viernes, 21 de abril de 2017

La chica asistente en el despacho de diseño.






La chica asistente en el despacho de diseño.

Había conseguido entrar al mejor despacho de diseño de la ciudad, mí espacialidad en diseño de interiores y administracón de oficinas, además deestar estudiando una maestria me habían ayudado a entrar a trabajar, solo tenía tres días trabajando cuando paso algo que cambio mí vida.


Salía del elevador y caminaba hacia la puerta de cristal del despacho, pensaba en el trabajo raelizado durante los dos días y en la cara de mí jefa, durante los días había visto varias veces una su cara de desaprobación cuando andaba caminando por la oficina tratando de encontrar algún material que necesitaba, cuando le entregaba mí diseños ella solo me pedia que los dejara en su escritorio y me pedia que me fuera.


No me sentía seguro que podría dar el ancho en ese trabajo, caminaba distraído y no me dí cuenta de que había una persona pintando el techo y la escalera tenía una cubeta de pintura en la orilla, golpee ligeramente la escalera, la cubeta callo sobre mí, bañándome de pintura blanca, en ese momento la mayoría de las compañeras salían del elevador, yo me quede como estaba para no ensuciar más el piso, todas se detuvieron a verme y comenzaron a reírse, yo estaba muy apenado y no sabia que hacer, baje la mirada y sentí mucha pena, las risas no paraban, entre todas las mujeres que estaban viéndome, salió la Sra. Stone para ayudarme, el hombre que pintaba le dio un pedazo de hule negro para taparme y limpiarme un poco para evitar manchar el piso, pero era inevitable, el hombre dijo que el limpiaría las gotas que cayeran, me tomó de los hombros y me llevó hasta el almacén de papelería donde había un pequeño baño donde se cambiaban las edecanes y modelos que contratábamos para las seciones de fotos.


 

Me limpie la cara, pero toda mí ropa estaba pintada, así que tenía que desvestirme y lavar mí ropa, mí jefa me ayudo y me dijo que llevaría mí ropa a la lavandería, pero debía permanecer allí hasta que regresara.


Antes de irse me pregunto si ya estaba más tranquilo, lo único que quería saber el porque se rerian de mí, mí jefa me pidió sentarnos en unas sillas, fue directa conmigo: se reian de tus pequeños pechos de niña y tu pequeño pene, déjame decirte que jamás tampoco yo podría considerarte como un verdadero hombre con un pequeño pene, disculpa que me te lo dija pero es una realidad tienes un penecito de mujer, sinceramente no podría, pero no te preocupes, todo esta bien, esto va a pasar, yo te voy a ayudar, ahora voy a dejar tu ropa para que la laven, quédate aquí, por favormí jefa se levantó y salio del almacen, yo me quede limpiando mis orejas de pintura, pase casí una hora tiritando de frio hasta que llegó mí jefa.


Me pidiio sentarme de nuevo, para decirme algo que había pensado y era una buena idea para que las compañeras no se rieran de mí y obtuviera el contrato definitivo, me explico que tenía un problema conmigo y no tenía que ver con mis estudios, sino mí perfil; me había dado una oportunidad por  no lograr encontrar chicas con mí perfil profesional, ahora le demostraría a los socios mayores que yo podría con el trabajo, realmente no entendía lo que trataba de decirme.

Pero ella con mucha paciencia me explico lo que debía hacer y lo que quería de mí.


 ******

Durante dos horas  me llevó de la mano para poder pasar por una chica de oficina, en el almacén había una maleta con varias cosas olvidadas por las edecanes, ella uso esas cosas para levantar mis pechos, reducir mí cintura para que mí cadera se viera más grande y maquillar mí cara, aunque ella solo me fue dirigiendo para que pudiera hacerlo yo mismo, ya que tendría que hacerlo por mí mismo todas las mañanas y debía ser independiente, en el almacén guardaban los uniformes del personal administrativo, así que fue fácil probarme los 5 uniformes para la semana, me quede con el uniforme en color morado, con chaleco y corbatín, el uniforme podría usarlo con pantalón o falda, pero la Sra. Stone, me hizo probarme los dos y decidió que siempre debía usar falda, por mis piernas gordas lo mejor  era no usar pantalón, también se dio cuenta que tenía bolsas de grasa debajo de mis nalgas y los pantalones las asentuaban, por mí bien era usar siempre falda, acepte eso, para evitar apenarme.


