pero antes
me llevó a recorrer algunas tiendas para comprarme algunas cosas además de mí bolso
de piel y adornos en dorado, me dio la lección de como comprar un bolso,
revisar costuras para darme cuenta si era original o no, compramos dos bolsos,
un amplio para la computadora cuando la llevara a las reuniones directivas,
otro más formal con una cartera, una bolsita para morralla y otra para mis cosas de
maquillaje, también me hizo comprar una capeta de cuero para llevar los papales
a las reuniones, un estuche para mis lentes, ella se compro una falda de cuero
que siempre había gustado de usar.
Pasamos por una tienda de accesorios y me hizo comprarme una
peineta para el cabello, pasadores, diademas, ligas y pinzas, además una docena
de collares de diferentes formas, también me ordeno que debía destaparme mí hoyitos
de las orejas y hacerme otros hoyitos en mis orejas por que todas las chicas de
ahora los tenían, me regaló un juego de aretes y anillos dorados, también me
ragalo una cadena para mí tobillo, todas las chicas tenía una, me hizo dejarme
unos aretes de broche por que quedaban con el uniforme, de esa manera mis orejas
se verían aun más femeninas, cuando por fin llegamos a los zapatos llevaba
muchas cosas había sido buena idea comprar la bolsa amplia, la Sra. Stone se
comprometió a llevarme a mí casa y guardar las cosas en su auto antes de llegar
a la oficina, antes de llegar a la zapatería habíamos entrado a una tienda de
ropa interior y me hizo comprar una docena de pantaletas, brassieres y ligeros,
así como mí ropa para dormir, me dio la lección para usar el bra correcto y las
pantaletas suaves y bonitas, jamás sabríamos quien podría verlas y lo mejor era
dar una buena imagen, más a los jefes, mientras no aprendiera a cuidar mí postura
en las juntas, le dije que iba hacer mí mejor esfuerzo, ella me advirtió que debía
hacerlo si quería el trabajo, ella sabia perfectamente que el trabajo ya era
mio, pero no podría decírmelo debía dar lo mejor de mí y el hacerme esa
advertencia era para decirme donde estaba mí lugar y como comportame antes los
jefes.
Mí jefa solo me dejó comprarme unos zapatos de 3 cm para
usarlos en mí casa, por que los 6 pares que me hizo comprar eran de 5 y 7 cm,
eso eran los que mejor me quedaban para trabajar y daban un buen aspecto a mis pantorrillas, además
de verme sería y formal, además de una mujer madura.
En cuanto al maquillaje solo compramos lo necesario por que
me dio el tip que lo mejor era comprar por catalogo buenos productos, de esa
manera podría probarlos, además las chicas de los catálogos me dirían que me
quedaba mejor para mí cara.
Después de salir de la zapatería íbamos al pequeño restaurante
que comía mí jefa o mandaba pedir su comida, era de aspecto francés con las
mesas pequeñas y ambiente agradable, pedimos para llevar la comida, me presentó
al dueño como su nueva asistente y quien
vendría por su comida, el solo dijo que tenía una asistente muy bonita y tenia una agradable sonrisa.
Nuevamente las palabras de mí jefa retumbaron en mí mente:
con ese pequeño pene, no podría considerarte como hombre, jamás podría.
Caminamos por la calle con todos los paquetes hasta el
estacionamiento del edificio, guardamos en su auto todos mí paquetes y subimos
por el elevador, el segundo piso subio un chico que no dejo de verme, a mí jefa
le llamo la atención y sorió por el hecho.
Cuando salimos me dijo que el chico era el hijo del vicepresidente
de la compañía de electrónica del piso 50.
Entre a su oficina para comer nuestra comida, me enseño a
usar el tenedor delicadamente para no llamar la atención y verme femenino como
una mujer, también a tomar en baso, sin mancharlo.
También me enseño a cruzar las piernas en espacios pequeños
y a cuidar mí falda, siempre debía hacerlo después de sentarme o cruzar las
piernas, se admiro que pudiera hacer fácilmente un doble nudo, sin sentir
molestias.
En el resto de tiempo de comida me pregunto por mí vida
personal, yo con pena le dije que vivía con mí hermana y con 6 chicas más, ella
me dijo que entonces en mí departamento vivirían 7 chicas y que no tuviera pena
en decirles como debía ir a trabajar, de seguro todas ellas me ayudarían.
Yo le dije que a mí hermana no le iba a gustar la idea, ella
era como nuestro padre, ella trabajaba en un taller de autos reparando
computadoras de autos, ella me calmo diciendo que al verme en uniforme y todas
las cosas que había comprado ella cambiaria de parecer, sino ella hablaría con mí
hermana para decirle que tenía una maginfica oportunidad de trabajo y no podía
desperdiciarle por perjuicios erróneos de que debía trabajar como un chico.
El resto de la tarde Seguí trabajando bajo las indicacioens
de la Sra. Stone mí jefa, debí caminar
por la oficina llevando oficios a lo jefes para firma o yendo por impresiones, todos
los jefes les agrado que le llevara sus oficios y que la Sra. Stone tuviera por
fin una asistente, yo solo me presentaba como Nelly Jones la nueva asistente y estaba a sus
ordenes, algunos de ellos dejaron lo que estaban haciendo para hablar conmigo y
saber de mí, yo les contestaba que tenía 23 años, que tenía estudios de diseño
y en la secudaría había logrado un certificado de asistencia gerencial, les decía
que seguía estudiando la maestría por las tardes, Solo tomaba dos días de clase y los fines de semana, para mí
sorpresa cuando me presente en el salón de clase para mis nuevas clases del semetre, el
nombre de Nel Jones, el maestro no lo asoció mi nombre con un nombre de hombre, además no
podría hacerlo viendo que usaba uniforme rosa de falda y tacones altos.
Realmente como dijo mí jefa mí vida sería mejor si aceptaba mí
destino, entre las semanas pasaban mí vida mejoraba y me sentía más cómodo
siendo una mujer, mí jefa tuvo que hablar con mi hermana para que aceptara al
Nelly su hermana menor que nunca quiso aceptar, pero ahora se daba cuenta de mí
vida como chico no era viable, sería una perdida de tiempo para mi.
Las chicas del departamento me ayudaron a sentirme mejor y
ocupe un lugar para hacer las labores de la casa como cualquiera de ellas y quizás
mí hermana tomo mí lugar antes de que mí jefa me ayudar a encontrar mí destino.
Sabia que siendo sumiso podría avanzar más, que siendo agresivo o
grosero y desconsiderado con los demás, aprendí que antes debia pensar en mi debía pensar en los demás, mí jefa me enseño a ser una buena asistente y me enseño como satisfacer
las necesidades de los jefes de la mejor manera, ese fue un trabajo duro, pero redituable para que
mí jefa pudiera controlarlos o saber de sus planes, de esa manera mehizo ver que si ella crecía,
yo también.
La recompensa de mí jefa por mí labor fiel y sumisa, fue el hacer que el hijo
del vicepresidente d ela otra compañía me invitara a salir y se fijara en mí, después
de darle buenas referencias mías, aunque el ya se había fijado en ellas, ahora mí
pechos eran adecuados para mí trabajo, gracias a que mí jefa me prestó dinero
para lograr el milagro, ya no era una chica lisa, tenía los mismos atributos
que las demás compañeras de trabajo, aunque mientras estaba frente a Willy el
hijo del vicepresidente, las palabras de mí jefa nuevamente retumbaban en mí mente:
con un pene tan pequeño jamás vas a ser un verdadero hombre, acepta tu destino, siempre serás una chica.
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