Un cierto día que escuche
una conversación en el elevador entre tres compañeras de trabajo, sobre que
hacer con $500 al mes para vestir adecuadamente para un puesto ejecutivo sin
repetir prendas o verse igual dos días seguidos, una de ellas dijo que no se
podía hacer eso, las mayoría de las prendas eran demaciado caras para lograrlo,
otra dijo que era cuestión de comprar prendas que se pudieran coordinar, pero
otra dijo que estaba de acuerdo, pero aun así eran demasiado caras arriba de
1000, serian de buena calidad, la última dijo: Les apuesto que en tres meses yo voy a tener más prendas
y voy hacer la mejor vestida, las otras dos se rieron, pero la apuesta estaba
echada.
Las tres voltearon a verme para
que fuera el juez en esta contienda, solo era cuestión de decir: no me vean a mi, yo estoy de paso!, pero en vez de eso me complique la existencia y les di mi opinión franca y rebuscada: claro que si se puede...yo
lo hecho durante tres años…--las tres me miraron con extrañeza y odio, dijo la más
altanera:….ok...si dices eso es por que no conoces de sobre cosas de
mujeres..pero ya que hablaste...te propongo que entres a esta apuesta y nos
demuestres que puedes hacerlo…--estaba en una posición muy delicada, yo me
refería a prendas de hombres no de mujeres, era jefe de oficina y tenía una
reputación de cubrir, le hice saber eso, pero ellas pusieron dinero en juego,
como también eran jefas de oficina nadie diria nada, ellas hablarian con mis empleadas para que ellas fueran las jueces de esa apuesta, me posición se torno delicada cuando me amenazaron con provocar mi despido si no aceptaba la apuesta, ellas querían
ensañarme una lección ante todos los compañeros que estaban en contra de ellas, era para avergonzarme frente a todos los hombres la empresa y poner sobre la mesa quien mandaba realmente en la empresa.
La apuesta subió
hasta apostar todo el aguinaldo del año, más mi auto y mi empleo, si ganaba tendría para
terminar mi pagar mi departamento y mantendría un buen auto, además no les daría el gusto de ganar y avergonzarme ante mis empleadas, lo pense por tres
pisos más y dije: ok..acepto...pero con una condición..no hablaran, ni diran
nada de nuestra apuesta fuera de mis empleadas de mi departamento...al final se va decidir quien ganó..estamos?--la
mujeres hicieron una cruz sobre su pecho y pusieron sus manos al frente, yo
hice lo mismo y se habia pactado la apuesta.
Salimos del elevador para nuestras
respectivas oficinas, me senté en mi escritorio mirando hacia afuera viendo los
otros edificios, llevaba cinco años en la empresa tenia 25 años, era el
ejecutivo más joven de la empresa, por mi hermano habia llegado a la empresa,
el ahora era gerente regional, su amigo Dick ahora era el gerente del departamento
y me llevaba muy bien con él todos los viernes jugabamos cartas, le marque y le
explique la situación el se rió y me dijo que lo solucionara, que no tomaría
partido de ninguna parte, no le importó mucho mi situació.
Quizás le pareció estupendo lo que le decía, ya que el había promovido el mejoramiento del vestir entre sus jefe más cercanos, al final me recordó sobre el juego de cartas, le dije que lo iba a pensar, el solo se rió y colgó, me quede pensando otro rato y se me ocurrió llamar a todos lo empleados de mi oficina para explicarles sobre mi problema, al cabo la mayoría de ellos eran mujeres y comprendería, lo hombres que había quizás les importase que su jefe vendría de payaso.
Hable con sinceridad sobre la apuesta, por un momento se hizo silencio pensé que recibiría su rechazo o su apoyo, pero todos al mismo tiempo empezaron a reirse diciendo que ya sabían de mi estúpida apuesta, entonces fueron saliendo de la sala de juntas uno por uno, pensaron que les estaba haciendo una broma o no les importaba, hasta una de las chicas más allegadas a mi que salió al final, me dijo:el rumor ya salió de esta oficina, peor nadie lo toma en serio...como broma es buena, pero si es verdad...tienes serios problemas...creo que por nosotros no te preocupes...tenemos mucho trabajo como para pensar en cosas tan insignificantes como para ver como vienes vestido...la verdad...olvidate de la apuesta...no va a pasar nada...pero si vas a tomarlo enserio, tienes mucho que hacer...no creo que ganes esa apuesta, si para nosotras es dificil, para ti va ser más, si no tienes experiencia en usar coordinados...pero si quieres ir en serio te recomiendo que busque una tienda que se llama el Emporio de Thelma...un amigo mio fue y lo ayudaron, yo no lo reconocí después, quiza a ti también te ayude...estas loco, si lo haces!...como hicistes que pasara?--eso fue lo último que dijo y salió, haciendo una expresión de que estaba loco.