El uniforme me quedaba perfecto y mis piernas recién rasuradas se veían bien en medias negras, pero aun faltaba el maquillaje y pienarme, las Sra. Stone puso frente a mí el estuche de maquillaje olvidado y me fue diciendo que poner frente a mí en el orden de uso, el corrector,  la base o fundación, sombras, delineadores, rímel y mascara, rubor, los lápices labiales, siempre había sido un buen alumno y esto no fue la excepción, solo basto una sola vez lo que me indicaba para que lo hiciera, para mí cabello, mientras escarmenaba mí cabello me explico mis nuevas tareas como sus asistente ejectutiva, agregando a las que ya hacia desde hace dos días, me indico que siempre debía llamarla Sra.Stone y no solo Babe cuando estuviéramos a solas, jamás debía interrumpirla y debía usar discreción para llevarle los documentos a revisión o hacerle una observación, siempre debía tener  café listo para servir, debía manter siempre mí escritorio limpio y sin papales, jamás debía quitarme los zapatos, ni jugar con ellos, siempre debía mantener mí uniforme limpio y las medias integras, no debía exagerar en usar perfume y me recomendó usar esencia para que durará más tiempo, me indico donde debía usarlo poniendo solo una gota, cuando termino de escarmenar mí cabello, tomo unas tijeras y me quito la ursuela de mí cabello y me ordenó que debía ir al salón de su estilista para que me hiciera un buen corte de cabello, también me pidió que me hiciera manicure, el me daría más tips para mí arreglo personal, también me indico exactamente donde debía ir para comprar los zapatos y mí ropa interior, me hablaba sin pena  y me daba ordenes como si fuera una chica, sus palabras retumbaba en mí cabeza: con un pene tan pequeño jamás podría tratarte como un hombre.

 
Al final de hacerme un chongo con flequillo estaba listo para comenzar mis nuevas responsabilidades en el trabajo, la Sra. Stone me había prestado sus zapatos altos y ella usaba unos bajos que llevaba en su bolso,  me dijo que estaba muy linda y no cabía duda de era una chica más de oficina, nadie iba a dudar de mí y ni se reirán.

Antes de salir me indico que solo faltaba mí bolso, pero lo compraríamos en la hora de la comida, también iríamos a ver zapatos, mientras decía todo mí estomago tenía mariposas y trataba de que mis rodillas no temblaran, me tomó de la mano y me sacó de almacen, para regresar a la realidad, al mundo que se rio de mí, pero ahora tenía todo para pertencer a el y no ser rechazado, tenía un nuevo lugar en él, el que siempre debi tener, la Sra. Stone me indico que debía usar el escritorio frente a su oficina, me dio las ultimas indicaciones para usar la agenda en la computadora, como debía almacenar los expedientes de proyectos,(los principales clientes debian colocarlos en el cajón de abajo),  así comenzó mí día de trabajo bajo la mirada estricta de mí jefa,varias las compañeras se acercaron para saludarme en forma cálida y concocerme, algunas de ella me invitaron a comer para conocernos mejor, yo con ambilidad les decía que la Sra. Stone quería comer conmigo por ser mí primer día de trabajo, algunas de ellas me dijeron que les gustaba mí perfume, yo les decía que era esencia, una de ellas me contestó que me quedaba el olor a flores, yo solo me reí y le agradecí.


Y como me dijo mí jefa trate mantener la discreción en todo lo que hacia, jamás alce la voz, ni fui arisca con las compañeras, una de ellas me ofreció prestarme pintura de uñas, yo le dije que iba ir al salón de belleza para arreglármelas, aunque le dije sinceramente que no me gustaban largas por que debía escribir en el teclado.


Para comer debí apurarme para imprimer mí primer documento dictado de mí jefa, me espero a que fuera por él y se lo llevara, mí jefa estaba admirada aunque no era sorpresa para ella, de que caminara también en zapatos altos, me dijo que mí cadera se movía como el de una chica verdadera, mis brazos giraban con mi cadera y balanceaban femeninamente, mi jefa me animo y me dijo que la falda hacia que mis nalgas se vieran como una perita, eso me alegro saberlo por mí jefa, me daba confianza que estaba haciendo bien las cosas, ella al revisar el documento no encontró error y nos fuimos a comer, pero antes me llevó a recorrer algunas tiendas para comprarme algunas cosas además de mí bolso de piel y adornos en dorado, me dio la lección de como comprar un bolso, revisar costuras para darme cuenta si era original o no, compramos dos bolsos, un amplio para la computadora cuando la llevara a las reuniones directivas, otro más formal con una cartera, una bolsita para morralla y otra para mis cosas de maquillaje, también me hizo comprar una capeta de cuero para llevar los papales a las reuniones, un estuche para mis lentes, ella se compro una falda de cuero que siempre había gustado de usar.


 
Pasamos por una tienda de accesorios y me hizo comprarme una peineta para el cabello, pasadores, diademas, ligas y pinzas, además una docena de collares de diferentes formas, también me ordeno que debía destaparme mí hoyitos de las orejas y hacerme otros hoyitos en mis orejas por que todas las chicas de ahora los tenían, me regaló un juego de aretes y anillos dorados, también me ragalo una cadena para mí tobillo, todas las chicas tenía una, me hizo dejarme unos aretes de broche por que quedaban con el uniforme, de esa manera mis orejas se verían aun más femeninas, cuando por fin llegamos a los zapatos llevaba muchas cosas había sido buena idea comprar la bolsa amplia, la Sra. Stone se comprometió a llevarme a mí casa y guardar las cosas en su auto antes de llegar a la oficina, antes de llegar a la zapatería habíamos entrado a una tienda de ropa interior y me hizo comprar una docena de pantaletas, brassieres y ligeros, así como mí ropa para dormir, me dio la lección para usar el bra correcto y las pantaletas suaves y bonitas, jamás sabríamos quien podría verlas y lo mejor era dar una buena imagen, más a los jefes, mientras no aprendiera a cuidar mí postura en las juntas, le dije que iba hacer mí mejor esfuerzo, ella me advirtió que debía hacerlo si quería el trabajo, ella sabia perfectamente que el trabajo ya era mio, pero no podría decírmelo debía dar lo mejor de mí y el hacerme esa advertencia era para decirme donde estaba mí lugar y como comportame antes los jefes.


Mí jefa solo me dejó comprarme unos zapatos de 3 cm para usarlos en mí casa, por que los 6 pares que me hizo comprar eran de 5 y 7 cm, eso eran los que mejor me quedaban para trabajar y daban un buen aspecto a mis pantorrillas, además de verme sería y formal, además de una mujer madura.


En cuanto al maquillaje solo compramos lo necesario por que me dio el tip que lo mejor era comprar por catalogo buenos productos, de esa manera podría probarlos, además las chicas de los catálogos me dirían que me quedaba mejor para mí cara.

Después de salir de la zapatería íbamos al pequeño restaurante que comía mí jefa o mandaba pedir su comida, era de aspecto francés con las mesas pequeñas y ambiente agradable, pedimos para llevar la comida, me presentó al dueño  como su nueva asistente y quien vendría por su comida, el solo dijo que tenía una asistente muy bonita y tenia una agradable sonrisa.


Nuevamente las palabras de mí jefa retumbaron en mí mente: con ese pequeño pene, no podría considerarte como hombre, jamás podría.

 
Caminamos por la calle con todos los paquetes hasta el estacionamiento del edificio, guardamos en su auto todos mí paquetes y subimos por el elevador, el segundo piso subio un chico que no dejo de verme, a mí jefa le llamo la atención y sorió por el hecho.