Me quede con mis pensamientos hasta la salida, lo que no sabía nadien es que si conocía al Emporio de Thelma y si tenia experiencia en coordinados, tenía lo necesario para ganar esa apuesta, solo era cuestión de decisión y de confianza, tenía que renovar algunas cosas y comprar otras que hacian falta y por supuesto que iria a ve a Thelma.
Quizás le pareció estupendo lo que le decía, ya que el había promovido el mejoramiento del vestir entre sus jefe más cercanos, al final me recordó sobre el juego de cartas, le dije que lo iba a pensar, el solo se rió y colgó, me quede pensando otro rato y se me ocurrió llamar a todos lo empleados de mi oficina para explicarles sobre mi problema, al cabo la mayoría de ellos eran mujeres y comprendería, lo hombres que había quizás les importase que su jefe vendría de payaso.
Hable con sinceridad sobre la apuesta, por un momento se hizo silencio pensé que recibiría su rechazo o su apoyo, pero todos al mismo tiempo empezaron a reirse diciendo que ya sabían de mi estúpida apuesta, entonces fueron saliendo de la sala de juntas uno por uno, pensaron que les estaba haciendo una broma o no les importaba, hasta una de las chicas más allegadas a mi que salió al final, me dijo:el rumor ya salió de esta oficina, peor nadie lo toma en serio...como broma es buena, pero si es verdad...tienes serios problemas...creo que por nosotros no te preocupes...tenemos mucho trabajo como para pensar en cosas tan insignificantes como para ver como vienes vestido...la verdad...olvidate de la apuesta...no va a pasar nada...pero si vas a tomarlo enserio, tienes mucho que hacer...no creo que ganes esa apuesta, si para nosotras es dificil, para ti va ser más, si no tienes experiencia en usar coordinados...pero si quieres ir en serio te recomiendo que busque una tienda que se llama el Emporio de Thelma...un amigo mio fue y lo ayudaron, yo no lo reconocí después, quiza a ti también te ayude...estas loco, si lo haces!...como hicistes que pasara?--eso fue lo último que dijo y salió, haciendo una expresión de que estaba loco.
Me quede con mis pensamientos hasta la salida, lo que no sabía nadien es que si conocía al Emporio de Thelma y si tenia experiencia en coordinados, tenía lo necesario para ganar esa apuesta, solo era cuestión de decisión y de confianza, tenía que renovar algunas cosas y comprar otras que hacian falta y por supuesto que iria a ve a Thelma.
**
El día viernes no me presente
a trabajar, la mayoría de mi oficina penso que habia huido y que ya no
regresaría, pero el día lunes después de prepararme y desechar muchos miedos,
además de tener lo necesario para lograr
la apuesta, comencé a trabajar con mi mejor animo sabiendo que jamás volvería a
ser el mismo ahora era Miss Stone, con el pecho en alto y la mirad fria, debía ser la nueva jefa de oficina,
Una jefa que se había
impuesto a su jefe y se habia ganado su respeto, por que el día viernes, si me
presente en su casa para tener nuestra noche de apuestas, jamás pensó que me
presentaría con mi actitud más confiada y firme de lo que realmente era, una
mujer decida a todo por conservar su puesto de trabajo, esa noche apostamos
muchas cosas y siempre termine ganando, jamás dude de mis habilidades y de que
quería lograr, al final de la velada, mi jefe reconoció que jamás pensó que
dentro de Harry estuviera esa mujer guapa, mujer que llegó bien maquillada, en traje ejecutivo y medias finas para apostar todos sus ahorros y su empleo, Pero era así firme y decidida. Heather tenía más pantalones
que Harry.
Por su puesto que con el
tiempo tuve mi puesto gerencial, sobrepasando a todas las demás jefas de oficina.
Mis empleados no se dieron cuenta en que momento paso, solo aceptaron que era la mejor vestida que todas las demás jefas de oficina, a la vez era firme pero comprensible, siempre sonriente y alegre, pero cuando debia regañar lo hacia sin remodimientos.
así fue cuando decidí aumentarme mis pechos e iniciar mi camino para quitarme todo lo que ya necesitaba, para convertirme en la mujer que siempre estuvo dentro de mi, pero tuvo miedo de salir.
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