Cuando salimos me dijo que el chico era el hijo del vicepresidente de la compañía de electrónica del piso 50.


Entre a su oficina para comer nuestra comida, me enseño a usar el tenedor delicadamente para no llamar la atención y verme femenino como una mujer, también a tomar en baso, sin mancharlo.

También me enseño a cruzar las piernas en espacios pequeños y a cuidar mí falda, siempre debía hacerlo después de sentarme o cruzar las piernas, se admiro que pudiera hacer fácilmente un doble nudo, sin sentir molestias.


En el resto de tiempo de comida me pregunto por mí vida personal, yo con pena le dije que vivía con mí hermana y con 6 chicas más, ella me dijo que entonces en mí departamento vivirían 7 chicas y que no tuviera pena en decirles como debía ir a trabajar, de seguro todas ellas me ayudarían.


Yo le dije que a mí hermana no le iba a gustar la idea, ella era como nuestro padre, ella trabajaba en un taller de autos reparando computadoras de autos, ella me calmo diciendo que al verme en uniforme y todas las cosas que había comprado ella cambiaria de parecer, sino ella hablaría con mí hermana para decirle que tenía una maginfica oportunidad de trabajo y no podía desperdiciarle por perjuicios erróneos de que debía trabajar como un chico.


El resto de la tarde Seguí trabajando bajo las indicacioens de la Sra. Stone  mí jefa, debí caminar por la oficina llevando oficios a lo jefes para firma o yendo por impresiones, todos los jefes les agrado que le llevara sus oficios y que la Sra. Stone tuviera por fin una asistente, yo solo me presentaba como Nelly  Jones la nueva asistente y estaba a sus ordenes, algunos de ellos dejaron lo que estaban haciendo para hablar conmigo y saber de mí, yo les contestaba que tenía 23 años, que tenía estudios de diseño y en la secudaría había logrado un certificado de asistencia gerencial, les decía que seguía estudiando la maestría por las tardes, Solo tomaba dos días de clase y los fines de semana, para mí sorpresa cuando me presente en el salón de clase para mis nuevas clases del semetre,  el nombre de Nel Jones, el maestro no lo asoció mi nombre  con un nombre de hombre, además no podría hacerlo viendo que usaba uniforme rosa de falda y tacones altos.


Realmente como dijo mí jefa mí vida sería mejor si aceptaba mí destino, entre las semanas pasaban mí vida mejoraba y me sentía más cómodo siendo una mujer, mí jefa tuvo que hablar con mi hermana para que aceptara al Nelly su hermana menor que nunca quiso aceptar, pero ahora se daba cuenta de mí vida como chico no era viable, sería una perdida de tiempo para mi.


Las chicas del departamento me ayudaron a sentirme mejor y ocupe un lugar para hacer las labores de la casa como cualquiera de ellas y quizás mí hermana tomo mí lugar antes de que mí jefa me ayudar a encontrar mí destino.


Sabia que siendo sumiso podría avanzar más, que siendo agresivo o grosero y desconsiderado con los demás, aprendí que antes debia pensar en mi debía pensar en los demás, mí jefa me enseño a ser una buena asistente y me enseño como satisfacer las necesidades de los jefes de la mejor manera, ese fue un trabajo duro, pero redituable para que mí jefa pudiera controlarlos o saber de sus planes, de esa manera mehizo ver que si ella crecía, yo también.


La recompensa de mí jefa por mí  labor fiel y sumisa, fue el hacer que el hijo del vicepresidente d ela otra compañía me invitara a salir y se fijara en mí, después de darle buenas referencias mías, aunque el ya se había fijado en ellas, ahora mí pechos eran adecuados para mí trabajo, gracias a que mí jefa me prestó dinero para lograr el milagro, ya no era una chica lisa, tenía los mismos atributos que las demás compañeras de trabajo, aunque mientras estaba frente a Willy el hijo del vicepresidente, las palabras de mí jefa nuevamente retumbaban en mí mente: con un pene tan pequeño jamás vas a ser un verdadero hombre, acepta tu destino, siempre serás una chica.


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